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Channel: La lucha es el único camino
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¿Ha perdido la Casa Blanca el control sobre los militares del Pentágono?

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Ayer dos F-16 y dos A-10 de la fuerza aérea de Estados Unidos bombardearon la ciudad siria de Deir-Ezzor, donde el ejército regular sirio combatía a las milicias del Califato Islámico, asesinado a unos 80 soldados e hiriendo a otros 120.

Estados Unidos ha dejado claro que su enemigo no es el Califato Islámico sino el ejército regular sirio. Se trata, además, de una advertencia muy clara a Rusia, que no sale de asombro por la desfachatez que demuestran en Washington. Delante de sus narices, desde el primer minuto, los yihadistas están aprovechando la tregua para agruparse y reamarse.

No es ningún error, como dice el Pentágono en su comunicado con falsas excusas. Las aeronaves no tenían ningún motivo para sobrevolar la zona, y menos en pleno alto del fuego. Pero los imperialistas firman todo y no cumplen nada. Para ellos el cese el fuego y los acuerdos firmados son papel mojado. Los rusos jamás van a conseguir ninguno sus objetivos llevando a Estados Unidos a sentarse en una mesa de reuniones.

Como ya nadie escucha la voz de los realmente afectados, los sirios, han tenido que ser sus valedores, los rusos, quienes exijan la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU que, justamente, el día anterior había desconvocado su reunión por la falta de acuerdo entre estadounidenses y rusos.

La delegación rusa en la ONU exige que Estados Unidos difunda el acuerdo firmado entre Kerry y Lavrov para demostrar “urbi et orbi” quiénes son los que están incumpliendo de manera descarada el acuerdo. ¡Como si cupiera algún tipo de dudas al respecto!

Unas horas antes de que se conociera el bombardeo de Deir Ezzor, DebkaFiles, es decir, el servicio de inteligencia israelí, publicaba una información que ofrece otro punto de vista diferente sobre este mismo asunto y que cabe calificar de premonitorio. Según los israelíes, el secretario de Defensa, Aston Carter, y el Pentágono ni aceptan ni reconocen los acuerdos firmados por Kerry, pasando por encima del mismísimo Obama.

Para justificar su rechazo, Carter se apoya en una ley votada en el Conreso que prohibe cualquier clase de cooperación militar con Rusia tras las anexión de Crimea en 2014 y la guerra en Ucrania.

Si eso es cierto, la Casa Blanca ha perdido el control, pero no ya de la Guerra de Siria, sino de su propia cocina. Se trataría de un verdadero amotinamiento de los militares estadounidenses, que habrían empezado a actuar por su cuenta y riesgo.

Que Obama es un verdadero pelele, ha sido evidente desde el primer día de su mandato, por lo que no es de extrañar que el Pentágono pase olímpicamente de él. También es preferible pensar eso y no que el bombardeo sobre Deir Ezzor es una provocación militar indirecta contra Rusia. Es demasiado pronto para que empiecen los escalofríos.

43 años después del golpe de Estado que derrocó a Allende en Chile

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Salvador Allende
Ejército de Liberación Nacional

Un 11 de septiembre, de 1973, fue asesinado por fuerzas norteamericanas y la oligarquía de su país, el electo presidente de Chile, Salvador Allende. Con su muerte dijimos, una vez más y en aquel entonces, que las vías legales para acceder al poder estaban cerradas para el pueblo.

El Secretario de Estado de los EEUU, Henry Kissinger, lo dijo sin rodeos, no se puede dejar prosperar cambios socialistas, así sea por medios pacíficos, porque sería un mal ejemplo mundial, que pronto seguirían en otros países, como Italia. De esta manera justificó la intervención de los EEUU, para derrocar al primer presidente socialista de Chile.

Hoy los EEUU siguen haciendo lo mismo, al buscar revertir los cambios democráticos y soberanos instaurados por diversos gobiernos progresistas y revolucionarios del continente. Otra vez, no resisten cambios que lesiones sus intereses, así hayan sido logrados por medios legales y pacíficos.

El dilema de cambio al interior de cada país sigue siendo idéntico al de hace 43 años. Si las fuerzas políticas mayoritarias optan por un camino de cambio favorable al pueblo y la nación, ¿las Fuerzas Armadas lo respetan, o, lo agreden como hizo Pinochet y los militares chilenos?

Hay un sector de unas Fuerzas Armadas nacionales que sí respetan las decisiones mayoritarias de la sociedad a la que sirven; que se encuentra en pugna con el camino de los militares entrenados en las escuelas de contrainsurgencia de los EEUU.

Cada camino tiene un doctrina y una geopolítica que lo alumbran. Los del camino pro estadounidense siguen viendo al pueblo como el enemigo interno a atacar, mientras los otros lo ven como el soberano a quien sirven.

La geopolítica que guía al camino soberanista y democratizador, se basa en dejar de considerar a estos pueblos, como vasallos de la potencia imperial; mientras los seguidores de Washington siguen inscritos en los planes de guerra global de la OTAN.

Los retos de hoy son los mismos, que en Chile del 73: ¿Son viables los caminos legales para que el pueblo tome el poder? ¿Las Fuerzas Armadas están para servir al pueblo o para subordinarse ante la potencia imperialista?

Las respuestas las pueden dar las elites dominantes de los EEUU y del régimen colombiano; pero es la sociedad quien decide el destino del país.

Fuente: http://www.eln-voces.com/index.php/voces-del-eln/militancia/777-43-anos-despues-del-golpe-de-estado-en-chile

Cuando los imperialistas pagaban el precio de la carne de cañón construyendo mezquitas

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Mezquita de Wilmersdorf, en Berlín
En los primeros años del pasado siglo los dominios coloniales de los imperialistas eran tan remotos que nunca se habían preocupado por saber nada sobre ellos ni sobre sus habitantes. La Primera Gran Guerra imperialista cambió aquello.

Los países imperialistas necesitaban lanzar a la batalla a su carne de cañón: los millones de personas que poblaban sus dominios coloniales, muchos de los cuales eran musulmanes.

Se produjo un fenómeno aún más preocupante: los musulmanes hablaban de liberación, e incluso de revolución algunos de ellos, como Shakib Arslan, el abuelo del actual dirigente druso libanés Walid Jumblatt, un conocido agitador panislamista de Ginebra.

El islam atrajo la atención de los imperialistas. Si el saber es poder, hace 100 años el imperialismo no sabía nada. Si querían sostener sus dominios necesitaban poner la oreja, obtener información y, además, ser capaces de digerirla, de entenderla.

En el islam las mezquitas han desempañado en papel de las universidades. La del barrio berlinés de Wilmersdorf la construyeron en 1920 los misioneros de Ahmadiyya de la región de Penjab, entonces bajo el Imperio Británico, para convertirse en un lugar en el que se pudieran celebrar discusiones políticas, religiosas y filosóficas.

La Guerra imperialista había decepcionado a muchos alemanes, que culpaban de ella a la civilización cristiana y buscaban otras alternativas.

Hoy algo así resultaría extraño en cualquier país de Europa, que quiere prohibirlo todo en nombre de la lucha contra el islam, una lucha fantasmal como pocas veces se ha visto en Europa y, desde luego, cínica.

En la época de Weimar la capital alemana tenía una intelectualidad musulmana muy apreciada, que no sólo se componía de emigrantes sino también de autóctonos interesados por las culturas orientales. Entonces aún había quien quería saber, quien buscaba y quien hacía preguntas.

La situación no era muy diferente en otros países de Europa, como Inglaterra u Holanda. Pocos recuerdan ya aquel florecimiento intelectual, que les gustaría olvidar para siempre, lo mismo que a exponentes suyos tan cualificados como Hugo Marcus, un erudito judío y homosexual que estudió la influencia histórica del islam sobre la cultura europea.

Marcus era uno de los administradores de la mezquita de Wilmersdorf. Se convirtió al islam en 1925, cambió su nombre por el de Hamid y dirigió la revista de la mezquita, donde publicó artículos sobre Spinoza, Kant, Goethe, Nietzche, entre otros.

Los mismos que construyeron esa mezquita, construyeron la de Shah Jahan en Woking, Inglaterra, que también atrajo a numerosos intelectuales. Fue encargada en 1889 por Gottlieb Wilhem Leitner, un orientalista políglota anglo-húngaro que trabajó como intérprete durante la Guerra de Crimea y realizó numerosos viajes por los países musulmanes..

Tras la muerte de Leitner, la mezquita quedó abandonada y la compró un abogado hindú, Khwaja Kamaluddin, miembro de la cofradía Ahmadiyya, antes de estallar la Primera Guerra Mundial.

Entre los habituales de aquella mezquita se encontraba Harry St. John Philby, el padre del famoso Philby, el espía soviético, que también era espía y vivió muchos años en Arabia saudí.

En 1905 Francia había aprobado la hoy famosa ley declarando la laicidad del Estado, pero la guerra imperialista necesitaba hacer una distinción con los musulmanes: en 1925 la República financió la construcción de la Gran Mezquita de París y diez años después también les construyó un hospital en Bobigy.

El dispendio desató las iras de los católicos, que se sintieron discriminados. No entendían que tanto el hospital como la mezquita eran el precio que pagaba el colonialismo francés por la carne de cañón musulmana que había sacrificado su vida para salvar a la metrópoli y como dijo el alcalde de París “para defender la civilización”.

Entonces la civilización colonial francesa aún no tenía, como ahora, apellidos, es decir, no era “cristiana” exclusivamente.

Lo mismo ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis se presentaron en los Balcanes, el Cáucaso y Crimea como los más ardientes defensores del islam. Para contrarrestar la campaña nazi (y seguir utilizando a los musulmanes como carne de cañón), Inglaterra financió la construcción de dos mezquitas en Londres.

Fuente: http://foreignpolicy.com/2016/05/05/when-europe-loved-islam-interwar-weimar-republic-wilmersdorf-mosque/

¿Fuego amigo?

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Darío Herchhoren

Hace tres días, y como consecuencia de la tregua firmada por los USA y Rusia para silenciar las armas en Siria, comenzó  un alto el fuego que en principio fue más o menos respetado, salvo por el Estado Islámico y el Frente Al-Nusra.

Así las cosas, la fuerza aérea de los USA, bombardeó posiciones del ejército siro que causó la muerte de alrededor de 70 militares sirios y más de 100 heridos. Según el departamento de defensa de los USA, se trató de un error.

En el mismo acuerdo firmado por Rusia y USA se convino que los bombardeos iban a ser coordinados entre ambos países, para lo cual ambos debían comunicar a la otra parte sus posiciones. Inexplicablemente la fuerza militar USA no comunicó a Rusia esas posiciones y se produjo ese trágico error.

Siguiendo con ese argumento del error, se produjo en forma aparentemente coordinada con el bombardeo anterior un ataque del Frente Al-Nusra y del Estado Islámico contra las mismas posiciones del ejército sirio.

¿Casualidad o causalidad? En estos casos no hay casualidades ni errores. Lo que hay son horrores. Los horrores propios de una guerra de agresión imperialista y sus aliados que no cejarán en sus intentos de desangrar a Siria por el simple hecho de que Siria sigue una política que no gusta a los USA.

¿Alguien puede creer que con los medios de que disponen los USA, no sabían la ubicación del ejército siro? Lo sabían perfectamente y precisamente por eso se coordinaron con los terroristas takfiríes y atacaron con “fuego amigo” al ejército de la nación  siria, al que la prensa proimperialista llama el ejército del régimen.

En la reunión urgente  del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitada por Rusia, el representante de ese país Churkin desenmascaró los lamentos hipócritas de la representante de los USA en la ONU, que dijo “que habían aprendido  la lección”. Se trata sin duda de otra añagaza del imperio para tapar sus crímenes.

Todo esto confirma lo que se sospechaba: El poder real en los USA esta en manos del criminal complejo militar industrial, y que Obama y su secretario de estado John Kerry, mandan poco en realidad. Con estos “amigos” y sobre todo con el “fuego amigo”; no hacen falta enemigos. Estos son seguramente “daños colaterales”.

El ejército regular sirio da por terminado el alto el fuego

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El Ejército regular sirio ha dado por terminados los siete días de alto el fuego acordado por Estados Unidos y Rusia el 9 de septiembre y que entró en vigor el día 12.

Los grupos yihadistas han violado más de 300 veces la tregua desde que ésta entró en vigor el 12 de septiembre y no han cumplido con lo estipulado en el acuerdo.

El pasado sábado 62 soldados murieron y otro centenar resultaron heridos a consecuencia de un bombardeo de aviones de Estados Unidos, Reino Unidos, Australia y Dinamarca. Algunas fuentes indican que en la acción también murieron siete miembros de las fuerzas especiales rusas.

El ejército sirio defiende que el alto el fuego debía ser una “oportunidad real para detener el derramamiento de sangre”, pero los grupos yihadistas no lo han respetado, mientras que los militares han hecho todo lo posible para mantenerlo.

Los yihadistas han aprovechado la calma para seguir con sus ataques, frente a lo cual el Ejército ha actuado con “moderación” y solo ha respondido cuando se ha visto obligado a ello. En particular, ha denunciado los ataques perpetrados en Alepo, Hama y Quneitra.

Así las cosas, ha anunciado que seguirá adelante con su lucha contra las organizaciones yihadistas, término empleado por el gobierno de Damasco para incluir tanto al Califato Islámico, como al Frente Fatá Al-Sham (antiguo Frente Al-Nosra), a Ahrar Al-Sham y demás milicias yihadistas.

Por su parte, esta tarde Al-Assad ha calificado el bombardeo de Estados Unidos contra las posiciones del ejército sirio en Deir-Ezzor como “una agresión que sirve a los intereses de los milicianos del Califato islámico”.

“Este incidente, en el que participó la coalición liderada por Estados Unidos, es una prueba de apoyo a los terroristas por parte de los países que se oponen a Siria”, afirmó el presidente sirio.

Un sindicato de UGT despedirá a la mitad de sus trabajadores

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La Federación Estatal de Industria, Construcción y Agro de UGT, ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo contra 110 trabajadores, más de la mitad de su plantilla.

Para proceder a los despidos el sindicato se ampara en la legislación laboral aprobada por el PP durante la última legislatura y que tantas críticas, huelgas y manifestaciones levantó entre los sindicatos, incluido la propia UGT.

Los funcionarios del sindicato socialista reclaman que el despido colectivo, que afecta a 110 trabajadores de un total de 208 repartidos en 11 centros de trabajo de la Federación en 10 comunidades autónomas, se sustituya por otras medidas “no traumáticas, dignas y negociadas” con los representantes de los trabajadores.

Asimismo, afirman que el ERE presentado es una medida desproporcionada, que carga de forma traumática sobre los trabajadores la responsabilidad de la crisis económica por la que atraviesa el sindicato.

También lamentan que el sindicato no haya buscado medidas alternativas dirigidas a reducir el número de trabajadores despedidos, ni a sustituir los despidos traumáticos por vías alternativas tan y como se vienen exigiendo en todos los ERE que se producen en la mayoría de las empresas de este sector.

La empresa no ha mejorado desde el inicio de negociación del expediente la cifra de despedidos, a los que ofrece 25 días por año trabajado con un máximo de 13 mensualidades.

Además, critican que no se les haya ofrecido la posibilidad de acogerse a bajas voluntarias, reducciones de jornada o prejubilaciones, tal y como reclama el propio sindicato en cualquier negociación de un expediente colectivo.

Los trabajadores de la federación estatal no han cobrado el mes de agosto y se encuentran en una situación de suspensión de sueldo, sin saber cuándo van a cobrar, ni si la situación se va a prolongar más tiempo.

La etapa más negra del sistema educativo universitario en España

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El Informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo del año pasado, titulado “La contribución de las universidades españolas al desarrollo”, muestra que los recortes del gobierno en educación está teniendo un efecto dramático sobre las universidades, tanto en su mantenimiento como en su inversión en investigación.

En 2014 las universidades españolas incorporaron al mercado laboral alrededor de 312.000 personas durante, una cifra podría haber sido superior si no fuese por la pérdida de ingresos a la que han tenido que hacer frente las universidades.

Las tasas universitarias de los grados han aumentado para hacer frente a la disminución de ingresos, y han aumentado un 20 por ciento de promedio de todas las comunidades autónomas entre el año 2012 y 2015.

Hoy una universidad cuenta con 1.900 millones de euros menos que en el año 2009. Desde entonces hasta este año los presupuestos se han reducido un 18 por ciento, la etapa más negra del sistema educativo universitario

El aumento del precio de grado ha provocado una disminución de matriculaciones en los grados durante estos últimos años. En concreto, 127.674 alumnos menos que durante el periodo 2011-2012.

Lo peor es que no hay indicios de que esta situación vaya a cambiar en los próximos años y si la tendencia no cambia se puede correr el riesgo de que haya una década perdida en el sistema universitario español.

Para hacer frente a la disminución de ingresos, las tasas universitarias de los másters también han aumentado un 53,70 por ciento de promedio de todas las comunidades autónomas entre 2012 y 2015.

Esto es consecuencia del cambio del sistema educativo al Plan Bolonia. El aumento del precio de máster no se ha reflejado en una disminución de matriculaciones en los máster durante estos últimos años. En concreto, 51.074 alumnos más que durante el periodo 2011-2012.

Como consecuencia del negocio de los másters, las universidades españolas aumentan cada año su oferta académica en este tipo de estudios.

Por lo demás, España es un país de mano de obra barata. Esté entre los primeros países de la Unión Europea con menos empleos de alta cualificación y con sus trabajadores con menos cualificación.

El Washington Post traiciona al traidor Snowden

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El diario Washington Post ha publicado un editorial oponiéndose a que Obama indulte a Snowden, condenado a 30 años de cárcel por traición y espionaje.

Es una traición por parte del diario, que obtuvo el Premio Pulitzer en 2014, junto con The Guardian, gracias a la publicación de las revelaciones de Snowden, que sólo un puñado de medio de comunicación selectos lograron obtener en todo el mundo.

Entonces el Washington Post consideró que Snowden había llevado a cabo un “servicio público” al denunciar el espionaje masivo que la Agencia de Seguridad Nacional llevaba a cabo en todo el mundo.

En su editorial “No al indulto para Edward Snowden” el Washington Post se desmarca de las peticiones de otros medios, como el New York Times, The Intercept o The Guardian, favorables al indulto.

El diario toma partido por la Agencia de Seguridad Nacional, por el espionaje y el ocultismo. Le reprocha a Snowden que diera a conocer el programa de espionaje Prism por el que accedía a las bases de datos de los grandes monopolios informáticos.

“Las revelaciones de las operaciones internacionales de la Agencia han podido causa daños enormes a la seguridad nacional”, dice el editorial, que no menciona los daños que el espionaje de la Agencia causaba a terceros países.

Son las consecuencia del servilismo político de la prensa hacia los grandes centros mundiales de poder, en este caso hacia la Casa Blanca, que utilizó exactamente los mismos argumentos que el Washington Post.

La postura del diario ha sido criticada por sus colegas de otros medios, como The Intercept, donde Glenn Greenwald le acusa de incoherencia, lo cual es obvio. Quien reveló el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional no fue tanto Snowden como el Washington Post y demás diarios, que no hicieron más que aprovecharse de las informaciones del espía.

Si las informaciones eran tan peligrosas para la “seguridad nacional” no debió difundirlas, e incluso debió rechazar el Premio Pulitzer que le concedieron hace dos años. Todo lo demás es hipocresía y cinismo al cincuenta por ciento, por lo demás típicos de la prensa anglosajona.

¿Preparan los imperialistas una ‘revolución’ de colores contra Rusia?

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El coronel Dimitri Zajarchenko
El día 8 de este mes fue detenido en Moscú el coronel Dimitri Zajarchenko, máximo responsable de la lucha contra la corrupción en Rusia, acusado de los delitos de abuso de poder, obstrucción a la justicia y malversación de fondos. En una cuenta a su nombre en Suiza tenía más de 300 millones de euros de origen desconocido.

Zajarchenko era adjunto a la dirección de la MVD, la oficina anticorrupción de la policía rusa, y jefe de la Sección T, encargada de la corrupción en el sector de la energía.

La investigación en su contra se inició cuando apareció que había aceptado una mordida de 7 millones. En el momento de su detención tenía en su poder 20 millones de rublos en dinero líquido, unos 270.000 euros, más otros 13 millones y 176.000 dólares en su vehículo.

Además, la policía ha encontrado 340 millones de rublos, un millón de euros y 129 millones de euros en un vivienda de su hermana. La policía rusa también ha encontrado documentos sobre cuentas en el extranjero a nombre de su padre. Se trata de seis cuentas bancarias con saldos comprendidos entre 45 y 47 millones de euros.

Zajarchenko era un peón cercano a Denis Sugrobov, un antiguo dirigente de la empresa de telefonía móvil de Rusia Vimpelcom. Le previno de una acusación en su contra por pagar 1.000 millones de sobornos rublos, permitiéndole huir al extranjero.

El coronel había sido el hombre de confianza del anterior responsable de la lucha contra la corrupción entre 2011 y 2014, Denis Sugrobov, que a su vez fue destituido y detenido por corrupción y asociación ilícita.

Ahora la policía trata de encontrar el origen del dinero. En un principio se pensó que procedían de los activos de Nota Bank, pero de allá sólo desaparecieron 26 millones de rublos. Falta mucho dinero para llegar a las cantidades que atesoraba el coronel detenido.

Según Komsomolskaya Pravda, los fondos están destinados a promover una “revolución” de colores en Rusia, parecida al Maidan ucraniano. El diario de las juventudes comunistas destaca que los dólares que le han encontrado a Zajarchenko aún conservan el envoltorio original de las imprentas oficiales de Estados Unidos, es decir, que es dinero que nunca se ha puesto en circulación.

Francia cada vez se parece más a la España franquista

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Ayer una joven de 29 años, madre de una hija, fue condenada en Francia a una pena de cuatro meses de cárcel por realizar varias consultas a páginas web yihadistas que hacen apología del terrorismo.

El 17 de noviembre del año pasado un hombre borracho fue detenido en el andén de una estación cuando la policía le pidió la documentación y empezó a gritar que Francia “no debió bombardear Siria”, amenazando con “volarlo todo”. Fue condenado a dos meses de cárcel.

Aquel mes se produjeron 225 condenas en Francia por motivos similares. Los juicios son una especie de consejos de guerra parecidos a los que aquí celebraba el franquismo. Se les llaman “juicios inmediatos” porque se celebran en 24 horas. Al abogado apenas tiene tiempo de leerse los papeles. Ni falta de hace.

Uno de ellos era un hombre que viajaba en el tren sin billete la policía le pidió la documentación y empezó a proferir que no hay que extrañarse de que la gente muera con Kalashnikov como si estuvieran locos. Cuatro meses de prisión.

En Francia este tipo de delitos se aprobaron en la ley de prensa de 1881 y en 2014 pasaron al Código Penal. Ya no sólo se aplican a los periodistas sino a todo el mundo.

Para las ONG que hablan de los presos de conciencia, Europa no existe. Aquí no hay delitos de opinión. Más de una tercera parte de los presos ni siquiera han llegado a la mayoría de edad y ya han pasado por la cárcel.

En diciembre del año pasado a otro borracho le cayó un año de cárcel por gritar que él era Salah Abdeslam, uno de los autores de los atentados de París, cuando salía de una discoteca.

Uno de esos presos de conciencia es un español de 19 años al que detuvieron en Hendaya. Estuvo un mes encarcelado por escribir en Facebook “¡Muera Francia! ¡No merece otra cosa!”

La apología del terrorismo es como todo: depende. Si dices que hay que matar a los judíos, no cabe duda de que vas a la cárcel, pero si dices que a quien hay que matar es a los musulmanes es posible que llegues a ser diputado del Parlamento Europeo.

Sí, Francia se ha radicalizado; cada vez se parece más a la España franquista.

Aquí todo diós es ‘antisistema’

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B.

O así parece a juzgar por el tratamiento dado a elementos de la burguesía catalana obligados a personarse ante el Tribunal Supremo que juzga a Francesc Homs, portavoz del Partido Demócrata Catalán (marca que sustituye a la CDC de Pujol y Artur Mas.)

Se le acusa -a Homs- de desobediencia, prevaricación y malversación de fondos públicos como responsable de la "ilegal" (comillas mías) consulta (independentista; el paréntesis es mío) celebrada en Catalunya el 9 de Noviembre de 2014.

Antes de declarar, Homs dijo que "esto es un proceso político", "mi sentencia ya está dictada", "la Fiscalía es el brazo armado del PP". Por su parte, Artur Mas, que acompañó a Homs en comitiva junto con representantes de ERC, PNV y Podemos, arropándolo, declaró que "lo que está en juego es la democracia, no la independencia". Podía haber dicho que "esto es una prueba más, por si hacían falta otras, del nulo carácter democrático del Estado español", pero sería pedir peras al olmo burgués que es Mas, bien que asaz ilustrado que su homólogo cavernario y fascista español.

Si aterrizara un extraterrestre y no supiera que es Homs quien pronuncia esas palabras, pensaría que el TS está juzgando a miembros de ETA o a comunistas o a antifascistas o simplemente demócratas. Y es que las palabras de Homs parecen salidas de boca de militantes de ETA que, en los juicios en Las Salesas, decían no reconocer el tribunal que les juzgaba -tildándolo de "fascista"- y que a ellos sólo les juzgaba un único tribunal autorizado y reconocido por ellos: el pueblo vasco. Discurso muy parecido al de Homs. Tan parecido que el TS español lo estima poco menos que igual, no es lo mismo, ni mucho menos, pero para la Némesis española sí que lo es y actúa en consecuencia metiendo en el mismo saco a "terroristas"que fracciones burguesas de su misma clase que entienden que atacan la sagrada unidad de la única patria posible:la española recogida en el artículo 2 de la Constitución y tutelada -y garantizada- en el artículo octavo por las mismísimas Fuerzas Armadas, ¡toma Constitución o tócate los cojones, que dicen en mi pueblo y tengo entendido que en otros pueblos también!

Y es que, amable lector -como se decía en el periodismo rancio-, España es "una unidad de destino en lo universal", como decía José Antonio (Primo de Rivera) copiando a un austromarxista, Bauer, por cierto (algún amable lector me corregirá porque no estoy muy seguro).

¿Achacaremos esto a las "limitaciones", al "déficit democrático" del llamado "régimen del 78" omitiendo y olvidando el "régimen del 36", verdadero origen de esta hedionda charca donde pulula esta purria y "casta" -de la que ya forman parte los "podemitas"- trilera y prestidigitadora? Personalmente de mí sé decir que soy un tipo "metódico" y "sistemático", y ahora me entero que soy "antisistema". Como también me entero que sé gallego escuchando el chapurreo macarrónico en ese idioma a Feijóo, como el parlabarato de Fraga en su día. Joder, qué tropa.

Buenas tardes, señoras, señores.

Las grandes cadenas de noticias se asocian contra la información independiente

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Jenni Sargent se encargará de la censura
Más de 20 grandes medios de comunicación del mundo entero han formado una coalición, llamada First Draft News, para salir del descrédito creciente a costa de silenciar a los medios de información independientes, especialmente en internet.

La red está formada por monopolios digitales, como Facebook, Twitter y Youtube (Google), así como por cadenas convencionales, como el New York Times, la Agencia France Press y Al-Jazira, que aseguran que se disponen a dar la batalla a las “falsas informaciones” que circulan por red, los falsos vídeos, los rumores, las teorías de la conspiración...

A partir de ahora sólo valdrá la información procedente de fuentes oficiales, fiables, serias, solventes, fidedignas...

La directora general de First Draft News, Jenni Sargent, explica en la web que es difícil “filtrar” las informaciones falsas porque cada uno de nosotros es una fuente potencial de informaciones que puede publicar en internet.

Los monopolios digitales, especialmente Google, van a desempeñar un papel fundamental en el control de las informaciones que circulan por las redes sociales, a las que quieren empezar a etiquetar, como si tuvieran denominación de origen.

Para ello quieren crear uno de esos tinglados “neutrales” con periodistas “prestigiosos” y, sobre todo, bien remunerados que hagan el trabajo sucio con la mayor dignidad posible y sin que la censura se note demasiado.

El tinglado irá acompañado de un “código de buena conducta” para diferenciar a los buenos informadores de los malos y las noticias solventes de las fraudulentas. Youtube, una de las sucursales de Google, ya está en ello.

Además de los medios de comunicación, en algo así no podían faltar las ONG del tipo de Amnistía Internacional y asociaciones colegiales de periodistas.
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30 espías han muerto en los bombardeos contra las posiciones yihadistas

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Un bombardeo ruso desde buques fondeados en las costas de Siria ha destruído una sala de operaciones cerca de Alepo desde la que agentes extranjeros de inteligencia dirigían las operaciones de los yihadistas.

Lograron matar a 30 espías israelíes, estadounidenses, turcos, saudíes, qataríes y británicos, aunque el Ministerio ruso de Defensa no ha comentado el operativo.

Los rusos localizaron la sala de operaciones en medio de la montaña Saman, en la parte occidental de la provincia de Alepo. Fue acondicionada por los servicios de inteligencia extranjeros con el fin de coordinar las operaciones de diversos grupos yihadistas contra las fuerzas del gobierno sirio en las provincias de Alepo e Idlib.

La mayor parte de los medios sirios de comunicación progubernamentales citaron al servicio en árabe de la agencia de noticias Sputnik como fuente principal de la información. Según Al-Masdar News, “buques de guerra rusos dispararon cohetes kalibr en los puestos de mando de los terroristas en el oeste de Alepo, donde oficiales turcos, saudíes, israelíes, británicos y estadoundenses estaban desplegados para ayudarlos en sus operaciones”.

La agencia iraní de noticias FarsNews asegura que “los buques de guerra rusos dispararon tres proyectiles kalibr contra la sala de operaciones de coordinación de los agentes extranjeros en la región de Dar Ezza en la parte occidental de Alepo, cerca de la montaña de Saman, matando a 30 oficiales israelíes y occidentales”.

Si bien no hay duda de que los grupos yihadistas y de la “oposición” en Siria son entrenados, avituallados y dirigidos por los servicios de inteligencia extranjeros (en su mayoría Estados Unidos, Turquía y Arabia saudí), las fuentes progubernamentales de Damasco aún no han proporcionado evidencias en vídeos y fotos que confirmen esta información.

Los aliados ‘marxistas’ del imperialismo en Oriente Medio

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Bandera del PJAK kurdo
Ayer el presidente de Irán, Hasan Rohani, se entrevistó en Nueva York con el de Turquía, Erdogan. Tras la reunión, Rohani manifestó que Irán siempre y en todas las etapas será un amigo y hermano de Turquía: “Estamos dispuestos a desarrollar nuestras relaciones con Ankara en todos los ámbitos, incluido el transporte, la industria y la energía”.

El dirigente iraní expresó su apoyo a la “amistosa y fraterna Turquía”. Por otro lado, Rohani transmitió en nombre de Teherán una “profunda tristeza” por la intentona golpista en Turquía y expresó su disposición a ayudar a recuperar la estabilidad y la seguridad en el país otomano.

Rohani señaló que el fallido golpe de estado se produjo en Turquía tras una serie de incidentes que algunas potencias habían planificado “contra nuestra región”, añadiendo: “No tenemos la menor duda de que con el esfuerzo y el empeño conjunto podremos paralizar el camino que el enemigo ha planeado contra nosotros”.

“El terrorismo es una amenaza contra todos, y el papel de ambos países en la lucha contra el terrorismo y la inseguridad en la región, especialmente en Siria e Iraq, tiene mucha importancia”, explicó el presidente iraní.

Cuando Rohani se refiere al terrorismo no sólo incluye a los yihadistas, sino también al PJAK, que es la delegación del PKK en Irán, y cuando se refiere al enemigo, alude al imperialismo. Para Irán se trata de los diferentes brazos de la misma hidra, contra la que está empeñado en una batalla desde la revolución de 1979.

En Irán ya existían dos organizaciones independentistas kurdas, el PDKI y Komala, mientras que en 2004 los imperialistas fundaron una tercera, el PJAK, tras la invasión de Irak porque las otros dos estaban en una situación de extraordinaria debilidad. El imperialismo necesita un movimiento independentista fuerte bajo su control.

Tras la invasión de Irak, los imperialistas querían llevar la guerra al interior de Irán con el PJAK y la OMPI. En agosto de este año, un dirigente del PJAK, Siyamend Moini, declaraba con motivo de los enfrentamientos en Hasaka, entre kurdos y sirios:

“Iran tiene que entender claramente que cualquier tipo de ataque a Rojava no va a acabar en Rojava. Existe una probabilidad de estalle una guerra dentro de Irán. Hay fuerzas gigantescas que desean transferir esta guerra a Irán con todas sus fuerzas. Cualquier contra nuestro movimiento también es un ataque contra nosotros [PJAK] y la posición y la reacción del PJAK sobre ese asunto está clara. Irán teme el estallido de una guerra civil. Con los cambios que han ocurrido en los gobiernos regionales, cambios en la naciones-estados, es inevitable. Esos cambios pueden ser como los que han ocurrido en Irak y en Siria o se pueden hacer de manera pacífica. Si Irán no elige la segunda opción, una guerra civil es inevitable” (1)

La sucursal del PKK en Irán no se preocupa por ocultar su naturaleza servil hacia el imperialismo. En 2015 desató una “intifada” en Irán inspirada en la Primavera Árabe, a partir de la cual se habría de desencadenar una guerra, continuación de las de Irak y Siria.

La base de operaciones del PJAK es la misma que la del PKK: las montañas Qandil, a 15 kilómetros de la frontera de Irán, donde las fuerzas de ambas organizaciones son entrenadas por consejeros militares estadounidenses, israelíes y británicos.

Lo mismo que en Siria con el PYD, el uso de una marca diferente se debe a que el PKK está en el listado de organizaciones de naturaleza terrorista de Estados Unidos y del Consejo Europeo, lo que no ocurre con el PJAK y permite una financiación abierta de dicha organización.

Hasta ahora ha habido otro motivo adicional diferenciador: mientras Turquía ha sido un aliado fiel del imperialismo, Siria e Irán son Estados cuya destrucción es uno de los objetivos primordiales del imperialismo. En este empeño, tanto el PYD como el PJAK son meros instrumentos. Por el contrario, el apoyo al PKK por parte de Estados Unidos sólo ha aparecido a la luz más recientemente y ha provocado un golpe de Estado en Turquía, como ha manifestado Rohani de forma indirecta.

Dos años después de la fundación del PJAK, la Secretaria de Estado Condolezza Rice aprobó un aumento de 75 millones de dólares para el fondo de propaganda antigubernamental y grupos de la oposición que operaban dentro de Irán, lo que promovió una carta del congresista Dennis Kucinich dirigida al presidente Bush en la que le preguntaba si la Casa Blanca “coordinaba y apoyaba” al PJAK desde Irak, aprovechando la ocupación militar derivada de la guerra.

Bush negó cualquier apoyo a dicha organización, a pesar de que los propios militantes reconocen que se trata de la misma organización. El año pasado el Wall Street Journal publicó un amplio reportaje que tituló “Los aliados marxistas de América contra el Califato Islámico”. El PKK son esos “marxistas” aliados con el imperialismo. En una entrevista, una militante, Zind Ruken, destacaba los vínculos entre las diferentes sucursales de la misma organización: “A veces soy un PKK, a veces soy un PJAK, a veces soy un YPG. Eso no es realmente importante. Todos son miembros del PKK”(2).

No nos preguntaremos ahora por las razones que tuvo uno de los más autorizados portavoces mediáticos del imperialismo para entrevistar a unos “marxistas” que, además, también están considerados como “terroristas” en Estados Unidos.

Ni unos (imperialistas) ni otros (PKK) se han preocupado por esconder sus mutuos vínculos, en donde la sacrosanta cruzada contra el Califato Islámico sólo desempeña el papel de coartada. De otra manera no se explica que esa alianza se haya trabado también con el PJAK, cuyo campo de batalla es Irán.

El 12 de junio de 2006 un portavoz del PJAK, Ihsan Warya, no escondió a la revista Slate que al PJAK le gustaría convertirse en un “agente de Estados Unidos”, trabajar conjuntamente con el imperialismo contra Irán, por lo que se sentían decepcionados de que no hubieran establecido contacto. La cooperación del imperialismo con los kurdos durante la guerra de Irak, decía el portavoz, contrastaba con el vacío hacia los kurdos que luchan contra el gobierno de de Teherán (3).

Según el periodista Seymour Hersh, la creación del PJAK en 2004 fue iniciativa de Estados Unidos, para lo cual con el apoyo del ejército israelí (4).

A finales de 2006, un dirigente del PKK admitía a la prensa libanesa que Estados Unidos había contactado con los kurdos que luchaban en Irán. Añadía además que si Estados Unidos estaba interesado en el PJAK, tambien estaba interesado en el PKK, ya que ambos grupos eran miembros del KCK (Confederación Democrática de Kurdistán) (5).

En agosto del año siguiente, Haji Ahmadi, máximo responsable del PJAK visitó Washington para ampliar la ayuda política y militar de Estados Unidos al movimiento kurdo iraní. Luego trató de rebajar el alcance de la vista, afirmando que sólo llevó a cabo “contactos limitados”.

Sin embargo, Biryar Gabar, un comandante del PJAK de Sanandaj reconoció a Newsweek que las reuniones de Haji Ahmadi en Washington fueron “al más alto nivel” y que versaron“sobre el futuro de Irán”.

En una entrevista concedida en abril de 2009 al diario turco Akşam, el presidente del Consejo Asesor de Inteligencia de la Casa Blanca entre 2001 y 2005, Brent Scowcroft, admitió que Estados Unidos “apoyó y promovió” al PJAK en la época de Bush, mientras que Obama dejó de hacerlo posteriormente (6).

El apoyo al PJAK, en el que también está involucrado el Estado de Israel, no es ningún secreto sino un asunto bastante documentado en el mundo universitario. Eso favorece que la bibliografía al respecto empiece a ser abundante. Por ejemplo, así lo afirma Nader Entessar de la Universidad del Sur de Alabama (7)

Lo mismo sostiene Suleyman Elik de la Universidad Medeniyet de Estambul (8). En idéntica línea, Robert Scheer y Reese Erlich han escrito recientemente que Israel está apoyando la lucha armada del PJAK dentro de Irán, aunque mantiene en secreto su ayuda (9).

Notas:

(1) http://rojhelat.info/en/?p=9146
(2) http://www.wsj.com/articles/americas-marxist-allies-against-isis-1437747949
(3) http://www.slate.com/id/2143492/?nav=fo
(4) The Next Act, The New Yorker, 19 de noviembre de 2006 (http://www.newyorker.com/fact/content/articles/061127fa_fact).
(5) http://www.dailystar.com.lb/article.asp?edition_id=10&categ_id=2&article_id=77119
(6) Ihsan Bal, M. Turgut Demirtepe, USAK Yearbook of Politics and International Relations International Strategic Research Organization (USAK), vol. 5, 2012, pg. 43.
(7) Kurdish Politics in Regional Context, In Kurdish Politics in the Middle East, Rowman & Littlefield, 2010, pg. 205.
(8) Iran-Turkey Relations, 1979-2011: Conceptualising the Dynamics of Politics, Religion and Security in Middle-Power States, Routledge, 2013, pgs. 91-92.
(9) Iran Agenda: The Real Story of U.S. Policy and the Middle East Crisis, Routledge, 2016, pg. 140.

La CIA y Arabia saudí en la historia inconfesable de Al-Qaeda (1)

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Gulbuddin Hekmatyar, padrino de Bin Laden
Maxime Chaix

Quince años después del 11 de septiembre, cuando el Congreso norteamericano acaba de autorizar a sus ciudadanos a demandar a Arabia saudí por su supuesto papel en estos atentados, la “guerra contra el terrorismo” lanzada poco después del hundimiento de las Torres Gemelas no encuentra final. En este contexto, un número creciente de expertos designan al militarismo occidental presente en el proyecto “Gran Oriente Medio” como un factor principal de amplificación de la amenaza terrorista. Una menor atención se ha concedido a las políticas clandestinas de la CIA, los servicios secretos saudíes y sus aliados, que sin embargo están en el origen de esta plaga.

Todo observador atento está al corriente del papel central de estas agencias en la creación y asesoramiento de Al-Qaeda, desde la campaña antisoviética de los años 80 en Afganistán hasta el apoyo de los grupos armados que intentan derrocar a Bashar Al-Assad en Siria. Una inmersión en un período turbulento y mal entendido de la historia reciente de los servicios especiales norteamericanos y sus principales socios.

La ‘segunda CIA’: el Safari Club

Tras el escándalo del Watergate, el Congreso impuso a la CIA severas restricciones legales y presupuestarias. En respuesta, los oficiales de la Agencia crearon una red alternativa denominada Safari Club, por el nombre de la lujosa residencia de vacaciones en Kenia en donde se reunían sus miembros. Como ha explicado el antiguo diplomático canadiense Peter Dale Scott en su última obra, “El Estado profundo norteamericano”, durante los años 70 importantes funcionarios en activo o retirados de la CIA estaban descontentos con las reducciones presupuestarias efectuadas bajo el mandato de Carter por Stansfield Turner, director de la Agencia.

En respuesta, organizaron una red alternativa denominada Safari Club. Supervisada por los servicios secretos franceses, egipcios, saudíes, marroquíes e iraníes (entonces bajo el Sah), el Safari Club estaba secundado en Washington por una “red privada de investigación”, según Joseph Trento. Esta red reagrupaba oficiales de la Agencia tales como Theodore Shackley y Thomas Clines, que habían sido marginados o desplazados por el director de la CIA Stansfield Turner. Como el príncipe (y antiguo jefe de los servicios secretos saudíes) Turki ben Faisal explicará más tarde, el objetivo del Safari Club no era solamente el intercambio de investigaciones, sino también “la explotación de operaciones clandestinas que la CIA no podía ejecutar directamente debido al escándalo del Watergate y de las reformas que siguieron”. Así se puso en marcha una especie de “segunda CIA”, hostil al presidente Carter, pero favorable al que le iba a suceder, el antiguo gobernador Ronald Reagan, un fiero oponente a los acuerdos entre Estados Unidos y la URSS.

El BCCI, la ‘segunda CIA’ y la creación de Al-Qaeda

En aquellos tiempos, el Safari Club tenía necesidad de una red de bancos para financiar sus operaciones anticomunistas. Con la bendición del director de la CIA George Bush padre, el jefe de los servicios secretos saudíes Kamal Adham transformó el banco BCCI en una auténtica lavandería internacional de dinero. Siempre según Peter Dale Scott, en los años 80, el director de la CIA William Casey tomó decisiones cruciales en la dirección de la guerra secreta en Afganistán. En cualquier caso, fueron elaboradas fuera del marco burocrático, y fueron preparadas con los directores de los servicios de investigación saudíes, con Kamal Adham en primer lugar, y luego el príncipe Turki ben Faisal. Entre estas direcciones podemos citar la creación de una legión extranjera encargada de ayudar a los muyaidines afganos a combatir a los soviéticos. En otras palabras, se trata de la puesta en marcha de una red de apoyo operativo conocida con el nombre de Al-Qaeda desde el fin de esa guerra entre la URSS y Afganistán.

Casey afinó los detalles de ese plan con los dos jefes de los servicios secretos saudíes, así como con el director del Bank of Credit and Commerce International (BCCI), banco pakistano-saudí del que Kama Adham y Turki ben Faysal eran accionistas. Haciendo esto, Casey dirigía entonces una segunda Agencia,  una CIA extraoficial, construyendo con los saudíes la futura Al-Qaeda en Pakistán, mientras que la jerarquía oficial de la Agencia en Langley “pensaba que eso era imprudente”.

Masivamente financiada por los petrodólares de los Saud, entre ellos aquellos obtenidos de las cajas negras de los contratos de armamento gestionados por su embajador en Washington, el príncipe Bandar ben Sultan, la operación de apoyo a la yihad afgana acabará en el esfuerzo de los señores de la guerra extremistas, de los traficantes de opio y de heroína en los años 80. En una obra anterior, que fue recomendada por el general Bernard Norlain, cuando dirigía Revue Défense National, Peter Dale Scott explicaba que en mayo de 1979 los servicios secretos pakistaníes de ISI pusieron a la CIA en contacto con Gulbuddin Hekmatyar, el señor de la guerra afgano que ciertamente se benefició del menor apoyo en su país.

Islamista radical, Hekmatyar era también el más importante traficante de drogas muyahidin, y el único que había desarrollado un complejo de seis laboratorios de transformación de la heroína en el Beluchistán, región de Pakistán controlada por el ISI. Esta decisión tomada por el ISI y la CIA desmiente la habitual retórica norteamericana según la cual Estados Unidos ayudaba al movimiento de liberación afgano. De hecho, apoyaban los intereses pakistaníes (y saudíes) en un país frente al cual Pakistán no se sentía seguro. Como declaró en 1994 un dirigente afgano a Tim Weiner, periodista del New York Times, “nosotros no hemos elegido a los jefes de la guerra. Estados Unidos han creado a Hekmatyar proporcionándoles armas”.

Ahora, su deseo es “que Washington los abandone y les obligue a no matarnos, para protegernos de esta gente”. Finalmente, a principios del año 2002 Hekmatyar llamará a la “guerra santa” contra Estados Unidos desde su exilio en la capital iraní, antes de instalarse en Pakistán para organizar las operaciones anti-occidentales en Afganistán.

Los petrodólares saudíes financian a los talibanes y a Al-Qaeda

En los años 90, los petrodólares saudíes y el discreto apoyo de la CIA, del MI6 y del ISI favorecieron la emergencia de los talibanes. En efecto, según el investigador y periodista británico Nafeez Ahmed, que fue consultor en las investigaciones oficiales sobre los atentados del 11 de septiembre y del 7 de julio, a partir de 1994 y hasta el 11 de septiembre, los servicios de investigación militar norteamericanos, así como de Gran Bretaña, Arabia saudí y Pakistán han proporcionado secretamente armas y fondos a los talibanes, que cobijaban a Al-Qaeda. En 1997, Amnistía Internacional deploró la existencia de “lazos políticos estrechos” entre la milicia talibán, que había conquistado Kabul, y Estados Unidos. Bajo la tutela norteamericana, Arabia saudí continuaba financiando las madrasas. Los manuales redactados por el gobierno norteamericano a fin de adoctrinar a los niños afganos con la ideología de la yihad violenta durante la guerra fría fueron entonces aprobados por los talibanes. Se integraron en el programa base del sistema escolar afgano y fueron ampliamente empleados en las madrasas militantes pakistaníes financiadas por Arabia saudí y el ISI, con el apoyo de Estados Unidos.

En un mundo en el que, citando al general De Gaulle, “los Estados no tienen amigos, sino solamente intereses”, Nafeez Ahmed explica estas políticas clandestinas de apoyo a los talibanes en el hecho de que las administraciones Clinton y Bush esperaban servirse de estos extremistas para establecer un régimen fantoche en el país, a la manera de su bienhechor saudí. La esperanza vana y manifiestamente infundada era que un gobierno talibán asegurara la estabilidad necesario para instalar un oleoducto trans-afgano (TAPI) dirigiendo el gas de Asia central hacia Asia del sur bordeando Rusia, China e Irán. Estas esperanzas fueron canceladas tres meses antes del 11 de septiembre cuando los talibanes rechazaron las propuestas norteamericanas. El proyecto TAPI fue bloqueado a continuación, debido al control intransigente de Kandahar y de Quetta por los talibanes; en cualquier caso, este proyecto está ahora en curso de finalización, pero notoriamente sin la participación de las grandes empresas occidentales.

Recordemos que la multinacional californiana Unocal, absorbida por Chevron Texaco en 2005, negocia este proyecto con los talibanes entre 1997 y la primavera de 2001, con el apoyo del gobierno estadounidense. El régimen del mullah Omar protegía a Osama bin Laden y a sus hombres en aquel tiempo.

Siguiendo en los años 90, las políticas clandestinas de la CIA y de sus aliados británicos, saudíes y pakistaníes favorecerán el apogeo global de Al-Qaeda, una realidad documentada pero ampliamente ignorada en el mundo occidental. En este mismo artículo, Nafeez Ahmed recuerda que, como el historiador británico Mark Curtis describe minuciosamente en su sensacional libro, “Secret Affaires: La complicidad de Inglaterra con el islam radical”, los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido han continuado apoyando secretamente redes afiliadas a Al-Qaeda en Asia central y en los Balcanes tras la guerra fría y por las mismas razones que anteriormente: la lucha contra la influencia rusa y ahora china, con el fin de extender la hegemonía norteamericana sobre la economía capitalista mundial. Arabia saudí, primera plataforma petrolera del mundo es el intermediario de esta estrategia anglo-americana irreflexiva.

Tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, la CIA endurece su política antiterrorista deteniendo arbitrariamente, torturando y liquidando a presuntos miembros supuestos o comprobados de la red de Bin Laden en el marco de la “guerra global contra el terrorismo”. Sin embargo “hacia mediados [de la década pasada] la administración Bush decidió utilizar a Arabia saudí para enviar millones de dólares a los yihadistas asociados a Al-Qaeda, extremistas salafistas e islamistas de los Hermanos Musulmanes. La intención era reforzar a estos grupos a través de Próximo Oriente y Asia central, con el objetivo de enfrentar y rechazar la influencia geopolítica del Irán chiíta y de Siria”.

En 2007 el gran periodista Seymour Hersh informa en detalle del despliegue de esta estrategia en el New Yorker, citando cierto número de fuentes gubernamentales procedentes de los medios de la defensa y de la inteligencia en Estados Unidos y en Arabia saudí. Así, la administración Bush reivindicaba una “guerra contra el terrorismo” apoyando a la vez a grupos yihadistas a través de los servicio saudíes, una política de guerra “por delegación” que encuentra sus orígenes en Afganistán en los años 80, y que se impondrá a Siria tres decenios más tarde.

La CIA coordina el esfuerzo de guerra contra Assad

En enero de 2016, cuarenta años más tarde de la creación del Safari Club, el New York Times reveló que Arabia saudí había sido “con diferencia” el principal financiero de la guerra secreta de la CIA en Siria, bautizada como “Operación Timber Sycamore”. Este diario cita el papel principal del príncipe Bandar ben Sultan en la misma, cuando dirigía los servicios saudíes entre julio de 2012 y abril de 2014, reconociendo que esta operación de “numerosos miles de millones de dólares” anuales había llevado al reforzamiento de los grupos yihadistas en Siria, con la complicidad de la CIA. Según el Times, “los esfuerzos saudíes [en Siria] fueron dirigidos por el ostentoso príncipe Bandar ben Sultan (...) quién pidió a los espías del reino comprar millares [de metralletas] AK-47 y millones de municiones en Europa del Este para los rebeldes. La CIA ha facilitado algunas (sic) de estas compras de armamento para los saudíes, entre ellas un vasto acuerdo con Croacia en 2012. Durante el verano de ese mismo año, estas operaciones parecían estar fuera de control en la frontera entre Turquía y Siria, con los Estados del Golfo como transmisores de dinero y armas a las facciones rebeldes, incluyendo grupos de los cuales altos responsables norteamericanos tienen el temor de que estén ligados a organizaciones extremistas como Al-Qaeda”.

En realidad, pese a esos temores de Washington, la CIA coordinaba clandestinamente desde enero de 2012 al menos dos redes de aprovisionamiento de armas financiadas por las petromonarquías del Golfo y Turquía: una serie de entregas aéreas desde los Balcanes, que fue recientemente objeto de una profunda investigación del BIRN y de la OCCRP, confirman el papel central de la CIA en ese tráfico ilegal de armas; y otra vía de aprovisionamiento desde Libia, según las revelaciones nunca desmentidas del periodista de investigación Seymour Hersh.

Fuente: http://maximechaix.info/?p=3605

La CIA y Arabia saudí en la historia inconfesable de Al-Qaeda (y 2)

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La congresista Tulsi Gabbard
Maxime Chaix

El New York Times confirmó indirectamente los propósitos de la parlamentaria norteamericana Tulsi Gabbard. Tres semanas antes de los atentados del 13 de noviembre había denunciado en la CNN el apoyo clandestino a Al-Qaeda por parte de la CIA en el frente sirio, criticando que la Agencia tenía como objetivo derrocar a Bashar Al-Assad apoyando a unos rebeldes, muy lejos de la moderación que nos había sido descrita hasta entonces. Como ella afirmó durante esa entrevista, “Estados Unidos y la CIA deben detener esta guerra ilegal y contraproducente para derribar el gobierno sirio de Assad, y deben focalizarse en nuestro enemigo real, los grupos islamistas extremistas. Porque actualmente estamos viendo la causa de que sea contraproducente: actuando (...) para derrocar al gobierno sirio de Assad, estamos reforzando a nuestros enemigos, los islamistas extremistas”.

Antes de dar detalles más amplios sobre esta política clandestina y sus consecuencias, ella recuerda que “no ha existido una votación en el Congreso para autorizar el uso de la fuerza, para autorizar una guerra que tiene por objetivo derrocar un gobierno soberano. Desde que yo he tomado posesión [en la Cámara de Representantes] no ha habido ningún voto, ni tampoco antes de que fuera elegida [en 2013]. Por tanto el pueblo norteamericano no ha tenido la oportunidad de expresarse, de aprobar o desaprobar esa guerra. Por consiguiente, esa guerra es ilegal”. Es muy probable que el carácter ilícito de estas operaciones explica porque el presidente Obama, la anterior secretaria de Estado Hillary Clinton y otros altos responsables norteamericanos han ocultado sistemáticamente el papel esencial de la CIA en el conflicto en Siria, como recientemente lo ha señalado el profesor de la Universidad de Columbia Jeffrey S. Sachs.

En esa entrevista en la CNN, Tulsi Gabbard también explicó que esta guerra secreta “es contraproducente porque actualmente las armas norteamericanas van a las manos de nuestros enemigos de Al-Qaeda y otros grupos, grupos islamistas extremistas que son nuestros enemigos jurados. Son esos grupos los que nos han atacado el 11 de septiembre, de los cuales se supone que tenemos que buscar su derrota, pero sin embargo los apoyamos con armas para derrocar el gobierno sirio (...) Yo no quiero que el gobierno de los Estados Unidos proporcione armas a Al-Qaeda, a islamistas extremistas, a nuestros enemigos. Creo que es un concepto muy simple: ¡no podemos vencer a nuestros enemigos si, al mismo tiempo, se les arma y se les ayuda! Es algo absolutamente insensato para mi (...) Hemos discutido de esto [con responsables de la Casa Blanca] a la vez durante las sesiones [parlamentarias] y en otras ocasiones, y creo que es importante que los ciudadanos de Estados Unidos se levanten y digan: ‘Mirad, no queremos ir [a Siria] y hacer lo mismo que con Saddam Hussein, hacer lo que pasó en Libia con Gadaffi, porque son países que se han hundido en el caos y que han sido conquistados por terroristas islamistas a causa de la acción de Estados Unidos y de otros [países]’”.

Entrevistado algunas semanas después de estas declaraciones, Nafeez Ahmed señala que “la representante Gabbard es una política de primera línea en el seno del Partido Demócrata”, del que desempeñaba la vicepresidencia antes de unirse al equipo de campaña de Bernie Sanders. Este buen conocedor de los arcanos de Washington añade que ella dispone de un “acceso a informaciones gubernamentales confidenciales relativas a las políticas extranjeras y militares de Estados Unidos, ya que pertenece a importantes omisiones parlamentarias: la Comisión de la Cámara de Representantes sobre las Fuerzas Armadas y la correspondiente a Asuntos exteriores. Por eso sus críticas hacia las políticas clandestinas de la administración Obama en Siria deben tomarse muy en serio”.

Sorprendido por el hecho de que declaraciones de Tulsi Gabbard no hayan suscitado la indignación nacional en Estados Unidos, Naffez Ahmed añade que “su testimonio en la CNN, lejos de ser una ‘teoría del complot’ infundada, confirma el apoyo de la CIA a favor de grupos afiliados a Al-Qaeda en Siria, operado principalmente mediante socios regionales tales como los Estados del Golfo y Turquía”. Siendo hoy de notoriedad pública estas acciones clandestinas, suscitan cuestiones incómodas sobre la forma en que los intereses geoestratégicos a corto plazo de Estados Unidos y de sus aliados continúan amenazando la seguridad nacional de nuestras democracias y desestabilizando un número creciente de países. Finalmente, menos de una semana después de los atentados del 13 de noviembre, Tulsi Gabbard presentó una proposición de ley, cuyo fin es “detener inmediatamente la guerra ilegal y contraproducente destinada a derrocar el gobierno sirio de Al-Assad”, no habiendo sido nunca discutida ni votada esta iniciativa en la Cámara de Representantes.

El Congreso no controla las operaciones de la CIA

El artículo del New York Times citado anteriormente señala también la importancia de los jefes de estación de la CIA en Arabia saudí, que son descritos como “los auténticos lazos” entre Washington y Riad desde hace muchas décadas. El Times remonta los orígenes de esta relación opaca  y mixta a la creación del Safari Club. Movilizando fondos extranjeros en los años 80, esa red ha permitido financiar las operaciones clandestinas de la CIA en Angola, en Nicaragua y en Afganistán escapando a la supervisión del Congreso norteamericano. Dicho sistema de financiación se adoptó en 2012 en la guerra de Siria, y esa institución no pudo controlar lo que el Washington Post describió en 2015 como un “vasto esfuerzo [anti-Assad] de muchos miles de millones de dólares implicando [la CIA], a Arabia saudí, Qatar, Turquía” y sus aliados, a través de “una de las mayores operaciones clandestinas” de la Agencia. Conforme a la doctrina de la “negación plausible”, la financiación exterior que moviliza no se ha sometido a la supervisión del Congreso, que no puede ejercer su control sobre las actividades y los presupuestos de los servicios especiales extranjeros.

Resulta de ello que Estados Unidos pueden fácilmente rechazar las críticas del aumento de grupos extremistas en Siria hacia sus aliados de Próximo Oriente, mientras que la CIA apoya activamente sus operaciones de los “Military Operations Centers”, bases secretas en Turquía y en Jordania desde las que se han entregado millares de toneladas de armamento a las milicias anti Assad, también a las más extremistas.

Si las políticas impuestas desde hace 40 años por los jefes del espionaje norteamericano y saudí esconden aún muchos secretos, no hay duda de que han favorecido la creación y la internacionalización de las redes yihadistas que amenazan ahora la paz mundial. Como explicaba Yves Bonnet, antiguo responsable de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST) “la CIA y Arabia saudí han creado el terrorismo mesiánico del que se reclaman Al-Qaeda y el Daesh”. Citando de nuevo a Nafeez Ahmed, “las redes muyaidines afganas han sido formadas y financiadas bajo la supervisión de la CIA, del MI6 y del Pentágono. Los Estados del Golfo han aportado sumas de dinero considerables, mientras que los servicios de inteligencia pakistaníes (ISI) han asegurado la unión sobre el terreno con las redes militantes coordinadas por Abdullah Azzam, Osama bin Laden y sus cómplices. La administración Reagan, por ejemplo, proporcionó dos mil millones de dólares a los muyaidines afganos, completados por otro aporte de la misma cantidad de Arabia saudí”.

Tras recordar estos hechos bien conocidos, Nafeez Ahmed pone en cuestión una falsa idea que ha sido continuamente repetida por una gran mayoría de expertos y periodistas internacionales desde el 11 de setiembre: “Según la creencia popular, esta configuración desastrosa de una colaboración entre Occidente y el mundo musulmán en la financiación de extremistas islamistas habría finalizado con el hundimiento de la Unión Soviética. Como he explicado en una declaración en el Congreso un año después de la publicación del informe de la Comisión del 11 de septiembre, esta creencia popular es errónea (...) Un informe clasificado de los servicios de inteligencia norteamericanos, revelado por el periodista Gerald Posner, ha confirmado que Estados Unidos eran plenamente conscientes del hecho de un acuerdo secreto alcanzado en abril de 1991 entre Arabia saudí y Bin Laden, residente entonces bajo vigilancia. Según ese acuerdo, Bin Laden estaba autorizado a abandonar el reino con su financiación y sus seguidores y a continuar recibiendo un apoyo financiero de la familia real saudí con la única condición de abstenerse de ir en contra y desestabilizar el propio reino de Arabia saudí. Lejos de ser observadores lejanos de este acuerdo secreto, Estados Unidos y Gran Bretaña participaron en él activamente”.

Según el último libro de Peter Dale Scott, este acuerdo de abril de 1991 entre Bin Laden y la familia real saudí se ve corroborado en el libro premiado con el Pulitzer de Lawrence Wright sobre Al-Qaeda y el 11 de setiembre. Según otras fuentes fiables, este acuerdo se habría renovado en 1995, según Anthony Summers, después en 1998, según Ahmed Babeeb. Paralelamente, según el antiguo diplomático y oficial consular norteamericano en Djedda, Michael Springmann, “la CIA transfirió [a muyahidines que habían combatido en Afganistán] hacia los Balcanes, Irak, Libia y Siria, proporcionándoles visados USA ilegales”, afirmando haber descubierto que el consulado en el cual él trabajaba era en realidad“una base de la CIA”.

A la vista de los elementos estudiados en este artículo, lejos de ser la nebulosa inasible que se nos describe en los medios occidentales, la red de Al-Qaeda ha sido empleada por los servicios especiales norteamericanos y sus socios también después de la guerra fría, a fin de desempeñar diferentes objetivos geoestratégicos inconfesables. Como hemos analizado, se trata de hechos corroborados que nos permiten, quince años después del 11 de septiembre, medir hasta que punto las políticas clandestinas de la CIA y sus aliados están fuera de control. Las informaciones que demuestran que las fuerzas apoyadas por la Agencia en Siria combaten a aquellas que apoyan las operaciones del Pentágono sobre el terreno son una ilustración edificante.

La guerra contra el terrorismo es una guerra mundial


Un estudio en profundidad de la historia de Al-Qaeda indica que el aumento mundial de la yihad armada se origina en las relaciones turbulentas entre los responsables de la CIA y sus homólogos saudíes, cuyo reino es descrito por numerosas fuentes autorizadas como el principal patrocinador de las organizaciones islamistas a través del mundo. De la yihad afgana al takfirí sirio, las acciones clandestinas de la CIA masivamente cofinanciadas por los petrodólares saudíes han reforzado hasta el presente la nebulosa Al Qaeda, y ello pese al 11 de septiembre, la mal llamada “guerra contra el terrorismo”, y los recientes atentados que han golpeado a las poblaciones occidentales. Como hemos estudiado, estas operaciones de la CIA han sido a menudo delegadas en los servicios saudíes y otros socios extranjeros, lo que explica porque es tan difícil comprender el peligroso juego de la Agencia ante el terrorismo islamista.

Poco tratada en los medios, la historia inconfesada de Al-Qaeda debe ser explicada a la opinión pública porque, como demuestra la tragedia siria, las lecciones de la yihad afgana no han sido evidentemente comprendidas por nuestros dirigentes. Nuevas catástrofes ligadas al terrorismo son de temer en el mundo occidental, principalmente debido al regreso de Siria de combatientes extremistas a sus países de origen. En un contexto de guerra perpetua que genera anualmente miles de millones de beneficios para las multinacionales de la energía, del armamento, de mercenarios, y de la inteligencia privada, los dirigentes occidentales ¿tienen la voluntad de detener estas intervenciones y redefinir una estrategia para el cercano Oriente menos militarizada y más constructiva?

Después de quince años de una “guerra contra el terrorismo” que ha amplificado considerablemente esta amenaza, que ha potenciado una privatización masiva de las operaciones militares, y que ha producido la muerte de más de un millón de personas solamente en Irak, en Afganistán y en Pakistán, esta preocupante cuestión merece plantearse.

Y respecto al casus belli que ha legitimado esta guerra perpetua, también subsiste una cuestión también preocupante. Los principales acusados de los atentados del 11 de septiembre aún no han sido juzgados por los tribunales militares de Guantánamo. Aunque las confesiones conseguidas bajo tortura son jurídicamente inadmisibles, no es menos cierto que el mayor crimen de la historia moderna de Estados Unidos nunca ha sido objeto de ningún proceso. El Congreso norteamericano acaba de autorizar a las familias de las víctimas de estos sucesos a demandar a Arabia saudí por su supuesto papel en esos ataques, pese al veto del presidente Obama, que impidió la promulgación de esta ley.

En este contexto, a la vista de la relación entre el reino de los Saud y la CIA, este análisis escrito por Jean-Pierre Chevenement en 2004 es hoy aún más pertinente: “La propagación del terrorismo islamista, ciertamente lamentable, también proporciona una coartada ideal a la empresa de recolonización de Medio Oriente y la dominación mundial, a la escala de un ‘nuevo siglo americano’, al que se lanzó la administración de George W. Bush. La historia de la vuelta de las milicias wahabitas de Osama bin Laden contra Estados Unidos, que les habían apoyado contra la URSS en Afganistán, supone tantas zonas sombrías que nos podemos preguntar si la cooperación tan estrecha entre la CIA y los servicios saudíes del príncipe Turki, rota solo quince días antes del 11 de setiembre aclararía de forma útil las circunstancias de un acontecimiento que abrió una nueva página en la historia de las relaciones internacionales: como Atenea saliendo armada del muslo de Júpiter, aquel día se decretó la ‘Cuarta guerra mundial”.

Fuente: http://maximechaix.info/?p=3605

Fondo de reptiles: los periodistas que se venden al mejor postor

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Belén Moreno

Se conoce como fondo de los reptiles a las subvenciones secretas que el gobierno hace a la prensa para que esta se muestre una posición más favorable hacía sus políticas. Fue una práctica muy extendida en Europa durante el siglo XIX.

La acuñación de la expresión fondo de los reptiles, para referirse al pago secreto a la prensa, proviene de una afirmación de Otto Von Bismarck tras ganar la guerra prusiana-austriaca en 1866. El reino de Hannover, aliado austriaco, es el más castigado por la derrota, su rey Jorge V debe exiliarse dejando atrás toda su fortuna que a partir de ese momento será gestionada, a través de un Real Decreto, por Prusia para “la vigilancia y la defensa contra las maquinaciones de la casa de Hannover y sus agentes contra Prusia”. Los intereses generados de esa fortuna serán utilizados por el canciller prusiano para la creación de un fondo secreto, al que únicamente tienen acceso Guillermo I y el propio Bismarck. El fondo se usará para fomentar las actividades propagandísticas y para la creación de un sistema informativo dentro y fuera de las fronteras alemanas. Bismarck, cansado de las intrigas de los partidarios de los Hannover, pronunció la célebre frase: “Utilizaré su dinero para perseguir a estos reptiles malignos hasta sus propias cuevas”. De esta manera se convirtió en el fondo de los reptiles.

Los políticos europeos de la segunda mitad del siglo XIX vieron en la prensa una valiosa plataforma propagandística, convirtiéndose automáticamente en un instrumento fundamental para trasladar sus mensajes, atacar al oponente, revelar sus políticas y hacer campañas para conseguir votos. En España, la instauración de las elecciones trae consigo la proliferación de los partidos políticos y con ellos las campañas electorales que tratarán de contar con el apoyo de la prensa para conseguir sus fines.

El partido del poder tratará, sobre todo a partir de la Restauración, controlar el mayor número de periódicos, que se convertían en “periódicos sapos”, diarios que se mantenían gracias a las ayudas gubernativas. La ley de Policía e Imprenta de 1883 impulsada por Sagasta había instaurado un régimen informativo mucho más abierto y libre, se había suprimido la censura previa, la necesidad de la posesión de una licencia especial para la creación de un periódico nuevo y, el depósito previo de publicaciones. Por ello había que buscar fórmulas nuevas para controlar a la prensa.

El embajador de España en Berlín, Francisco Merry Colom, había tomado buena nota de las prácticas del Canciller de Hierro, Bismarck, respecto al control de la prensa. En 1854 el prusiano había aprobado una ley marco de Prensa que prohibía la censura previa, pero mantenía la licencia especial para la creación de nuevos periódicos y el depósito de una considerable suma como confianza. Además, se desarrolló un sistema de vigilancia para controlar a la prensa “liberal” que consistía en la creación de gabinetes de prensa de los diferentes ministerios, encargados de resumir artículos y redactar rectificaciones y contestaciones; la creación de periódicos gubernamentales poniendo al frente los denominados hombres de paja, es decir, periodistas supuestamente independientes que en realidad estaban bajo las órdenes del gobierno; y un fondo secreto que en 1865 contaba con un presupuesto de 350.00 florines. La práctica más habitual era realizar un pago mensual al redactor más influyente de la publicación. Los órganos de prensa se convirtieron en auténticos instrumentos al servicio de la política de Bismarck.

El embajador, el 22 de abril de 1875, escribió las siguientes palabras al gobierno español: “La prensa aquí está toda en manos de gente desacreditada. Los fondos copiosos que Bismarck tiene destinados para subvencionar periodistas en Alemania y a favor de Alemania (los hay subvencionados en todas partes), se llaman públicamente “Fondos de reptiles”: de ellos está encargado un jefe de administración que todo el mundo conoce”.

Francisco Merry aconsejaría a Madrid seguir el ejemplo alemán a través de los fondos reservados del Ministerio de Gobernación. Y Madrid siguió el ejemplo, el profesor Carlos Seco Serrano encontró en el archivo de Dato de la Real Academia de Historia datos concretos referidos a los años 1899 y 1900 de las subvenciones a la prensa.

La suma total destinada a los “gastos reservados” mensualmente oscila entre las 31.000 y las 36.000 pesetas dentro de los cuales encontramos los pagos a la prensa. El concepto del pago podía ser diverso, desde una gratificación en metálico, un pago mensual o, lo que solía ser más común, a través de suscripciones.

Algunos periodistas como Joaquín Rallo, director de La Discusión solicitaban al gobierno una ayuda más cuantiosa: “Que la subvención sea fija y algo más crecida, ya que las ideas que este periódico defiende, y la política que le inspira, deben tomarse más en consideración por la respetabilidad de las personas que le apoyan”.

Pero, otra de las formas de controlar a la prensa fue la creación de periódicos. A finales del siglo XIX en España “quien pretendiese hacer carrera política –comenta Rosa Cal- debía contar con las páginas de un periódico”, así lo hicieron, por ejemplo, José Canalejas con el Heraldo de Madrid, Sagasta con La Iberia, Silvela con El Tiempo, Blasco Ibáñez con El Pueblo de Valencia, Pablo Iglesias con El Socialista o Lerroux con El Progreso.

Los periódicos en aquel momento se habían convertido en el cuarto poder y solo será sustituida su influencia por los nuevos medios de comunicación emergentes, primero la radio, luego la televisión y finalmente Internet.

Fuente: http://belenmoreno.wordpress.com/2010/02/08/el-fondo-de-los-reptiles/

El manual del buen yihadista se imprime en Turquía

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El ejército sirio ha descubierto un manual impreso en Turquía con instrucciones para los yihadistas. En este manual se les enseña “la buena marcha de la guerra en suelo extranjero” y el uso de armas nucleares.

El manual fue publicado en lengua árabe en la ciudad turca de Estambul y sus editores ni siquiera trataron de ocultar los orígenes del libro, el cual cuenta con el logotipo de la editorial turca Guraba, información de contacto e incluso el Número Internacional Normalizado del Libro (ISBN, por sus siglas en inglés) en el interior.

El soldado sirio que encontró el libro declaró que estaba lleno de odio y llama a la guerra contra las personas que se oponen a la ideología takfirí. El manual además incluye instrucciones sobre lo que se debe hacer con “los enemigos y sus propiedades”, según el soldado sirio.

Además añadió que este libro también describe cómo “quemar las ciudades capturadas por los combatientes extremistas, la forma de cortar todos los árboles, destruir toda la vida, la forma de ejecutar prisioneros de la manera correcta”, entre otros.

Según este libro, los takfiríes tienen el derecho a casarse con sus cautivas. Incluso menciona el posible uso de armas nucleares, declaró el soldado.

En Europa la policía ha capturado varios de estos manuales, algunos de ellos van dirigidos a las madres para que inculquen la yihad a los niños desde pequeños. Otros son relativos a las diversas maneras de captar nuevos adeptos. Buscan jóvenes sin expectativas laborales, no necesariamente musulmanes y mucho mejor si no son demasiado religiosos.

Ya no los buscan en las mezquitas. Los yihadistas hacen uso del Islam pero a su antojo. El objetivo es conseguir adeptos que no se sepan el Corán, como los hermanos Abdeslam, detenidos en redadas de droga. El manual lo explica: “No les separes de su familia, su estilo de vida, no le hables de los problemas de los musulmanes, que no sospeche que le estás reclutando”.

Los perfiles son gente, moldeable, que viva alejada del centro de las ciudades, estudiantes de 15 años mejor que universitarios y gente con problemas.

La fase de reclutamiento debe durar tres semanas de acercamiento: “Acompáñale al trabajo o la universidad y al rezo. Llámale a diario y envíale mensajes de móvil con contenido religioso. Invitarle a comer o a cenar y hazle regalos”, escriben. Eso rompe barreras y acerca a cualquiera.

A los dos meses hay que inculcarle la yihad, la necesidad morir matando: “Hay que conseguir que anhele los placeres del paraíso y tenga miedo al infierno”.

La guía dice que hay evitar a los cobardes para que no se echen atrás.

Fuente: http://alwaght.com/es/news/68636

Putin: la etapa de los compromisos internacionales ha pasado

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El interés por Rusia rara vez trasciende la política exterior. Sin embargo, ésta no se podría entender sin la interior donde, desde mayo, Putin ha iniciado una serie de cambios importantes, especialmente en el terreno económico.

Con su lucidez característica Bechet-Golovko lo resume perfectamente: “La etapa de los compromisos internacionales ha pasado; para negociar ventajosamente hay que tener una posición fuerte y clara” (1).

Algo parecido había escrito William Engdahl: “A pesar de los progresos impresionantes hechos por Rusia en el terreno de la política exterior, el país puede estar debilitado por una economía fatalmente débil” (2).

El 25 de julio Putin pidió al denominado “Club Stolypin” que preparara un plan de impulso económico porque para hacer frente a los imperialistas en todos los terrenos, hay que impulsar también el crecimiento económico y estrechar filas en el terreno político, lo cual no se puede hacer sin la depuración de los viejos cuadros y el nombramiento de nuevos equipos dirigentes.

Lo mismo que Theresa May en Reino Unido, Putin quiere poner fin a las viejas políticas monetarias implementadas desde los ochenta, que nunca van más allá del corto plazo, la especulación, las burbujas y el enriquecimiento golfo de cuatro oligarcas. En Rusia estas políticas tienen un nombre, Alexei Kudrin, el antiguo ministro de Finanzas, ahora defenestrado.

Putin se ha descubierto a sí mismo en Bismarck. Ahora persigue un desarrollo económico a la manera prusiana. El economista en boga es el alemán del siglo XIX Friedrich List. Tras la ola “mundialista” vuelve el “nacionalismo” en todos los terrenos, sobre todo en el económico. Con él vuelve el Estado, las empresas públicas, la política industrial, el proteccionismo, el déficit público... e incluso los viejos planes quinquenales o, al menos, una versión capitalista de ellos.

Todo empezó el 25 de mayo cuando, después de dos años de vacío, Putin convocó el Presidium del Consejo Económico. En el verano llegó la destitución de Serguei Ivanov, cabeza de la administración presidencial del Kremlin y luego la de Livanov, el ministro de Educación e Investigación. Sus sustitutos, A.Vaino y O.Vassilieva, no están dentro de los círculos de adeptos de la OCDE, escribe Bechet-Golovko, porque “representan el interés nacional frente a la visión globalizante”.

Los nombramientos han sido seguidos de la llegada al servicio de inteligencia exterior de S. Narchkin, que tendrá que lidiar con una situación internacional especialmente tensa. No hay más que repasar el blog Katehon para ver que los eurasiáticos de Alexander Duguin están de enhorabuena.

Pero esa moneda tiene un reverso, que es la guerra. Recientemente Duguin escribía que “la Tercera Guerra Mundial nunca ha estado tan cerca”(3). No le falta razón. Lo mismo que en 1931, cuando el gobierno soviético aprobó el Primer Plan Quinquenal, sin un fuerte impulso al desarrollo industrial, Rusia no podrá hacer frente a la agresión imperialista que se le viene encima.

(1) http://www.comite-valmy.org/spip.php?article7626
(2) http://journal-neo.org/2016/08/02/putin-nyet-to-neo-liberals-da-to-national-development/

(3) http://katehon.com/es/article/la-iii-guerra-mundial-nunca-ha-estado-tan-cerca

Antifascistas revientan un homenaje a Primo de Rivera en Cádiz

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Ayer estaba prevista en Cádiz la presentación de un libro escrito por Pepe de las Heras en el Hotel Las Cortes, en la calle San Francisco, sobre la figura del fascista José Antonio Primo de Rivera.

El acto había sido organizado por la Asociación Hispania Cronos, que tenía prevista la presentación del libro a las 18 horas. Cuando unas diez personas que iban asistir al acto se hallaban en la puerta del Hotel esperando la hora del comienzo, llegaron los antifascistas gritando “¡No queremos nazis!”

Los convocantes patearon a uno de ellos por llevar una camiseta de Brigadas Amarillas y se produjo un enfrentamiento tumultuario “cuerpo a cuerpo” en la calle. El centro de la capital gaditana quedó destrozado, con las señales de tráfico arrancadas y destrozos en el mobiliario urbano.

Luego llegaron tres vehículos radio patrulla adscritos a la Comisaría Provincial que intentaron, sin éxito, detener a los antifascistas, al mismo tiempo que escoltaban a los fascistas para garantizar que pudieran celebrar el acto en el Hotel sobre el fundador de la Falange, que fue ejecutado por la República en 1936.

El libro y su presentación pública forman parte del descarado ascenso del fascismo en España. Pepe de las Heras ha realizado una versión anovelada de un guión para una película hagiográfica que se presentará próximamente.

Tenemos al fascismo hasta en la sopa, debidamente escoltados y protegidos por la policía para que no padezcan ningún percance en sus actos oficiales.

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