Ayer dimitió el primer ministro de Líbano, Saad Al-Hariri, asegurando que creía que había un plan para asesinarlo, acusando a Irán y a su aliado local Hezbollah de sembrar conflictos en el mundo árabe.
La dimisión devuelve al Líbano a la inestabilidad. Destruye el gobierno de coalición formado el año pasado después de años de estancamiento político, que fue visto como una victoria para el chií Hezbollah e Irán.
Hariri es sunita estrechamente aliado a Arabia saudí, aunque llegó al cargo que ocupaba actualmente haciendo concesiones a Hezbollah, por lo que su dimisión se debe a presiones saudíes y expresa la rivalidad regional saudí-iraní y parece que exacerbará las tensiones sectarias entre los sunitas libaneses y los musulmanes chiítas.
En una transmisión televisada, Hariri aseguró que Hezbolah estaba “dirigiendo las armas” contra yemeníes, sirios y libaneses y dijo que el mundo árabe “cortaría las manos que se extienden mal a ella”.
La coalición de Hariri, que asumió el cargo el año pasado, agrupó a casi todos los principales partidos del Líbano, incluido Hezbollah. Tomó posesión de un cargo en un acuerdo político que convirtió a Michel Aoun, un cristiano también aliado de Hezbollah, en presidente.
No está claro quién podría suceder a Hariri, el político sunita más influyente del Líbano. El puesto de primer ministro está reservado para un musulmán sunita en el sistema sectario de intercambio de poder del Líbano. La constitución requiere que Aoun designe al candidato con el mayor apoyo entre los diputados.
“Vivimos en un clima similar al ambiente que prevalecía antes del asesinato del mártir Rafik Al-Hariri. He sentido lo que se trama de forma encubierta para atacar mi vida”, dijo Hariri.
Rafik Al-Hariri, padre de Saad, fue asesinado en un ataque con bombas en Beirut en 2005 que empujó a su hijo a la política y provocó años de confusión. En aquella época se lanzó una campaña de insinuaciones contra Bashar Al-Assad, acusándole del maginicidio.
El canal de televisión panárabe de propiedad saudí Al-Arabiya Al-Hadath informó que se habría frustrado un complot para asesinar a Hariri en Beirut hace unos días, citando una fuente anónima y no cobtrastada.
En una declaración leída desde un lugar no revelado, Hariri dijo que Hezbollah e Irán habían puesto al Líbano en el “ojo de una tormenta” de sanciones internacionales. Dijo que Irán estaba sembrando la lucha, la destrucción y la ruina donde quiera que fuera y lo acusó de un “odio profundo por la nación árabe”.
Un portavoz de Aoun dijo que Hariri lo había llamado desde “fuera del Líbano” para informarle de su dimisión. Hariri voló a Arabia saudí el viernes después de una reunión en Beirut con Ali Akbar Velayati, el principal asesor del dirigente supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei. Después, Velayati describió a la coalición de Hariri como “una victoria” y un “gran éxito”.
https://www.reuters.com/article/us-lebanon-politics-hariri/lebanese-pm-hariri-resigns-attacking-iran-hezbollah-idUSKBN1D40DY
La dimisión devuelve al Líbano a la inestabilidad. Destruye el gobierno de coalición formado el año pasado después de años de estancamiento político, que fue visto como una victoria para el chií Hezbollah e Irán.
Hariri es sunita estrechamente aliado a Arabia saudí, aunque llegó al cargo que ocupaba actualmente haciendo concesiones a Hezbollah, por lo que su dimisión se debe a presiones saudíes y expresa la rivalidad regional saudí-iraní y parece que exacerbará las tensiones sectarias entre los sunitas libaneses y los musulmanes chiítas.
En una transmisión televisada, Hariri aseguró que Hezbolah estaba “dirigiendo las armas” contra yemeníes, sirios y libaneses y dijo que el mundo árabe “cortaría las manos que se extienden mal a ella”.
La coalición de Hariri, que asumió el cargo el año pasado, agrupó a casi todos los principales partidos del Líbano, incluido Hezbollah. Tomó posesión de un cargo en un acuerdo político que convirtió a Michel Aoun, un cristiano también aliado de Hezbollah, en presidente.
No está claro quién podría suceder a Hariri, el político sunita más influyente del Líbano. El puesto de primer ministro está reservado para un musulmán sunita en el sistema sectario de intercambio de poder del Líbano. La constitución requiere que Aoun designe al candidato con el mayor apoyo entre los diputados.
“Vivimos en un clima similar al ambiente que prevalecía antes del asesinato del mártir Rafik Al-Hariri. He sentido lo que se trama de forma encubierta para atacar mi vida”, dijo Hariri.
Rafik Al-Hariri, padre de Saad, fue asesinado en un ataque con bombas en Beirut en 2005 que empujó a su hijo a la política y provocó años de confusión. En aquella época se lanzó una campaña de insinuaciones contra Bashar Al-Assad, acusándole del maginicidio.
El canal de televisión panárabe de propiedad saudí Al-Arabiya Al-Hadath informó que se habría frustrado un complot para asesinar a Hariri en Beirut hace unos días, citando una fuente anónima y no cobtrastada.
En una declaración leída desde un lugar no revelado, Hariri dijo que Hezbollah e Irán habían puesto al Líbano en el “ojo de una tormenta” de sanciones internacionales. Dijo que Irán estaba sembrando la lucha, la destrucción y la ruina donde quiera que fuera y lo acusó de un “odio profundo por la nación árabe”.
Un portavoz de Aoun dijo que Hariri lo había llamado desde “fuera del Líbano” para informarle de su dimisión. Hariri voló a Arabia saudí el viernes después de una reunión en Beirut con Ali Akbar Velayati, el principal asesor del dirigente supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei. Después, Velayati describió a la coalición de Hariri como “una victoria” y un “gran éxito”.
https://www.reuters.com/article/us-lebanon-politics-hariri/lebanese-pm-hariri-resigns-attacking-iran-hezbollah-idUSKBN1D40DY