Zainab Bangura, enviada especial de la ONU contra la violencia sexual en los conflictos, afirma haber obtenido un documento del Califato Islámico detallando los precios fijos de venta de niños y mujeres a los clientes de Oriente Medio.
“Los niños y niñas pequeños, de 1 a 9 años de edad, se venden a 165 dólares aproximadamente cada uno, los muchachos y las jóvenes adolescentes a 124 y los precios bajan todavía más si las mujeres tienen más de 20 años”, declaró en Nueva York la delegada de la ONU.
El alto funcionario de la ONU, citado por el sitio canadiense National Post, afirma haber obtenido esta lista de precios de un documentos del Califato Islámico que cayó entre sus manos tras una gira de visitas que ha llevado a cabo a Turquía y Jordania.
Bangura ha explicado que la ONU está al corriente de que el Califato Islámico comercia con niños y jóvenes, vendidos como objetos sexuales a compradores adinerados de Oriente Medio, o bien ofrecidos a precios asequibles a los combatientes de la organización takfirista.
Según la delegada, los primeros en servirse de los niños son los jefes del grupo terrorista, que meten mano a los niños y las jóvenes que eligen. Después las ofertas se amplían a los adinerados de Oriente Medio, que pagan miles de dólares por los jóvenes cautivos. Los que no entran en el mercado se ofrecen finalmente a los propios combatientes del Califato Islámico a precios más reducidos.
“Los niños y niñas pequeños, de 1 a 9 años de edad, se venden a 165 dólares aproximadamente cada uno, los muchachos y las jóvenes adolescentes a 124 y los precios bajan todavía más si las mujeres tienen más de 20 años”, declaró en Nueva York la delegada de la ONU.
El alto funcionario de la ONU, citado por el sitio canadiense National Post, afirma haber obtenido esta lista de precios de un documentos del Califato Islámico que cayó entre sus manos tras una gira de visitas que ha llevado a cabo a Turquía y Jordania.
Bangura ha explicado que la ONU está al corriente de que el Califato Islámico comercia con niños y jóvenes, vendidos como objetos sexuales a compradores adinerados de Oriente Medio, o bien ofrecidos a precios asequibles a los combatientes de la organización takfirista.
Según la delegada, los primeros en servirse de los niños son los jefes del grupo terrorista, que meten mano a los niños y las jóvenes que eligen. Después las ofertas se amplían a los adinerados de Oriente Medio, que pagan miles de dólares por los jóvenes cautivos. Los que no entran en el mercado se ofrecen finalmente a los propios combatientes del Califato Islámico a precios más reducidos.
