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En Alemania el prototipo del delincuente es... aleman (y no un extranjero, ni un emigrante, ni un refugiado)

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En septiembre del año pasado la policía regional de Sarre hizo públicas las cifras sobre ataques con cuchillo cometidos entre enero de 2016 y abril de 2018. Las estadísticas policiales apuntaban que la mayoría de ataques fueron cometidos por ciudadanos alemanes. Concretamente, del total de 1.490 denuncias y infracciones de la ley registradas en ese periodo, 842 casos fueron agresiones con cuchillo cometidas por ciudadanos alemanes; el resto de los ataques fueron protagonizados por ciudadanos de otros Estados de la Unión Europea (94) o por extranjeros extracomunitarios (158).

La estadísticas quedaban lejos de confirmar una de las tesis más repetidas por los neonazis de AfD, es decir, que la criminalidad ha aumentado en Alemania debido a la inmigración y a la llegada de refugiados. Por eso, en febrero de 2019, y partiendo de la base de que muchos de agresores con pasaporte alemán eran ciudadanos de origen extranjero nacionalizados, el diputado regional de AfD Rudolf Müller lanzó una pregunta parlamentaria al Gobierno del Sarre. Con ella quería saber cuáles eran los nombres más repetidos en el grupo de 842 agresores con pasaporte alemán registrados por la policía.

Tras volver a analizar sus bases de datos, la respuesta de la policía tampoco pudo satisfacer a los neonazis. Los trece nombres de pila más comunes en el grupo de agresores eran, en orden descendente, los siguientes: Michael, Daniel, Andreas, Sascha, Thomas, Christian, Kevin, Manuel, Patrick, David, Jens, Justin y Sven. Ni un sólo nombre árabe apareció en la respuesta de las autoridades locales. Además, de los 842 agresores con pasaporte alemán, sólo 14 contaban con otro pasaporte, es decir, tenían doble nacionalidad. La relación que los racistas constantemente intentan establecer entre migración e inseguridad, y con la que quiere alimentar un discurso islamófobo e incluso xenófobo, recibía otro jarro de agua fría estadístico.

La historia procedente del Sarre fue la antesala de la presentación esta semana del informe de estadísticas criminales a nivel federal. El Ministerio de Interior, Fomento y Patria alemán, en manos del socialcriastino bávaro Horst Seehofer, registró 5,4 millones de delitos a lo largo de 2018. Se trata de la cifra más baja desde 1992. “Alemania es uno de los países más seguros del mundo”, dijo Seehofer, uno de los políticos conservadores alemanes que más ha coqueteado con las tesis racistas.

Llama la atención que tanto la cifra de robos como la de la criminalidad callejera se hayan venido reduciendo en Alemania de manera constante desde 2015, mientras que las de agresiones físicas se han mantenido estables tras un pequeño incremento en 2016. En verano de 2015 se produjo la llamada “crisis de refugiados”, cuando más de un millón de personas procedentes mayoritariamente de Oriente Próximo buscó refugio en Alemania después de que la canciller alemana Angela Merkel decidiera no cerrar las fronteras del país.

El informe del Ministerio del Interior alemán también especifica qué porcentaje de sospechosos o criminales son extranjeros: un 30,5 por ciento de todos ellos no cuenta con un pasaporte alemán y de ese porcentaje, solo un 8,8 por ciento son inmigrantes. El 20 por ciento restante fueron, por tanto, extranjeros que cometieron algún tipo de delito cuando estaban de paso en el país. Esto último provoca lo que Holger Münch, presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal, considera un “efecto distorsionador”.

En recientes declaraciones al tabloide “Bild Zeitung”, Münch ponía como ejemplos de ello el hincha de un club de fútbol extranjero que es detenido por la policía durante disturbios antes o después de un partido de Liga de Campeones, el turista que comete algún tipo de infracción o el criminal que cruza eventualmente las fronteras de Alemania, pero que no reside en el país.

Por tanto, y a pesar de que como reconocen las autoridades alemanas, hay un cierto repunte en la criminalidad en el grupo de inmigrantes procedentes del norte de África y del África subsahariana, este último incremento sigue siendo insuficiente para sostener la tesis de AfD: que hay una relación directa entre la inmigración y el aumento de la delincuencia y la inseguridad en Alemania. Según las cifras oficiales, la amplia mayoría de infracciones sigue siendo cometidas por ciudadanos alemanes y la criminalidad ha disminuido desde la llamada “crisis de los refugiados” de 2015.

“Aquello que se siente es también realidad”, dijo en septiembre de 2016 Georg Padzerski, dirigente fascista de AfD en Berlín, en un debate televisado previo a las elecciones regionales en las que el partido nazi obtuvo 230.000 votos y más del 14 por ciento de todos los sufragios en la multicultural y mayoritariamente liberal capital alemana. Padzerski respondía así a una pregunta sobre por qué su partido solía mostrar una imagen negativa de la inmigración pese a que la inmensa mayoría de extranjeros residentes en el país no son criminales y viven de una manera pacífica.

Padzerski hacía así referencia a una de las estrategias fundamentales del joven partido ultraderechista: capitalizar una creciente sensación de inseguridad entre la ciudadanía alemana que se da, paradójicamente, mientras las estadísticas de criminalidad menguan. Así lo apunta una investigación confeccionada por el Instituto Max-Planck, en colaboración con la Oficina Federal de Investigación Criminal, y que también fue presentada esta semana, paralelamente a la de las estadísticas de criminalidad dadas a conocer por el Ministerio de Interior federal.

Según el estudio del Instituto Max-Planck, más de un 20 por ciento de los ciudadanos alemanes se sintió inseguro en 2017 al salir de casa. Ese porcentaje suponía un crecimiento del 5 por ciento con respecto a 2012, cuando se hizo el último estudio al respecto. Curiosamente, las personas con trasfondo migratorio, y especialmente los ciudadanos alemanes con raíces turcas (la mayor minoría del país), perciben un mayor peligro de ser víctimas de un delito.

La procedencia de la percepción de la inseguridad parece, sin embargo, irrelevante para el partido fascista más exitoso de la historia de la República Federal de Alemania, sino sólo la percepción de la inseguridad en sí misma, que puede seguir siendo una fuente de votos para AfD. Los dirigentes del partido fascista, consecuentemente, no dejan pasar oportunidad alguna para agitar el discurso del miedo.

“¿De verdad es Alemania uno de los países más seguros del mundo?”, se preguntaba Alice Weidel, copresidenta de la fracción nazi en el Bundestag, al postear en su cuenta de Twitter un vídeo de presuntos ciudadanos árabes intentando apuñalar a un sin techo en el metro de Berlín. Ello, sólo un día después de la presentación de las estadísticas oficiales de criminalidad. Ni la policía ni el texto de la noticia posteada por Weidel confirmaban que los agresores fueran extranjeros ni tuvieran origen árabe, pero para la dirección de AfD la sensación de inseguridad, digan lo que digan las estadísticas, vale tanto o más que la pura realidad.

https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2019-04-07/el-criminal-prototipo-se-llama-andreas-no-mohamed-fiasco-de-la-ultraderecha-alemana_1927958/

Hambre y corrupción franquista en el campo de concentración de Castuera que recluyó a 15.000 republicanos

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La clasificación de los presos que llegaban a Castuera, la represión sistemática y la reeducación bajo los valores del nacional-catolicismo resumen la esencia de este campo de concentración. Se cumplen 80 años de la apertura de un “infierno” de alambre y espinos por el que pasaron alrededor de 15.000 personas a lo largo de un año.

Su ubicación no era casual, ya que Castuera se había convertido en la capital “roja” del frente de La Serena, una línea de resistencia republicana que surcaba las estribaciones de la comarca pacense hasta la frontera con la provincia de Cáceres. Allí las trincheras y el combate cuerpo a cuerpo se mantuvieron hasta el verano de 1938.

Fue uno de los campos de prisioneros de Extremadura, una región donde hubo al menos 17 según las investigaciones del periodista Carlos Hernández de Miguel. Se levantó semanas antes del final de la guerra, cuando los militares franquistas ya tenían claro cuál iba a ser el resultado de la contienda. Tuvo cautivos a militares afines al régimen, civiles, sindicalistas o políticos.

Los testimonios orales de los supervivientes narran la falta de higiene y las duras condiciones que soportaron alrededor de unos barracones desmontables, en los que había mucho tiempo libre y poco pan.

El historiador Antonio López, autor del libro “Cruz, Bandera y Caudillo”, explica que el hambre se agravó con un caso de corrupción perpetrado por los responsables del campo, que desviaron parte del dinero destinado a alimentar a los presos. Con sus “mordidas” eliminaron el rancho caliente previsto en su dieta, que quedó reducida a escasas latas de sardina para compartir y mendrugos de pan.

Se vieron implicados el jefe del campo y el director de la prisión provincial de Badajoz, junto con los directores de las cárceles de Herrera del Duque y Puebla de Alcocer. El caso se destapó cuando se multiplicaron las muertes por inanición y las enfermedades, a lo que se sumó un importante incremento de fugas. Tras los interrogatorios militares los implicados fueron multados e inhabilitados, sólo unos meses.

Uno de los testimonios orales recogidos por el investigador, un guardián original de Fuente de Cantos, relata que las primeras bajas por hambre y enfermedad fueron las de los “valencianos”. Se trataba de prisioneros llegados desde la zona del Levante, cuyos cadáveres fueron arrojados a unas de las fosas cercanas al campo.

La muerte les sacudió con más virulencia porque estaban lejos de sus casas y no podían recibir apoyo familiar. No tuvieron la suerte de los reclusos de Extremadura, que tenían el respaldo de los allegados que se desplazaban hasta allí. Algunos incluso se establecieron en Castuera.

La práctica del terror y la violencia con la entrada de los jefes de la Falange fue una constante. Un modo de amedrentar a todos los prisioneros que se sumaba a las condiciones infrahumanas en las que vivían.

El mejor testimonio que han documentado hasta el momento es el de Albino Garrido, fallecido hace dos años. Conoció el barracón de incomunicados, destinado a quienes iban a morir en un consejo de guerra. Fue protagonista de una historia de resistencia en mayúsculas, porque Albino escapó del campo, estuvo preso casi un año y salió con vida. Más tarde se refugió en Francia, donde fue apresado y trasladado a un campo nazi.

En su libro de vivencias relató la crudeza y la sangre fría de los franquistas. Cuenta el caso de su amigo Isaías Carrillo Sosa, asesinado mientras estaba despiojando a otro preso. En mitad de la rutina de la limpieza que se hacían unos a otros se acercó un falangista, sacó su pistola y lo mató sin mediar palabra. A la víctima la sacaron del barracón ante el pavor y el terror de todos sus compañeros.

“Cruz, Bandera y Caudillo” es el nombre que da título al trabajo documental del investigador extremeño Antonio López, un título que resume a la perfección la estampa que daba la bienvenida a la finca.

Se conserva muy poco de la estructura del campo, por su carácter desmontable, aunque llama la atención una peana de grandes dimensiones que soportaba una cruz erigida en el patio de ceremonias. Un elemento simbólico que dejaba claro el interés del régimen por reeducar a todos aquellos que habían sido fieles a la República, o que habían participado de alguna manera en la revolución social años atrás.

La bandera franquista estaba fuera del recinto alambrado, a 90 pasos. “Un modo de decirle a los prisioneros: tenéis que ser buenos católicos, y luego ya españoles cuando nosotros queramos, claro”, señala López, que también es miembro de la Asociación Memorial Campo de Castuera.

Había unos 80 barracones que se distribuían en torno a un patio central, con dos núcleos de filas a ambos lados. Eran estructuras desmontables, con cubierta de uralita y chapa que rápidamente se llenaron de presos.

El gran volumen de internos hizo necesaria una ampliación del campo y se levantaron “covachas”, cabañas recubiertas de matorrales en los que eran ubicados de dos en dos. Eran conocidas con el nombre de “Villaverde”. Ellos mismos tenían que dar forma a las estructuras para refugiarse, al mismo tiempo que se encargaban del adecentamiento de las calles.

Una de las claves de Castuera es la llegada de Ernesto Navarrete como jefe del campo, “que ya tenía a sus espaldas una hoja de servicios lo suficientemente sangrienta como para estar al frente”. Además estará en la sombra Manuel Carracedo, encargado del servicio de información de policía militar, tal como confirmó él mismo en unos testimonios grabados.

En su cautiverio los presos veían el tiempo pasar, a la espera de un destino incierto y al antojo de las órdenes del jefe del campo y del resto de militares. Permanecían a la espera de recibir informes políticos y sociales. A favor o en contra.

Lo primero que se hacía con ellos, tras ser detenidos a pie de trinchera, era una hoja declaratoria. En ella se reflejaba información relativa a la guerra, su lugar de origen y su municipio.

Una vez recopilados todos los datos los servicios de información se ponían manos a la obra y contactaban con la localidad. Solicitaban informes políticos y sociales al alcalde, el jefe de la Falange, el cura y a otras personas “de bien” -todas de derechas- para que dieran su correspondiente opinión.

A partir de los datos se clasificaba al reo. Se le podía abrir diligencias, con las que comenzaba la instrucción de un consejo de guerra o se le podía dejar allí. “El servicio de información va a facilitar la represión y los juicios sumarísimos en menos de una semana, algo que va a permitir acelerar los fusilamientos”.

Los representantes de la resistencia republicana van a acabar en barracones incomunicados, de los que no paraban de salir nuevas “sacas” de fusilamientos. Las diferentes campañas de catas y excavaciones han constatado varias fosas comunes, como la que se localizó en el cementerio.

El historiador habla de otras fuentes que apuntan a la práctica de la “cuerda india” en Castuera, por la que decenas de presos habrían sido atados y empujados al interior de la mina de La Gamonita, cercana al municipio. Posteriormente se habrían arrojado bombas de mano a su interior para acabar con sus vidas. Es una versión que ya relata Justo Vila en su libro sobre la guerra civil en 1985, y a la que también han hecho referencia los testimonios de los prisioneros supervivientes.

El campo funcionó hasta abril de 1940, a lo largo de un año completo. No se sabe cuántas personas llegaron a pasar con exactitud por la falta de documentación que existe.

Antonio López aclara que la cifra de 15.000 presos debe entenderse de manera orientativa, porque la información que se conserva está incompleta y es heterogénea. Hubo gente que sólo estuvo un día, mientras que otros pudieron estar meses cautivos, o el año entero.

A día de hoy se sigue sin tener acceso a toda la información de la represión franquista. Los investigadores y familiares denuncian que no tienen vía libre al archivo de la Guardia Civil, a lo que se suman los documentos depositados en dependencias del Ejército, que custodia documentación histórica. Por ello han reclamado de manera reiterada que la información sea depositada en el Ministerio de Cultura y en los archivos correspondientes para su libre acceso.

No obstante se sabe, a través de algunos archivos militares y las estimaciones realizadas, que en el mes de abril llegó a haber casi 6.000 prisioneros, y en mayo la misma cantidad. Mientras, en los meses de comenzó a bajar la cifra hasta las 3.000 personas. El número va fluctuando hasta el final, cuando se cierra con unos 1.200 prisioneros.

El número de desaparecidos sigue aumentando, “no paran de llegar biografías que se truncan cuando llegan al campo”. Se trata de familiares de víctimas que pierden el rastro de sus seres queridos allí, como confirman las cartas conservadas, y que ahora reclaman verdad, justicia y reparación.

El campo se cierra finalmente por la propia degradación de las instalaciones y porque las funciones para las que estaba destinado pasan a Mérida, Badajoz o Almendralejo. Los 1.200 prisioneros que quedaban dentro cuando llegó el momento de la clausura fueron repartidos entre Puebla de Alcocer y Herrera, donde los conventos funcionaron a modo de prisión.

Otras personas fueron enviadas a un batallón de trabajos forzosos, al no tener nada que imputarle. Llegan a parar a lugares como las colonias penitenciarias de Montijo, el eufemismo usado para ocultar al campo de concentración que mantuvo en Montijo y otras dos localidades a a 1.500 presos. Fueron obligados a construir parte del actual canal de Montijo y la presa que lleva el mismo nombre.

https://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/Hambre-corrupcion-franquista-Castuera-concentracion_0_885411842.html

Los gobiernos ‘de izquierda’ condujeron a la OTAN con metiras a una guerra de agresion en los Balcanes

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Hace veinte años, el 24 de marzo de 1999, trece Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluidos Estados Unidos, Francia y Alemania, bombardearon la República Federal de Yugoslavia. Esta guerra duró setenta y ocho días y fue alimentada por mentiras de los medios de comunicación diseñadas para alinear las opiniones de las poblaciones occidentales con las del estado mayor. Los serbios cometen “genocidio”, “juegan al fútbol con las cabezas cortadas, los cuerpos despellejados, arrancan los fetos de las mujeres embarazadas asesinadas y los fríen”, afirmó el ministro alemán de Defensa, el socialdemócrata Rudolf Scharping, cuyos comentarios fueron cubiertos por los medios de comunicación; mataron a “100.000 a 500.000 personas” (TF1, 20 de abril de 1999), incineran a sus víctimas en “estufas similares a las utilizadas en Auschwitz” (The Daily Mirror, 7 de julio).

Una por una esas informaciones falsas serán destruidas a pedazos -pero después de que el conflicto hubiera terminado- incluyendo la investigación del periodista estadounidense Daniel Pearl (The Wall Street Journal, 31 de diciembre de 1999). También se desinfló una de las manipulaciones más sonoras de finales del siglo XX: el plan Potkova (herradura), un documento que pretendía demostrar que los serbios habían programado la “limpieza étnica” de Kosovo. Su distribución por Alemania en abril de 1999 sirvió de pretexto para la intensificación de los bombardeos. Lejos de ser usuarios paranoicos de internet, los principales deformadores fueron los gobiernos occidentales, la OTAN y los medios de comunicación más respetados.

Entre ellos, Le Monde, un diario cuyas posiciones editoriales sirvieron de referencia para el resto de la galaxia mediática francesa. Su redacción, dirigida por Edwy Plenel, admite haber “tomado partido por la intervención”. En la primera página de la edición del 8 de abril de 1999 aparece un artículo de Daniel Vernet que anuncia “un plan de ‘herradura’ para deportar a los kosovares”. El periodista utiliza la información dada a conocer el día anterior por el ministro alemán de Asuntos Exteriores, el ecologista Joschka Fischer. El “plan del gobierno de Belgrado que detalla la política de limpieza étnica aplicada en Kosovo [...] se llama ’Horseshoe’, probablemente para simbolizar las tenazas tendidas sobre la población albanesa”, escribe Vernet, para quien el asunto “parece suscitar pocas dudas".

Dos días después, el diario repitió el crimen a lo ancho de su primera plana: “Cómo había preparado Milosevic para la limpieza étnica”. El plan serbio “Potkova” programó el éxodo forzado de los kosovares ya en octubre de 1998 y siguió aplicándose durante las negociaciones de Rambouillet. Le Monde se refiere a un “documento de origen militar serbio” y retoma las afirmaciones de funcionarios alemanes, hasta el punto de reproducir la nota de síntesis completa -lo que ahora llamaríamos los “elementos del lenguaje"- distribuida a los periodistas por el Inspector General del ejército alemán. Berlín pretendía entonces justificar ante un público más bien pacifista la primera guerra librada por el Bundeswehr desde 1945, además contra un país ocupado cincuenta años antes por la Wehrmacht.

Sin embargo, ese plan era falso: no procede de las autoridades serbias, sino que fue elaborado a partir de elementos recopilados por los servicios secretos búlgaros y transmitidos a los alemanes por ese país, que a continuación intentó incorporarse a la OTAN con todas sus furzas. La historia la reveló el 10 de enero de 2000 el semanario Der Spiegel y fue confirmada doce años más tarde por el ex ministro búlgaro de Asuntos Exteriores.

En retrospectiva, el documento debería haber sido aún más desconfiado porque se dice que “herradura” es “potkovica” en serbio, no “potkova”, como señaló el diputado alemán Gregor Gysi el 15 de abril de 1999 en el Bundestag. En marzo de 2000, el general de brigada alemán Heinz Loquai expresó en un libro sus “dudas sobre la existencia de tal documento”; su investigación obligó al Sr. Scharping a admitir que no tenía una copia del “plan” original. Al mismo tiempo, el portavoz del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia describe los elementos del llamado plan como “material no concluyente” (Hamburger Abendblatt, 24 de marzo de 2000), y la fiscal Carla Del Ponte ni siquiera se referirá a él en la acusación de Milosevic en 1999 y 2001.

La guerra, explicó Plenel poco después de que comenzara el bombardeo, “es el reto más loco para el periodismo. Aquí es donde demuestra o no su credibilidad, su fiabilidad. “El investigador nunca se ha retractado de este gran vacío con el “amor por los pequeños hechos reales” que proclama en su panfleto a favor de la intervención de la OTAN. Le Monde volverá a mencionar la falsificación, pero como si siempre la hubiera considerado con cautela: “Horseshoe” sigue siendo un documento muy controvertido, cuya validez “nunca ha sido probada” (16 de febrero de 2002). Los periodistas Jean-Arnault Dérens y Laurent Geslin, especialistas en los Balcanes, describen el plan Potkova como “un arquetipo de las noticias falsas difundidas por los ejércitos occidentales y recogidas por los principales periódicos europeos”.

La celebración de un aniversario por sí solo no habría justificado una vuelta a este asunto. Pero algunas de sus consecuencias aún pesan en la vida internacional. Para lo que fue su primera guerra desde su nacimiento en 1949, la OTAN decidió atacar a un Estado que no había amenazado a ninguno de sus miembros. Alegaba un motivo humanitario y actuaba sin un mandato de las Naciones Unidas. Tal precedente sirvió a Estados Unidos en 2003 cuando invadió Irak, ayudado una vez más por una campaña masiva de desinformación. Unos años más tarde, la declaración de independencia de Kosovo en febrero de 2008 socavaría el principio de la inviolabilidad de las fronteras. Y Rusia se basaría en esta independencia cuando, en agosto de 2008 reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, dos territorios que se habían separado de Georgia. Luego, en marzo de 2014, cuando se anexionó Crimea.

Dado que la guerra de Kosovo fue dirigida por la mayoría de los gobiernos “de izquierda” y apoyada por la mayoría de los partidos conservadores, a nadie le interesa revertir las falsificaciones oficiales. Y es fácil entender que los periodistas más obsesionados con el tema de las noticias falsas también prefieren buscar en otra parte.

https://www.monde-diplomatique.fr/2019/04/HALIMI/59723

Libia: una guerra que empezó asesinando a Gadafi y puede llevar a Haftar al poder

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El general Jalifa Haftar
En marzo de 2011 Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia destruyeron el Estado libio. Los terroristas de la Hermandad Musulmana y Al-Qaeda unieron sus fuerzas, equipadas por Qatar y apoyadas por Gran Bretaña, para tomar la ciudad de Bengasi. La aviación estadounidense y francesa destruyó las tropas de tierra del gobierno y ayudó a los terroristas a capturar y asesinar a Gadafi. El caos se produjo cuando varias fuerzas tribales, milicias locales e terroristas lucharon por el control de las ciudades y el saqueo.

El antiguo general Jalifa Haftar se ha movido en el caos como el nuevo dirigente de Libia. Había participado en el golpe de Estado que llevó a Gadafi al poder, pero se peleó con él y cambió de bando. La CIA lo patrocinó para lanzar un golpe de Estado contra Gadafi. El golpe fracasó y desde 1990 Haftar vivió en Virginia, donde le concedieron la ciudadanía estadounidense.

El intento de Haftar de tomar el poder en medio del caos de 2011 fracasó. Los terroristas de la Hermandad Musulmana lo consideraron un seguidor secular de Gadafi y lo repudiaron.

La situación cambió en 2014 cuando el ejército egipcio destituyó a Morsi, alineado con la Hermandad Musulmana, del poder. Con el general Sisi a las riendas, Egipto quiso eliminar a las bandas yihadistas. Llamaron a Haftar para tomar el control de Bengasi y Emiratos Árabes Unidos financió el proyecto. Con el dinero de Emiratos Árabes Unidos, el apoyo aéreo egipcio, los suministros rusos, el espionaje francés y el apoyo de fuerzas especiales, Haftar fue derrotando poco a poco a las diversas bandas yihadistas y tomó el control de Bengasi.

Le llevó más de tres años consolidar su control y crear un Ejército Nacional Libio (LNA) para hacerse cargo de la parte occidental de Libia, incluida la capital, Trípoli. Esa parte está controlada por varias familias, clanes y tribus rivales, cada una con su propia milicia.

Además, hay un gobierno nominal bajo la dirección de Fayez Al-Sarraj, reconocido por la ONU aunque carece de fuerzas propias. Depende del apoyo de la milicia local en Trípoli y del apoyo de la ciudad costera de Misrata. Esta ciudad tiene una fuerte milicia tribal que incluso explota una pequeña fuerza aérea.

Misrata impidió a Haftar mover sus tropas desde Bengasi a lo largo de la costa hasta Trípoli, en el oeste. Tuvo que hacer un rodeo por el sur, poco poblado. Un primer intento fracasó el año pasado cuando las milicias locales del sur, apoyadas por el ejército argelino, resistieron el ataque de Haftar.

Ahora Argelia tiene sus propios problemas, que han obligado al Presidente Bouteflika a dimitir. El ejército argelino está muy ocupado en casa, buscando un sustituto. De nuevo con el dinero de Emiratos Árabes Unidos, Haftar ha sobornado a las fuerzas del sur, logrado abrirse camino hacia Trípoli. También ha tomado el control de Sirte en el norte y de los campos petroleros de El Sharara cerca de Wasi Al-Hayaa en el sur. El yacimiento produce unos 300.000 barriles de petróleo al día que pueden ser exportados a través de los puertos de Sirte. El control de estos activos dio a Haftar un gran impulso.

El ejército de Haftar está ahora a unos 20 kilómetros de Trípoli, pero la resistencia de las milicias y fuerzas locales enviadas por Misrata se ha intensificado. Las tropas de Haftar tomaron brevemente el antiguo Aeropuerto Internacional de Trípoli, pero fueron desalojados rápidamente. Hoy, los aviones de combate de Misrata siguen atacando a sus fuerzas.

Si Haftar quiere tener éxito, tendrá que tomar el camino entre Trípoli y Misrata para separar a sus enemigos. Entonces podría capturar Trípoli y anunciar la formación de su propio gobierno. Hay rumores de que algunos señores de la guerra de Trípoli están dispuestos a cambiar de bando y unirse a Haftar.

El general cuenta con el apoyo abierto de Francia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia saudí, Egipto y Rusia. Trump no ha dado muestras de interés por meterse en este avispero. Haftar es un viejo peón de la CIA y si toma el control sobre Trípoli, hay una buena posibilidad de que Estados Unidos tenga influencia sobre él. Mientras el petróleo libio fluya y mantenga bajo el precio mundial del petróleo, Trump estará contento. Rusia está tratando de permanecer en segundo plano para no dar a Washington una excusa para intervenir.

Los Hermanos Musulmanes, apoyados por Turquía y Qatar, siguen son las potencias que apoyan a Misrata, pero han perdido influencia sobre el terreno.

Haftar y sus tropas parecen tener el viento a su favor. Su ruta de suministro desde Bengasi a Trípoli a través del sur es demasiado larga, pero Francia está ayudando a protegerla manteniendo bajo control a los rebeldes de Chad y Malí en el sur de Libia. La Fuerza Aérea Egipcia podría ayudar de nuevo y destruir todos los aviones que Misrata dejó atrás.

No obstante, la guerra es impredecible y las milicias en Libia a menudo han cambiado de bando inesperadamente. Puede tardar 10 días en llegar a Trípoli sin matar a demasiada gente ó también cabe la posibilidad de que se estallen 100 días de combates intensos. El intento puede fracasar incluso.

Libia es un país tribal. Gadafi pudo controlarlo distribuyendo los ingresos de sus recursos petrolíferos y manteniendo a los yihadistas bajo mínimos. Haftar puede ser capaz de reproducir el modelo. Pero tiene 75 años. Hace un año le tuvieron que trasladar a Francia por una emergencia médica.

Desde la caída de Gadafi, en Bengasi los predicadores wahabíes, formados en Arabia saudí, han introducido un régimen del mismo estilo retrógrado.

https://www.moonofalabama.org/2019/04/libya-from-ghaddafi-to-hafter.html

Emiratos Árabes Unidos, la ‘costa de los piratas’ lava más blanco

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En los libros antiguos de geografía, Emiratos Árabes Unidos se describía como la “costa de los piratas” y hoy podría conservar aquella vieja denominación aunque los piratas ya no tienen pata de palo ni parche en el ojo.

En la actualidad los bancos de Emiratos Árabes Unidos operan en economías abiertas, donde la internacionalización y su corolario, el libre comercio, afectan a todas las áreas. La fuerza bancaria emiratí se basa en sus tres fondos soberanos, que sirven como vehículo económico, diplomático, geoestratégico y a veces militar, como en Yemen y Libia.

El primero, el MEIA (Mubadala Emirates Investment Authority), creado en 1984, con fondos de la IPIC (International Petroleum Investment Company) de Abu Dhabi, se desarrolló a partir de 2002 para diversificar aún más la economía. Este fondo ha prosperado como inversor activo en todo el mundo y en diversos sectores de actividad.

El segundo, el ADIA (Abu Dhabi Investment Authority), fundado en 1976, que desempeñó un papel clave en la crisis de 2008, con 800.000 millones de sus fondos invertidos en toda clase de activos. El 75 por ciento de sus fondos activos se invierten en Europa y norteamérica; el resto se diversifica hacia los países emergentes.

El tercero, Mubadala Abu Dhabi, depende enteramente de Amir Mohamed Bin Zayed. Con sus 300.000 millones de dólares, rastrea las economías asiáticas para transferir tecnología con el fin de hacer del emirato un centro atractivo en los campos de la aeronáutica, la energía, la hostelería y el turismo, pero también en grupos de inversión como Carlyle y General Electric y otros grupos del sector de capital riesgo y de capital privado.

Los sátrapas de Emiratos Árabes Unidos no sólo están satisfechos con las reservas de estos fondos soberanos, sino que también cuentan con una multitud de bancos que ofrecen servicios y una garantía máxima de protección y secreto.

Desde la crisis de las hipotecas de alto riesgo de 2008, bajo el impulso de la OCDE, se ha aplicado en todo el mundo una política de lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Emiratos Árabes Unidos no cumple con las nuevas normas ya que no creen que nadie les imponga sanciones.

Sin embargo, el 12 de marzo, Emiratos Árabes Unidos fue incluido en la lista de paraísos fiscales de la Unión Europea junto con Barbados, Bermudas, las Islas Vírgenes y Marshal, Guam, Samoa...

Desde 2012, los bancos emiratíes se han convertido en el receptáculo de dinero sucio procedente de la corrupción de los países árabes y africanos.

El fantasma del BCCI (Banco de Crédito y Comercio Internacional) emerge -una vez más- a la sombra de la actividad del capital financiero emiratí en todo el mundo.

En estas páginas no es la primera que hablamos de los chanchullos del BCCI, un banco privado domiciliado en Luxemburgo y fundado en 1972 por Agha Hassan Abidi, involucrado en los escándalos de Enron y Parmalat, por no hablar del blanqueo del dinero negro procedente del tráfico de drogas, las actividades de espionaje y la financiación del yihadismo.

Todas esas son áreas en las que ha destacado el BCCI, hasta el punto de que el Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenirlo en el verano de 1991 para proteger a los 120.000 depositantes británicos.

https://mondafrique.com/emirats-arabes-unis-vers-un-scandale-des-dubai-papers/


Más información:
- La CIA y Arabia saudí en la historia inconfesable de Al-Qaeda (1)
- El banco más sucio de todos los bancos
 

El ejército de Israel encadena una mentira detrás de otra desde el mismo momento de su fundación

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La semana pasada, durante la visita de Netanyahu a Moscú, se produjo algo que calificaremos como  “un malentendido”, que resultaría puramente anecdótico de no ser por la candidez con la que muchos contemplan las relaciones internacionales.

Para entender la historia hay que remontarse a junio de 1982, en plena agresión de Israel contra Líbano. Durante la batalla llamada de Sultán Yacub desaparecieron tres soldados israelíes: Yehuda Katz, Zvi Feldman y Zachary Baumel.

Este último comandaba un tanque del 362 Batallón Blindado del Tsahal.

En Israel dijeron a sus familias que sus cuerpos estaban en algún lugar del valle de la Bekaa, es decir, en territorio libanés, por lo que no era fácil recuperarlos.

Sorpresivamente, el miércoles el ejército israelí anuncia que tras desplegar la Operación Canción Dulce Amarga en Siria ha recuperado el cadáver del sargento Baumel.

Era una doble mentira. La primera, el ejército israelí llevaba 37 años mintiendo al decir que los cadáveres estaban en el valle de la Bekaa. Lo cierto es que aprovechando la agresión contra Líbano, en 1982 había atacado también a Siria. El cadáver apareció en el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, muy cerca de Damasco.

La segunda mentira es que no fueron ellos quienes localizaron el cadáver, ni hubo tal Operación Canción Dulce Amarga. Lo encontraron los rusos, le practicaron la autopsia y entregaron los restos a Israel.

Luego, una tras otra, las mentiras se han ido encadenando al lado de las ocultaciones: “No hubo acuerdos ni negociaciones para regresar a Baumel. Fue devuelto en una operación militar”, precisó el portavoz del Tsahal, general de brigada Ronen Manelis. “No estamos diciendo dónde se encontró su cuerpo”, añadió.

Las mentiras y ocultaciones también tienen sus causas, que en este caso son las elecciones generales que celebran los israelíes. Netanyahu se quería poner una medalla que no le correspondía.

Pero eligió el peor momento posible porque delante de las narices, Putin le desmintió públicamente. En los anales de la diplomacia pocas veces se habrá visto un bochorno mayor que el padecido por Netanytahu en Moscú.

La moraleja es que, en contra de lo que solemos escuchar tantas veces, en estos territorios “no todos los gobiernos mienten”, ni mienten de la misma manera, ni por los mismos motivos. Tampoco todas las mentiras tienen el mismo alcance.

Nota, post data y addenda: llevamos una semana esperando que los cazadores de bulos denuncien a la prensa israelí e internacional por contar noticias falsas, pero es inútil. Nos vamos a acabar convirtiendo nosotros mismos en un detector de mentiras.

Lean la noticia según la versión de “Noticias de Israel”, que se vanagloriaba nada menos que de “la dedicación de Israel a sus tropas cautivas y desaparecidas, un aspecto fundamental de su ética y una meta a la que dedica considerables recursos”.

Pues lo que dijo Putin es que la “ética” y los “recursos” llegaron con su ejército, añadiendo además que el único apoyo con el que habían contado sus tropas era con el del ejército... sirio.

Manifestaciones populares contra los abusos de los militares kurdos en el norte de Siria

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El lunes los suburbios occidentales de Deir Ezzor, en Siria, fueron escenario de manifestaciones contra la presencia de los kurdos de las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias), apoyadas por Estados Unidos.

En la provincia siria de Deir Ezzor, las FDS no son bienvenidas. Robos, torturas y detenciones arbitrarias son los métodos que utilizan para controlar la situación.

Las manifestaciones en Deir Ezzor tuvieron lugar después de que, bajo la protección de una patrulla de las FDS,  hombres vestidos de civil atracaran una oficina de cambio de divisas en la aldea de Al-Saouda al oeste de la provincia de Deir Ezzor, según informa Al-Ahed. El dueño de la oficina logró escapar de los atracadores.

Según Al-Jabur, cientos de vecinos de la aldea salieron a la calle a protestar. Bloquearon las carreteras principales, prendieron fuego a los neumáticos y exigieron que las FDS y otros paramilitares anexos a ellas se retiraran de su localidad.

Después de los incidentes, el PYD (Partido de la Unión Democrática) envió una delegación al lugar para tratar de calmar a los vecinos.

En las zonas que siguen bajo su control, las FDS se enfrentan a fuertes protestas populares contra las malas condiciones de vida y los abusos que cometen contra la población local. Las milicias kurdas tratan de controlar la situación con redadas y detenciones de manifestantes.

La protesta popular en los suburbios occidentales de Deir Ezzor se produce un día después de que los profesores de la escuela Al-Hurra de Gharanij, al oeste de Deir Ezzor, iniciaran una huelga para denunciar la práctica de la tortura contra siete de sus colegas.

Las manifestaciones antikurdas y antiestadounidenses han alcanzado a Hassakeh, una provincia estratégica al este del Éufrates. También han estallado protestas en Quneitra contra el reconocimiento por parte de Trump de la soberanía de Israel sobre el Golán ocupado.

Algunas fuentes aseguran que los estadounidenses han reclutado yihadistas para incorporarlas a las filas de las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias).

Otras dicen de que las fuerzas kurdas no controlan la situación en la provincia de Deir Ezzor. Varias personas murieron y otras resultaron heridas cuando una motobomba estalló cerca de un puesto de control en la aldea de Al-Hassan. Otra persona resultó muerta por las balas disparadas por dos hombres armados desde una motocicleta en la aldea de al-Channan.

Aunque el 23 de marzo las FDS anunciaron la liberación de Baghouz de las manos del Califato Islámico, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, reafirmó este sábado que un convoy militar, formado por unos 60 camiones cargados de armas, había llegado a las zonas controladas por las FDS al este del Éufrates.

También la matemática se rebela contra Venezuela

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Juan Alberto Sánchez Marín

193 países son miembros de la ONU. 54 países reconocieron al golpista Juan Guaidó como presidente interino. Es decir, a 139 estados no les pasó por las cabezas gubernamentales que Nicolás Maduro no fuera el auténtico presidente de Venezuela. O, lo que es lo mismo, 139 países no reconocieron como presidente al invento estadounidense.

Por estos días convulsos Guaidó vuelve a hablar de los muchos que lo reconocen. Que superan los 60, dice; pero nadie los nombra ni se halla el repertorio en parte alguna. Ni siquiera en la Wikipedia, que actualiza cada tanto sus gazapos al respecto. Nuevos estados han de haberse agregado, pero de incógnitos. Otros son vergonzantes, porque reconocen en el fuero interno que no debieron reconocerlo.

Un reconocimiento por convicción ajena, con excepción de los Estados Unidos, que son el fértil criadero de las falacias por indudable conveniencia, y de Colombia, cuyos gobiernos siempre hallan la forma y la normativa para creérselas.

O por ladinos de la minería y los hidrocarburos, mayúsculos y aprovechados, como Canadá, u oportunistas de doble vía, como España, que de instar al presidente Maduro para convocar a elecciones, con grosería y a término fijo, y de poner a Pedro Sánchez a leer las definiciones de diccionario de la democracia que no tienen desde hace exactamente ochenta años (1 de abril de 1939), pasó a trabajar con los países de la Unión Europea “para garantizar que los representantes de Guaidó en la UE no recibieran estatus diplomático o privilegios”.

Lo cierto es que Guaidó está rodeado de embajadores sin credenciales y sin sede, y de emisarios, los más listos, no hay duda, que nunca aparecieron por sus misiones ni se movieron de sus aposentos particulares.

En la fogosidad febrerista (a la venezolana, que no a la paraguaya, pero casi) y con un sentido colombo lefebvrista de la renovación diplomática, Guaidó nombró a Gustavo Tarre Briceño como su representante ante la OEA, otro más en la larga nómina de los embajadores, más extraordinarios que plenipotenciarios, nombrados a dedo.

Eso sí, designado a la medida de Alejandro Ordóñez Maldonado, el exprocurador colombiano que en la misma organización estadounidense representa al país vecino como el cura de las misas a las que asiste: de espaldas a la feligresía.

Viejos figurines de Acción Democrática (AD) resurgen en familiares interpuestas, hijas y sobrinas, y seniles caudillos de Copei que aún actúan de cuerpo presente. Para que no lo despellejen vivo, Guaidó echa mano de vetustos acorazados, vuelve la vieja data de nuevo cuño y remozada la IV República. Ansían que de la V el país vaya (regrese) a la IV, que sí fue de quinta.

La prepotente UE, que le dio ocho días a Maduro para convocar a elecciones bajo la amenaza de reconocer a Guaidó como presidente, mira para otro lado cuando asoman sus nombrados y apenas les da carácter de representantes personales de quien a la hora de hablar en serio no descifran qué representa, sabiendo eso sí de sobra que no es al país.

El inaudito presidente de transición ahora es de nuevo el agitador y lenguaraz en trance que espera derrocar a Maduro esparciendo caos y planillas traducidas del inglés, y teniendo por escuderos a caudillos venidos de la nada a menos: Manuel Rosales, Henrique Capriles, Henry Ramos Allup, Edgar Zambrano, Luis Florido, para citar por citar unos cuantos dummies presentes en el lanzamiento exhibicionista de la Operación Libertad.

Para despejar dudas, los Estados Unidos conminaron a los medios a que en sus coberturas no se les ocurriera llamar líder opositor ni presidente autoproclamado al autodenominado Juan Guaidó, porque, según ellos, ninguno de los dos calificativos sería (¿Es? ¿Era?) correcto, en esa acendrada manía de justipreciar al lacayo y menospreciar al contradictor.

¿Por qué? No existe una razón democrática. No hay ningún fundamento en la jurisprudencia. Los artículos constitucionales citados para avalar la intentona de golpe en Venezuela (233, 333 y 350, y la amenaza eterna del 187, numeral 11) no tienen nada que ver con las motivaciones por las que eran y son traídos por los pelos. No son factibles las excusas de liberación o las salvaciones. No cupo altruismo ni el carácter excepcional de nada ni de nadie.

Los Estados Unidos se han autoproclamado adalides del planeta. Se adjudican las riquezas existentes en las regiones que someten. Su autoridad amenaza a los países que eligen el destino de no ser sus peones o secuaces. Se asignaron a ellos mismos el papel de héroes de tira cómica y buenos de película mala. Eso es lo que sucede.

“Referirse a Juan Guaidó de cualquier otra forma que no sea presidente interino es falso, cae en la narrativa de una dictadura”, afirmó Robert Palladino, portavoz del Departamento de Estado. Lo único tan grotesco como lo que anunció es la manera ridícula en que lo hizo: sin convicción, sin la menor cortesía hacia el tonto que tomaba nota de lo que decía.

En la vida cotidiana, las centenas de horas perdidas aprendiendo cálculos y aritméticas, álgebras y matemáticas, apenas son una hilera de agraciadas esdrújulas y saber descifrar “>” y “<“ (mayor que y menor que), dos signos solitarios e inútiles.

De tal suerte, podemos afirmar sin miedo a error que 54 > 193, o, lo que es lo mismo, 193 < 54. Es de lo que trataron de convencernos en asuntos de números, sumas y restas, los mismos que nos han persuadido de que tienen y tenemos democracia, tienen y tenemos justicia, tienen y tenemos al alcance esa ave arisca que se llama felicidad. La verdad es que cualquier otra lectura de la realidad es amañada y le sigue el juego a “una dictadura”. Las matemáticas maniatadas no mienten.

Las sumas armadas


En las intenciones de los golpistas venezolanos, los militares siempre fueron la joya de la corona, el objetivo principal a cautivar y sobornar. En América Latina, particularmente, un golpe de estado sin militares sería igual a una revolución de colores sin la CIA, la NED, Soros o la USAID.

Hasta el 24 de febrero, a la mañana siguiente de la fecha establecida para el definitivo derrocamiento de Maduro, luego de la gran parafernalia montada, Guaidó, los altos funcionarios gringos, el tunante secretario general de la OEA, el aún más tunante presidente de Colombia, alguno que otro solícito advenedizo y los medios hegemónicos daban partes alegres cuando un militar incauto mordía el anzuelo de los veinte mil dólares ofrecidos por cabeza desertora.

Cada soldado era esperado con una expectación cómica y a los que arribaron primero les tenían lista la gestión de la nueva ciudadanía colombiana (gestión que semanas después sigue en papeleo, es decir, en veremos y empapelada) y un micrófono para decir alguna chorrada antipatriótica de Venezuela y patriotera del vecino.

Como si saltar unas cuantas vallas fuera tan heroico como incendiar un camión sin cruzarlas siquiera. El caballo de Troya ardiendo antes de cruzar el país fortificado con contenedores vacíos.

De uno en uno fueron agregándolos y exhibiéndolos ante las cámaras, hora tras hora, días tras días, hasta que se escabulleron las lentes y se terminaron los tiempos pregonados. La suma total de los evadidos, con la ayuda de la aritmética y de otros malabares en desuso, más abstractos que el álgebra, a duras penas sobrepasó el medio millar.

Aunque, después de abandonado el asunto, el arrinconado Guaidó sostuviera en un pretérito resignado que los tránsfugas llegaron a ser más de mil. Algo es algo, por no decir que fue nada de nada. Pues la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) está integrada por 235.000 militares.

Guaidó, en la última oportunidad en que se refirió al tema con menos distracción, ratificó que más de seiscientos militares le habían “dado la espalda a Maduro”. Lo soltó como si la cifra fuera un éxito. Y se permitió agregar que “un 80% de las Fuerzas Armadas está (yo le quité la “n”) a favor del cambio”, y que se mantenía en “el proceso para buscar más apoyo”.

Por estos días de consternación, el autoproclamado manifiesta que las simpatías giran en torno al 90%, pero que aún le falta un tanto, lo cual permite suponer que esas avenencias castrenses son inversamente proporcionales a la perturbación de sus opciones. ¿Qué ocurrirá cuando franquee el 100% del apoyo militar y el 100% del de la población? ¿Cuánto por ciento falta, en su criterio variable, para que suceda algo, y cuánto sobra para que no pase nada?

¿De qué niveles de apoyo requiere Guaidó? ¿Y eso por qué será? Hasta en los sistemas de las mal llamadas democracias y en la mayoría de las entidades y empresas si alguien cuenta con la mitad (el 50%) más uno de los votos ya ganó. Apenas y si acaso reformas constitucionales o decisiones súper trascendentales se toman con mayorías cualificadas, digamos, el 55%, el 65%, las dos terceras partes de un parlamento o de una junta.

Este es entonces un caso particular donde el que cuenta con el 80 o 90% a favor dispone de las dificultades del que tiene el 10 o el 20%, o menos, y está en la obligación de remontar. Algo que no cuadraría si se tratara de las matemáticas normales, de pensum y currículos, pero sabemos que no es así.

Si no, tampoco sería posible que seiscientos fueran el 80% de 235.000 y, por consiguiente, querría decir que el golpista apenas llegó al 0,25% de las fuerzas militares para dar el golpe. Con razón le fue como le fue.

Además, hay que considerarlo, Maduro obtuvo 6.248.864 votos en las elecciones presidenciales de mayo de 2018. Un guarismo nada despreciable, que representó el 67.84% del total de los votos escrutados (9.387.449).

El único cargo de Guaidó cosechado por elección popular ha sido el de diputado de la Asamblea Nacional por el estado Vargas, en 2015, donde se ubicó de segundo para los dos puestos con que contó el pequeño estado. Allí contabilizó 97.492 del total de los 410.342 votos escrutados (el 26,01%).

Según las matemáticas de la escuela, la simplona cuestión de saber qué porcentaje de votos tiene Guaidó con respecto a Maduro se resuelve con una regla de tres simple. Si tenemos que los votos de Maduro son el 100%, ¿cuál es el porcentaje de los votos de Guaidó? Pues bien, basta con multiplicar la cifra de Guaidó por cien y el resultado dividirlo por la de Maduro, y tendremos que el autoproclamado cuenta con poco menos del 1,56% de los votos de Maduro.

En términos electorales eso de por sí podría tolerarse, al fin y al cabo, alguien puede alegar que es como comparar peras con manzanas, pues una cosa son las elecciones presidenciales y otra las legislativas, en mecanismos, en identificación, en participación. Cierto, aunque en términos estrictamente cuantitativos votos son votos y números son números. Deberían serlo, digo.

El colmo del descaro es basar la legitimidad de Guaidó en el respeto a las reglas de juego de la democracia, a ganar elecciones, y además ir pregonando a los cuatro vientos que él merece la presidencia precisamente por la razón que le da la democracia, que le dan los votos, que le debería dar la gente que no lo conoce como individuo ni lo reconoce como presidente.

Claro, cuenta con grupos de extremistas pagos, e inadaptados y matones de allende la llanura. Y para esos pagos y viáticos el autoproclamado presidente puede hacer autogiros de los recursos que los Estados Unidos le roban a Venezuela, que van a dar a sus arcas y que a la larga fueran un autorrobo si creyéramos que él hace parte del pueblo por el que invoca la lucha.

Habrá que ver cuánta hambre van a aguantar en Cúcuta los soldados y cabos y sargentos renegados esperando los ofrecimientos incumplidos, que iban desde unos cuantos dólares hasta el redimido país de Nuncajamás al que les prometieron que regresarían de la mano de Guaidó varios días después, hace ya semanas que pronto serán hartos meses.

Al fin y al cabo, debieron darse por bien servidos que luego del show no los acusaran de espías en Colombia y los deportan como amenazas a la seguridad nacional de uno de los países a los que menos les importa la inseguridad rampante.

Ojalá que a aquel coronel de Maracaibo, sin nombre como el de García Márquez, a pesar de que fue lo primero y lo único que leyó más o menos bien ante la cámara del texto que le redactó de afán algún enemigo, cuando menos haya tenido quien le escriba y le haya informado que se jodió.

Totalitarismo democrático

De los 49 gobiernos catalogados como dictaduras en el mundo, los Estados Unidos abrazan y suministran ayuda militar a 36 de ellos. Lo que sería igual a decir que el gobierno federal apoya más del 73% de las dictaduras del mundo.

Los datos corresponden a Freedom House, la tendenciosa “organización de vigilancia independiente dedicada a la expansión de la libertad y la democracia alrededor del mundo”, que elabora anualmente el reporte Freedom in the World.

La cosa es tan grave que, a pesar del carácter ultraderechista y pro estadounidense de la institución, hay que tener en cuenta sus estadísticas porque no hay más. Según Rich Whitney, los informes de Freedom House “parecen ser el mejor indicador (si no el único) de derechos políticos y libertades que abarca a todas las naciones del mundo”.

Whitney desarrolla la investigación para responder una inquietud elemental: “¿El gobierno de los Estados Unidos realmente se opone a las dictaduras y es el campeón de la democracia alrededor del mundo, como se nos dice repetidamente?”. La conclusión a la que llega es elemental: No.

El hecho es que, más allá de las feroces dictaduras conocidas, que el gobierno estadounidense exculpa y protege, como la monarquía de Arabia Saudita o la represiva junta militar de Egipto, las relaciones son muy cordiales con un buen cúmulo de gobiernos del mismo corte brutal.

Las matemáticas, otra vez, como las conocemos, no operan en la realidad, porque no son un asunto numérico ni se trata de las operaciones básicas de sumar y restar, sino de cuestiones morales, que son aun más relativas e imprecisas que una ciencia exacta.

Por lo tanto, en la enrevesada escala de valores estadounidense, en la que el contrario es denigrado, el competidor es execrable y el adversario merece la erradicación, deberíamos también aceptar que unos pocos importan más que muchos y que, desde luego, 1 > 39.

Eso aclara por qué la terquedad de los Estados Unidos contra el gobierno de un país como Venezuela y contra unos presidentes que, de Chávez a Maduro, no hicieron otra cosa que tratar de llevársela bien con ellos.

Porque la verdad es que nunca expropiaron una sola empresa gringa, si acaso nacionalizaron algunas y procedieron a indemnizarlas con creces. Nunca dejaron de suministrarle su petróleo a las poderosas refinerías estadounidenses del Golfo de México ni de la costa Oeste. Jamás les cerraron sus locales de tapadera ni les tocaron un pelo a sus funcionarios atrevidos ni a sus espías de medio pelo.

A lo mejor por eso ahora están haciendo lo que desde un principio se sabía que iban a terminar haciendo, pues es lo que siempre han hecho: dándole una patada a las buenas intenciones de la contraparte y tratando de quedarse con todas las apuestas sobre la mesa.

No contaron con que las patas de palo de la silla del oponente estaban puestas sobre un pueblo y unas fuerzas militares sólidas, ambos coherentes con el designio de una patria respetable y con la disposición para soportar el juego sucio de los adversarios.

Así que lo que en un comienzo calificamos como una obsesión de los Estados Unidos es apenas la consecuencia dialéctica de una escala de valores puesta de revés, antes que por los insanos señores de la guerra, por los desnivelados amantes de la intimidatoria paz que pregonan.

34 billones = 20 millones

Los economistas contra Venezuela airean las dificultades del país con regodeo. A la contracción de la economía, la hiperinflación y el desabastecimiento de productos básicos le adicionan el colapso del sistema eléctrico, cuyas pérdidas, estimadas desde antes de ocasionarlas, rondarían los cuatrocientos millones de dólares por día de apagón, es decir, entre dos mil quinientos y tres mil millones de dólares en total. ¿De dónde salen los datos? De ellos mismos buscándose y hallándose en cualesquiera de los buscadores más charlatanes, pero populares.

Y adentro continúan causando apagones y afuera la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro estadounidense no deja de agrandar la lista negra de los sancionados por comerciar con Venezuela. Cifras y más cifras, que son dolor y penurias de una población, para compartir y disfrutar.

¿Son ciertas esas cifras o quizás aproximadas? Nadie lo sabe, y menos aún lo saben quiénes las sueltan con absoluta irresponsabilidad, en el mismo estilo desabrochado con el que dan datos inventados y fechas perversamente precisas para la caída del gobierno, o juegan con las fechas precisas y estipuladas en los propios artículos de la Constitución que aluden.

Las causas de la debacle eléctrica, sostienen estos entendidos, corresponden a la falta de inversión y mantenimiento de la red eléctrica durante dos décadas. La teoría de la conspiración es reemplazada por la casualidad, y se niega cualquier acceso a las manos sigilosas de la causalidad.

Azar de los azares, el sistema sufre un síncope del ciento por ciento a unos días del fiasco humanitario, a dos días del regreso sin pena ni gloria de Guaidó y a unas horas del enojo sin contención en las declaraciones de los altos funcionarios estadounidenses.

Como para recordar, en todo caso, la aseveración de Robert Coveyou, el célebre matemático británico: “La generación de números aleatorios es demasiado importante para ser dejada al azar”.

Como el periodista “mayamero” sin escrúpulos Jaime Baily sabía, y así lo confiesa, del magnicidio dispuesto hace unos meses contra el jefe de estado venezolano, igual estaban avisados del ataque contra la infraestructura eléctrica (ocurrido 16:55 hora local de Caracas [GMT-4]), el senador estadounidense Marco Rubio (trino a las 17:18, hora local de Washington D. C. [GMT-4]) y el autoproclamado en tarima Juan Guaidó (trino a las 18:24, hora local [GMT-4]), y así lo constatan los trinos.

A 89 minutos del atentado eléctrico, Guaidó dejaba claro que el atentado era de grandes proporciones y en su trino, mitad triunfalismo, mitad amenaza, advirtió que la luz demoraría. Y Rubio, el mandamás latino de las maquinaciones, está aún más al tanto de los pormenores y a sólo 23 minutos del ataque confirma que los generadores de respaldo también habían fallado. Y sí, por supuesto, “fallaron”.

O el congresista Rubio tiene un talento en tiempo real para la deducción lógica y las inferencias fatídicas. O es un irresponsable que trina por trinar y alarma a una población angustiada, lo que comportaría un sadismo vistoso. O es alguien presto a servirles a los saboteadores furibundos de caja de resonancia en directo. O Rubio sabía de antemano el delito en el que iban a incurrir sus incondicionales.

De pronto, del mismo modo que invitaron a Bayly los amigos que lo creen periodista y que él trata de hacernos creer que son fuentes para comunicarle entre sorbo y sorbo de café que “el sábado vamos a matar a Maduro con drones”, así le notificaron a Rubio que “el jueves vamos a acabar con el sistema eléctrico venezolano”, y él, qué más iba a decir, al igual que Bayly, respondió: “¡Hágale!”. ¡Háganle pa’ esa! Y lo hicieron.

Como lo hicieron los Estados Unidos en Irak y en Libia: destruyeron las plantas y las torres de energía, cortaron el suministro de agua y envenenaron las fuentes naturales que no pudieron romper ni frenar con bombas.

Los Estados Unidos, a través de la USAID, hablaron de una donación de veinte millones de dólares en una ayuda humanitaria que el gobierno venezolano se negó a recibir, no por capricho, sino con fundamentos.

Porque las ayudas de esta entidad socia de la CIA no sirven, lo cual experimentó Bolivia en carne propia con la ayuda alimentaria suministrada a comienzos de los años dos mil, un maíz transgénico no apto para el consumo humano.

Porque son forzadas. Ningún país con un asomo de dignidad pensaría siquiera en aceptarlas. Tampoco es soberbia, sino la rabia que producen montajes mediocres y dañinos contra una población a la que tratan con desprecio, junto al pueril desafío de que las ayudad entran porque entran. Como dice el refrán mexicano, "ni amor obligado, ni zapato ajustado”.

Lo más grave, porque se utilizan como punta de lanza para la invasión de países; son el complemento de la infiltración y el generador de desestabilización que justifica las intervenciones humanitarias, operaciones tan generosas como criminales, acompañadas de miles de marines que multiplican de modo exponencial la crisis sanitaria y el hambre: Somalia, Libia, Iraq, Haití, en fin. Contraindicadas las medicinas y contraproducentes los alimentos; la exposición peligrosa e innecesaria por una limosna.

A los veinte millones se le sumarían los cien mil dólares del Venezuela Aid Live. Pero nadie da razón del producido en el grotesco concierto: ¿Fue a dar a los bolsillos de unos avispados en Cúcuta? No creo. ¿A las faltriqueras de Bosé y su recua de faranduleros? No sé. ¿O se disipó en bombones para la aeronave VSS Unity de Virgin Galatic? ¡Vaya uno a saberlo!.

El Banco de Inglaterra, de otra parte, se niega a devolverle a Venezuela las reservas de oro valoradas en más de 1.500 millones de dólares. Los estadounidenses presionan para que los activos se desvíen hacia el control de Guaidó y le sirvan de sustento para su actividad golpista, y para que la esposa merodee por Washington y se haga la consabida foto junto a Pence y a Trump. Una Tintori añadida (la esposa del jefe preso de Guaidó), o una María Corina en épocas de George W. Bush, antes del desuso al que la relegarían sus colegas de mala causa.

Los Estados Unidos aducen que asfixian el comercio del oro venezolano y bloquean el acceso del país a sus reservas con el pretexto de evitar su malversación por parte de las autoridades legales en acciones de corrupción y mala gestión, y antes de que estas dañen la infraestructura y afecten la ecología del país.

También, porque con tal oro el gobierno legítimo podría agravar la situación de los Derechos Humanos, agrandar la crisis de los refugiados, y, lo que es peor, mejorar la situación humanitaria a la que el país ha sido conducido por los Estados Unidos y sus cómplices, lo que no se menciona, y hacer aún más inútil de lo que ya fue el ingreso de la ayuda envenenada.

Pero eso no es todo. El gobierno estadounidense intensifica las medidas económicas contra Venezuela en todos los ámbitos. Se toma la refinería CITGO y secuestra sus cuentas, para usar sus fondos en el pago de bonos de deuda privilegiados al antojo.

No cesan las sanciones contra PDVSA, que se volverán un búmeran contra el propio mercado estadounidense, contra las refinerías de Texas y Luisiana, y que pondrán a toda la costa del Golfo a escupir el azufre de los petróleos canadienses de malas calidades. Pero providencias que, con el orgullo herido, la soberbia maltrecha y la invasión sin pudores en los espíritus de John, Mike, Elliott y Marco, se adoptan porque se adoptan.

Se congelan las cuentas del Gobierno de Venezuela y del Banco Central de Venezuela abiertas en bancos en los Estados Unidos, y se procede a amenazar a las instituciones financieras de todo el mundo que efectúen operaciones con el gobierno.

Según las estimaciones reveladas a mediados de febrero por Ricardo Menéndez, ministro del Poder Popular de Planificación de Venezuela, las pérdidas directas en producción de bienes y servicios y en actividad petrolera, producto de los embargos financieros impuestos por Estados Unidos, ascienden a 38.000 millones de dólares.

El presidente Maduro, al inicio del año, en entrevista con el periodista Ignacio Ramonet, señaló que las pérdidas del país, sólo en 2018, fueron cercanas a los veinte mil millones de dólares debido a la persecución criminal de los Estados Unidos.

Así que las cantidades que los Estados Unidos anunciaron una vez como aporte son migajas minúsculas. Veinte millones que, en definitiva, serían para el bolsillo de Guaidó, o de Vecchio, o de los dummies, y no para el país. Una cuantía que no cubre lo perdido por Venezuela en las comisiones de una sola operación cambiara, por ejemplo, la de compra de medicamentos, de paso congelada por los estadounidenses. Monedas ofrecidas con bombos y platillos y en momentos cruciales que, por adición, jamás llegan, tal cual es la costumbre con las dádivas oportunistas.

Los valores nulos que no son cero


Están lejos los tiempos en los que Guaidó pregonaba su disposición para “ofrecer amnistía a Maduro”. Terminó este ofreciéndole impunidad a Guaidó, por la elemental razón de que en la cárcel la baraúnda mediática haría de él un preso político, un inmolado en aras de supuesta libertad.

En tanto que afuera de las rejas el autoproclamado no es sino otro cero a la izquierda en la vasta fila de ceros a la izquierda de la derecha venezolana. La tozudez ideológica que no ceja en el empeño de ser una cifra dividida y un valor vacío en la vida política del país.

Guaidó no sumó una presidencia, pero restó un parlamento. Le hicieron creer que tenía un poder ejecutivo entre las manos y él terminó dejando al descubierto el carácter inservible de la Asamblea Nacional tolerada en el desacato, quizás el único espejismo que habría podido ayudarle a pasar el trago amargo de los seis años por venir de Maduro.

No tenía nada y quedó con menos, porque la desvergüenza quita. Eso sí, se las agenció para que ciertos personajes ignominiosos de la región lo fueran aún más y en un apretón de manos.

Sobre sus costillas queda que el gobierno colombiano sobrepasara los límites más extremos del ridículo en los asuntos de política internacional: el presidente Duque y su canciller Holmes Trujillo no superarán con facilidad los niveles de sandez a los que se condujeron “por enguandiosos y atarantados”, diría en antioqueño simple el verdadero presidente colombiano, Álvaro Uribe.

Pero no lo dijo porque en realidad él fue el artífice del yerro garrafal. Fue Uribe quien le originó a Duque y a Trujillo la picazón de hablar por hablar con la misma caradura que él lo hacía en sus tiempos (de pocas semanas atrás) las cosas gratuitas que el paso del tiempo reveló que eran meras tonterías.

Al haber de Guaidó fue a dar el hecho de que al locuaz excapitán Bolsonaro se le entumeciera el discurso militar. Y que a los europeos, ay, a los europeos, tan cerca del Brexit duro y tan lejos del Reino Unido, no les quedara otra que regurgitar con disparates la bobada que habían engullido.

El imprudente Macron se arriesgó un día a leer los acontecimientos venezolanos con las cenizas de tabaco en que había convertido las calles de París. El injerencista embajador de Alemania, declarado persona non grata, hizo maletas y se esfumó con el apagón. Claro, aun en medio de los gestos de guerra sucia en marcha dio el adiós al entrañable autoproclamado.

A Guaidó le quedará de por vida el excepcional lucimiento de haber engañado a los mismos personajes que lo engañaron. Fue un corpóreo presidente ante los presidentes que sabían que no era nadie. Y volverá pronto a lo que sus dotes a máxima potencia le permiten ser: el faro vaporoso de los saboteadores que lo saben de sus filas y se lo tragan como de en carne y hueso.

No será fácil la corrección de tanta estupidez gubernamental y diplomática para los cincuenta y tantos países que en una vez remota lo reconocieron como presidente interino. Lo mejor que les puede suceder es que borren pronto con los codos el pintarrajo que hicieron con las manos.

Empezando por Estados Unidos, que deshaga ese imposible pronto, junto a la turbulenta boludez de Bolton, la pomposidad esperpéntica de Pompeo. Y ¡ábrase el lesivo Abrams!

Es difícil, claro está, moverse de la fantasía exultante a la desesperanza, sin hacer escalas en los acontecimientos ciertos. Medio verídicos, siquiera. Todos se mintieron entre todos, unos a otros se trampearon y manipulan a las huestes desinformadas por los medios embusteros. Es lo que hicieron y siguen haciendo.

El gobierno estadounidense burla al Congreso. Los partidos se pelean por las cosas que tienen en común para aparentar disimilitudes y se avienen en las diferencias porque los afiliados son políticos por negocio y no por política.

Los demócratas tienen predilección por las invasiones y los republicanos prefieren las intervenciones, y porque quizás de veras lo creen y lo justifican con idearios disparatados que vienen del “Destino Manifiesto” al “Gran Garrote”, de la “Doctrina Monroe” a su “Corolario Roosevelt”, de la “Seguridad Nacional” a los bloqueos, tratan de convencernos de que no son las mismas guerras cruentas que propalan y a las que les dan continuidad desde la conquista del Oeste hasta las dos guerras del Golfo Pérsico (que fueron tres); de las guerras bananeras a Libia, de la ocupación y robo de la mitad del territorio de México a la guerra nunca declarada de Vietnam; de Cuba y Siria a Venezuela e Irán. Contra el comunismo, el terrorismo, las drogas, ¡qué importa el subterfugio!

Lo único que unos y otros, republicanos y demócratas, recuerdan de América Latina es su reputación de despensa atiborrada de riquezas para el usufructo. Un pormenor que no la hace distinta a un montón de esquinas en el resto del mundo, pero a la mano. Para completar el tinglado, desde los tiempos de Bolívar hasta los actuales, unos latinos taimados que se pasan de listillos por las ganas de poder, y que juegan con fuego.

Y todos, de Duque a James Story, el gringo disfrazado de encargado de negocios de la Embajada de los Estado Unidos en Venezuela hasta que lo echaron con su parranda de entrometidos, insisten en el cuento de estar del lado correcto de la historia.

Como si en la historia hubiera orillas y no flujos, y como si en ella tuvieran cabida las valoraciones de correcto o incorrecto, cuando no es más que una sucesión de tergiversaciones según el ritmo y el rumbo al que navegue el que la cuenta. Como si la misma historia para unos no fuera las grandes cifras cuya multiplicación da cero y para otros la serie de naderías que al dividirlas son el todo. Pura minería de relatos y simples matemáticas elementales.

https://www.alainet.org/es/articulo/199201

Estados Unidos e Israel se preparan para un ataque coordinado contra Irán

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La situación en Siria se mantiene relativamente estable en el contexto de la continuación de los limitados ataques del Califato Islámico contra las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias) respaldadas por Estados Unidos en la orilla oriental del Éufrates y de las violaciones del alto el fuego en la zona desmilitarizada de Idlib.

En los últimos días, fuentes militares han afirmado repetidamente que el ejército regular sirio, e incluso las fuerzas aeroespaciales rusas, han llevado a cabo ataques contra “objetivos de la oposición” en el norte de Hamah y el sur de Idlib. Aunque la mayoría de estas informaciones son propaganda exagerada, la situación es complicada, de hecho, ya que ambas partes se atacan entre sí de forma más o menos constante.

Al mismo tiempo, el ejército sirio y las tropas rusas lograron un éxito significativo y comenzaron a evacuar finalmente a los civiles del campamento de refugiados de Al-Rukban a través de corredores humanitarios abiertos. Fuentes progubernamentales dicen que cuando todos los civiles sean evacuados, Estados Unidos perderá el pretexto oficial para mantener fuerzas en la carretera Bagdad-Damasco en la región de Al-Tanf. Sin embargo, incluso si eso sucede, no significa que Estados Unidos se retirará voluntariamente de ese área clave en un futuro próximo.

Las FDS han rechazado una serie de ataques del Califato Islámico contra la orilla oriental del Éufrates. El incidente más notable ocurrió cerca de Al-Hissan cuando el grupo eliminó a un terrorista suicida del Califato Islámico.

Mientras tanto, los medios de comunicación militantes especulan con que Teherán va a entregar un nuevo lote de armas y equipos para grupos pro-iraníes a la base aérea T4. Esto se produciría en un contexto de deterioro de las relaciones entre Irán y Estados Unidos.

Irán e Irak han acordado cooperar en el campo de la defensa aérea para hacer frente a los desafíos que enfrenta su espacio aéreo, dijo el 7 de abril el Presidente del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, general de división Mohammad Baqeri, tras reunirse con su homólogo irakí, el general Othman Al-Ghanimi.

Baqeri aseguró que la coordinación tiene como objetivo abordar cualquier amenaza aérea que pueda provenir de las fronteras occidentales de Irán, obviamente refiriéndose a posibles acciones estadounidenses o israelíes.

El 8 de abril la Casa Blanca anunció que catalogaba a la Guardia Revolucionaria Iraní como una “organización terrorista”, acusándoles de financiar y promover el “terrorismo” en la región.

Anteriormente, el asesor del Secretario de Estado, Brian Hook, responsabilizó a Irán de la muerte de al menos 608 militares estadounidenses en Irak durante el período 2003-2011. En respuesta, el Consejo iraní de Seguridad designó al Comando Central de Estados Unidos como una “organización terrorista”.

Estos acontecimientos demuestran que Washington se ha embarcado en una nueva escalada contra Irán. En los próximos meses, Estados Unidos probablemente tomará más medidas diplomáticas, económicas y quizás incluso militares para aumentar la presión sobre el gobierno iraní y limitar su influencia en Oriente Medio. Una campaña ampliada de Estados Unidos e Israel contra presuntos objetivos iraníes en Siria se cita como una de las opciones actualmente en estudio por parte de Estados Unidos.

https://southfront.org/syrian-war-us-and-israel-prepare-for-coordinated-campaign-against-iranian-forces/

10 años de expansión militar del imperialismo en África

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En tiempos de la República, en España se calificaba como “africanistas” a la peor calaña de altos oficiales del ejército. El Continente Negro era un “territorio virgen” en el que cualquier aventurero sin escrúpulos, como Franco, podía trepar rápidamente en el escalafón.

Hay quien cree que eso ha cambió con la descolonización, mientras otros pensamos que nunca se fue y que es ahora cuando se hace más presente. Es ahora cuando el imperialismo ha puesto a África en pie de guerra para justificar su intervención militar.

De ahí que el Africom, el mando militar de Estados Unidos en el Continente, fuera creado en 2008 con el pretexto del terrorismo y el yihadismo que lo atraviesa desde el Océano Atlántico hasta el Índico.

El Africom ha sustituido al cuerpo diplomático de Estados Unidos en África. Un periodista de investigación somalí, Rageh Omaar, publicó un reportaje sobre Africom hace años en Al Jazira, que se titulaba así precisamente: “El nuevo frente de Estados Unidos: ¿diplomáticos o combatientes?”(*).

En efecto, los imperialistas han abierto un frente en África y su contrapartida de que la oposición a la escalada militar también aumenta, incluso en Estados Unidos, especialmente entre los negros.

La coartada exige asegurar, además, que el terrorismo en África es de tal magnitud que los gobiernos locales son débiles y no pueden hacer frente al desafío sin la “ayuda” de Estados Unidos.

Si el terrorismo no existiera en África, alguien debería inventarlo para que el Pentágono pudiera tener allá sus tropas.

Otro de los pretextos para enviar sus tropas a África desata la risa: lo mismo que una ONG, el Pentágono dice que su presencia en el Continente Negro tiene por objeto promover el “desarrollo económico”.

Si el subdesarrollo no existiera en África, habría que inventarlo para que el Pentágano pudiera imponer sus “planes económicos”: el presupuesto militar en África supera los 500.000 millones de dólares.

La tercera pata de la mesa, el impulso de la “democracia”, tampoco podía faltar, de no ser porque, según cifras de Freedom House, es decir, de los propios imperialistas, de los 49 gobiernos catalogados como “dictaduras” que hay en el mundo, Estados Unidos apoya y suministra armas a 36, es decir, que el 73 por ciento de las dictaduras del mundo las sostienen ellos.

(*) https://web.archive.org/web/20120208224958/
https://youtu.be/MYoRiCLX6Tk

No se observan variaciones significativas de las temperaturas desde hace 25 años

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A finales del mes pasado la Global Warming Policy Foundation (GWPF) publicó su informe anual (*) sobre la evolución del clima, y sus conclusiones tienen poco que ver con las que leemos habitualmente.

La GWPF es una organización noruega dirigida por Ole Humlum, de la Universidad de Oslo, y el resumen que publican, a diferencia de otros informes, no hace vaticinios sobre el futuro sino que analiza datos comprobados, que es el pilar mismo de la ciencia.

El informe constata que las mediciones de las temperaturas coinciden cada vez menos según los instrumentos de medición. Las que se toman en la superficie de la Tierra tienen una tendencia creciente a registrar temperaturas más elevadas que las que se toman por satélite.

No obstante, después de los picos altos causados por la fuerte oscilación de El Niño de 2015 a 2016, Humlum asegura que la temperatura media mundial vuelve a los niveles de la llamada “pausa” iniciada con el cambio de siglo, es decir, una estabilización de la temperatura.

Esa “pausa” no sólo se observa en la superficie de la Tierra sino también en todas las altitudes de la atmósfera, incluida la estratosfera, según el informe, con la diferencia de que ahí la “pausa” comenzó en 1995, antes que en la superficie, lo cual significa lo siguiente: en la estratosfera la temperatura no ha cambiado desde hace al menos 25 años.

En los océanos, por encima de los 1.900 metros de profundidad, las temperaturas han subido ligeramente, siendo mayor en los 120 primeros metros desde la superficie.

Sin embargo, en el Atlántico norte se ha producido un enfriamiento de las aguas.

Las mediciones de la subida del nivel de las aguas tampoco coinciden. Los marégrafos indican una subida de 1 a 1,5 milímetros anuales, mientras que los satélites miden una subida de 3,2 milímetros, es decir, más del doble.

Desde 1979, la superficie de hielo se contrae en el Ártico y se extiende en el Antártico, con oscilaciones periódicas en ambos lugares de unos 4 ó 5 años. En la actualidad la banquisa de hielo ha comenzado a aumentar en ambos hemisferios. Aunque hay excepciones locales y temporales, desde 1972 la extensión de la cobertura de hielo en el Ártico es constante.

No se observa ningún cambio importante en los fenómenos meteorológicos extremos, como los ciclones o huracanes.

Los valores de energía ciclónica acumulados por las tormentas tropicales y huracanes acumulados desde 1970 no cambian significativamente de un año a otro y no hay signos de que vayan a cambiar, ni en un sentido ni en otro.

Lo mismo se puede decir de los huracanes de Estados Unidos, para los cuales hay mediciones desde 1851.

(*) https://www.thegwpf.org/content/uploads/2019/04/StateofClimate2018.pdf



Los pescadores de la costa sur del Pacífico llaman “El Niño” a una gigantesca corriente de agua caliente que sube por las costas de Perú y Ecuador, alterando el clima del otro lado del Pacífico, e incluso de todo el mundo. Es un fenómeno oscilatorio que ocurre en Navidad cada 7 años aproximadamente y que, además, tiene su contradicción en un fenómeno meteorológico opuesto, llamado “La Niña”.

Los kurdos de las FDS firman un acuerdo estratégico con el gobierno sirio

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Esta semana el gobierno sirio ha conseguido transportar el petróleo extraído del yacimiento de Al-Omar, en el este de Deir Ezzor, según informa Al-Masdar. Se trata de una gran victoria en la medida en que Estados Unidos, que controla la zona petrolera a través de las FDS, intenta bloquear cualquier forma de extracción y transporte de petróleo sirio, en el contexto de las sanciones impuestas, no sólo a Siria, sino también a las empresas rusas e iraníes que operan en el sector.

Se acaba de abrir, pues, otra brecha en el bloqueo que Estados Unidos ha emprendido contra Siria. Es la segunda vez en los últimos meses que Siria ha conseguido transportar una carga importante de petróleo desde las zonas controladas por las FDS en el este de Siria, una región que alberga el 60 por ciento de los pozos petrolíferos de Siria en las provincias de Homs, Raqqqa y especialmente Deir Ezzor.

El acuerdo con las FDS ayuda a eludir el bloqueo impuesto por el ejército de ocupación estadounidense a la exportación de petróleo por mar y permite a Damasco suministrar petróleo al oeste sirio.

Desde el comienzo de la guerra contra Siria, Estados Unidos ha desplegado a sus agentes, principalmente en las regiones de petróleo y gas de Siria. Las sanciones contra el gobierno de Damasco se dirigen prioritariamente al sector energético, siguiendo la reciente doctrina del Secretario de Estado: para frenar la superproducción, no se debe reducir la oferta mundial mediante cuotas de producción distribuidas por países, sino cerrando el mercado a ciertos exportadores importantes, entre los que se incluyen, por supuesto, Venezuela, Irán y Siria, cuyas enormes reservas han sido descubiertas recientemente en Deir Ezzor y todavía no se han explotado.

De ahí, el énfasis puesto por Estados Unidos en mantener su presencia militar en Al-Tanf, situado en el triángulo fronterizo sirio-jordano-irakí, conocido por sus depósitos aún no explotados.

El año pasado la producción siria de petróleo en fue de apenas 24.000 barriles diarios, pero el país necesita 136.000 para cubrir su demanda interna, según el ministro sirio de petróleo Ali Ghanem. Los yacimientos de la región central producían 16 millones de metros cúbicos de gas al día, utilizados principalmente en centrales eléctricas para garantizar el suministro.

La guerra de Estados Unidos contra Siria se centró en el sector energético, donde 118 trabajadores fueron asesinados por terroristas y otros 106 han desaparecido.

La adquisición de Deir Ezzor de las fuerzas de ocupación estadounidenses es una prioridad para que Siria pueda recuperar su plena capacidad de producción. El acuerdo con las FDS es obviamente la mejor manera de avanzar, de lo contrario el ejército sirio y sus aliados tendrían que tratar directamente con el ocupante. El petróleo de Deir Ezzor puede convertir a Siria en un país exportador y cambiar los términos de la reconstrucción futura de un país devastado por la guerra.

Al llegar a un acuerdo con los kurdos, el gobierno de Damasco acaba de abrir una brecha en los planes estadounidenses de saqueo de petróleo. El acuerdo convierte a los kurdos en protagonistas importantes de los proyectos de reconstrucción.

Estados Unidos intentó apoderarse de las bases navales de Crimea durante el golpe de Estado en Ucrania

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Valentin Vasilescu

Hasta ahora, la prensa se ha mostrado reacia a establecer una correlación entre los acontecimientos de Kiev y Crimea, que tuvieron lugar durante e inmediatamente después de Euromaidan [en 2014], por un lado, y los movimientos de tropas del Pentágono, por otro. Si lo hubiera hecho, la opinión pública habría comprendido por qué el pueblo de Crimea rompió sus relaciones con los gobernantes de Euromaidan que los habían traicionado.

El 13 de febrero de 2014, un grupo de aviones americanos (CSG-2), formado alrededor de un portaaviones con 90 aviones a bordo (97.000 toneladas de desplazamiento), abandonó la Base Naval de Norfolk con un destino desconocido. El grupo estaba formado por 16 buques de guerra, incluidos tres submarinos de ataque nuclear. Previamente el Truxtun, el Donald Cook y el Taylor habían llevado a cabo extensas misiones de reconocimiento en Crimea, con el pretexto de realizar ejercicios conjuntos con marineros búlgaros y rumanos en el Mar Negro.

Citando fuentes del Ministerio de Defensa de Ankara, [el periódico turco] Hürriyet dijo que antes de la partida del CSG-2, el Pentágono instó a Turquía (su aliado de la OTAN), a través de canales secretos, a permitir que el grupo aéreo naval estadounidense CSG-2 entrara en el Mar Negro.

En violación de la Convención de Montreux (1936), que no permite el cruce de los estrechos del Bósforo y Dardanelos con buques militares con una capacidad superior a 45.000 toneladas, Turquía aprobó la entrada.

El 18 de febrero el Presidente ucraniano Yanukovich fue engañado por los representantes de la Unión Europea y Estados Unidos, es decir, los que habían organizado Euromaidan en Kiev. El 22 de febrero Yanukovich abandonó Ucrania y las organizaciones fascistas Svoboda y Sector Derecho tomaro el poder.

El 22 de febrero, cuando Yanukovich ya no estaba en el poder en Ucrania, el CSG-2 estaba en el Mediterráneo. Según la información del ejército ruso, el grupo de aviación naval de Estados Unidos tenía la tarea de sustituir a los buques de la flota rusa del Mar Negro en las bases navales de Crimea.

Entonces Rusia comprendió que esa era la razón principal por la que Estados Unidos había invertido 5.000 millones de dólares para el éxito de Euromaidan. Y Vladimir Putin decidió actuar. Esa decisión salvó la vida de muchos ciudadanos de Crimea que habrían sufrido la misma suerte que los 42 ucranianos quemados vivos o arrojados desde el tercer piso de un edificio en Odessa por los fascistas de Euromaidan.

El 28 de febrero, bajo la presión de decenas de miles de manifestantes pro-rusos ante el Parlamento de la República Autónoma de Crimea, Putin reemplazó a Anatoly Mohyliov, Gobernador de Crimea, por Sergey Aksyonov. En muy poco tiempo, las fuerzas terrestres, navales y aéreas ucranianas de Crimea se vieron obligadas a rendirse sin luchar contra los “hombrecitos verdes”, las tropas de Putin.

La exactitud y la rapidez con la que actuaron el ejército ruso y los ciudadanos de Crimea impidieron que los estadounidenses llegaran a tiempo al Mar Negro. Como resultado, por orden del Pentágono, el grupo americano de aviación naval CSG-2 fue redirigido al puerto de Pieru en el Mar Egeo, donde hasta el 5 de marzo esperó el curso de los acontecimientos.

El 6 de marzo el Parlamento de la República Autónoma de Crimea votó a favor de la separación de Ucrania y decidió celebrar un referéndum sobre la unión con Rusia el 16 de marzo. El mismo día, el grupo CSG-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos recibió la orden de abandonar el puerto del Pireo para dirigirse a Antaya, Turquía.

Eso significaba reconocer que los estadounidenses habían perdido la batalla.

Venezuela es víctima de una guerra electromagnética de última generación

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Los ataques informáticos no son suficientes para explicar los repetidos sabotajes a la red eléctrica venezolana, sobre todo teniendo en cuenta la llegada de expertos de los ejércitos ruso y chino que los están analizando y, hasta la fecha, no han sido capaces de impedir que se reproduzcan.

La destrucción es consecuencia del empleo del nuevo armamento electromagnético por parte del ejército de Estados Unidos, como ha denunciado Maduro (1).

El ejército de Estados Unidos descubrió las armas electromagnéticas a finales de la década de los cuarenta, cuando explotaron una bomba atómica a gran altura (2). En la URSS las primeras investigaciones sobre este nuevo tipo de armas las llevó a cabo el físico Andrei Sajarov, premiado luego por la Unión Europea por su “pacifismo”.

El fenómeno físico conocido como EMP o “pulso electromagnético” se basa en un principio muy conocido: un campo magnético causa una corriente eléctrica en los cuerpos conductores que atraviesa. Si son importantes, pueden interrumpir o incluso destruir todos los sistemas electrónicos en un radio de varios kilómetros.

Los científicos a sueldo del Pentágono se pusieron a desarrollar un arma destinada a sustituir a las bombas atómicas y por eso al principio se comenzaron a llamar “bombas electrónicas” o bombas HPM (High Power Microwave).

En la jerga militar las llaman “barril de cerveza” (beer cans) y la califican como “un arma limpia de destrucción masiva” porque son inocuas para los seres humanos (o eso dicen, al menos).

Para generar un campo magnético, las nuevas armas no utilizan explosivos sino un generador de microondas de alta potencia, un descubrimiento que se obtuvo al observar que los aparatos electrónicos no funcionan cerca de un radar potente.

Un “barril de cerveza” tiene una potencia de 10.000 megawatios y es capaz de destruir cualquier central eléctrica o nuclear. Los más conspiranoicos aseguran que fue uno de esos barriles el que destruyó en 2001 la fábrica AZF de Toulouse, la mayor catástrofe industrial que ha conocido Francia, con 31 trabajadores muertos y 12.000 heridos.

Si se detienen un momento a reflexionar se darán cuenta de que la explosión coincide en el tiempo con las voladuras, más famosas, de las Torres Gemelas de Nueva York. Ambas tienen común una retahíla de hipótesis y literatura, a cada cual más rocambolesca para los que gustan de ese tipo de acontecimientos.

Los ejército más avanzados del mundo protegen sus equipos e intalaciones con una especie de “jaula de Faraday” para evitar su destrucción, lo que no ocurre con instalaciones civiles, como las saboteadas en Venezuela.

El ejército estadounidense ya utilizó bombas electromagnéticas en 2003 para destruir las instalaciones subterráneas de Saddam Hussein durante la Operación Tormenta del Desierto.

Las bombas electromagnéticas tienen como objetivo cualquier sistema electrónico, de telecomunicaciones, transportes ferroviarios, aviones, tanques...

(1)
http://albaciudad.org/2019/04/maduro-en-venezuela-se-ensayan-nuevas-armas-ciberneticas-y-electromagneticas-para-lograr-un-cambio-de-regimen/
(2) Carlo Koop, The electromagnetic bomb: a weapon of electronic mass destruction, http://ausairpower.net/ASPC-E-Bomb-Mirror.html

El Presidente de Ecuador ha vendido a Assange a Estados Unidos a cambio de 4.200 millones de dólares

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Lenin Moreno, Presidente ecuatoriano
El Presidente de Ecuador, Lenin Moreno, ha vendido a Julian Assange a Estados Unidos a cambio de un préstamo de 4.200 millones de dólares del FMI (Fondo Monetario Internacional), ha manifestado Rafael Correa, su antecesor en el cargo entre 2007 y 2017.

Tras su elección en 2017, Moreno renovó las relaciones con el FMI, con el que su predecesor, Correa, había roto.

WikiLeaks ha publicado documentos sobre la relación de Moreno con INA Papers, una empresa en quiebra, de la que fue vicepresidente.

Ecuador ha obtenido 10.200 millones de dólares en créditos de organizaciones internacionales, principalmente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.

Correa dijo que había pruebas del negocio y que Moreno había prometido entregar a Assange en una reunión en 2017 con Paul Manafort, antiguo director de campaña de Trump.

Correa también ha denunciado las visitas del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, a Ecuador.

Ademaś de entregar a Assange, Moreno se ha comprometido con Estados Unidos a aislar a Venezuela y dejar impune a la petrolera Chevron, que había destruido la mitad de la selva amazónica.

El mes pasado, el FMI anunció la aprobación de un préstamo de 4.200 millones de dólares a Ecuador. Ya se ha efectuado el primer pago de 652 millones de dólares.

La venta de Assange, que tiene nacionalidad ecuatoriana, es contraria al derecho internacional, que no admite la extradicción de los nacionales a otro país, sino que deben juzgar los propios tribunales.

Moreno también persigue a Correa, que se encuentra refugiado actualmente en Bélgica.

De hijos bastados a hijos pródigos

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Darío Herchhoren

Al final de la vida de Francisco Franco, se produjo en España un espectáculo único en el mundo. Los viejos franquistas se convirtieron en unos demócratas de toda la vida, y con ello demostraron tener una capacidad de supervivencia muy parecida al de las cucarachas, que parece que son los únicos insectos capaces de sobrevivir a una explosión atómica.

Es así como un viejo fascista como Manuel Fraga, funda el partido Alianza Popular, transformado luego en Partido Popular, o como lollamamos nosotros, partido podrido, con sus iniciales igualmente PP.

Como en una gran cloaca, todos los arroyos confluyen en uno mayor, que es el PP. Todo el facherío albergó a la vieja derecha española, con la bendición de cardenales y obispos en el PP. Falangistas, requetés, carlistas, arrimaron a esa magna obra, y es así como el PP, amamanta a sus hijos: y es así como la prensa adicta como el ABC, La Razón, El Mundo, Intereconomía y demás portavoces de la derecha política fraguaron la especie de que gracias al PP, no había en España partidos fascistas (no se animaban a llamar así a sus amigos, sino que hablaban de "extrema derecha").

Obviamente era una falsedad. Dentro del PP, se cocinaba una escisión que eclosionó pariendo primero a Ciudadanos que se integró rápidamente con elementos de nuevos cuadros de la vieja derecha falangista, más jóvenes, todos gente de orden, y luego rompió el cascarón del huevo de la vieja serpiente y apareció Vox, como otro hijo bastardo del PP, que comenzó a acusar a su padre de ser la "derechita culposa, cobarde y timorata". Cuando el "padre" intenta corregir a sus "hijos" estos ya han ganado suficiente impulso, y se han hecho imparables.

El PP, es acusado por el Juez de la Audiencia Nacional José de la Mata de no ser un partido político, sino de constituir una "asociación para delinquir" (sic). Ya hace algunos años, uno de los personajes más enfangados del PP, antiguo alcalde de Benidorm, luego presidente de la Comunidad Valenciana, y ungido ministro del interior del gobierno del PP, me refiero a Eduardo Zaplana, llegó a decir que él estaba en política para forrarse. Luego explicó que lo dijo en broma. Pero no era en broma. Zaplana ha estado en prisión porque realmente se forró robando desde su posición de alto funcionario público.

¿Qué hizo el PP entonces? Intentó minimizar el daño que le ocasionaban sus hijos bastardos, criticándolos, pero al final los aceptó como a los hijos pródigos que vuelven a la casa del padre. El PP se convirtió en la casa común de la derecha española. Una derecha dura, católica, fascista.

A día de hoy, el padre, recibe a sus hijos pródigos, y trata de que aniden dentro del viejo tronco apolillado, donde un día nacieron del huevo de la serpiente paterna. Quien marca el ritmo y el tono de esa derecha antigua, fascista, católica, es el mas joven de los hijos. Se trata de Vox, que se ha unido al resto de la familia y gobierna en Andalucía.

Pero por qué pasa esto. Simplemente porque en España no hay una izquierda arraigada en la clase obrera, y lo que genéricamente se llama "izquierda" está sin rumbo y nadie está en el timón. Lamentable.

Ejércitos privados, mercenarios legales

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Marcelo Colussi

Con el surgimiento del mundo moderno que trae el capitalismo y el afianzamiento de los Estados nacionales, la defensa de la soberanía, o las guerras de conquista, cada vez más fueron confiándose a ejércitos regulares bien entrenados, profesionalizados y crecientemente especializados. De tal forma, los mercenarios figura histórica, legendaria, que existió desde la antigüedad en todos los contextos (psicópatas hubo siempre) fueron desapareciendo. La sistematización de los ejércitos modernos inspirados en el modelo prusiano decimonónico terminó definitivamente con los combatientes mercenarios (no así con los psicópatas). Pero el neoliberalismo de fines del siglo XX los trajo nuevamente.

Desde la última década del pasado siglo, la proliferación de estas empresas militares privadas, habitualmente conocidas como contratistas, ha tenido un aumento exponencial. Si bien muchas potencias las poseen, es en Estados Unidos donde se registra el mayor crecimiento. Entre otras pueden mencionarse: Academi (la más grande del mundo, anteriormente llamada Blackwater nombre que debió cambiar por cuestiones de imagen al haber sido denunciada por tremendos excesos en las operaciones en que participó, Una prolongación patriótica de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, según dijera uno de sus fundadores), DynCorp, Aegis Defense Services, G4S, CACI, Titan Corp, Triple Canopy, Unity Resources Group, Defion International. La gran mayoría de ellas son de origenestadounidense, pero el fenómeno se expandió por todo el mundo. Incluso Rusia, retornando al sistema capitalista, también presenta estos contratistas.

Varios son los motivos que explican este impresionante crecimiento: por un lado, el fabuloso negocio que representan. En la actualidad estos ejércitos privados mueven más de 100.000 millones de dólares al año. Como dice el epígrafe de Scahill: La guerra es un negocio y el negocio ha ido muy bien.

Las guerras de Irak y Afganistán, formalmente desplegadas por coaliciones multinacionales, pero en verdad lideradas por las fuerzas armadas de Estados Unidos, marcaron el uso abierto de ejércitos privados (mercenarios), pagados con dineros federales por Washington. Para inicios del 2008 había en Irak más contratistas privados (se calculan 190.000) que tropas regulares del ejército. Según un informe del Congreso de ese país, en la guerra del Golfo Pérsico se pagaron 85.000 millones de dólares en el período 2003-2007, lo cual representa el 20% de todo lo desembolsado por Estados Unidos en esa contienda.

Otro gran motivo que fundamenta este crecimiento es de orden político: resentida aún del síndrome de Vietnam (con alrededor de 60.000 muertos), la clase dirigente estadounidense y su administración federal prefieren ocultar el número de bajas en sus aventuras bélicas. Los contratistas, al no ser soldados regulares de sus fuerzas armadas, pasan más desapercibidos para lo opinión pública.

Existe otro motivo más, no muy explícito, pero de gran peso: los mercenarios, por no ser miembros de una fuerza regular sino personal independiente, no están sujetos a regulaciones internacionales que norman las guerras, como las Convenciones de Ginebra. Si bien Estados Unidos firmó esos tratados, no los ratificó, por lo que no se somete a ellos. De esa cuenta, los ejércitos privados están en un cierto limbo legal, lo cual les excluye del Derecho Internacional. Así, las tropelías y excesos que puedan cometer (y que de hecho cometen) quedan relativamente fuera de toda normativa. Ejemplos al respecto hay numerosos. La tristemente célebre empresa Blackwater, ahora rebautizada Academi para borrar su anterior mala imagen, está asociada a los peores crímenes de guerra, pero pese a ello, el gobierno federal de Estados Unidos sigue asignándole millonarios contratos. La corrupción y la impunidad, como se ve, no son patrimonio de los atrasados países del Sur. (A título complementario: Donald Trump insiste enfermizamente en la construcción del muro en la frontera con México ¡porque está ligado a empresas constructoras!).

Las empresas contratistas militares se especializan en todo tipo de servicio que tenga que ver con una avanzada bélica; se encargan de aspectos logísticos y aprovisionamiento de la tropa, de telecomunicaciones, tareas de enlace, vigilancia, adiestramiento de combatientes y, por supuesto, de combate abierto (las torturas o acciones oscuras no se declaran, pero también las hacen, como fue el caso de la famosa cárcel de Abu Ghraib, en Irak, o las operaciones encubiertas para provocar a Venezuela realizadas desde territorio colombiano, donde participan paramilitares de difusa procedencia). En lo tocante a lucha frontal, la experiencia de numerosas intervenciones en distintos puntos del globo muestra que efectivamente tienen una gran capacidad operativa, pues actúan
al lado de las fuerzas regulares, en muchos casos con vehículos blindados, helicópteros artillados y armamento de asalto de alta tecnología.

El personal que contratan está dado, en general, por ex miembros de ejércitos con alta capacitación y experiencia de combate; muchas veces son comandos especializados, soldados de élite (a tal punto, que muchos cuerpos de estas unidades regulares de lujo se han visto afectados, dado que sus integrantes prefieren la paga de una empresa privada a la recibida en su puesto estatal). Un mercenario en algunas de estas contratistas puede llegar a cobrar 1.000 dólares diarios. El negocio de la muerte paga bien, sin dudas. ¡Eso es el capitalismo!

Dentro de las fronteras estadounidenses, después de la fiebre paranoica desatada con la caída de las Torres Gemelas en el 2001, proliferaron estas empresas privadas ofreciendo seguridad. De ahí que hoy es común ver a contratistas custodiando puertos, aeropuertos, cárceles y centrales nucleares. Salvando las distancias, sucede lo mismo que en un pobre paisucho atrasado como Guatemala; allí, ante la proliferación fabulosa de agencias de seguridad privada (¡que no pagan 1.000 dólares diarios a sus agentes contratados!), es aleccionador lo dicho por un ex pandillero: “No soy sociólogo ni politólogo, pero me doy cuenta que hay una relación entre un chavo marero al que le dan la orden de cobrarle extorsión a todas las tiendas de una comunidad y el diputado que tiene una agencia de seguridad, y al día siguiente está ofreciendo sus servicios”.

El negocio de la guerra, o si se quiere, el negocio de la violencia que se alimenta del miedo de la gente da muy buenas ganancias. Palabras altisonantes como libertad, democracia, derechos humanos y otras preciosuras por el estilo, quedan perforadas por los disparos. Donde hay balas sobran las palabras, rezaba una pinta callejera en algún arrabal latinoamericano. Lamentablemente, es cierto.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=253282

La Unión Europea se ha convertido en el principal socio comercial de China

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La Unión Europea se ha convertido en el principal socio comercial de China, que es el segundo socio comercial del bloque después de Estados Unidos.

El comercio bilateral alcanzó un nuevo pico el año pasado, con un volumen total que superó los 680.000 millones de dólares, un aumento de más del 10 por ciento con respecto al año anterior.

Durante el mismo período, la inversión de la Unión Europea en China superó los 10.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de casi el 26 por ciento. La inversión directa de China en la Unión Europea ascendió a unos 8.000 millones de dólares, lo que representa un aumento de más del 7 por ciento.

La Unión Europea es una de las principales fuentes de inversión extranjera de China, así como su segundo mayor destino de inversión. Según la Comisión Europea, el comercio entre ambas partes asciende a una media de 1.000 millones de euros al día. Las principales importaciones del bloque desde China son bienes industriales y de consumo, maquinaria y equipo, y ropa. China importa más maquinaria y equipos, vehículos de motor, aviones y productos químicos de la Unión Europea.

China y la Unión Europea están discutiendo actualmente un acuerdo de inversión. El objetivo es proporcionar a los inversores de ambas partes un acceso previsible y a largo plazo a los mercados de la otra parte y proteger sus inversiones.

El Presidente chino Xi Jinping realizó este año sus primeras visitas al extranjero a Italia, Mónaco y Francia y, durante su viaje, instó a ambas partes a acelerar las negociaciones con este fin.

A la Inquisición no le gustan los informadores como Assange

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Richard H. Black

Como oficial del ejército me entrenaron para observar estrictamente los protocolos de seguridad. Así que cuando oí hablar por primera vez de WikiLeaks y Julian Assange, fui instintivamente crítico. Pero al leer los documentos que publicó, vi cómo Julian daba a la gente una visión clara del funcionamiento interno de su propio gobierno.

Un gobierno “popular” no puede florecer bajo el sofocante velo del secreto. Y a menudo el secreto no es para protegernos de nuestros enemigos en el extranjero, sino engañarnos sobre las oscuras maquinaciones de nuestro propio gobierno.

Los secretos más importantes son los que se utilizan para ocultar las medidas tomadas para establecer los motivos de futuras guerras, conflictos injustificados que parecen surgir de una interminable línea de montaje. No hay zonas de vuelo, bombardeos, sanciones, banderas falsas, bloqueos, mercenarios, terroristas sedientos de sangre, todos ellos se han convertido en algo común. Las sanciones desestabilizan a los países objetivo a través del hambre y el sufrimiento. Aterrorizamos y sembramos partes del cuerpo humano en las calles como tarjetas de visita. Los cambios de régimen son un juego; los golpes de Estado y los asesinatos son prácticas cotidianas.

Antes de Assange, aquellos que no jugaban el juego y detectaron patrones de profunda mala conducta pública eran etiquetados como teóricos de la conspiración” o algo peor. Pero con el advenimiento de WikiLeaks, los documentos originales e indiscutibles han demostrado la verdad de nuestros argumentos y han revelado la verdad a los ciudadanos de todo el mundo.

La elección de Trump envió ondas de choque violentas al estado profundo. Se había advertido a la gente que no debían elegir a esta persona, pero ignoraron las instrucciones. Esto no debería ocurrir - y no se debería repetir de nuevo. La gente ha demostrado que los principales medios de comunicación han perdido el control del debate nacional. La información secreta fue revelada y compartida. Generaciones de censura se han derrumbado bajo la avalancha de comunicaciones sin censura entre familiares, amigos y grupos de interés. Los medios sociales -un nuevo y aterrador paradigma- han desafiado el control de la élite sobre las palancas del poder. Tras la inesperada elección de Trump, la restauración de los obstáculos a la libertad de expresión y comunicación se convirtió en un imperativo mundial.

Hoy en día, estamos siendo testigos de esfuerzos intensos y coordinados para reimponer un control efectivo de la información en Estados Unidos y en todo el mundo. Facebook, Twitter, Google, YouTube, PayPal y otros titanes de la alta tecnología contratan rápidamente censores y adoptan políticas restrictivas que impiden que las voces controvertidas lleguen a una audiencia global. El Gran Hermano ha vuelto.

Julian Assange y WikiLeaks se encuentran entre los principales objetivos de los censores. Han interrumpido la censura de los principales medios de comunicación. El asesinato de Assange no está excluido. Sí, es tan importante como eso.

Sé que Julian Assange es polémico, pero me alegraría que una nación valiente le concediera asilo permanente. Que siga dando a los ciudadanos una visión honesta del funcionamiento interno de su gobierno. Esta parece ser nuestra mejor esperanza de paz.

https://www.antiwar.com/blog/2018/07/31/why-the-censors-hate-assange/


Richard H. Black es coronel retirado del ejército de Estados Unidos y senador por el Partido Repúblicano

La Iglesia Católica ha pedido perdón por la intervención de sus sacerdotes en el genocidio de Ruanda

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En 2016 la Iglesia Católica de Ruanda pidió disculpas el domingo por el papel de la Iglesia en el genocidio de 1994, diciendo que lamentaba las acciones de aquellos que participaron en las masacres.

“Nos disculpamos por todos los errores que cometió la iglesia. Pedimos disculpas en nombre de todos los cristianos por todas las formas de errores que cometimos. Lamentamos que los miembros de la iglesia violaran [su] juramento de lealtad a los mandamientos de Dios”, dijo la declaración de la Conferencia de Obispos Católicos, que fue leída en las parroquias de todo el país.

En la declaración se reconocía que los miembros de la Iglesia planificaron, ayudaron y llevaron a cabo el genocidio, en el que más de 800.000 personas de etnia tutsis y hutus moderados fueron asesinados por extremistas hutus.

En los años transcurridos desde el genocidio [de 1995] -que fue desencadenado por un polémico accidente de avión que mató al presidente, Juvenal Habyarimana, un hutu- la Iglesia local se resistió a los esfuerzos del gobierno y de grupos de supervivientes para reconocer la complicidad de la Iglesia en los asesinatos en masa, diciendo que los miembros de la iglesia que cometieron los crímenes actuaron de manera individual.

Muchas de las víctimas murieron a manos de sacerdotes, clérigos y monjas, según algunos relatos de supervivientes, y el gobierno ruandés dijo que muchos murieron en las iglesias donde buscaron refugio.

La declaración de los obispos es vista como un desarrollo positivo en los esfuerzos de reconciliación de Ruanda. “Perdónanos por el crimen de odio en el país hasta el punto de odiar también a nuestros colegas por su etnia. No demostramos que somos una familia, sino que nos matamos unos a otros”, dice la declaración.

El Obispo Phillipe Rukamba, portavoz de la Iglesia Católica de Ruanda, dijo que la declaración fue programada para que coincidiera con el final formal del domingo del año santo de misericordia declarado por el Papa Francisco para alentar una mayor reconciliación y perdón en su iglesia y en el mundo.

Tom Ndahiro, un investigador ruandés sobre el genocidio, dijo que esperaba que la declaración de la iglesia fomentara la unidad entre los ruandeses. “También me alegra saber que en su declaración, los obispos se disculpan por no haber podido evitar el genocidio”, dijo.

https://www.theguardian.com/world/2016/nov/21/rwanda-genocide-catholic-church-sorry-for-role-of-priests-and-nuns-in-killings

Más información:

- Un nuevo libro documenta el papel del imperialismo francés en el genocidio de Ruanda
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