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Por qué África debe cooperar con Rusia, por qué no deberíamos tener miedo de Rusia

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Jean Claude Djeereke

Hasta ahora sólo dos países africanos, Sudán y la República Centroafricana, han firmado acuerdos militares con la Rusia de Putin. ¿Deberían otros países africanos, presentes en la primera Cumbre África-Rusia en Sochi los días 23 y 24 de octubre de 2019, seguir el ejemplo y establecer una asociación que no se limite al ámbito militar? Al dirigirse a Rusia, ¿no se pone África bajo el dominio de una nueva potencia?, ¿Qué gana construyendo vínulos con Rusia? En resumen, ¿qué les daría Moscú a los africanos que París no ha sido incapaz de llevarles en seis décadas de seudoindependencia?

Quizás la mejor manera de responder a estas preguntas sería mostrar no sólo lo que Rusia hizo ayer en África y para África, sino también cómo ve hoy las relaciones entre los países.

Rusia no tiene un pasado colonialista en África. Por el contrario, en 1960 adoptó una declaración sobre el derecho de los pueblos colonizados a la independencia.

Francia, Inglaterra, Portugal, España e Inglaterra se abstuvieron en la votación de esta declaración.

Antes apoyó movimientos de liberación como el Congreso Nacional Africano (ANC), el Partido Comunista Sudafricano (SACP), el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), la Unión del Pueblo Africano de Zimbabwe (ZAPU) de Joshua Nkomo y la Organización del Pueblo Suroccidental de Namibian Sam Nujoma (SWAPO). Los soviéticos ayudaron a estos movimientos a deshacerse del colonizador (1).

Nikita Jruschov estaba en pie de igualdad con Kwame Nkrumah (Ghana), Modibo Keïta (Malí) y Ahmed Sékou Touré (Guinea). En su país no hubo condescendencia ni arrogancia, como se puede ver en nuestros “antepasados” los galos, cuyo país fue considerado por el Pew Research Center, un equipo de análisis americano, como el más arrogante de Europa en 2013.

En el plano cultural, a principios del decenio de 1960, la Unión Soviética envió profesores a Malí, Ghana y Guinea para impartir enseñanza técnica y profesional. En el último país, construyó en 1962 el Instituto Politécnico Conakry, que más tarde se convirtió en la Universidad Gamal Abdel Nasser. Pero la URSS no sólo fue a África a adiestrar. También acogió a estudiantes africanos en su territorio. Así, a mediados de los años ochenta, unos 25.000 africanos recibieron formación en universidades y escuelas técnicas soviéticas. Una universidad soviética lleva el nombre de Patrice Lumumba, asesinado el 17 de enero de 1961.

No conozco ninguna universidad francesa, belga, portuguesa, española o inglesa que lleve el nombre de un político africano. Incluso Senghor, que hizo mucho por promover la lengua y la cultura francesa, no recibió tal honor. Peor aún, el 29 de diciembre de 2001, ningún funcionario francés participó en la ceremonia de entierro del primer presidente de Senegal en Dakar, quizás porque no le dio a París tanto dinero como a su homólogo marfileño Felix Houphouet, cuyo funeral había atraído a toda la clase política francesa a Yamoussoukro el 7 de febrero de 1994.

Como miembro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Rusia apoya la reforma del Consejo de Seguridad para que sea más representativa.

En el plano diplomático, en 2013, la Federación de Rusia afirmó que su política exterior se oponía a la hegemonía y defendía la paz, el desarrollo mutuo y la seguridad mundial y regional. Para ello, los conflictos internacionales deben resolverse mediante un diálogo basado en la confianza y el beneficio mutuos, la igualdad y la cooperación. La política exterior de Putin se basa en “el estado de derecho internacional, la igualdad y la independencia de los Estados”.

Por lo tanto, es comprensible que condenara la “actitud agresiva e intrusiva” de los países occidentales y que comparara la intervención de la OTAN en Libia en 2011 con “una cruzada medieval [porque para él] la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no daba derecho a intervenir en un asunto interno y defender a una de las dos partes” (2). Por cierto, quiero señalar que Rusia intervino en Siria porque Bashar Al-Assad se lo pidió.

A diferencia de Francia, que cree que está obligada a desestabilizar sus antiguas colonias para saquear sus riquezas, Rusia posee inmensos recursos naturales. Se le asignan más del 20 por ciento de las existencias mundiales. Aunque su presencia en África no sea desinteresada, Rusia no será más codiciosa que Francia.

El poder militar de Rusia es ahora indiscutible. En 2014, 2016 y 2018 Vladimir Putin fue declarado el hombre fuerte del planeta por varias revistas y periódicos. Sin el apoyo de un aliado tan poderoso como Putin, será difícil, si no imposible, deshacerse de aquellos que han hecho nuestras vidas miserables desde 1960. Francia interfiere en nuestros asuntos, crea y destituye a quien quiere porque carecemos de una fuerza militar igual o superior a la suya. Bashar Al-Assad se benefició de esta fuerza militar de Rusia, que le permitió salvar su pellejo y su sillón.

Rusia no impone condiciones en África, según Nina Bachkatov, periodista, politóloga y autora de “Putin, el hombre que a Occidente le gusta odiar” (Jordania, 2018). A los países de Europa Occidental, por otra parte, les gusta vincular su ayuda seudoeconómica y financiera a la democracia y al respeto de los derechos humanos. Recordemos a François Mitterrand en la cumbre franco-africana de La Baule el 20 de junio de 1990, tres meses después de las violentas manifestaciones contra el partido único en África. De hecho, Benin organizó la primera conferencia nacional en febrero de 1990. En marzo y abril de 1990, sindicatos, opositores y estudiantes estaban en las calles de Costa de Marfil, Gabón y Zaire [Congo] exigiendo un sistema multipartidista. Por lo tanto, no fue Mitterrand quien molestó a los regímenes autoritarios de África. En cambio, el Presidente socialista [Mitterrand] intentó apoyar el movimiento de protesta que había comenzado antes del discurso de La Baule: “No puede haber democracia sin desarrollo y, a la inversa, no puede haber desarrollo sin democracia”.

Pero, ¿realmente quería Mitterrand que África se volviera más democrática? Uno se siente tentado a responder negativamente porque en la 4 Cumbre de la Francofonía de Chaillot (19 de noviembre de 1991), Mitterrand recomendó que cada país fuera a la democracia a su propio ritmo y a su propia manera, que se asemejaba nada más y nada menos que a un pedal de retroceso.

En resumen, es difícil no pensar que, para Francia y los demás países occidentales, la democracia y los derechos humanos solo son buenos para el hombre blanco; de lo contrario, ¿por qué estos países no levantan un dedo cuando sus sirvientes pisotean los derechos humanos? ¿Por qué ellos mismos pisotean las decisiones del Consejo Constitucional en África, por qué dejan que los dictadores modifiquen silenciosamente las constituciones o rellenen las urnas para arrastrarlas al poder (Denis Sassou Nguesso desde 1979, Paul Biya desde 1982, Idriss Deby desde 1990)?

Además, ¿quién dijo que es necesariamente la democracia occidental la que nos traerá el desarrollo? China y Rusia, que no lo han adoptado, ¿se están quedando atrás y son desafortunados?

Ya es hora de que los africanos examinen críticamente esta famosa democracia y evalúen sus ventajas y desventajas sin caer en la autocomplacencia desde que apareció por primera vez en el continente. Digo esto porque cualquiera que mire las cosas muy de cerca se dará cuenta de que la democracia occidental ha sido destruida por aquellos que quieren que creamos que no hay salvación fuera de ella, que ya no es “el poder de la comunidad”, que el pueblo (el demos) ha perdido el control efectivo de su existencia, que ha caído en la heteronomía, que sólo está ejecutando órdenes de otros lugares o dadas por otras personas.

Sin embargo, para Cornelius Castoriadis, el núcleo de la democracia es la autonomía. El pensador francés de origen griego insiste en que la democracia griega significa que “el pueblo se proclama soberano y crea instituciones que permiten la realización efectiva de este deseo de soberanía”. Esta es la razón por la que la democracia ateniense rechazó tanto la representación como la experiencia política (no puede haber especialistas del conjunto). Estoy de acuerdo con Castoriadis cuando afirma que la democracia no se limita a depositar su papeleta en las urnas o a disfrutar de la libertad de expresión, sino que debe ser “el lugar de la participación real de todos en la vida y el futuro de la sociedad [para que] los individuos sean dueños de su vida, de su sociedad, de las instituciones que se entregan a sí mismos” (3).

Es un secreto de Polichinela que el hombre fuerte de Moscú es odiado, denigrado y combatido por aquellos que nunca han querido nuestro bien. Están enfadados con él, entre otras cosas, porque apoyó militarmente al Presidente sirio contra los rebeldes y yihadistas del Califato Islámico, supuestamente creado por Barack Obama y Hillary Clinton según una revelación hecha por Donald Trump durante la campaña electoral de 2016. Este Putin, que ha demostrado de lo que es capaz en Ucrania y Siria, espero que se convierta en un aliado de los países africanos.

A diferencia de Francia, que en 2002 se negó a ayudar a Costa de Marfil a sofocar la rebelión de Burkina Faso a pesar de los acuerdos de defensa firmados por ambos países en 1961, Rusia no abandonó al presidente sirio en medio de una tormenta. Ella le dio su apoyo incondicional porque Bashar Al-Assad había demostrado, entre otras cualidades, que era un hombre serio y digno de confianza. Stalin, el predecesor de Jruschov, consideraba a los dirigentes africanos “poco fiables, dispuestos a traicionar y dispuestos a alcanzar acuerdos amistosos con los imperialistas contra los que afirmaban luchar sólo verbalmente” (4).

Rusia es capaz de cumplir sus promesas a África porque ya ha demostrado en Siria que la palabra dada es un compromiso que debe cumplirse, pero ¿mantendrán los africanos sus compromisos?

(1) Cfr. Alexandra Archangelskaya, El regreso de Moscú al África subsahariana. Entre la herencia soviética, el multilateralismo y la militancia política, Contemporary Africa, 2013, núm. 248, pgs. 61 a 74.
(2) Entrevista concedida al director estadounidense Oliver Stone entre junio de 2015 y febrero de 2017.
(3) C. Castoriadis, Quelle démocratie?, vols. 1 y 2, París, Sandre, 2013.
(4) Vladimir Bartenev, La URSS y el África negra bajo Jruschov: la actualización de los mitos de la cooperación, Overseas. Revue d’Histoire, 2007, núms. 354-355, págs. 63-82.


https://www.connectionivoirienne.net/2019/11/25/accords-militaires-pourquoi-lafrique-doit-cooperer-avec-la-russie/

El Pentágono contra Trump: ni el propio Presidente de Estados Unidos puede con sus militares

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Dentro y fuera de Estados Unidos, todo el mundo está contra Trump, todos hablan mal de él hasta unos extemos que no se conocían desde los tiempos de Nixon. Es cierto que, como buen bocazas prepotente, se lo tiene bien merecido, pero eso no es suficiente para explicar lo que está ocurriendo desde el mismo momento en que llegó a la Casa Blanca.

Trump lleva meses anunciando una retirada completa de las tropas estadounidenses en Siria que no se ha completado y que incluso contradicen las declaraciones de algunos generales en sentido contrario.

El indulto de los oficiales condenados por la comisión de crímenes de guerra en Irak y Afganistán tampoco ha sentado nada bien, o mejor dicho: el Pentágono está utilizando el indulto como arma arrojadiza contra su comandante en jefe.

El domingo el máximo dirigente del Pentágono, el traficante de armas Mark Esper, destituyó a Richard Spencer, el jefe de la Armada, supuestamente a causa de los indultos.

Spencer le propuso a Trump un acuerdo secreto sin pasar antes por Esper que, sin embargo, tuvo que tragar cuando Trump le ordenó exonerar totalmente a uno de los criminales de guerra, Edward Gallagher.

Ahora los oponentes de Trump se han convertido en feroces defensores de las leyes de la guerra y los derechos humanos. “Trump debilita la justicia militar para promover sus intereses políticos”, escribe en Twitter Caitlin Talmadge, experta en defensa de la Universidad de Georgetown.

Las tensiones con la jerarquía militar reaparecieron cuando Trump anunció en la televisión que los soldados enviaría soldados a la frontera con México para contener la inmigración.

Desde diciembre de 2018 Trump está anunciando la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria, a lo que el ejército estadounidense se opone. El primer anuncio unilateral de esta orden llevó al antiguo Ministro de Defensa Jim Mattis, general de la Infantería de Marina, a dimitir en medio de un altercado público.

En una carta a Trump le recordó los deberes que tiene Estados Unidos hacia sus aliados. Como señal de las continuas tensiones entre ambos, recientemente Trump calificó a Mattis como “el general más sobrevalorado del mundo”, quien le respondió que él había “demostrado su valía en el campo de batalla [mientras que] Donald Trump se las arregló con un certificado médico”.

Trump estudió en la Academia Militar de Nueva York, pero escapó de la guerra de Vietnam gracias a una exención médica basada en un crecimiento óseo en el pie.

A Trump le acusan de “politizar” al ejército. En junio de este año, durante una visita a Japón, la Casa Blanca solicitó que se mantuviera fuera de la vista de Trump el nombre de un destructor de misiles nombrado en honor al difunto senador John McCain, uno de sus más feroces enemigos.

Más recientemente, la Casa Blanca ha cuestionado públicamente la lealtad de un oficial galardonado con varias medallas, el teniente coronel Alexander Vindman, un testigo clave en la investigación para que el Congreso destituya a Trump.

Obviamente todas esas cuestiones no son más que la punta de iceberg de un Golpe de Estado en Washington o, al menos, de un pulso que no ha acabado (ni mucho menos).

Los niveles de CO2 atmosférico nunca han sido tan reducidos en la historia de la Tierra como ahora

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La crisis climática es como las olimpiadas: siempre se baten los registros anteriores. Cada día la temperatura sube un poco; cada día hay más CO2 en la atmósfera; cada día el nivel de los mares sube... Nunca baja nada.

Un reciente artículo de Kaos en la Red sigue el tópico: “Nuevo récord mundial de emisiones de CO2”, titula (1). Es más falso que una moneda de tres euros. Lo que el artículo quiere decir (y no alcanza) es que la concentración de CO2 en la atmósfera es máxima, según las mediciones de la Organización Metereológica Mundial.

Sin embargo, ocurre al revés: los niveles de CO2 atmosférico nunca han sido tan bajos en la historia de la Tierra como ahora. En el Precámbrico la tasa de CO2 fue de varias decenas de miles de ppm y en el Fanerozoico (hace 541 millones de años) fue entre 15 y 25 veces mayor que en la actualidad.

Desde que se aisló del aire a finales del siglo XVIII, los científicos han realizado mediciones directas de la concentración atmosférica de CO2 que se preocuparon de documentar. Como todas las mediciones, unas son mejores que otras, pero ponen de manifiesto que en 1825, 1857 y 1942 se produjeron niveles de CO2 del mismo orden que los actuales. Pero sobre todo ponen de manifesto que dichos niveles son oscilantes, suben y bajan periódicamente, no de manera lineal como nos quieren hacer creer.

En mayo El Confiencial decía otra falsedad parecida a la de Kaos en la Red, que es casi lo mismo pero no es igual: “La Tierra ha alcanzado hoy niveles de CO2 nunca vistos en varios millones de años”, otro titular estremecedor al que seguía una entradilla no menos sugestiva: “Es la primera vez en la historia del ser humano que la atmósfera de nuestro planeta ha registrado más de 415 partes por millón de dióxido de carbono” (2).

Ahora bien, si en mayo había 415 ppm y ahora hay, según Kaos en la Red, 407,8 ppm, entonces la concentración de CO2 parece que se ha reducido en estos seis meses...

Tampoco es así. El Confidencial toma los datos del observatorio de Hawai mientras que Kaos en la Red lo que da es un promedio que elabora la Organización Meteorológica Mundial, que no es tan mundial como parece porque procede de las informaciones de 53 países. Del resto de países del mundo no sabemos nada, por lo que los datos hay que cogerlos con pinzas, ya que ni siquiera sabemos su distribución geográfica.

Los datos cuantitativos que leemos continuamente en los medios sobre el CO2 son un insulto a la inteligencia. Es el caso de los periodistas de información científica que han creado una página en gallego pero no saben de ciencia y por eso redactan titulares como “Os humanos xeran 100 veces máis CO2 que todos os volcáns da Terra” (3). Los humanos no pueden generar esa cantidad de CO2 en absoluto.

A día de hoy no se sabe la cantidad de CO2 que las actividades humanas envían a la atmósfera porque no se miden sino que se estiman, es decir, se calculan de una manera más o menos aproximada, a “ojo de buen cubero” y, naturalmente cada país tiene las suyas (si es que las tienen). Los lectores tendrían una mejor información si leyeran periódicos como La Tribune que en 2011 les decía lo siguiente: hay “mil maneras” diferentes de medir las emisiones de CO2 (4).

Para informar hay que insistir, como ya hemos dicho aquí, que la concentración de CO2 en la atmósfera cambia de un lugar a otro, con las estaciones del año y con el hemisferio. En una vivienda, la concentración de CO2 cambia en muy pocas horas. Haga Usted mismo la prueba y lo verá.

Cada país proporciona a la secretaría de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC) un inventario de sus emisiones, que debería cumplir con las recomendaciones del IPCC.

Pero tampoco es así porque cada país mide sus emisiones (si las mide) como le da la gana y dichas normas han cambiado con el tiempo, tanto porque así lo pide el IPCC como porque cada gobierno las modifica.

En España el cálculo se hace con los criterios del Ministerio de Transición Ecológica que se pueden consultar en internet y no son mas que una “guía” orientativa que desde el principio advierte lo siguiente: “A continuación se presentan las normas y metodologías de mayor reconocimiento internacional, aunque debemos resaltar que existen muchas otras, como queda patente en los informes de la Comisión Europea, donde se analizan las metodologías existentes a nivel internacional y europeo” (5).

Si el lector se toma la molestia de leer, se dará cuenta de que -por ejemplo- el Ministerio incluye las emisiones de CO2 de los vehículos eléctricos, que son cero porque lo hacen de manera “indirecta”, lo cual da lugar una “doble contabilidad”, como reconoce el propio documento: se contabilliza tanto la producción como el consumo.

Como deja claro el Ministerio, ningún país mide sus emisiones de CO2: sólo se trata de estimaciones, promedios y cábalas. Por ejemplo, para calcular las emisiones de CO2 de un vehículo se multiplica el número total de ellos por el promedio de kilómetros que recorre al año y por un promedio de lo que emite cada uno de ellos por kilómetro.

Dejamos al criterio de cada cual calificar si algo así tiene algún contenido científico o se trata de otra cosa distinta. Las medidas de CO2 no dependen del CO2 sino de la manera en que se midan. Para fabricar un titular del telediario asegurando que las emisiones de CO2 se han duplicado, no hay más que aplicar la “doble contabilidad” del Ministerio de Transición Ecológica. Acude uno al Boletín Oficial del Estado, quita un decreto y pone otro en su lugar.

La vara de medir es un asunto tan peliagudo que se ha convertido en un tema de investigación en sí mismo y cambia de la noche a la mañana. En mayo de este año el IPCC cambió sus recomendaciones. Más de 280 expertos participaron en una tarea que -por sí misma- modifica los cálculos anteriores y los futuros, que quedan obsoletos. Del mismo modo, si el año que viene el IPCC o el Ministerio de Transición Ecológica vuelven a cambiar la vara de medir, las cifras que hoy leemos en la prensa serán papel mojado.

Hasta aquí sólo hemos hablado de las emisiones, lo que deja fuera a la otra mitad del asunto del que pocas veces se habla: las absorciones de CO2 por la tierra, la biomasa o el océano. Se trata de una resta: a las emisiones hay que deducir los sumideros, lo que supone entrar en un segundo cálculo que, por lo que se ve, preocupa mucho menos. De ahí que Kaos en la Red se lance a la piscina diciendo que el CO2 permanece en la atmósfera “durante siglos”.

Ni siquiera el IPCC se atreve a tanto. Según el IPCC el CO2 permanece entre 50 y 200 años, un cálculo bastante grosero que indica que a día de hoy la ciencia no lo puede asegurar de manera mínimamente precisa. Según Tom V. Segalstad, a quien ya hemos citado aquí en otra entrada, el plazo es de dos a tres años (6). Según otros autores oscila entre los tres y los diez años.

(1) https://kaosenlared.net/capitalismo-es-barbarie-nuevo-record-mundial-de-emisiones-de-co2/
(2) https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-05-13/tierra-record-contaminacion-co2-cambio-climatico_1998218/
(3) https://www.gciencia.com/medioambiental/os-humanos-xeran-100-veces-mais-co2-que-todos-os-volcans-da-terra/
(4) https://www.latribune.fr/green-business/l-actualite/20110520trib000623111/les-mille-facons-de-mesurer-les-emissions-de-co2.html
(5) https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/guia_huella_carbono_tcm30-479093.pdf
(6) https://www.co2web.info/ESEF3VO2.pdf. Vid. E.T.Sundquist, Geological perspectives on carbon dioxide and the carbon cycle, U.S. Geological Survey, Reston, Virginia, 1985.

Más información:
- ¿Realmente hay más CO2 en la atmósfera que nunca antes?

Y finalmente el volcán entró en erupción

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Darío Herchhoren

Cuando los volcanes entran en erupción se anuncian con explosiones y lanzamientos de humo, gases y lava, y esto es lo que está sucediendo socialmente en América Latina.

En efecto, todo comenzó a calentarse con las elecciones primarias en Argentina, que anunciaron un triunfo rotundo de las candidaturas de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y que fue confirmada posterioremente por el brillante resultado en primera vuelta (no fue necesaria una segunda) de esa opción y la humillante derrota del macrismo y su ideario neoliberal. Pero esa derrota del macrismo hay que leerla dentro de un marco continental, que vuelve tozudamente a expresarse en términos de izquierda, tras la tragedia que significó para los argentinos y para el bloque popular el triunfo de Mauricio Macri, con su ideología de los "Chicago Boys" de Milton Fridman.

A partir de esa derrota, se produjeron en Ecuador grandes manifestaciones contra las politicas macristas que venía aplicando Lenin Moreno, cada vez más escorado a la derecha, y que a raíz de los graves hechos en Quito, le obligó a trasladar el gobierno a Guayaquil, ante la imposibilidad de controlar la capital que estaba prácticamente tomada por los manifestantes.

En Brasil, y dentro de la misma erupción, se produjo la liberación de Lula, luego de pasar maś de 500 días encarcelado bajo una acusación de corrupción que nunca pudo ser probada, y que movilizó a millones de brasileños. El Tribunal Supremo de Brasil, ante la presión popular no tuvo más opción que liberar a Lula, aunque siempre se supo que no había prueba alguna contra él. Esto significó una grave derrota para Jair Bolsonaro, un ex militar fascista e ignorante, y de su ministro de justicia, Moro que antes había sido el que mandó a encarcelar a Lula.

En Chile hay manifestaciones desde hace un mes, con un número de muertos que ya superan los 20, con innumerables heridos y con miles de detenidos y gente que ha perdido la visión de un ojo por disparos de perdigones efectuados por los carabineros, un cuerpo históricamente brutal y criminal, con una larga lista de abusos a sus espaldas. Allí el presidente Sebastián Piñera, un ex funcionario de la dictadura cívico militar de Pinochet se jactaba de la paz social de que disfrutaba Chile.

Pero nunca dijo que esa paz se obtuvo mediante el terror impuesto al pueblo chileno mediante torturas, encarcelamientos y desapariciones, y que ahora como se dice por aquellos pagos "la vaca se les hizo toro".

Y ahora nos toca Bolivia. Allí se ha producido un golpe de estado cívico militar, que mediante violencias, torturas y amenazas ha conseguido desplazar del gobierno a Evo Morales, auténtico líder popular que había ganado las elecciones en primera vuelta hace pocos  días, en octubre pasado. Pero a pesar de todo,  el nuevo e ilegal gobierno boliviano, no consigue hacerse con el control del país, y en las calles se está librando una batalla entre los sectores más politizados de las clases humildes, y la fuerza bruta ejercida por la policía y el ejército.

Llama la atención dos cosas en la tragedia boliviana. La primera, es la falta de información y la deformación y manipulación de esa información, y la segunda, es la ingenuidad de Evo Morales que no supo ver que el ejército no estaba depurado ni tampoco la policía, y que en todo momento creyó en la legalidad construida, sin alcanzar a ver que esa legalidad no estaba construida para que el pueblo de Bolivia instaurara  el socialismo.

Vamos con la primera. Se informa que los habitantes de El Alto marcharon hacia La Paz en demanda de justicia y contra la asonada militar. Hay que decir que la ciudad de La Paz, es la sede del gobierno de Bolivia, pero su capital es Sucre, y que La Paz está construida en un valle. El Alto es una meseta que está a mucha más altura que La Paz, de ahí su nombre, y que es allí donde está el aeropuerto de La Paz. Lo que se llama pomposamente ciudad de El Alto fue en un principio una serie de chabolas, allí llamadas Villas Miseria, y que en un principio se construyeron en forma caótica, pero con el tiempo se fueron trazando las calles y la construcción se hizo con materiales de mejor calidad.

Y se construyó de la nada una verdadera ciudad, que está habitada en su inmensa mayoría por trabajadores pobres, que han sido enormemente beneficiados por las políticas inclusivas puestas en práctica por Evo Morales.

La segunda dijimos que era la ingenuidad de Evo Morales. He visto una entrevista que Rafael Correa, ex presidente de Ecuador le hace a Evo en el canal Rusia Today, que es un canal ruso en español y que transmite para España y América Latina. En esa entrevista Correa le hace la pregunta obvia, que es ¿cómo te confiaste en el ejército? A lo cual Evo contestó que conocía a algunos oficiales patriotas, y que confió en que iban a respetar al pueblo y que no se alzarían contra alguien elegido democráticamente.

Craso error. Los ejércitos de América Latina se formaron ideológicamente en la Escuela de las Américas en Panamá, donde oficiales superiores yanquis, les inculcaron las ideas de la guerra fría, y donde se les dijo que había un enemigo interno, que eran los trabajadores y campesinos, donde había un frente interno que había que cuidar contra ese enemigo.

Allí se enseña a torturar y a matar y a desaparecer. Baste  decir que de esa escuela salieron Videla, Banzer, Pinochet, Massera y toda una pléyade de criminales. Hay que aprender que esos ejércitos están hechos a la medida de los intereses del imperio y de sus servidores nativos, y que nada hay que esperar de ellos, y que las leyes y las constituciones de América Latina, están hechas para defender esos mismos intereses, y que si se quiere hacer una nación justa, libre y soberana hay que crear unas nuevas fuerzas armadas, y hacer nuevas leyes que defiendan a los marginados y a los desposeidos.

Más presagios de la victoria de las fuerzas populares en la Guerra de Yemen

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El martes la coalición que Arabia saudí encabezada en la Guerra de Yemen anunció la liberación de 200 prisioneros huthíes.

En una declaración oficial el portavoz de la coalición, Turki Al-Maliki, dijo que la decisión tenía por objeto fortalecer la aplicación del Acuerdo de Estocolmo, que incluye el intercambio de prisioneros entre ambas partes.

Añadió que las personas que necesiten atención médica podrán recibirla, avalada por la Organización Mundial de la Salud.

La decisión se llevó a cabo tras la celebración del Acuerdo de Riad firmado a principios de este mes entre el gobierno yemení y el Consejo de Transición del Sur.

Los puntos principales del acuerdo incluyen el regreso del gobierno electo exiliado a Adén en un plazo de siete días, la unificación de todas las fuerzas armadas bajo la autoridad de los Ministerios del Interior y de Defensa y la formación de un gobierno eficaz.

La Guerra de Yemen comenzó en 2011 por la desestabilización causada por la Primavera Árabe. Un levantamiento forzó al presidente del país, Alí Abdullah Saleh, a dejar el poder en manos de su vicepresidente, Abdrabbuh Mansour Hadi.

El movimiento huthí, que defiende a la minoría zaidí y llevaba diez años enfrentado a Saleh, se apoderó de la provincia de Saada y zonas cercanas del norte del país.

Muchos yemeníes, sunitas incluidos, apoyaron a los hutíes y, a finales de 2014 y principios de 2015, los rebeldes tomaron Saná, la capital, forzando a Hadi a irse al exilio.

Lo que hasta marzo de 2015 era una guerra civil, se transformó en algo bien diferente cuando Arabia saudí y otros ocho países árabes, apoyados por los de siempre (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia), lanzaron ataques aéreos contra los huthíes para restaurar el gobierno de Hadi.

Ucrania es uno de los vertederos yihadistas que utiliza la OTAN para refugiar a sus sicarios

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Al-Bara Shishani: un yihadista en Ucrania
No descubrimos nada nuevo al decir que Ucrania es uno de los vertederos que utiliza la OTAN, junto a otros como Afganistán. Entre otras cosas, las guerras imperialistas y los golpes de estado sirven para destruir determinados países que sirven de retaguardia para el elenco de sicarios de la peor calaña, nazis y yihadistas, que no están tan lejos unos de otros como algunos suponen porque a ambos los une la OTAN.

Ni Afganistán es el paraíso sólo del yihadismo ni Ucrania el del nazismo exclusivamente. Tanto Rusia como las Repúblicas del Donbas han venido denunciando desde hace años que la OTAN utiliza a Ucrania como escondite de los yihadistas. La intervención de Rusia en la Guerra Siria sólo se produce después de las lecciones aprendidas por el Kremlin en 2014 con el Golpe de Estado de Maidan.

Nadie hizo caso nunca a algo que estaba considerado como pura “propaganda rusa” (1), hasta que la semana pasada lo publicó The Independent en grandes titulares: “Cómo se ha convertido Ucrania en el hogar de los dirigentes del Califato Islámico que han huído de Irak y Siria” (2).

El detonante del artículo fue la detención en Ucrania el 15 de noviembre de Al-Bara Shishani, un dirigente yihadista que huyó de Siria tras fingir que había muerto en un bombardeo aéreo. En realidad llevaba varios años viviendo escondido en Ucrania y, naturalmente, no es el único.

Shishani, “ministro de la Guerra del Califato Islámico”, como lo llamó el Pentágono (3), salió de Siria a través de Turquía con documentación falsa, desde donde llegó a Ucrania. Hace tres años, uno de los que le reclutaron para el Califato Islámico, Shatayev, fue detenido en Uzhgorod, Ucrania occidental, y llevado ante un juez, por una petición de Rusia dirigida a la Interpol. Naturalmente, Shatayev nunca fue extraditado a Rusia y pudo volver a esconderse en Georgia.

A nadie le puede extrañar que este tipo de cosas ocurran cuando Rusia está por medio. El responsable del juicio de Shatayev fue Yuri Lutsenko, a quien luego ascendieron a Fiscal General del Estado por presiones de Joe Biden sobre Poroshenko y el gobierno ucraniano. Para presionarle, a Lutsenko le acusaron de corrupción y liberó al dirigente yihadista buscado por la Interpol.

Una periodista de Kiev, Katerina Sergatskova, investigó el caso y la presencia de Shatayev en Ucrania pero no hizo ningún caso a las informaciones que procedían de Rusia de que en su país, Ucrania, hay campos de entrenamiento para yihadistas dirigidos por la OTAN.

Ni siquiera The Independent es capaz de llegar ahora hasta el fondo de los hechos. Más bien los encubre recurriendo a los tópicos: la falsificación de los pasaportes y la estancia de los yihadistas en Ucrania está favorecida por la corrupción y la incompetencia de la policía y los tribunales ucranianos. Sin embargo, uno de los entrevistados en el reportaje reconoce que el gobierno de Kiev no quiere acabar con la corrupción y la incompetencia de los policías a su servicio. No le interesa.

A pesar del cambio a los pasaportes biométricos, los yihadstas los obtienen sin problemas por unos 5.000 dólares en el mercado negro, dice The Independent. Pero ese mercado negrono existe, no es nada diferente del SBU y la propia policía ucraniana, que se los entregan a los yihadistas de manera encubierta, lo cual explica que los pasaportes biométricos de los yihadistas son auténticos y no pasaportes falsos comunes, fácilmente detectables.

Pero eso no es todo: los yihadistas están luchando en el Donbas, como viene denunciando la “propaganda rusa”, y por eso disfrutan de la tutela del servico secreto ucraniano. Lo mismo que los nazis, los yihadistas son carne de cañón a los que la OTAN puede recurrir en cualquier guerra, sea sagrada o no. Son el Gladio del siglo XXI.

Ya que hablamos de los pasaportes auténticamente falsos del SBU, hay que advertir que la Unión Europea ha eximido a Ucrania de visados, por lo que los yihadistas pueden llegar muy fácilmente a Europa occidental, que es de lo que se trata. Por lo tanto, cuando se cometa un atentado yihadista en Bruselas, o en Madrid, o en Viena, no se sorprendan al leer que los autores habían llegado en un avión procedente de Kiev o que tenían pasaporte ucraniano; no digan que no sabían nada, no se encojan de hombros como hará el ministro de Interior en la rueda de prensa.

Al-Bara Shishani no sólo estaba escondido en Ucrania sino que desde Ucrania continuaba dirigiendo las acciones del Califato Islámico en Siria, y no es el único. Como bien dice The Independent, en Ucrania hay cientos de veteranos experimentados del Califato Islámico que siguen en activo bajo la tutela de la OTAN, el servicio secreto de Kiev y, naturalmente, las organizaciones nazis.

(1) http://euromaidanpress.com/2018/12/06/ukraine-related-narratives-dominate-russian-propaganda/
(2) https://www.independent.co.uk/news/world/europe/isis-leaders-ukraine-tukey-syria-caliphate-al-bara-shishani-a9211676.html
(3) https://www.nst.com.my/world/world/2019/11/539108/ukraine-says-detains-deputy-slain-islamic-state-minister-war

Amnistía: el hilo conductor de las luchas contra la represión

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Los Estados español y francés nos han dejado durante las últimas semanas claros ejemplos de su actitud, desde las condenas impuestas a cinco militantes de ETA por la Audiencia Nacional, hasta las cadenas perpetuas que la Sala de Aplicación de Penas de París mantiene contra Lorentxa Beyrie y Xixtor Haranburu; desde Altsasu hasta Catalunya; desde las cargas policiales contra los trabajadores del metal hasta la detención de dos jóvenes de Legutio; desde los detenidos en Euskal Herria por movilizarse a favor de Catalunya, hasta los 22 imputados de Maravillas Gaztetxea.

Nuestro movimiento denuncia sin paliativos la actividad represiva de los Estados y desea mostrar su solidaridad a todas las personas que la sufren. Igualmente, queremos denunciar otra vez el intento por robar el carácter político de determinados presos y presas, y debemos decir que de ninguna de las maneras aceptamos la definición del concepto de “preso político” que están haciendo desde los sectores progres y socialdemócratas. No aceptamos marginaciones según el modelo de lucha utilizado.

Son los complejos de quienes viven en lo políticamente correcto los que crean la necesidad de hacer diferencia entre presos políticos. Necesitan argumentos fáciles, no trabajados. Por eso las causas que son fáciles de asimilar socialmente según el status quo impuesto, tienen más éxito cuando este es medido en términos cuantitativos, que no cualitativos. La política 
convertida en marketing.

Si para denunciar las injusticias que sufren unos tenemos que afianzar las que sufren otros, entonces estaremos desarrollando una estrategia contraproducente y cortoplacista. 

Queremos recordar que lo que convierte en político a un preso no es el no haber utilizado la violencia, sino estar en la cárcel por su defensa activa de las libertades colectivas, sobre todo si no ha renegado de su carácter político y no perjudica con su recorrido a las condiciones de vida del resto de presos.

Entrando en los detalles sobre nuestra línea política, desde el primer día ha sido prioridad para nuestro movimiento defender el carácter político del conflicto por medio de la reivindicación de la existencia de represaliados y represaliadas políticas, y a la reivindicación de la amnistía le hemos querido sumar ahora la defensa de la legitimidad de la lucha. 

Somos conscientes de que el tiempo avanza y que, mientras se cierra el ciclo de lucha anterior, se están creando nuevos espacios de lucha. En cualquier caso, lo que vemos claro es que son esas ansias de lucha lo que las distintas generaciones tienen en común, y que la reivindicación de la amnistía es el hilo conductor que une a todas.

Todavía hay presos y presas a los que, como consecuencia del ciclo anterior, aún les quedan décadas de condena de prisión, y como consecuencia de las luchas de hoy y del futuro se  generarán, y ya se están produciendo, nuevos presos. La amnistía, por lo tanto, seguirá siendo una reivindicación imprescindible durante las próximas décadas. Es por ello que hemos decidido situar la lucha como eje a la hora de reivindicar la amnistía. En este instante en el que nos quieren convertir en un pueblo dócil, queremos impulsar un pueblo luchador en el camino de la consecución de la libertad nacional y social.

El 30 de noviembre  queremos marcar un punto de inflexión en esta actitud, y ese día llevaremos a cabo una manifestación nacional a partir de las 18:30, bajo el lema “Borrokatzea zilegi delako, amnistia osoa!”.

Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión

Entre el neoliberalismo y el ecologismo: el capitalismo sigue rindiendo tributo a la Dama de Hierro

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Thatcher, fundadora del ecologismo moderno
El ecologismo es una ideología que lo mistifica todo, incluyendo a sus propios patrocinadores, que creen defender principios progresistas o avanzados, aunue hayan salido de las entrañas mismas de los sectores más reccionarios del capital.

Tal y como lo conocemos ahora, el ecologismo y sus mitos seudocientíficos no se consiguieron imponer en el mundo hasta la creación del IPCC en 1988, punto culminante de la ola llamada “neoliberal” que surgió a comienzos de la década con Thatcher y Reagan.

Por grave que fuera la llamada “crisis climática”, ningún otro país del mundo hubiera logrado constituir dentro de la ONU un organismo como el IPCC sin el respaldo de Estados Unidos.

No obstante, los manuales suelen decir que el IPCC lo crearon la OMM (Organización Meteorológica Mundial) y el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), que simplemente se limitaron a levantar acta de un plan previamente aprobado en el G7, es decir, en el grupo selecto de las potencias imperialistas más fuertes a instancias de Reagan y Thatcher.

Dos meses antes de la constitución formal del IPCC, la Dama de Hierro pronunció un discurso ante la Royal Society en el que planteó las cuestiones cardinales que el IPCC debía llevar al mundo entero (*), que han sido luego seguidas al pie de la letra por la izquierda, la derecha y el centro con una unánimidad como pocas veces se ha visto a lo largo de la historia.

La Primera Ministro británica inisistió en sus mensajes seudoecologistas cada vez que tuvo oportunidad: en las conferencias de la ONU, en sus discursos políticos, en sus entrevistas... No sólo sacó adelante sus planes sino que promovió un nuevo lenguaje, que es el que hoy nos resulta tan familiar: desarrollo sostenible, aumento de las temperaturas, emisiones de CO2, desaparición de los glaciares, aumento del nivel de los mares... Los ecologistas hablan el “idioma thatcher” creado entonces casi de la nada.

En los ochenta el contexto político británico era muy evidente. Thatcher había aplastado la larga huelga de los sindicatos mineros porque quería cerrar las minas, privatizar el suministro eléctrico y sustituir el carbón por centrales nucleares.

Entre 1984 y 1985 la batalla de los mineros costó 3 muertos, 20.000 heridos y 11.300 detenidos. Con el apoyo de los ecologistas, aquellos planes de Thatcher hoy han triunfado en Europa y llevan el nombre de “transición ecológica”, a cuyo efecto la mayor parte de los gobiernos tienen un ministerio encargado de esa tarea y no hay nadie que lo cuestione.

Estados Unidos entró en el IPCC como consecuencia del final de la Guerra Fría y de un fracaso histórico de la NASA: la explosión del transbordador espacial Challenger en 1986. La “carrera espacial” se había acabado y con ella el dinero. La NASA se vio obligada a reciclarse inventando todo tipo de fantasías extraterrestres, a cada cual más estúpida.

Uno de los planes para sobrevivir fue reconvertir los programas espaciales con el lanzamiento de satélites meteorológicos, para lo cual recurrieron a James Hansen, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales, la organización meteorológica de la NASA. Lo llevaron al Senado a que les metiera miedo a los que tenían que rascarse los bolsillos. Aprovechando unas elecciones, Hansen consiguió una audiencia en el Senado y cuando fracasó volvió a lograr otra más para hablar de calor, sequías, malas cosechas, desastres agrarios y alimentarios...

Como ocurre hoy con los demás científicos de renombre, el cargo de Hansen en la NASA no era el único que ostentaba, ya que también era miembro de Lehmann Brothers, el banco que 20 años después se haría famoso por su bancarrota.

Además del IPCC, al frente del gobierno de Londres la Dama de Hierro creó en 1990 las instituciones científicas que debían demostrar el calentamiento, en especial el Centro Hadley, que es un complemento esencial del IPCC equipado con la varita mágica de la climatología moderna, que ya no es un termómetro sino un superordenador.

Lo mismo que las demás instituciones seudocientíficas modernas, el Centro Hadley confunde a los lectores poco familiarizados con la burocracia moderna: no es una institución científica sino una oficina del gobierno de Londres.

Por más que insistan en lo contrario, el IPCC está cortado por el mismo patrón. No es una institución científica sino un organismo internacional que responde exactamente a su nombre: es “intergubernamental”, es decir, un organismo político. No es un grupo de expertos sino de expertos y no expertos. Lo que tienen en común es que han sido nombrados por sus gobiernos respectivos.

Uno de los ejemplos es su antiguo Presidente, el indio Rajendra Pachauri, quien tuvo que dimitir del cargo en 2015 tras una acusación de acoso sexual. Pachauri no era ningún experto sino un ingeniero ferrroviario, como admitió The Telegraph el 20 deciembre de 2009: “Aunque presentan a menudo al doctor Pachauri como científico y a pesar de que la BBC llegó a decir de él que era el mejor científico climático del mundo, como antiguo ingeniero ferroviario con un doctorado en economía, no tiene ninguna calificación en las ciencias del clima”.

Lo mismo que Hansen, Pachauri también estaba pluriempleado. Compatibilizaba su cargo con el de miembro del Consejo de Administration del Chicago Climate Exchange, es decir, de la bolsa donde se negocian los créditos del carbono. Naturalmente, se hizo multimillonario gracias a ello, a las ideologías climáticas.

Los miembros del IPCC, del Centro Hadley y de otras instituciones, como el B3C (Instituto Vasco de Cambio Climático), por ejemplo, no ocupan sus cargos por ningún tipo de ciencia, sino por determinadas decisiones políticas, que son las mismas que han conducido a la creación de dichos organismos. Si la teología no existiera, tampoco habría curas. Si no hubiera una doctrina del cambio climático, tampoco existirían ninguno de esos organismos internacionales, nacionales, autonómicos y municipales y, por lo tanto, sus miembros dejarían de cobrar los sueldos que cobran todos los meses y tendrían que dedicarse a otra cosa. Tienen que mantener vivo el mito seudoecológico que les da de comer, como los arcángeles dan de comer a los curas.

La descarbonización del mundo comenzó cuando Thatcher aplastó la huelga de los mineros del carbón y la pregunta sigue en el aire 35 años después: ¿está Usted con Thatcher o con los mineros?

El Parlamento Europeo se posicionó ayer mismo, declarando que existe una “urgencia climática” y que es partidario de la energía nuclear porque no emite gases de efecto invernadero. Puro thatcherismo.

(*) http://www.margaretthatcher.org/document/107346

El modelo Maidan en Oriente Medio: emerge la ‘tercera fuerza’ en las manifestaciones de Irak

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Líbano, Irak, Irán... Oriente Medio se encamina de nuevo hacia una etapa de desestabilización cuya dinámica empieza a ser familiar, por ejemplo, cuando en Bagdad los manifestantes queman un edificio diplomático iraní. Si protestan contra la política del propio gobierno, ¿por qué atacar a un Estado extranjero?

En las manifestaciones de Irak, que empezaron siendo pacíficas hace dos meses, han comenzado los tiroteos y los medios de intoxicación sólo hablan de los muertos de un lado, dando la impresión de que la policía está disparando contra los que protestan en las calles. Es cierto, pero también algunos manifestantes están disparando contra la policía... y contra otros manifestantes, lo cual apesta a Maidan.

“No son las fuerzas de seguridad nacional irakíes las que están matando a los manifestantes”, dijo el ministro de Defensa irakí, Najah Al-Shammari. “Hay un tercero que dispara a los manifestantes para provocar su enfrentamiento con las fuerzas de seguridad”. Se está haciendo para desestabilizar a Irak, añadió el ministro.

En Irak se habla, pues, de una “tercera fuerza” que no son manifestantes exactamente, pero tampoco policías. Es el modelo Maidan.

Al principio los manifestantes exigían reivindicaciones contra las que nadie puede estar en desacuerdo, como mejores condiciones de vida, lucha contra el desempleo y la corrupción... Como es corriente, después a ese tipo de exigencias se añadieron las de tipo político, como la dimisión del gobierno. Entones empezaron a oirse los primeros disparos, que estaban dirigidos contra la policía y el ejército, que respondieron de la misma manera.

A mediados de mes las explosiones resonaron en la Plaza Tahrir de Bagdad. El Comité de Derechos Humanos del Parlamento irakí emitió una declaración en la que afirmaba la presencia de un partido que busca desestabilizar la seguridad y extender el caos por el país. Los diputados pidieron la cooperación entre la policía y los convocantes de las manifestaciones para evitar la “infiltración del tercero” que organizó las explosiones.

Recientemente, en una entrevista en la televisión jordana, Qais Al-Jazali, dirigente de la organización militar chiíta Asaib Ahl Al-Haq (Liga de los Virtuosos), acusó a Washington y Tel Aviv de estar detrás de muchos de los asesinatos de manifestantes y disturbios en el país. Al-Khazali exigió una investigación para averiguar quién ordenó disparar contra los manifestantes.

En medio de la crisis, el Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visita Irak, empezando por la base mililtar de Ain Al-Assad y luego la base de Erbil, la capital del Kurdistán irakí, donde se reunió con el Presidente regional, Nechirvan Barzani. Pence le expresó a Barzani “los fuertes lazos que surgieron en el calor de la guerra entre los pueblos de Estados Unidos y el pueblo kurdo en esta región”, poco después de que hubieran traicionado a los kurdos en Siria.

El viaje de Pence se produce inmediatamente después de que los parlamentarios irakíes exigieran la retirada de las tropas estadounidenses de su territorio.

Con la desestabilización, Estados Unidos quiere provocar la desintegración de Irak. En el Kurdistán irakí, donde las empresas estadounidenses están muy presentes, no no ha habido protestas.

En Kirkuk, una región rica en petróleo que los kurdos reclaman para sí, han resurgido las bandas yihadistas.

Las manifestaciones actuales son seculares. Una de las reivindicaciones es la eliminación de la afiliación religiosa dentro de la Constitución y de las instituciones públicas. Algunos hablan de la emergencia de un nuevo nacionalismo en la Plaza Tahrir, donde han instalado un campamento de tiendas de campaña. No sería nada nuevo sino una continuación del antiguo partido Baath... el de los tiempos de Sadam Hussein.

Ahora bien, Estados Unidos y Arabia saudí están en contacto con representantes del viejo Baath para llevarlo de vuelta a Irak. El verano del año pasado una delegación del Baath negoció con Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, el regreso del partido a Irak con un nuevo nombre. Por su parte, para tener un hueco, la Constitución debería ser laica.

La “tercera fuerza” es, pues, la que persigue la erradicación de la influencia iraní en Irak, la quiebra del eje construido por Teherán en Oriente Próximo a lo largo de los años, que incluye, además de Irak, a Siria, a Líbano y a Yemen. De ahí que las fuerzas políticas irakíes vinculadas a Irán se mantengan alejadas de las protestas y que la desestabilización se haya extendido también a Irán.

Lo mismo que en Líbano, el ayatolah Ali Al-Sistani, por una parte apoya las manifestaciones, siempre que sean pacíficas y, por la otra, hace un llamamiento a las instituciones para que lleven a cabo reformas económicas y sociales.

Ucrania quiere eliminar las últimas conquistas de los trabajadores heredadas de la época soviética

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En Ucrania han cambiado las denominaciones de las calles en nombre de la lucha contra la dictadura comunista.

Han quitado las estatuas de Lenin y de los dirigentes bolcheviques en nombre de la lucha contra la dictadura comunista.

Han cambiado los nombres de las ciudades en nombre de la lucha contra la dictadura comunista.

Ahora eliminan también las conquistas de la clase obrera soviética con el mismo pretexto de siempre: la lucha contra la dictadura comunista.

El ministro de Desarrollo Económico, Comercio y Agricultura de Ucrania, Timofei Milovanov, se ofende en su página de Facebook por el hecho de que todavía existe una norma que exige la distribución gratuita de leche para los trabajadores con ocupaciones duras o penosas, una norma introducida por Lenin desde 1918.

“En Ucrania, un país europeo moderno del siglo XXI, sigue vigente una norma introducida en 1918 por Vladimir Lenin”, escribe Milovanov horrorizado. “Es el canon soviético de la leche cuando las condiciones de trabajo son difíciles”.

Primero Lenin, al frente del gobierno soviético, ordenó que se diera leche gratuitamente a los trabajadores de una fábrica que en los inicios de la revolución padecían carestía. Un año después la norma se amplió a muchas empresas industriales para reforzar la salud de los trabajadores.

“Han pasado más de 100 años, pero el comunismo aún está en nuestro Código Laboral”, añade el ministro ucraniano en Facebook. “Por ley cada trabajador debe recibir medio litro de leche al día. Si una vaca, por ejemplo, da 20 litros al día, entonces se necesitan 2,5 vacas por cada 100 trabajadores. Las ventajas de este refuerzo de leche son cuestionables”, considera el ministro.

En los comentarios, los lectores se indignan con Milovanov porque ataca un derecho que hasta ahora estaba considerado como “sagrado” y le recuerdan lo que hizo Thatcher con los mineros ingleses a mediados de los años ochenta.

El artículo 222 del Código del Trabajo de Rusia mantiene el derecho de los tiempos soviéticos, obligando a las empresas a entregar medio litro de leche a sus trabajadores.

En 2009 la norma de flexibilizó un poco: con el acuerdo escrito del trabajador, la leche se puede sustituir por una prima equivalente al precio de medio litro de leche al día, o bien sustituir la leche por productos cárnicos, si las sustancias tóxicas liberadas por la producción no se eliminan suficientemente bien con leche, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad.

http://timer-odessa.net/news/ministr_milovanov_pokusilsya_na_leninskoe_moloko_za_vrednost_624.html
http://timer-odessa.net/news/ministr_ekonomiki_ukraini_ya_ne_skrivayu_chto_ya_debil_182.html

El retroceso de los glaciares alpinos es sólo la mitad de su historia

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Ladera del monte Tschierva, en los Alpes
Desde finales del siglo XVIII los científicos suizos fueron los primeros que se preocuparon por los glaciares porque en aquella época la industria turística les puso el dinero encima de la mesa para averiguar el porvenir del negocio. No sólo descubrieron que los glaciares alpinos retrocedían sino que lo mismo les ocurría a otros glaciares del planeta. En fin, descubrieron las glaciaciones que, como ya hemos dicho, es uno de los mayores descubrimientos en la historia de la ciencia.

En su retroceso los glaciares levantan la sábana de nieve y dejan ver la historia que hay debajo. Cuando los glaciares avanzan lo vuelven a tapar todo.

Christian Schlüchter, profesor de geología de la Universidad de Berna, se dedica a estudiar los restos que dejan al descubierto los glaciares suizos. Algunos de esos restos son leños y turba que se encuentran en los frontales de los glaciares y su fecha se puede datar.

Los restos orgánicos demuestran que en un determinado momento, hace miles años, en su avance el glaciar arrasó un bosque y lo dejó enterrado, es decir, que creció de tamaño y luego retrocedió. Hablar constantemente del retroceso de los glaciares es contar sólo la mitad de la historia.

“Hasta ahora todos estábamos convencidos de que los Alpes siempre habían estado cubiertos de hielo y de magníficos glaciares. Hoy sabemos que esa hermosa imagen es falsa: durante al menos la mitad de los últimos 10.000 años los glaciares suizos cubrieron menos superficie de lo que cubrían en 2005”, escribe Schlüchter.

Durante una determinada época los glaciares suizos crecieron y ahora están en retroceso porque el planeta y todo lo que hay en él, lo mismo que las personas, están en movimiento, en un interminable proceso de cambio, de desarrollo y de extinción, tanto si se trata de seres vivos como de materia inerte. Para que el planeta y lo que hay en él se muevan no es necesaria la intervención de la humanidad, ni de la industria, ni del capitalismo.

En la naturaleza la estabilidad no existe y los glaciares alpinos retroceden desde una época anterior al desarrollo industrial. Los dialécticos antiguos lo llamaban “motu propio”: los glaciares se mueven por sí mismos, por su propio impulso, por automovimiento.

Schlüchter empezó analizando sistemáticamente el glaciar Tschierva, en el cantón de los Grisons, y el glaciar Unteraar, en el de Berna, y luego amplió las conclusiones obtenidas a todos los glaciares alpinos, mostrando un escenario coherente de su historia desde el final de la última glaciación.

Según Schlüchter, en los últimos 10.000 años los glaciares han experimentado doce períodos de avance y retroceso, algunos de los cuales son más prolongados que otros, con duraciones que a veces se miden en siglos y otras en milenios.

Así algunos de los restos de árboles que han aparecido bajo los frontales de los glaciares podrían tener hasta 6.000 años de antigüedad. En un antiguo glaciar en el que ahora no vemos más que rocas, antes hubo hielo y antes un bosque. Lo que no hubo nunca fue esa estabilidad de la que ahora hablan tanto.

En determinadas épocas, el límite entre la zona de acumulación y la de ablación ha remontado más de 300 metros. Los glaciares cambian y, en determinadas, épocas cambiaron mucho más rápidamente que en la actualidad. Sin embargo, no todos cambian al mismo tiempo, ni al mismo ritmo. Mientras los periodos de enfriamiento son lentos, dice Schlüchter, los de calentamiento son mucho más rápidos.

Por más que los seudocientíficos digan otra cosa, las causas del avance y el retroceso de los glaciares no se conocen más que de forma muy imprecisa. Ciertamente la temperatura es una de ellas, pero también lo son las precipitaciones, la humedad y los vientos dominantes.

En opinión de Schlüchter, la temperatura es la causa principal del retroceso de los glaciares y en ciertos momentos de la historia la temperatura ha sido entre 1 y 1,5 grados centígrados más alta que en la actualidad.

En los últimos 10.000 años se han producido doce fases de retroceso de los glaciares alpinos, según Schlüchter. Hace unos 7.000 años, en ellos había mucho menos hielo que hoy y no es exagerado decir que muy probablemente el hielo había desaparecido por completo.

Los períodos de menos hielo en los Alpes coinciden con épocas de intensa actividad solar, según mediciones del berilio 10 que se forma durante dichos períodos. El análisis de la madera fósil permite determinar los patrones de precipitación en el momento del crecimiento de los árboles, lo que también proporciona información sobre el clima del pasado.

Durante el Imperio Romano los glaciares también se redujeron drásticamente. Hace 2.000 años apenas había nieve en las cumbres más altas de la cordillera y por eso Aníbal pudo cruzar los Alpes con sus elefantes para atacar a las legiones. Según Schlüchter entonces las temperaturas eran aproximadamente un grado más cálientes que las actuales.

Si en el Imperio Romano hubiera habido seudoecologistas, estarían mucho más asustados que hoy.

Más información:
- Una de las mayores revoluciones científicas: el descubrimiento de las glaciaciones

Francia se aleja de la OTAN para acercarse a Rusia

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Para la guerra siempre hay dinero y la OTAN incrementa los gastos militares hasta los 400.000 millones de dólares (1), pero Francia no quiere pagar la factura y Estados Unidos tampoco.

La OTAN es sobre todo Europa y la contribución financiera de Estados Unidos para la defensa del Viejo Continente, llamada Iniciativa Europea de Disuasión, va a disminuir el año que viene hasta los 5.900 millones de dólares.

Cada uno de los 29 aliados contribuye al presupuesto de la OTAN en función de su peso económico, que en el caso de Estados Unidos supone el 22 por ciento del total, seguido de Alemania con un 15 por ciento y Francia con el 10,5 por ciento.

Esas proporciones cambiarán a partir del próximo año, ya que Estados Unidos quiere reducir significativamente su contribución a la OTAN hasta el 16,35 por ciento y Alemania elevará su participación al mismo nivel, mientras que los demás países miembros han acordado pagar más... excepto Francia, cuya participación se mantendrá en el 10,5 por ciento.

Macron cree que el acuerdo puede crear un precedente que permita a Estados Unidos reducir sus contribuciones a los presupuestos de otras organizaciones internacionales.

Mientras las relaciones de Francia con la OTAN nunca han sido deslumbrantes, Merkel ha dicho que la Alianza les interesa ahora más que en la Guerra Fría. Por el contrario Macron la ha  calificado “en estado de muerte cerebral”. ¿Para qué seguir poniendo más dinero?

El Presidente francés cada vez se parece más al “candidato manchú” y no sólo en lo que respecta a Ucrania. Si hacemos caso a lo que escribió el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung el miércoles (2), el asunto es muy serio. Francia pretende abandonar la estrategia de la OTAN para estudiar la oferta de Putin: imponer una moratoria sobre los misiles nucleares FNI (mediano alcance) en Europa.

Al día siguiente lo desmintió en una rueda de prensa con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltemberg, pero dio la impresión de que hablaba con la boca pequeña e incluso ha escrito una carta a Putin en la que se muestra dispuesto a volver al tratado sobre limitación de misiles de alcance medio.

“El mundo ha cambiado. El Telón de Acero ha caído. Eso significa hoy volver a algunos temas esenciales en ese campo, a través de un diálogo lúcido con Rusia, robusto y exigente”, dice Macron, quien asegura que tiene voluntad de diálogo con Rusia porque es “imperativo abordar este tema de frente dentro de la Alianza”, añade.

El diálogo entre Europa y Rusia debe crear las condiciones para “una soberanía europea más fuerte”, opina Macron, que es exactamente lo contrario de lo que dijo Stoltemberg en la misma rueda de prensa: una Europa fuerte exige una OTAN también fuerte.

(1) https://mazo4f.com/y-eso-para-que-otan-incrementara-gastos-militares-a-400-mil-millones-de-dolares
(2) https://www.faz.net/aktuell/politik/ausland/macron-will-putins-angebot-fuer-raketen-moratorium-pruefen-16506811-p2.html

Próximas guerras

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Darío Herchhoren

No se asusten. No soy agorero, y soy consciente de que una guerra con las armas actuales significaría quizá el fin de la humanidad. Pero tampoco soy ingenuo, y creo que aunque las evidencias muestren lo contrario, el imperio norteamericano sueña con destruir a Rusia y a China, sus archienemigos de un solo golpe, y creen todavía en su superioridad militar, y sobre todo en la excepcionalidad de los EEUU.

Todos los políticos de los EEUU y sobre todo, aquellos que pertenecen a la enorme burocracia (¿o burrocracia?), que forman los republicanos y demócratas, creen que los EEUU están llamados por dios a dirigir el mundo.

Sin embargo hay algunos obserevadores en los EEUU que son más objetivos y ya alertan sobre el hecho insoslayable de que para el caso de declararse una guerra entre las grandes potencias, los EEUU ya no podrán contar como hasta ahora con la ventaja de que su territorio está muy lejos del teatro de la guerra, y eso les permitirá salir bien parados de esa hipotética contienda.

Al efecto debo resaltar la publicación norteamericana Foreign Policy, que alerta sobre una realidad que ha cambiado la relación de fuerzas, y que esta vez la fabricación de nuevas armas ultrasónicas, la miniaturización de otras ya existentes y sobre todo la posesión de drones volantes y submarinos de muy bajo coste por parte de Rusia y de China, han cambiado las tornas y que el territorio, los centros de mando y de aprovisionamiento pueden ser arrasados en pocos minutos llevando la destrucción al corazón del imperio.

Hasta ahora, salvo el ataque japonés a Pearl Harbour, los militares norteamericanos se han batido con ventaja, ya que siempre las guerras en que han participado han sido lejos de su territorio. Pero esta vez las cosas han cambiado, y los militares yanquis lo saben y han tenido la prudencia de ponerlo en conocimiento de la autoridad presidencial de turno.

Todo el poderío militar de los EEUU se ha basado en la enorme cantidad de bases extendidas en el mundo entero, que sirven tanto para esclavizar a las naciones donde están ubicadas, como para meter miedo a China y Rusia, rodeándolas de las mismas, pero el nuevo armamento de que habla Foreign Policy, hace que todas esas bases sirvan solo para la primera opción, es decir someter, explotar, extorsionar, chantajear, amedrentar a aquellos paises en donde están puestas.

Es decir, que es como si la mafia, se instalara en nuestra casa para protegernos, pero debemos pagar esa protección y comprar el armamento a quien nos protege.

No es una casualidad que la mafia tenga su máximo poder en los EEUU. En la década de 1930, el almirante Irving Wallace de los EEUU dijo que Al Capone solo operaba en algunos barrios de Chicago, pero que nosotros lo hacemos en el mundo entero.

Se trata de un gigante poderoso, cruel y sin escrúpulos, y por lo tanto peligroso porque puede hacer mucho daño todavía, aunque cada vez muestra signos de senilidad irreversible. El gobierno de Trump se parece mucho a un zombie, que está en muerte cerebral. No sabe a donde va ni a qué va.

Si miramos con atención veremos que EEUU no tiene una política exterior. Tenerla significaría negociar, pactar, empatizar, convenir, acordar. Nada de eso.

Los EEUU no acuerdan nada, solo imponen. Pero esto ya ha llegado a su fin. Hay otras potencias en el mundo tan o más fuertes que ellos, y ello pone al desnudo esa carencia. Ahora se nota cada vez más la raquítica política exterior de los EEUU. Al no poder imponer nada porque la relación de fuerzas se inclina en su contra vemos como esa incapacidad se torna patética.

Pero todavía no podemos cantar victoria. Estados Unidos es un boxeador noqueado, pero todavía puede golpear, y muy fuerte. Hay que tener paciencia, los acontecimientos muestran cada vez más, que el cuarto de hora de los EEUU ya pasó. Y no volverá. Trump, con ese fino olfato que lo caracteriza hablaba de hacer otra vez grande a los EEUU. Eso es porque percibe a pesar de su rudeza y simplicidad, que ya no lo es.

La historieta de España

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Bianchi

El siglo XIX es conocido como el "siglo de las nacionalidades" por ser en esa centuria cuando se formaron políticamente la mayor parte de las naciones hoy conocidas. También la española (y, finisecularmente, la vasca, catalana...). Fue el desarrollo del capitalismo quien forjó las condiciones para el nacimiento de las naciones; antes, en la Europa feudovasallática, no existían, al menos según los patrones en que hoy las vemos.

No obstante, el hipotipo actual que de España se tiene, a juzgar por las puerilidades que se oyen, es precapitalista y ultramontano. E intemporal: España ha existido siempre, y, por supuesto, los españoles. El filósofo Séneca, por ejemplo, era "español" de Córdoba, y no romano de la provincia hispánica romana.

Hubo dos conatos de ruptura epistemológica para crear una nueva historiografía. El primero parte del palentino Modesto Lafuente, católico y liberal, que en 1850 escribiera una Historia de España en la que el pueblo está presente, además de (como hasta la fecha) reyes, espadones, generales y nobles. Lafuente escribe cuando en España se está tratando de romper con el Antiguo Régimen para generar las bases de un Estado moderno ya en la era isabelina y en el sexenio democrático del XIX.

Era un avance, aunque insuficiente. La historia de Lafuente no puede evitar tics providencialistas como, por ejemplo, la conversión del arriano rey godo Recaredo al catolicismo (año 587) encontrando en la monarquía visigótica la primera etapa de la vertebración de la nación española. Lafuente se convertirá en otro "clásico" de la historia oficial. Fue con Rafael Altamira, krausopositivista, que se dejaran los patriotismos, provindecialismos e identidades intemporales, pero es otro capítulo.

Pues bien, a poco que se siga el "procès" catalán, cunde la impresión de que la España a la que se apela no es ya la más racional, a fuer de positivista, de Altamira, o siquiera la patriotera de Lafuente, sino otra anterior, a saber: la de tebeo, la historieta de tebeo (nos negamos a decir "comic") y la contada en la Enciclopedia Álvarez -que estudiamos algunos en edad escolar-, esto es, la España del Cid, los Reyes Godos, Pelayo, Indíbil y Mandonio y Di Stefano. La España suya, la de ellos, la cañí y el ¡Santiago y cierra España! (o sea, ¡a por ellos!) de mi admirado Capitán Trueno. El resto es la Anti-España.

Buenas tardes.

Israel ya trafica con el gas robado a los palestinos en la Franja de Gaza

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Un gasoducto submarino de 2.000 kilómetros conectará los yacimientos de gas de Gaza y Chipre que, en realidad, son el mismo yacimiento con salidas por varios lugares, por donde transcurren las aguas jurisdiccionales de diferentes países.

Hay mucho gas natural en las costas de Gaza del que Israel quiere apropiarse, con la ayuda de Grecia y, posiblemente, de Italia.

El acuerdo sobre el gasoducto entre Israel, Italia, Chipre y Grecia deja a los palestinos en la estacada, como es “lógico”, pero también a Turquía.

La Franja de Gaza padece una crisis energética con el suministro eléctrico reducido a menos de tres horas al día, mientras Israel se dispone a apoderarse de miles de millones de dólares de gas natural en la costa de Gaza y, por lo tanto, en territorio palestino.

El ministro de Energía de Israel, Yuval Steinitz, acogió con satisfacción el proyecto del oleoducto, que se espera que esté operativo en 2025 y lo calificó de “el comienzo de una hermosa amistad entre nuestros cuatro países mediterráneos”.

Tratándose de Oriente Medio y de gas, nadie con dos dedos de frente lanza las campanas al vuelo, sobre todo si, como viene ocurriendo desde 1948, los palestinos no están presentes y si sae les sigue robando y saqueando.

El gasoducto es un autopista hacia el desastre, un objetivo fácil para un ataque. Chipre podría convertirse en el típico campo de batalla que se inicia cuando por medio hay un yacimiento del que se apodera el primero que llega.

A la isla no le queda más remedio que convertirse en una provincia de Israel. Los ejércitos de ambos países ya han comenzado a realizar maniobras militares conjuntas. Los gasoductos deben mantener una guardia pretoriana permanente que los custodie.

Rusia puede ser expulsada otra vez de los próximos Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol

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El 9 de diciembre el Comité Ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se reunirá en París para sancionar a Rusia y eliminar a sus deportistas de los Juegos Olímpicos y el campenato mundial de fútbol del año que viene.

Rusia tiene que ser suspendida durante cuatro años para todos los acontecimientos deportivos internacionales porque es un país tallado a la manera de su Presidente: falsario, fraudulento, mentiroso, engañador... Es el complemento propagadístico del bloqueo económico, que se aferra a lo que el diario ABC llama “maquinaria rusa de injerencia” y en el terreno deportivo “dopaje”.

Sólo los atletas elegidos por los organismos internacionales tendrán la oportunidad de participar en los Juegos Atlánticos, con una condición: que renieguen de su país. Si Rusia quiere tener la oportunidad de no desaparecer definitivamente de la escena deportiva internacional, es de esperar que su reacción vaya más allá del marco de un formalismo jurídico estéril, en el que se encerró hace cuatro años.

Entre 2011 y 2015 dijeron que Rusada, el instituto ruso contra el dopaje deportivo, era el centro de un sistema institucional de dopaje deportivo, en torno al cual orquestaron un enorme escándalo propagandístico para sacar a Rusia de los eventos deportivos internacionales.

Ahoras las cosas son un poco diferentes pero la consecuencia es la misma. La AMA reconoce que Rusada funciona correctamente pero dice que transmite datos incorrectos. “Los datos de Moscú no son completos ni totalmente auténticos”, criticó la AMA.

Ahora bien: el suministro de los datos fue una condición impuesta por la AMA para levantar las sanciones contra Rusada, por lo que al levantar las sanciones suponíamos que todo funcionaba normalmente.

Pero Rusia y normalidad nunca pueden ir de la mano. El AMA sospecha incluso que les han remitido pruebas falsas a la base de datos para acusar al antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigory Rodchenkov, ahora refugiado en Estados Unidos, que fue uno de los principales denunciantes del fraude en el sistema antidopaje ruso o, en otras palabras, el sujeto que se prestó a un montaje para sacar a Rusia de las Olimpiadas.

Antes de huir a Estados Unidos, Rodchenkov fue procesado en Rusia por falsificar los datos de los atletas a cambio de dinero. Ahora sigue ejerciendo de Caballo de Troya contra Rusia a cambio de inmunidad.

Por un lado, la AMA está convencida de que alguien introdujo deliberadamente los datos falsos. Por el otro, hay indicios de que Rodchenkov fue el responsable de ello, pero el movimiento olímpico no tiene como objetivo cargar contra él, una marioneta en manos de Estados Unidos. La pieza es Rusia.

Hasta ahora las acusaciones basadas en las declaraciones de Rodchenkov contra Rusia han sido -en gran parte- rechazadas por el Tribunal Deportivo, que tampoco ha involucrado a Rusia en los casos de dopaje, lo que no ha impedido que iniciara una investigación independiente y que el COI declarara que “no ser castigado no confiere el privilegio de ser invitado” a los Juegos Olímpicos. En otras palabras: a los Juegos Olímpicos acuden los que a ellos les da la gana.

Más información:

- Hasta el deporte ruso está bajo sospecha de fraude
- Olimpiadas, deporte y ‘política’ de la más baja estofa
- Serena Williams ganó Roland Garros bajo los efectos de un dopaje legalizado
- Los Juegos Olímpicos como los Juegos Reunidos Geyper
- El COI no ‘invitará’ a 15 atletas rusos a pesar de la anulación de sus sanciones
- Los atletas rusos podrían participar en los Juegos Olímpicos de Invierno bajo la bandera soviética

Europa va reformar su industria de guerra para dejar de financiar a las empresas militares estadounidenses

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El año pasado Estados Unidos presionó a sus socios de la OTAN para que aumentaran sus presupuestos militares hasta el 2 por ciento de su PIB.

La Unión Europea subió sus presupuestos bélicos hasta unos 256.000 millones de euros, de los cuales 38.500 millones de euros se asignaron a Alemania, uno de los diez países con mayor gasto militar.

Sin embargo, los países de la Unión Europea adquieren en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, más armas y equipos militares de los que ellos mismos producen, financiando así la tecnología y la industria bélica foránea.

Mientras que las fuerzas armadas americanas utilizan 3 tipos de vehículos blindados de transporte de tropas, los ejércitos europeos utilizan 37 tipos de estos vehículos; con seis cazas operando en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, hay 20 modelos en Europa; la Armada americana utiliza 4 tipos de destructores y fragatas, y Europa, 29 tipos de barcos.

La dependencia tecnológica tiene consecuencias que van más allá de la economía. Implican la apertura de una puerta trasera para el espionaje de países que podrían controlar las empresas punteras.

Ahora se han propuesto consolidar la industria de guerra autóctona, para lo cual se producirán una serie de fusiones y adquisiciones entre los fabricantes de armas que reducirán el número de sistemas militares operativos.

“Europa corre el riesgo (muy serio) de convertirse en una esclava tecnológica de China y Estados Unidos. Y en el siglo XXI, tecnología significa todo”, afirma El Mundo en mayo (*)

“No hay lugar para perdedores en esta guerra de la innovación”, adviertía un coronel del ejército español en el reportaje. “Estamos en una coyuntura en la que cada paso que das es el doble que el anterior. Ser segundo es garantía de fracaso”, añadía.

Las armas de la guerra moderna son el “big data”, la inteligencia artificial y la biotecnología, según el periódico.

(*) https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/05/13/5cd5a808fc6c83f9128b470f.html

2.800 personas huyen por temor a los combates entre los guerrilleros del ELN y los narcotraficantes en Colombia

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Al menos 2.160 personas han huido y otras 680 están confinadas por temor a los enfrentamientos entre los guerrilleros del ELN y los narcotraficantes en una región del noroeste de Colombia que es estratégica para las exportaciones de cocaína, anunció la ONU ayer.

Los más de 2.800 civiles -indígenas y afrocolombianos- se enfrentan a una difícil situación de seguridad debido a la presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en una zona rural del municipio de Alto Baudo, en el departamento del Chocó, dijo en un comunicado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de la ONU.

El departamento del Chocó cuenta con grandes plantaciones de coca y está estratégicamente posicionado para exportar la droga a Estados Unidos a través del Océano Pacífico.

Entre 2017 y 2018 hubo 21.100 personas desplazadas por la guerra en el Chocó, según el registro oficial de víctimas.

Considerada la última guerra de guerrillas del país desde la claudicación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que firmó la paz con el gobierno en 2016, el ELN cuenta con unos 2.300 combatientes y una amplia red de apoyo en las zonas urbanas.

La rebelión armada del ELN opera en el 10 por ciento de los 1.100 municipios del país.

Por su parte, las AGC son el brazo armado del Clan del Golfo, la principal banda de narcotraficantes de Colombia, que surgió de la desmovilización de milicias paramilitares en 2006.

Como la transición política, la transición ecológica también es una traición

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Juan Manuel Olarieta

Los grandes movimientos seudoecologistas tienen su origen en los sectores más reaccionarios del imperialismo posterior a la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo monopolista de estado es el auténtico motor de este movimiento y no los grupos verdes, cuyo papel es subordinado: son los Caballos de Troya de los anteriores, la correa de transmisión de la burguesía en las filas populares. Ayudan a disfrazarlo de algo que por sí mismo no es, como si hubieran surgido “desde la base”, como si tuvieran un carácter reivindicativo.

La acción combinada de unos (imperialistas) y otros (ecologistas) ha impulsado un movimiento unánime que ha llegado hasta los últimos rincones del mundo, impregnándolo todo. Una parte de los partidos se dedican al capítulo verde, una parte de los medios reserva un hueco a la información verde y así sucesivamente. Lo verde está por todas partes y, además, de una manera dramatizada, como crisis y como emergencia.

Para poder conseguir esa unanimidad, el seudoecolgismo se ha convertido en una industria que se autofinancia, permitiendo que muchos vividores obtengan pingües beneficios de la histeria de masas que han levantado. Los verdes han creado desde nuevas bolsas de valores que antes no existían, hasta mercancías respetuosas con el medio ambiente, pasando por cátedras, universidades, ministerios, instituciones públicas (internacionales, nacionales, autonómicas, municipales) y privadas, medios de comunicación, movimientos políticos y sociales, escuelas y cursos de educación ambiental...

Esa unanimidad crea la impresión de que fenómenos como la emergencia climática son los más importantes y los más graves, por encima de cualesquiera otros, como la explotación del trabajo infantil, por ejemplo, o el hambre, o el analfabetismo, o la guerra, o la precariedad laboral, o los accidentes de trabajo.

“Los grandes medios de comunicación se han confabulado para asegurarse de que no se ignore la emergencia climática”, informaba The Guardian (1). Más de 60 cadenas de comunicación del mundo entero se han adherido al proyecto Covering Climate Now para que nunca falten noticias sobre la crisis climática, es decir, para mantenerla en el candelero permanentemente, un verdadero lavado de cerebro.

No existe esa misma preocupación de los medios de comunicación por los 218 millones de niños esclavizados y explotados en el mundo, seguramente porque no es una cuestión tan candente. No hay agencias de prensa dedicadas única y exclusivamente a denunciar la explotación infantil, como la Agencia de Noticias Ecologista o Ecoportal, por ejemplo (2). Tampoco ningún país del mundo tiene ministerios contra la explotación del trabajo infantil porque la omnipresencia verde lo encubre todo pero, especialmente, se encubre a sí misma.

Que un movimiento de estas características oculte su propio origen imperialista es lo normal, porque siempre ocurre así. Que encubran también las motivaciones reales (económicas, de clase) de su impulso, también es normal. Que nos vendan la leche en cajas de cartón, también es lo suyo.

Pero el origen de la leche no está en la caja sino en las ubres de una oveja, o una cabra, o una vaca, o un camello, y lo mismo ocurre con el ambientalismo. Ahí está la raíz del problema: el recadero que lleva el mensaje de la reacción desde su origen hasta el más recóndito de los barrios, es un cómplice, un Caballo de Troya ecologista que no tiene vida propia, que es una mera correa de transmisión, el equipo de sonido a través del cual habla el imperalismo.

Luego llegan las lamentaciones, como ocurrió durante la transición política, y hablarán de “desencanto”, de “traición”, de “transacción”, como si los traicionados fueran ellos. Este es el segundo engaño. No señores: vosotros no estáis siendo engañados por los seudoecologistas sino que formáis parte del engaño. Estáis aparentando que no conoceis experiencias como las de Los Verdes en Alemania que, formando parte del gobierno, participaron directamente en la política imperialista de destrucción de los países balcánicos y en los bombardeos con armas radiactivas.

Si un medio de comunicación tan especialmente infame como la Cadena Ser, reserva un apartado para dar voz a “Ecologistas en Acción” (3), es porque dicha organización no tiene ningún carácter reivindicativo, no forma parte de ninguna lucha popular sino del entramado monopolista y propagandístico del Estado fascista.

Un sindicato podrido hasta el tuétano, como Comisiones Obreras, ha asumido la tarea de llevar la “emergencia climática” a las fábricas (4) para cumplir con el papel de correa de transmisión que los monopolios le han asignado: involucrar a la clase obrera en la política económica de los imperialistas.

Comisiones Obreras podría haber iniciado una campaña así contra los fondos buitre para que no desahucien a los trabajadores de sus viviendas y miles de problemas parecidos, absolutamente cruciales y realmente dirigidos contra el capitalismo, a diferencia de la transición ecológica. Hace falta ser un sinvergüenza integral para dirigirse a una familia a la que le han arrebatado su vivienda para decirle que tiene una urgencia, pero que es de tipo climatico.

Tanto si es real como si es ficticia, la crisis climática no tiene nada que ver con el capitalismo y, en consecuecia, la “lucha” contra ella es como la batalla de Don Quijote contra los molinos de viento. El pretendido “anticapitalismo” de los verdes encubre su contrario: es una parte del propio capitalismo. Tiene razón el colectivo Burbuja cuando pide que no se mezcle al movimiento ecologista con la lucha contra el capitalismo porque perjudica al “objetivo principal” que es “la preservación de los ecosistemas de forma que sean capaces de seguir sustentando a las sociedades humanas” (5).

Los seudoecologistas quieren convertir a los ecosistemas en materia inerte. Son conservacionistas, una ideología reaccionaria que, como cualquier otra, pretende mantener las cosas tal y como están actualmente. No sólo no quieren cambiarlos (perjudicarlos) sino que su objetivo es que permanezcan en el futuro tal y como están ahora, que los bosques sigan siendo bosques, los desiertos sigan estando desiertos, los lagos conserven el agua, los glaciares el hielo y los valles su fertilidad, las costas sus playas y las playas su arena.

“Sólo el ecologismo puede frenar al capitalismo”, titula La Marea (6), el típico medio que sirve de termómetro para medir el elenco de tonterías del reformismo posmoderno. El socialismo está pasado de moda; ya no es lo que fue (si es que alguna vez fue algo para los posmodernos). Con su énfasis en el desarrollo de las fuerzas productivas, el socialismo también resultaría perjudicial para el medio ambiente porque es “desarrollista”, una palabra que fue fetiche en los sesenta y que ahora se ha convertido en su contrario: el desarrollo es contraproducente (según los ecologistas).

La transición ecológica es como la transición política, o sea, una traición, y no servirá de nada reconocerlo dentro de 40 años. Hay que decirlo ahora, en plena cumbre climática de Madrid, y hay que señalar con el dedo acusador a los que engañan a sus afiliados diciéndoles que luchan contra el capitalismo.

En los setenta los traidores no fueron los fascistas. En lo que llevamos de siglo los traidores no son los capitalistas. En un caso y en otro, los traidores son sus cómplices, esos que presentan al capitalismo al revés: como anticapitalismo. No deberíamos dejarles que se hagan los locos por más tiempo: los traidores son esos que se llaman comunistas, anarquistas, anticapitalistas, sindicalistas, izquierdistas, antisistema... a pesar de que su actividad consiste en llevar agua al molino de la explotación.

(1) https://www.theguardian.com/environment/2019/jul/25/the-guardian-joins-a-major-media-initiative-to-combat-the-climate-crisis
(2) http://agenciaecologista.info/, https://www.ecoportal.net/
(3) http://cadenaser.com/tag/ecologistas_accion/a/
(4) CCOO quiere trasladar el debate de la transición ecológica y el cambio climático a los centros de trabajo, https://www.lacomarcadepuertollano.com/diario/noticia/2019_09_10/45
(5) https://www.colectivoburbuja.org/juan-carlos-barba/anticapitalismo-y-ecologismo-por-que-es-un-error-mezclarlos/
(6) https://www.lamarea.com/2014/06/10/solo-el-ecologismo-puede-frenar-al-capitalismo/


Los que luchan contra el capitalismo deberían impedir que las niñas trabajen en las fábricas de ladrillos

El científico que puso las nuevas formas de tortura a disposición de la CIA: Sidney Gottlieb

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Gottlieb: el científico que adiestró a los verdugos
“Todavía estoy en estado de shock”, dice el escritor Stephen Kinzer por lo que ha sabido de los experimentos realizados por un científico del gobierno de Estados Unidos que pocos conocen por su nombre: Sidney Gottlieb.

“No puedo creer que esto haya sucedido”, relata tras publicarse un libro suyo con el sugerente título “Envenenador en jefe: Sidney Gottlieb y las investigaciones de la CIA sobre control mental” (1). Es una historia de la carrera de 22 años de Gottlieb, el químico que ejecutaba proyectos de control mental que tenían como objetivo ayudar a Estados Unidos en su lucha contra el comunismo desde la década de 1950 hasta la década de 1970.

Las investigaciones sobre los efectos de las drogas sobre el control del yo y las actividades volitivas respondían a una pregunta: ¿se puede obtener información gracias a las drogas que afectan al sistema nervioso superior? Si es así, ¿qué agentes son los mejores para ese propósito?”.

Kinzer cita un memorando de la CIA sobre el proyecto, posteriormente llamado Alcachofa (Artichoke). En los años 50 y 60 Gottlieb “dirigió la aplicación de cantidades y variedades de drogas desconocidas en muchas personas mientras buscaba la receta más adecuada para alterar la conciencia para moldear efectivamente los pensamientos y comportamientos de los sujetos”.

Gottlieb realizó pruebas de LSD en prisioneros, funcionarios del gobierno y pacientes de hospitales y a muchos no les informaron de que estaban experimentando en ellos con narcóticos.

Uno de los ejemplos citados es el caso letal de un oficial de la CIA que murió de una manera altamente sospechosa después de que Gottlieb supuestamente mezclara su bebida con LSD.

Más tarde diseñó venenos a medida cuando sus jefes plantearon la cuestión de “tratar” con un dirigente extranjero, con el siniestro médico finalmente interpretado por el actor Tim Blake Nelson, en la serie de Netflix “Wormwood” de la que ya hemos hablado aquí en otra entrada (2).

Kinzer esboza bastantes detalles nuevos en su libro, la primera biografía del científico. Por ejemplo, “Envenenador en jefe” describe la forma en que Gottlieb participó en sesiones de tortura en bases militares estadounidenses y permitió que su colega, un médico, le diera LSD a niños.

El libro señala que cuando “los científicos de [la Operación] Alcachofa ideaban un nuevo fármaco u otra técnica que querían probar […] le pedían a la estación de la CIA en Corea del sur que suministrara un lote [de] ‘sujetos prescindibles’”.

Un memorando de la CIA sugirió que esos sujetos eran necesarios para la prueba de una “nueva técnica importante” que no tenía nombre, pero agregaba: “la técnica no tiene problemas de eliminación después de la aplicación”.

El proyecto de Gottlieb involucró a jefes de estado extranjeros que pertenecían al campo antimperialista. Según los colegas citados por Kinzer, preparó “un tubo de pasta de dientes previamente envenenado” destinado al primer ministro congoleño Patrice Lumumba, aunque nunca se usó.

También dirigió un equipo científico que trabajaba en un extraño complot para deshonrar a Fidel Castro: creyendo que su fuerza se acumulaba en su barba, Gottlieb propuso que se rociaran sales de talio en sus botas para que se le cayera el pelo de la barba, “dejándolo abierto a ridiculizar y derrocar”.

Kinzer cree que sus 22 años con la agencia dejaron una huella significativa en la CIA como lo es hoy: dice que hay “una línea recta entre el trabajo y las técnicas de Sidney Gottlieb que los agentes estadounidenses enseñaron a los servicios de seguridad latinoamericanos en los años 60 y 70”.

“Estas técnicas también se usaron en Vietnam, y luego las técnicas de tortura y los llamados interrogatorios extremos que se usaron en Abu Ghraib y Guantánamo”, agregó Kinzer. Dado un “suministro efectivamente ilimitado” de LSD suministrado por la empresa farmacéutica Eli Lilly a la CIA, Gottlieb se convirtió quizás en “el estadounidense desconocido más poderoso del siglo XX”, afirma Kinzer.

Después de la CIA, el padre de cuatro hijos trató de reinventarse, trabajando con niños con problemas del habla. “Nadie tenía idea de lo que había hecho en el pasado, pero quedó atormentado por aquello”. Kinzer asume que cuando falleció en 1999 no se anunció oficialmente ninguna causa de muerte.

(1) https://www.amazon.com/Poisoner-Chief-Sidney-Gottlieb-Control/dp/1250140439/ref=sr_1_1?keywords=kinzer&qid=1573676166&s=books&sr=1-
(2) https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com/2017/12/frank-olson-el-caso-del-asesino.html

Más información:

- Ewen Cameron, la ciencia al servicio de la tortura
-Frank Olson: el caso del asesino asesinado por sus iguales
- Las secuelas psíquicas de los lavados de cerebro financiados por la CIA en Canadá
- 13 experimentos macabros con seres humanos perpetrados por Estados Unidos
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