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| Lowell Goddard |
Por fin, el gobierno británico ha ordenado una investigación de los altos cargos y políticos, así como de la Iglesia Católica y Anglicana, involucrados durante décadas en una red de pedofilia que violó a 450.000 niños.
Esta semana la Comisión para la Infancia ha calculado que cerca de 450.000 niños fueron violados entre 2012 y 2014, aunque solo uno de cada ocho han sido identificados. Se trata de una de las organizaciones criminales más vastas y más protegida de las que se tenga noticia. En un solo pueblo, situado en el norte del país, 1.400 niños padecieron abusos sexuales de todo tipo.
“Dirigiremos una investigación efectiva que aclare estas denuncias de violaciones cometidas por altos cargos de la esfera pública vinculados con Westminster”, ha afirmado la presidenta de la comisión de investigación, Lowell Goddard.
El proceso, que contará con un presupuesto de 18 millones de libras (unos 25 millones de euros), se inició en el verano del año pasado tras conocerse una serie de casos de pederastia que se remontan a la década de los setenta y que afectan a muchos políticos y famosos.
Entre ellos destaca Jimmy Savile, presentador de la BBC, que durante décadas violó a cientos de niños, pero hay numerosos degenerados y criminales entre las más altas esferas de la política, las finanzas, la diplomacia, la policía y la religión.
Varias instituciones han sido acusadas de encubrir durante años las acusaciones a través de la influencia de notorias figuras, como abogados, espías y policías. “Las investigaciones se centrarán en antiguos miembros del Parlamento, funcionarios veteranos, consejeros gubernamentales y miembros de la inteligencia y de las agencias de seguridad”, ha señalado Goddard. “Se considerarán las alegaciones de encubrimiento y conspiración”, ha añadido.
Asimismo, se planea investigar a las autoridades locales, las escuelas residenciales, los centros de detención juveniles, la Iglesia Católica y Anglicana, las Fuerzas Armadas y la Oficina de Exteriores.
Algunas de las doce investigaciones independientes -un número sin precedentes para Reino Unido- tardarán 18 meses en completarse, mientras que otras se dilatarán durante años, dado que los procedimientos penales retrasarán su progreso, ha explicado la presidenta. No obstante, se estima que finalizarán antes de 2020.