Jean Jacques Rousseau |
N. Bianchi
En 1754, hace 261 años, y veintidós años antes de que Adam Smith publicara La riqueza de las naciones (1776), la Academia de Dijon lanzó una osada pregunta y ofreció un premio para quien se atreviera a responderla: ¿Cuál es el origen de la desigualdad entre los hombres? ¿Es acaso la consecuencia de una ley natural?
Jean Jacques Rousseau se interesó por el tema y en respuesta escribió su obra Sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. En ella, Rousseau sostieneque la desigualdad social y política no es natural, que no deriva de una voluntad divina y que tampoco es una consecuencia de la desigualdad natural entre los hombres. Por el contrario, su origen es el resultado de la propiedad privada y de los abusos de aquellos que se apropian para sí de la riqueza del mundo y de los beneficios privados que derivan de esa apropiación.
No hace falta ser marxista -la única ciencia que jamás empacha, por otra parte- para que un suizo ya lo dijera. Por cierto, el inventor de la "democracia" actual concebida a la occidental manera: un hombre, un voto... y a correr.
Ignoramos si ganó el premio.
Jean Jacques Rousseau se interesó por el tema y en respuesta escribió su obra Sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. En ella, Rousseau sostieneque la desigualdad social y política no es natural, que no deriva de una voluntad divina y que tampoco es una consecuencia de la desigualdad natural entre los hombres. Por el contrario, su origen es el resultado de la propiedad privada y de los abusos de aquellos que se apropian para sí de la riqueza del mundo y de los beneficios privados que derivan de esa apropiación.
No hace falta ser marxista -la única ciencia que jamás empacha, por otra parte- para que un suizo ya lo dijera. Por cierto, el inventor de la "democracia" actual concebida a la occidental manera: un hombre, un voto... y a correr.
Ignoramos si ganó el premio.