El 13 de diciembre de 2003 el ejército de Estados Unidos localizó a Saddam Hussein escondido en un sótano con 750.000 dólares y armas. No ofreció resistencia. Poco después organizaron una farsa judicial para poder ahorcarle.
Son hechos bastante conocidos. No lo es tanto que, tras su captura, le pusieron en manos de John Nixon, el agente de la CIA que se encargó de interrogarle en el aeropuerto de Bagdad. El espía ha aprovechado el tirón del asunto para escribir un libro. “¡Había tantas cosas que queríamos saber!”, escribe.
- ¿Cómo escapó Usted de Bagdad?, le pregunta el estadounidense.
Saddam Hussein no tenía intención de hablar de nada de eso, por lo que le responde:
- Por qué no me pregunta sobre política? Podría aprender Usted muchas cosas, le respondió el irakí.
Cuando el espía le pregunta por las armas de destrucción masiva, el presidente destituido ironizó:
- Usted ha encontrado un traidor que le ha llevado hasta mí. ¿No tiene otro traidor que le diga dónde están esas armas?
Luego continuó: “Irak no es una nación terrorista. No tenemos ningún contacto con Bin Laden y no tenemos armas de destrucción masiva”. Luego el detenido continuó: “No hubo nunca nada de eso. ¿Utilizar armas químicas contra el mundo?, ¿hay alguien en su sano juicio que quiera hacer eso?, ¿quién utilizaría esas armas sino fuera contra nosotros?”
- Entonces, ¿se ha equivocado América?, le preguntó Nixon, quien le recuerda a Saddam Hussein la masacre de Halabja, perpetrada por el ejército irakí con armamento químico. “Hice lo que tenía que hacer para proteger a mi pueblo”, le responde el detenido, antes de aclarar: “No fui yo quien tomé esa decisión”.
Se sucedieron varias sesiones de interrogatorios sobre varios asuntos. Sobre el 11-S, Saddam Hussein negó cualquier implicación. “Mire a los que están implicados. ¿De dónde procedían? De Arabia saudí. ¿Y el organizador? Egipto. ¿Por qué quiere Usted que yo esté implicado?”
Saddam Hussein, afirma el espía, creía que los atentados podrían acercar a Irak con Estados Unidos en la lucha contra los salafistas.
El dirigente irakí también evocó un asunto actual: “Ustedes van a fracasar. Ustedes van a descubruir que no es fácil gobernar Irak”. Al menos en este punto, los acontecimientos le han dado la razón.
Son hechos bastante conocidos. No lo es tanto que, tras su captura, le pusieron en manos de John Nixon, el agente de la CIA que se encargó de interrogarle en el aeropuerto de Bagdad. El espía ha aprovechado el tirón del asunto para escribir un libro. “¡Había tantas cosas que queríamos saber!”, escribe.
- ¿Cómo escapó Usted de Bagdad?, le pregunta el estadounidense.
Saddam Hussein no tenía intención de hablar de nada de eso, por lo que le responde:
- Por qué no me pregunta sobre política? Podría aprender Usted muchas cosas, le respondió el irakí.
Cuando el espía le pregunta por las armas de destrucción masiva, el presidente destituido ironizó:
- Usted ha encontrado un traidor que le ha llevado hasta mí. ¿No tiene otro traidor que le diga dónde están esas armas?
Luego continuó: “Irak no es una nación terrorista. No tenemos ningún contacto con Bin Laden y no tenemos armas de destrucción masiva”. Luego el detenido continuó: “No hubo nunca nada de eso. ¿Utilizar armas químicas contra el mundo?, ¿hay alguien en su sano juicio que quiera hacer eso?, ¿quién utilizaría esas armas sino fuera contra nosotros?”
- Entonces, ¿se ha equivocado América?, le preguntó Nixon, quien le recuerda a Saddam Hussein la masacre de Halabja, perpetrada por el ejército irakí con armamento químico. “Hice lo que tenía que hacer para proteger a mi pueblo”, le responde el detenido, antes de aclarar: “No fui yo quien tomé esa decisión”.
Se sucedieron varias sesiones de interrogatorios sobre varios asuntos. Sobre el 11-S, Saddam Hussein negó cualquier implicación. “Mire a los que están implicados. ¿De dónde procedían? De Arabia saudí. ¿Y el organizador? Egipto. ¿Por qué quiere Usted que yo esté implicado?”
Saddam Hussein, afirma el espía, creía que los atentados podrían acercar a Irak con Estados Unidos en la lucha contra los salafistas.
El dirigente irakí también evocó un asunto actual: “Ustedes van a fracasar. Ustedes van a descubruir que no es fácil gobernar Irak”. Al menos en este punto, los acontecimientos le han dado la razón.
Fuente: http://www.dailymail.co.uk/news/article-4044216/CIA-agent-grilled-Saddam-Hussein-says-thought-knew-man-WRONG.html