Quantcast
Channel: La lucha es el único camino
Viewing all 7676 articles
Browse latest View live

20 oficiales del ejército israelí muertos en la guerra de Yemen

$
0
0
El 6 de junio se confirmó la participación de Israel junto a Arabia sadí en la agresión contra Yemen al explotar un misil Scud de la resistencia yemení en la base aérea saudí de Jamis Mushait, en la provincia Yazán, que provocó la muerte de 20 oficiales de las fuerzas aéreas del régimen israelí. La noticia no se ha conocido hasta que el lunes de esta misma semana la confirmó la agencia local LahjNews citando al comandante del Ejército yemení, Mansur Awaz.

Los combatientes de Ansarolá y el Ejército yemení atacaron con misiles Scud la citada base, que hizo sonar las sirenas de alerta en la ciudad de Jamis Mushait, en respuesta a una ofensiva militar saudí.

El comandante del Ejército yemení anunció que los militares israelíes estaban colaborando con los saudíes para lanzar una bomba nuclear contra la montaña de Naqum, en Saná, la capital de Yemen, justo cuando el misil disparado desde el lado yemení impactó contra la base aérea saudí, matando a los oficiales israelíes y varios saudíes.

Además afirmó que los saudíes normalmente utilizan los aviones de guerra tipo F-16 de las fuerzas aéreas del régimen israelí para perpetrar ataques con bombas de neutrones.

Desde el inicio de la agresión saudí a Yemen, que ha causado la muerte de 4.000 yemeníes, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, expresó su apoyo a la ofensiva militar y el ejército de Israel ha proporcionado servicios de inteligencia a la aviación saudí.

Recientemente la revista “Veterans Today” reveló, además, que los aviones del régimen israelí podrían haber atacado con bombas de neutrones el territorio yemení. El pasado 25 de abril, Riad empleó la bomba llamada Moab, considerada el arma no nuclear más poderosa del mundo, en un ataque contra Yemen.

Además el régimen saudí reconoció haber utilizado bombas de racimo durante su ofensiva contra la población de Yemen.

Hasta ahora el único objetivo logrado por los bombardeos de la aviación saudí ha sido la destrucción de la escasa infraestructura de dicho país y el refuerzo de los grupos terroristas, como Al-Qaeda.

El destino de África está ligado a China

$
0
0
A medio de plazo el destino de África va a depender cada vez más de China, según un estudio de S&P que publica la agencia francesa de noticias AFP. China compra materias primas, es el primer inversor y también se ha convertido en una importante fuente de financiación, afirma la agencia de calificación.

La situación tiene una doble cara, indica S&P: “Aunque los lazos entre África y China han sido una bendición para los países de África subsahariana, también ha aumentado su vulnerabilidad con respecto a China y a los choques conexos”, especialmente la ralentización china y la menor demanda de materias primas.

S&P pone el ejemplo del cobre, cuyo precio ha caído a 6.400 dólares la tonelada frente a más de 10.000 dólares en 2011, afectando a la balanza de pagos de Zambia y la Repúbllica Democráatica del Congo.

“El precio internacional del carbón también ha retrocedido, disminuyendo la rentabilidad de proyectos de envergadura en Mozambique”, añade S&P en su informe.

Por lo demás, “el África subsahariana está sobre-expuesta como consecuencia de su endeudamiento excesivo con China”, apunta también la agencia de calificación, que en su informe recuerda que en los últimos cinco años los países africanos se han beneficiado de créditos chinos muy fáciles, cuando el Banco Mundial y el Club de París imponían condiciones muy restrictivas.

“Algunos [países africanos] podrían tener dificultades en devolver los préstamos al vencimiento” como consecuencia de la caída de la cotización de las materias primas, de la depreciación de las divisas o de la inflexión del crecimiento, advierte. “A medida que China refuerce su influencia en África, las relaciones entre ambos van a cambiar ciertamente, aunque continúen desarrollándose”, añade la agencia.

S&P predice que en el futuro el crecimiento chino estará alimentado más por las inversiones masivas en infraestructuras a través del mundo, comprendida África, que por las exportaciones, gracias a las abundantes reservas de cambio de China, cercanas a los 4 billones de dólares.

En 15 años los intercambios chino-africanos han explotado, recuerda el informe: en 2013 el 23 por ciento de las exportaciones de los 18 países sub-saharianos estudiados por S&P estaban destinadas a China, frente al 4,6 por ciento en 2000.

Las inversiones directas chinas han alcanzado los 1.600 millones de dólares en 2013, frente a los 145 millones de 2005.

El dólar está abocado al colapso

$
0
0
El poder hegemónico logrado por Estados Unidos en la posguerra, impuesto en Breton Woods, apenas duró 15 años. En 1971 casi todos los países del mundo pusieron sus monedas en flotación, lo cual era contrario a los estatutos del Fondo Monetario Internacional.

Al mismo tiempo apareció un doble mercado del oro, uno oficial con la paridad aprobada en Bretton Woods (35 dólares la onza) y otro libre con una cotización seis veces superior. Era obvio que el dólar estaba sobrevalorado y Nixon enseñó sus vergüenzas al negar su convertibilidad. Era una quiebra encubierta.

Para salir del atolladero Estados Unidos llegó a un acuerdo con Arabia saudí y después con la OPEP, la organización internacional de países exportadores de petróleo, para que las ventas de petróleo en el mercado mundial se pagaran en dólares.

Ya no era el oro sino el petróleo, el “oro negro”, lo que respaldaba al dólar. Nació el término “petrodólar”, acuñado en 1973 por Ibrahim Oweiss, profesor de economía de la universidad de Georgetown.

La medida significaba que para comprar petróleo las economías que entonces se encontraban en expansión, como Japón, debían hacerse antes con dólares y, por consiguiente, debían vender sus exportaciones en esa misma divisa.

Significaba también que quienes no tenían capacidad para exportar debían pedir préstamos en dólares para pagar sus compras de petróleo. El petróleo no es sólo una materia prima estratégica para el capitalismo mundial, sino que la forma de pago en dólares también lo es.

Los países exportadores de petróleo, como Arabia saudí, invirtieron sus excedentes de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos, que obtuvo una fuente gratuita de financiación de sus gastos: petróleo gratuito, guerras gratuitas... Todo el flujo financiero pasaba por las manos y los bolsillos del Banco de la Reserva Federal de Washington. Para Estados Unidos el precio del petróleo nunca ha sido ningún problema: cuanto más caro, mejor, más dólares se ponen en circulación y más deuda pública a la venta.

A cambio, Estados Unidos garantizó del mantenimiento en el poder de los países y los dirigentes de la OPEP, en especial de Arabia saudí, frente a los comunistas. El petróleo se convirtió en el centro de Oriente Medio y Oriente Medio se convirtió en el centro del mundo.

Por su parte, Estados Unidos acabó siendo el país parásito de hoy día. No necesita dinero para comprar nada ya que tiene una máquina de fotocopiar dólares que todo el mundo acepta como moneda de pago.

Como buen parásito, Estados Unidos debe dinero a todo el mundo: 18 billones de dólares. El país debe dinero, el Estado debe dinero, las empresas deben dinero... todos y cada uno de los ciudadanos deben dinero a algún banco.

Las transacciones de petróleo representan casi el 10 por ciento del PIB mundial. Como la propia dominación política y militar estadounidense, todo un fantástico negocio especulativo gira en torno al dólar y a que el comercio internacional se paga en dólares.

En 2000 Francia y otros países de la Unión Europea convencieron a Saddam Hussein para que vendiera el petróleo de Irak a cambio de alimentos en euros. Como dijo la revista Time (13 de noviembre de 2000), a Saddam no le importaba que el euro se estuviera devaluando frente al dólar; lo que no quería era tratar con “la moneda del enemigo” (*).

Al mismo tiempo que esto estaba ocurriendo, algunos seguían enfangados con el mito del “neoliberalismo”...

Durante tres años, de 2000 a 2003, otros países exportadores de petróleo, como Rusia, Irán, Indonesia y Venezuela, se unieron a Irak y también amagaron con cobrar el petróleo en otras monedas. El imperio y el negocio amenazaban otra vez con la quiebra, por lo que Estados Unidos invadió Irak y asesinó a Saddam Hussein. Una de las primeras medidas económicas tomadas por los ocupantes fue la de volver al pago del petróleo en dólares.

La excusa con la que entretuvieron al mundo fueron las armas de destrucción masiva.

La guerra de Irak fue un aviso para navegantes.

En 2006 Irán propuso crear una bolsa internacional de petróleo negociada en euros y Putin amenazó con algo parecido. Dos años después la “Iranian Oil Bourse” daba sus primeros pasos. El imperialismo respondió ampliando las sanciones contra Teherán y expulsó a los bancos iraníes del sistema Swift de transferencias bancarias.

Esta vez la excusa fue el programa nuclear del gobierno iraní.

En 2009 Gadafi fue elegido presidente de la Unión Africana. Su proyecto fue crear los Estados Unidos de África que, entre otras cosas, incluiría una moneda unificada, un dinar basado en el oro. Pero, sobre todo, Gadafi empezó a trabajar para que el comercio de petróleo entre los países africanos se pagara con oro.

Dos años después Estados Unidos desató una guerra civil en Libia y Gadafi fue brutalmente torturado y asesinado.

¿Excusa? Los imperialistas ni siquiera se preocuparon por inventar ninguna excusa.

En febrero de 2011 el francés Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional, exigió una nueva moneda mundial para hacer frente al predominio del dólar estadounidense. Tres meses después empezó un calvario de denuncias contra él por abusos sexuales que acabaron con su carrera. Fue cesado fulminantemente de su puesto en el organismo financiero internacional.

Ha habido muchos proyectos para sustituir al dólar, pero todos se acabaron en un cajón hasta que en los últimos años han empezado a aumentar los acuerdos bilaterales de “swaps” de divisas, que eluden el control de Estados Unidos sobre el comercio internacional. Esta tendencia no va a cambiar.

Además, China ha empezado a pagar el petróleo ruso en yuanes. Nadie se ha dado cuenta, nadie ha dicho nada, pero el mundo ha perdido su inocencia para siempre.

(*) Saddam Turns His Back on Greenbacks, http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,998512,00.html

Las contradicciones interimperialistas en el Donbas

$
0
0
Juan Manuel Olarieta

Durante muchos años, pero especialmente desde la caída de la URSS en 1990, los oportunistas hablaron del imperialismo como si tratara de un bloque macizo. El sólo hecho de utilizar el término en singular (“el imperialismo”) daba la impresión de que no había más que un único imperialismo o que todos los países imperialistas eran iguales, por el hecho de serlo.

Eran los tiempos de los foros mundiales, el movimiento contra la globalización y del “otro mundo es posible”, esas mareas de “alternativos” a medio camino entre las ONG y el trotskismo. Ahora han cambiado de verborrea y hablan, por fin, de “contradicciones interimperialistas” para llegar al mismo punto: los imperialistas son todos iguales y los que no son imperialistas son marionetas suyas.

Por ejemplo, en junio del año pasado tuvo lugar en Minsk una reunión de trotskistas procedentes de Ucrania, Rusia y Bielorrusia para pedir lo que todos los pacifistas añoran: “el cese inmediato de la guerra civil en Ucrania”. Pero si creyeran realmente que se trata de una verdadera guerra civil, hubieran debido pedir a los ucranianos que cesaran de combatir entre ellos. Sin embargo, lo que los trotskistas piensan es que los ucranianos son marionetas cuyos hilos mueven los imperialistas y, por lo tanto, su llamamiento tenía el siguiente carácter: “El gobierno ruso, la Unión Europea y los Estados Unidos utilizan la guerra civil en Ucrania con el mismo fin: la gente que muere en el Donbass son sólo peones en su competencia inter-imperialista”(1).

En España quien sostiene ese mismo tipo de concepciones trotskistas son los “cheerleaders” de RC y los clarividentes del MAI. Hay dos bandos imperialistas en liza y cada uno de ellos sostiene sobre el terreno a una marioneta local, unos en Kiev y otros en Donietsk y Lugansk.

A la fuerza ahorcan: la guerra se extiende, con su reguero de sangre, por regiones cada vez más extensas del mundo y la demagogia con la que durante tantos años trataron de ocultar las contradicciones interimperialista se ha venido abajo. De ahí que, con un lenguaje un poco diferente, los trotskistas quieran llegar la misma conclusión: Rusia es lo mismo que Estados Unidos y las milicias del Donbas son equiparables al gobierno de Kiev.

“El antifascismo en el Donbas es un mito”, dicen, repitiendo lo que siempre dijeron los trotkskistas del POUM durante la guerra civil española: la República era burguesa, exactamente igual que los militares fascistas; la URSS ayudó a los primeros y los fascistas de Mussolini ayudaron a los segundos. ¿Dónde está la diferencia? No hay ninguna diferencia, o no la saben encontrar, como tampoco saben responder a una sencilla pregunta: si ambos bandos son iguales, ¿por qué combaten entre sí?

Lo ha escrito bien claro Sarkis Fernández: la excusa de las contradicciones interimperialistas en Ucrania es “pura ideología imperialista”(2). Los trotskistas que defienden ese tipo de planteamientos, incluidos RC y MAI, forman parte del imperialismo mismo, algo que no debería constituir ninguna sorpresa para nadie. Ante la guerra y las contradicciones interimperialistas, la defensa de la neutralidad, la equidistancia y el pacifismo farisaico es una traición a la clase obrera y a la revolución en todos y cada uno de los países, incluso en aquellos a los que la guerra no llega.

Lo que el leninismo enseña es a tomar partido, no a lavarse las manos como Pilatos. Ante una guerra imperialista provocada por las contradicciones internas entre las potencias imperialistas, Lenin apela a la guerra civil, a dirigir las armas contra el propio país, que es exactamente lo que han hecho las milicias del Donbas. Por consiguiente, poner a un bando al lado del otro es simplemente una manera repugnante de lavarle la cara al imperialismo y su criminal política de exterminio.

Ucrania formó parte de la URSS y los trotskistas de todos los pelajes se esfuerzan por ocultar que con la URSS no sólo acabó un modo de producción sino que el país fue troceado, por lo que es obvio que el imperialismo busca devorar a Rusia como país, del mismo modo que ya ha devorado a otros, como admitió la secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright en 2005: “Es injusto que un solo país posea territorios tales como Siberia y el Lejano Oriente, en los cuales pueden instalarse unos cuantos Estados”.

Incluso después de que la URSS desapareciera, después de que fuera troceada, al imperialismo no le bastó con que Ucrania obtuviera su independencia sino que organizó dos golpes de Estado por una razón muy sencilla de entender: porque no están dispuestos admitir una Ucrania independiente, es decir, un país capaz de tomar sus propias decisiones. Cualquiera que sea su régimen social, Ucrania ha demostrado que está, quiere estar y estará siempre ligado a Rusia por lazos que van mucho más allá de la economía y de la geoestrategia y que el imperialismo se esfuerza por romper porque su proyecto no es sólo acabar con Rusia sino acabar también con Ucrania.

Hay una foto de Victoria Nuland, la encargada de asuntos europeos en el Departamento de Estado, en plena orgía en la Plaza Maidan, en febrero del pasado año que expresa que mejor que nada qué es lo que persigue el imperialismo en Ucrania. En contra de los partidarios de la neutralidad, no hay una foto equivalente de Serguei Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores, en Occupy Wall Street.

El Pacto de Varsovia se ha disuelto; la OTAN no. En contra de todos los acuerdos aprobados desde los tiempos de Gorbachov, Estados Unidos ha metido a los países vecinos de Rusia en una alianza militar dirigida contra Rusia. Rusia no ha rodeado a ningún país del mundo con bases militares, pero tiene todo su perímetro fronterizo cercado por las de los imperialistas, que le han puesto armas nucleares delante de sus narices y han desencadenado varias guerras, desde el Báltico a Afganistán cuyo objetivo indirecto no es otro que Rusia.

En el derecho internacional el bloqueo económico es una medida de guerra, una declaración indirecta de guerra. Pero no ha sido Rusia quien ha impuesto un bloqueo económico a Estados Unidos o a la Unión Europea, sino al revés. Rusia es víctima de un bloqueo. No hay esa simetría de la que hablan los trotskistas.

Los francotiradores que en febrero del año pasado dispararon contra la multitud indiscriminadamente en la Plaza Maidan matando a cerca de cien personas, ¿eran prorrusos?, ¿antirrusos?, ¿pertenecían a ambos bandos?, ¿es indiferente?

Los que quemaron vivos a 42 sindicalistas en Odessa en el mes de mayo, ¿eran prorrusos?, ¿antirrusos?, ¿pertenecían a ambos bandos?, ¿es indiferente?

No es necesario apelar al leninismo sino a la decencia humana para no admitir -bajo ningún concepto- que los agresores se pongan al mismo nivel que los agredidos. Ante un acoso sexual no se puede medir al agresor y al agredido por el mismo rasero; ante un acoso militar, económico, político y mediático tampoco. ¿Verdad que es obvio? Pues los trotskistas no se quieren enterar.

(1) http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7019
(2) http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=4653

Victoria Nuland en la Plaza Maidan, febrero de 2014

Los fundamentalistas judíos queman una iglesia católica

$
0
0
El jueves el portavoz de la policía israelí Micky Rosenfeld informó que fundamentalistas judíos habían prendido fuego a la Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces, lugar de peregrinaje católico y monumento turístico junto al lago Tiberiades.

El fuego se declaró a medianoche y causó una seria destrucción en el interior y el exterior del templo, construido sobre los vestigios de una iglesia del siglo IV. Un monje y un voluntario tuvieron que ser hospitalizados como consecuencia de la inhalación de humo.

La tienda de recuerdos religiosos, la oficina de peregrinos y la sala de reuniones fueron las zonas más dañadas, mientras que las biblias y libros de oraciones han sido destruidos por las llamas. Sin embargo, la zona de rezos ha quedado intacta, dijo el párroco de la Iglesia, Matthias Karl.

En el muro exterior de la Iglesia los autores dejaron una pintada con un pasaje de una oración judía que llama a “expulsar a los falsos dioses”.

El departamento de crímenes religiosos de la policía israelí de Cisjordania ha abierto una investigación sobre el incendio. De momento la policía ha detenido a 16 jóvenes colonos israelíes, aunque les dejaron en libertad inmediatamente por falta de pruebas.

El presidente de Israel Reuven Rivlin ha condenado la agresión asegurando que las autoridades harán todo lo posible por detener a los criminales. “Esta terrible profanación de un lugar antiguo y santo de oración es un ataque a lo esencial de la vida en nuestro país, donde las gentes de diferentes creencias buscan vivir juntos en armonía, tolerancia mutua y respeto”, dijo Rivlin.

Estos últimos años, las mezquitas islámicas e iglesias cristianas se han convertido en objeto de ataques similares, la mayor de ellos cometidos por fundamentalistas judíos de las colonias israelíes de Cisjordania. El año pasado un grupo de jóvenes judíos fanatizados atacó la zona de oración de esta misma Iglesia de la Multiplicación, arrojando piedras a los católicos. Los atacantes también destruyeron una cruz y arrojaron los bancos al lago Tiberiades.

La Iglesia católica de la Multiplicación, que indica el lugar donde -según el Nuevo Testamento- se produjo el milagro de los panes y los peces que obró Jesús, se encuentra en Tabgha, en el noreste de Israel. Cerca de 5.000 peregrinos católicos visitan la Iglesia cada día, según el superior de la orden de San Benito en Israel, el padre Gregory Collins.

El racismo antihispano también crece en Estados Unidos

$
0
0
Cada día Estados Unidos descubre más basura escondida bajo la alfombra. Los múltiples casos de asesinatos racistas perpretados por policías norteamericanos han puesto la lupa en un problema que todos connocían pero del que no nadie hablaba.

Desde el momento de su independencia Estados Unidos ha sido un país apoyado en la esclavitud, en el genocidio indígena y en la segregación racial sistemática e institucionalizada.

Los agresores son los blancos y las víctimas son todos aquellos que no son son completamente blancos. Según cifras del FBI, los crímenes de odio contra la población de origen hispano en Estados Unidos aumentaron un 40 por ciento de 2003 a 2007, cuando alcanzaron su máximo nivel, al contabilizar 830 víctimas.

Las cifras oficiales subestiman la cantidad y gravedad de los crímenes de odio contra hispanos. La mayor parte de las veces los latinos no denuncian las agresiones racistas a la policía, bien por la barrera del idioma o por el temor a ser deportado. También influye que la mayor parte de los juicios son una burla y casi nunca se molestan en buscar a los racistas.

En 2008, el número de latinos víctimas de crímenes de odio -ataques motivados por el origen étnico o nacional, preferencia sexual o creencia religiosa– fue de 792. En 2009 la cifra fue de 692 víctimas hispanas.

En la década de los noventa la incidencia de ataques contra inmigrantes latinos, en Estados Unidos, subió entre 40 y 50 por cinto en los últimos cinco años, junto a las campañas contra los inmigrantes y a favor de las deportaciones, según el FBI.

Asimismo, aumentó el número de grupos de odio contra los inmigrantes y la comunidad gay. De 602 asociaciones registradas en el 2000 subió a 926 en 2010, según el Southern Poverty Law.

Una excusa para la formación de grupos racistas es la llegada masiva de inmigrantes latinos, que para 2050 llevará a que Estados Unidos tenga 29 ciudadanos de origen latino por cada 100 habitantes, según proyecciones del Centro Hispano Pew.

En 2008 la coalición Agenda Nacional del Liderazgo Hispano, que agrupa a 26 organizaciones hispanas del país, se reunieron en la Cámara baja del Congreso estadounidense para detener el incremento de crímenes raciales contra el colectivo latino. En la la rueda de prensa posterior denunciaron la retórica violenta que diferentes medios de comunicación estadounidenses emplean para referirse a los inmigrantes indocumentados y a los latinos en general.

El año anterior la asociación Media Matters Action Network publicó un informe que ponía en relieve el lenguaje amenazador sobre la inmigración ilegal que puede oírse casi a diario en los canales de noticias por cable del país.

La masacre de Tulsa

$
0
0
Greenwood, 1921
En 1921 el barrio Greenwood, en Tulsa, Oklahoma, tenía una población de 15.000 negros. Era una pequeña ciudad dentro de una ciudad segregada. Ahí vivían los trabajadores y los que habían huido de las aparcerías, antiguos combatientes de la Primera Guerra Mundial, así como doctores, abogados y empresarios. Algunas personas lo llamaban el "Wall Street negro". Los racistas blancos odiaban a Greenwood y las autoridades expresaban abiertamente su deseo de expulsar a los negros del barrio.

El 31 de mayo de 1921 un limpiabotas negro llamado Dick Rowland entró en un ascensor dirigido por una blanca. Cuando el ascensor llegó al vestíbulo, algunas personas oyeron a la mujer gritar y vieron a Rowland salir corriendo del lugar. Rowland nunca fue acusado de ningún delito. A pesar de ello, le detuvieron y le metieron en la cárcel.

A la mañana siguiente, el periódico Tulsa Tribune tituló un artículo: “Linchemos al negro esta noche”. Esa misma noche una multirud de unos 2.000 blancos se acercaron al Palacio de Justicia decididos linchar a Rowland. Entonces un grupo de negros, algunos vestidos del uniforme militar de la Primera Guerra Mundial, marcharon desde Greenwood y se enfrentaron a los linchadores. Hubo un tiroteo y los negros, que eran muchos menos, se retiraron a Greenwood.

La linchadores se sintieron respaldados cuando la policía nombró como ayudantes a cientos de ellos. Uno de los ayudantes dijo después de ser nombrado: “Ahora podemos salir, acribillar a cualquier negro que veamos y la ley nos apoyará”. Al amanecer, 10.000 racistas armados hasta los dientes, incluso con metralletas, invadieron el barrio de Greenwood. Por si fuera poco, los aviones bombardearon y ametrallaron desde el aire.

El pueblo de Greenwood organizó la resistencia, pero no pudieron contra una fuerza abrumadora del enemigo. Pandillas de blancos, muchos de ellos miembros del Ku Klux Klan, fueron de casa en casa asesinarndo y saqueando. Los invasoresincendiaron y destruyeron unas 1.200 casas y negocios, y arrasaron por completo el barrio de Greenwood.

Los delitos ideológicos contra los musulmanes en Estados Unidos

$
0
0
Como en el resto del mundo, en Estados Unidos los musulmanes no forman un bloque único. Hay musulmanes afroamericanos, descendientes de esclavos, hay musulmanes originarios de las colonias europeas, llegados con pasaportes ingleses o franceses, y también hay musulmanes procedentes de los movimientos migratorios posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Meter en el mismo saco a Malcom X con un anticomunista checheno es, pues, el colmo del simplismo. Se trata de una minoría que no llega al uno por ciento de la población y, además, como carece de unidad interna, es ideal para constituirse en el saco de los golpes. Nunca va a oponer una resistencia eficaz; ni siquiera serían capaces de hablar entre sí el mismo idioma. El 11-S se buscó un enemigo perfecto.

A ello se suma el analfabetismo blanco, cultivado con esmero, que no sabe lo que es el Islam, ni le importa. Le basta con “saber” que un musulmán es siempre un “extranjero”, por definición, invitado temporalmente a disfrutar del modo de vida “americano” y al que siempre se le puede echar de casa. Son gente peligrosa con los que hay que estar siempre vigilantes y darles caza cuando cometen sus fechorías (y si no han cometido ninguna sospechamos que lo han cometido a escondidas).

En resumen, lo que han inculcado a los blancos es que los musulmanes son los criminales y nunca las víctimas del crimen. Como siempre, la realidad va por otro lado. Según estadísticas del FBI, en 2010 los crímenes ideológicos contra musulmanes en Estados Unidos se incrementaron en casi un 50 por ciento. Los datos forman parte de un informe más amplio sobre crímenes racistas y muestran que los delitos motivados por la islamofobia habían pasado de 107 casos en 2009 a 160 en 2010.

Por el contrario, los crímenes contra los judíos han bajado, con 887 casos en el 2010 y 931 en el año anterior. Mientras, los crímenes en contra de católicos aumentaron levemente, con 51 casos en el 2009 y 59 el año siguiente.

El número total de delitos clasificados como crímenes racistas (“de odio”) creció en 2010 a 6.628 casos, de los cuales el 47 por ciento estuvieron motivados por odio racial y 20 por ciento por odio religioso, según las estadísticas del FBI.

En el 2010 los datos oficiales registraron 847 actos de violencia contra extranjeros o personas de etnias distintas. De ese total, 534 fueron cometidos contra hispanos.

En 2010 California y Nueva York fueron los estados que registraron el mayor número de incidentes de violencia de este tipo, con 1.092 y 699 casos, respectivamente.

El 47,3 por ciento de los crímenes motivados por el odio tuvieron su origen en la raza, mientras que el 20 por ciento se debió a la religión de la víctima, y el 19 por ciento por su orientación sexual.

Un 13 por ciento de estos crímenes estuvo motivado por la etnia o nacionalidad de la víctima, y algo menos del 1 por ciento se debió a la discapacidad de la persona.

En Estados Unidos, como en el resto del mundo, la islamofobia está teniendo un efecto extraordinario, que es paradógico: está aumentando las conversiones al Islam procedentes de otras confesiones. Por ejemplo, las conversiones al Islam entre los hispanos rondan los 200.000 anuales, un 30 por ciento más que en 1999, antes del 11-S.

La masacre de Ocoee

$
0
0
En 1920 Ocoee, una localidad cercana a Sanford, Florida, contaba con unos 1.000 habitantes, la mitad de ellos negros. A dos de aquellos negros, Moses Norman y Julius “July” Perry, se les ocurrió ejercer un derecho tan elemental como el de sufragio.

Para se tuvieron que empadronar y pagar el “impuesto electoral”, que siempre fue un pretexto típico para impedir que los negros pudieran votar, a pesar de que tenían derecho a hacerlo.

El día de las elecciones, el 4 de noviembre, Norman y Perry acudieron a las urnas, pero no les permitieron votar. Además los blancos se indignaron que hubieran tenido el atrevimiento de ejercer sus derechos. Era intolerable, así que los blancos decidieron darles un escarmiento. Por la noche 250 terroristas del Ku Klux Klan se reunieron y empezaron a incendiar y asesinar. En total destruyeron 25 casas y asesinaron a 50 personas.

Al día siguiente por la mañana apareció el cuerpo de  “July” Perry colgando ahorcado de una farola.

La orgía de destrucción se prolongó durante casi una semana. Para que disfrutaran de total impunidad a los terroristas del Ku Kux Klan les nombraron ayudantes de la policía. De esa manera pudieron controlar la ciudad y no permitieron a nadie entrar o salir a menos que tuvieran un permiso especial.

Fue uno de los primeros casos de limpieza étnica. Los negros tuvieron que abandonar sus casas y perdieron las tierras que cultivaban. Los blancos se apoderaron de ellas, las dividieron y las vendieron a 3,75 dólares por hectárea.

Ningún negro volvió a la ciudad hasta 1981. Durante 61 años los asesinos disfrutaron en un paraíso étnicamente perfecto.

Julius “July” Perry

Más de 260.000 delitos racistas cada año en Estados Unidos

$
0
0
La violencia racista tiene una trayectoria muy larga en Estados Unidos, desde los tiempos de la esclavitud, pasando por los linchamientos y el terrorismo del Ku Klux Klan, hasta a la plaga de asesinatos policiales en los últimos años.

Los delitos cometidos en Estados Unidos por motivos raciales, xenofobia o ataques contra las minorías ideológicas, religiosas o étnicas siempre se han encubierto, a pesar de que suman 260.000 cada año, denunció el director y abogado del South Poverty Law Center, Richard Cohen.

En un artículo publicado recientemente en el diario Washington Post, Cohen recordaba que según el más reciente informe del FBI, en 2013 esos crímenes fueron 5.928 en el país y sólo 51 en Carolina de Sur, estado al que pertenece Charleston, donde recientemente se ha perpetrado una matanza de negros.

Las estimaciones del FBI se basan en “informes voluntarios de los organismos de seguridad” distribuidas en el país. Pero las cifras provistas por la oficina de estadísticas del Ministerio de Justicia sobre el mismo año 2013, son muy diferentes, pues cerca de 256.000 personas mueren al año por delitos motivados por el racismo.

Al no existir la obligación de denunciar estos crímenes, destacó Cohen, “muchas instituciones se niegan a cooperar”. Mississippi, por ejemplo, sólo registró cuatro delitos por motivos racistas en 2013 y Alabama seis. Precisamente es en esos dos estados del sur donde el Ku Kux Klan y otros grupos racistas son más activos.

Según la Oficina de Estadísticas, al menos un cuarto de las víctimas de esos ataques no lo denuncia, en particular los inmigrantes ilegales que temen ser deportados. A menudo miembros de la comunidad homosexual también son blanco de estos ataques, y en muchos casos no quieren revelar su identidad sexual.

El número de los grupos que instigan el racismo en Estados Unidos, también es muy elevado y crece cada año: 784 en 2013 contra los 457 de 1999.

El racismo y los linchamientos por motivos raciales forman parte de la esencia de Estados Unidos. El año pasado el FBI descubrió que dos miembros de la policía de Florida eran integrantes de la organización racista Ku Klux Klan.

Hoy hay más negros en la prisión o en condena condicional que esclavos en 1861, durante la guerra civil.

La masacre de Rosewood

$
0
0
En los años veinte del siglo pasado, Rosewood era una pequeña localidad en las ciénagas del noroeste de Florida con una población de 150 habitantes, siendo todos ellos negros, excepto una familia blanca.

El nombre de Rosewood procede de los cedros del pantano. Los negros trabajaban como leñadores o en el aserradero y muchas de las negras limpiaban las casas de los blancos en un pueblo cercano.

Los trabajadores eran propietarios de sus tierras, lo que les proporcionaba una posición social relativamente independiente que los blancos de los alrededores no podían admitir, por más que la esclavitud hubiera sido abolida 50 años antes.

En 1922 el Ku Klux Klan convocó una manifestación en un pueblo cercano y poco después, en otro mataron al maestro de una escuela blanca.

El día de Año Nuevo de 1923 una joven blanca de un pueblo cercano, Fanny Taylor, acusó falsamente a un negro de forzar la entrada de su casa, violarla y golpearla. Si ya era muy grave que un negro levantara la mano contra un blanco, si además era mujer y con una acusación sexual de por medio el caso tomaba un sesgo dramático.

Una hora después se organizó el linchamiento. Unos 1.500 blancos de los pueblos cercanos se trasladaron a Rosewood para aterrorizar a los negros. Decían buscar a Jesse Hunter, un fugitivo de un grupo local de presos encadenados, pero en realidad desencadenaron su furia contra todos los hombres, las mujeres y los niños de Rosewood.

La orgía de linchamientos se prolongó durante una semana. Los negros fueron violados, mutilados y torturados. Se produjeron tiroteos e incendios y sólo dos edificios quedaron en pie. Los negros tuvieron que huir. Muchos se escondieron en los pantanos próximos. El pueblo de Rosewood desapareció para siempre de la faz de la Tierra. Los blancos se apoderaron de las tieras que habían sido propiedad de los negros.

En 1993 se creó una fundación para investigar y recordar la matanza. Hasta el año siguiente el Congreso de Florida no reconoció el crimen e indemnizó a los 9 supervivientes y a los descendientes con 150.000 dólares.

Tres años después el director de cine John Singleton rodó la película “Rosewood” que rememora el linchamiento, aunque pasó desapercibida por los circuitos comerciales.



El cine para imbéciles

$
0
0

David Torres

El cine es, sin duda alguna, el arte que ha degenerado más rápidamente. En poco más de un siglo, quizá en poco menos, ha pasado de fabricar maravillas como “Intolerancia”, “El acorazado Potemkin”, “Luces de la ciudad”, “Avaricia” o “El maquinista de la general”, a despachar chuminadas del calibre de “Transformers” o “Los vengadores”. La comparación, lo reconozco, es arbitraria, casi tanto como decir que la música popular ha caído en picado desde el tango hasta el reggaeton, pero basta ver el presupuesto alucinante de alguna de estas películas basadas en una marca de juguetes para comprender que hay algo profundamente podrido en las sentinas del séptimo arte.

En su ya célebre estudio sobre el Hollywood de los setenta, “Moteros tranquilos, toros salvajes”, Peter Biskind analiza el cambio de paradigma que supuso el descubrimiento del taquillazo, ese momento en que los productores advirtieron que podían ganar mucho más dinero con el cine que con cualquier otra cosa. De repente, con “El exorcista”, con “Tiburón” y, sobre todo, con “La guerra de las galaxias”, una sola película podía recaudar en un fin de semana lo mismo que el resto de las producciones del estudio en varios meses. Entonces el cine dejó de ser un arte más o menos complejo y pasó a convertirse exclusivamente en un negocio. El adverbio es fundamental: el cine siempre había sido un negocio, pero los viejos productores (los Selznick, Mayer, Goldwyn, etc.) siempre habían querido hacer arte, por mercachifles que fuesen. En los setenta, los estudios de mercado descubrieron que el público que mayoritariamente invadía las salas de cine eran los niños, quienes lógicamente arrastraban a sus padres hasta la pantalla. En los ochenta, gracias al naufragio de algunas producciones, los grandes estudios de Hollywood recuperaron el control que habían perdido durante la pasada década en favor de algunos grandes directores (Altman, Kubrick, Ashby, Coppola, Peckinpah, Friedkin, Bogdanovich, Scorsese). El modelo que prevaleció fue el de Lucas y Spielberg, dos cineastas con mentalidad infantil que conectaron de inmediato con la nueva era de Reagan y de Thatcher: robots, marcianitos, dinosaurios, maniqueísmo elemental. Lo que triunfó fue, en palabras de uno de los entrevistados por Biskind,“el cine para imbéciles”.

La verdad es que el cine para imbéciles siempre había estado ahí, pero nunca se le había hecho mucho caso. A lo largo del siglo XX, la gran pantalla había tenido que soportar musicales de tercera, westerns ridículos, romances de Doris Day, películas de Rin-Tin-Tin, Lassie y de la Mula Francis. El tono de comedia era casi obligado puesto que no había manera de tomarse aquello en serio. De hecho, una de las pocas cosas que salva la primera trilogía de Star Wars frente a la vacua pedantería de sus sucesoras es el sentido del humor, destilado principalmente a través de dos personajes: el robot C3PO, que hace el papel de bufón, y el cazarrecompensas Han Solo, que da la distancia irónica necesaria para que el público se tragara el bolo. Al fin y al cabo, Star Wars sólo trataba en tono de opereta galáctica dos de los temas más viejos del mundo: la búsqueda del padre y el rescate de una princesa.

Sin embargo, en el comienzo de la plúmbea “La amenaza fantasma”, uno de los jedis le decía al otro: “Controla tu ansiedad”, y ya sabíamos que el humor se había ido al garete, que allí había menos amenaza que fantasma. Frente a la presencia malévola e imponente de Darth Vader, ahora tenemos a un villano con la psicología y los diálogos de un pit-bull, y en lugar de la cháchara deliciosa de C3PO, las pedorretas de un tonto de carnaval. Para colmo, faltaba un Han Solo, es decir, un espectador escéptico con el que el verdadero espectador pudiera identificarse en medio de todo aquel tinglado esotérico en donde, para colmo de disparates, el toque espiritual de la Fuerza se reduce a una sobredosis de colesterol en sangre. Hasta luego, Lucas.

Otro tanto ocurre con el cine de superhéroes, un subgénero que se inició en la televisión de los sesenta, copiando a los tebeos con tal inocencia y descaro que hasta subtitulaban los golpes y puñetazos, como en las viñetas. En la tele Batman estaba un poco fondón pero Catwoman (Julie Newmar enfundada en un uniforme de dominatrix) destilaba un erotismo para quinceañeros que no ha vuelto a empapar a ninguna de sus sucesoras. El primer Superman (1978) de Richard Donner, con el malogrado Christopher Reeves, tenía un perfume de ingenuidad que nos hacía sonreír; era como si todos los actores nos guiñaran un ojo para que no nos tomáramos aquella tontería demasiado en serio. Reeves y Kidder interpretaban su primer encuentro amoroso en clave de vodevil, con los rayos X del superhombre atravesando la ropa de la periodista para adivinar el color de sus bragas. La escena cumbre entre Lex Luthor y su cómico ayudante explicando el megaterremoto que iba a desbaratar la costa oeste de los Estados Unidos resulta un inolvidable dúo cómico en manos de dos actores inmensos: Gene Hackman y Ned Beatty.

Ahora, en cambio, el cine de superhéroes carece de frescura, de ironía y de gracia. No hay más que ver diez minutos de “El caballero oscuro”, sin duda la mejor de la última trilogía de Batman, para comprender hasta qué punto Nolan se ha tomado el encargo en serio. Un millonario al servicio de los pobres, una policía que se declara impotente y lanza un mensaje de auxilio cuando se encuentra en apuros, un villano disfrazado de arlequín. Mientras que Christian Bale hace gárgaras con lejía para enronquecer la voz, Michael Keaton se ponía el disfraz de Batman como si se tomara unas vacaciones. Mientras que Heath Ledger incorpora al Joker los peores tics de Marlon Brando, Jack Nicholson hizo lo único que podía hacer para encarnar a semejante mamarracho: saltitos, muecas, histrionismo a la enésima potencia. Para dar más empaque a la cosa, Nolan incluye en el paquete a actores de renombre, nada menos que a Michael Caine de mayordomo, Gary Oldman de policía gafe y Morgan Freeman de Morgan Freeman. El resultado, igual que en Hulk, Iron Man y todas las ridículas franquicias de la Marvel, es un pedo en botijo.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/opiodelpueblo/2015/06/21/la-insoportable-seriedad-de-la-serie-b/522

El gobierno del PP pone las pensiones en manos del narcotráfico

$
0
0
El gobierno del PP ha adjudicado al banco de los narcotraficantes HSBC la gestión del dinero de las pensiones de la Seguridad Social de los más de 700.000 españoles que viven en el extranjero. La resolución se aprobó en marzo y el contrato se formalizó en abril. Para tapar el escándalo la resolución no se va a publicar en el Boletín Oficial del Estado.

Los narcos se apoderan de un botín que asciende a la cantidad de 6.300 millones de euros anuales durante los próximos cinco años que permitirán que la lavadora mafiosa amplíe la escala de sus operaciones en todo el mundo.

Hay pensionistas españoles en 140 países del mundo y los beneficios colaterales de los más de 700.000 nuevos clientes pueden ser suculentos, tanto por el volumen de los fondos y la fluctuación de las divisas como por la colocación de seguros y otros productos bancarios.

El chiringuito financiero de los narcos cuenta con apenas 180 trabajadores en España y no ofrece servicios al público. En la actualidad se dispone a despedir a 50.000 trabajadores en sus 6.100 oficinas en los cinco continentes, así como la retirada de Turquía y Brasil.

A cambio del trapicheo con el Estado los narcotraficantes van a pagar a la Seguridad Social 2,7 millones de euros durante los cinco años de duración del acuerdo. Con esa oferta por el manejo de 31.500 millones de euros hasta mediados de 2020 dejó fuera de juego al Opus Dei-Banco Popular, que poseía la contrata y cobraba comisión por los servicios bancarios, y al Cecabank, en el que participan las antiguas cajas de ahorros.

Hay otra contraprestación adicional: los narcos van a echar una mano al gobierno de Rajoy, que la necesitará en las inminentes elecciones. En el último informe trimestral los contables de los narcos “advierten” sobre “el posible enfriamiento del consumo y la ralentización de la inversión exterior” debido al auge del partido “radical de izquierda” Podemos y de la “excesiva fragmentación parlamentaria” provocada también por el ascenso de la fuerza “reformista” Ciudadanos.

Los mafiosos se entienden a la perfección.

Arabia saudí acerca posiciones con Rusia

$
0
0

La noticia ausente de los últimos días ha sido la reunión del G-7, que siempre se anunció como la de los países más desarrollados del mundo. Sin embargo, hace tiempo que ya no responde a su nombre porque el G-7 ha quedado muy pequeño. A Rusia ya no la invitan y China nunca estuvo. Sus decisiones son, pues, irrelevantes y el motivo de sus reuniones es -más que nada- una rutina.

Por el contrario, desde 1997 Rusia convoca algo parecido para demostrar que los intentos por sacarla del concierto de naciones están condenados al fracaso. Se trata de Foro Económico de San Petersburgo, al que acudieron más de 7.500 representantes de más de 65 países distintos. Entre ellos estuvo el presidente griego Tsipras y al que tanto Rusia como China reiteraron sus ofrecimientos económicos por valor de 5.000 millones de euros y militares en caso de que se vean obligados a salir del euro, así como el suministro de gas a través de Turquía.

No obstante, este año la presencia más significativa ha sido la del príncipe Mohammed ben Salmane Al-Saud y más significativo aún ha sido su presencia en el foro militar Ejército 2015 que se celebró en Kubinka el jueves de la semana pasada.

La visita confirma el giro experimentado por la diplomacia saudí desde hace dos años, que rompe amarras son Estados Unidos en la misma medida en que Estados Unidos se acerca a Irán. Según el diario ruso Kommersant, “la visita del príncipe supone un deshielo de las relaciones entre ambos países, tensas a causa de sus posiciones sobre Siria”.

Ha sido la primera visita de un miembro de la familia real saudí a Rusia tras el ascenso al trono el 23 de enero del nuevo rey Salman ben Abdelaziz. Arabia saudí, pues, rompe el aislamiento trabado en torno a Rusia y demuestra que no acepta las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.

Además, Arabia saudí no sólo está comprando armamento ruso sino que tiene previsto firmar un contrato para instalar una central nuclear, la exploración del espacio y la utilización del sistema ruso de navegación vía satélite Glonass. Esto indica que se trata de la colaboración entre ambos países adquiere una dimensión estratégica.

Los compromisos mutuos se extenderán a otros campos, como el desarrollo agrícola, la planificación urbanística y los servicios municipales. Según Kommersant, es posible que el viaje de la delegación saudí sea un preludio de la visita a Rusia del monarca.

En San Peterburgo Putin pronunció un discurso reiterando las líneas fundamentales de la política internacional de su país. Pidió a Estados Unidos respeto hacia la soberanía de Rusia: “¿EE.UU. sabe mejor que nosotros lo que necesitamos? Permítannos a nosotros decidir sobre nuestros intereses”. Putin hizo un llamamiento para que Estados Unidos les de la oportunidad de decidir sobre sus propios intereses. “El problema [de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia] consiste en que a nosotros siempre nos intentan imponer sus criterios y sus decisiones sin tener en cuenta la visión que tenemos de nuestros propios intereses”, declaró.

Quizá lo más interesante fue su respuesta a una pregunta procedente del público acerca de la carrera armamentista y la guerra. Según Putin, al abandono del tratado sobre defensa antimisiles por parte de Estados Unidos “cambia el sistema global de seguridad” y también influye en los conflictos regionales dondequiera que éstos tengan lugar. Es la salida unilateral de Estados Unidos “y no los conflictos locales los que llevan a la guerra fría”, dijo. “Es un paso que nos empuja a todos a una nueva espiral de carrera armamentista”.

La CIA desató la agresión contra Siria en cuatro fases

$
0
0
En una edición especial en árabe de la cadena de televisión Russia Today, dedicada a la guerra de Siria, Leonid Ivashov, vicepresidente de la Academia de Geopolítica de Moscú, ha afirmado que la CIA desencadenó y dirigió la agresión “de la A a la Z”.

Antiguo general del ejército ruso y, además, testigo presencial de los hechos, Ivashov equiparó los disturbios en Siria a los que se produjeron en otros países con el estallido de la Primavera Árabe en 2011, con las provocaciones a Venezuela y las revoluciones de colores en las antiguas repúblicas soviéticas.

El comienzo de los planes del imperialismo contra Siria se remonta a 2001, según Ivashov, cuando Bush ordenó a la CIA poner a Siria en la agenda de desestabilización del espionaje, junto con otros seis países. Se trataba de domesticarlos o derrocarlos.

Durante los diez años transcurridos entre 2001 y 2011, Estados Unidos y las potencias europeas presionaron a Bashar Al-Assad para que abandonara a la resistencia libanesa y palestina.

A los planes estadounidenses se sumaron los de Israel que, tras la derrota en 2006 en Líbano, debatió la posibilidad de bombardear Irán o atacar a Siria.

De los primeros planes elaborados faltan numerosos aspectos concretos, precisiones de detalle, especialmente en lo que concierne al periodo 2006-2001 inmediatamente anterior al ataque, así como a la intervención de Donald Rumsfeld en ellos.

No obstante, en la televisión Ivashov esbozó las cuatro fases, de las que dijo que eran típicas de la Primavera Árabe y otros movimientos golpistas similares.

La primera consistió en agrupar a los miembros de la oposición y captar a algunos elementos vacilantes para aparentar la existencia de un frente unido frente al gobierno de Damasco, en el que las figuras políticas que anteriormente habían colaborado con Bashar Al-Asaad tendrían un papel estelar.

La segunda etapa consistió en buscar dirigentes entre los elementos más activos de la oposición. Su tarea sería la de sacar a la gente a la calle, poniendo un énfasis especial en la naturaleza pacífica de las protestas.

En este punto, lo que llamó la atención de las manifestaciones en Siria fue la elevada participación de los niños en ellas, lo cual parece ser consecuencia de que les pagaron alguna cantidad de dinero.

El motivo de llevar a los niños a las manifestaciones tenía como objetivo inflar la participación en las mismas, ya que por aquellas fechas los partidarios del gobierno también se estaban manifestando masivamente y había que trasladar la atención de los medios hacia las de la oposición.

La tercera etapa fue la de crear un estado de descontrol y desestabilización, para lo cual se produjeron disparos, tanto contra los manifestantes como contra la policía. Se trataba de provocar a la policía y de justificar un intercambio de disparos para llegar a los titulares de la prensa internacional con noticias alarmantes sobre represión, brutalidad y muertos por las calles.

Para esta tarea la oposición reclutó francotiradores y es posible que también entregaran armas a algunos manifestantes. Ivashov destacó que esta tercera etapa fue parecida a lo que ocurrió durante el fracasado golpe de Estado contra Venezuela en 2002.

La cuarta etapa fue la de militarización de la protesta y la creación del Ejército Libre de Siria. Según Ivashov esta etapa, que es la más compleja, se ejecutó en muy poco tiempo, por lo que ya estaba preparada de antemano. Es aquí donde los grupos takfiristas, ya sobradamente entrenados para otros escenarios, empezaron a desempeñar un papel decisivo, hasta el punto de que, finalmente, quedaron al descubierto como única fuerza real de oposición al gobierno de Damasco.

En apoyo de sus afirmaciones Ivashov aportó algunas fuentes de información interesantes. Dijo que a comienzos de 2011, la delegación de la CIA en Turquía organizó un encuentro al que invitaron al antiguo vicepresidente sirio Abdel Halim Khaddam y otros disidentes sirios refugiados en Europa. También dijo que en la reunión estaban presentes los servicios de inteligencia de algunos países europeos, regionales y árabes, que no concretó.

El plan aprobado en aquella reunión fue muy detallado. Comprendía desde una campaña mediática y sicológica por todo el mundo, encomendada a las cadenas de televisión Al-Yazira y Al-Arabiya, hasta las consignas que debían gritar los manifestantes o la subida de vídeos caseros a YouTube. El tratamiento periodístico debía destacar la violencia de la policía frente al comportamiento pacífico de los manifestantes, ocultando el empleo de armas de fuego por parte de éstos y las imágenes de los policías muertos por los disparos.

Este tratamiento manipulado de los acontecimientos se puso al descubierto cuando un grupo de periodistas de Al-Yazira dimitieron para denunciar la censura impuesta por la dirección de la cadena y el uso de armas pesadas por los manifestantes, mostrando las grabaciones que la cadena no había querido emitir.

Ivashov manifestó a la televisión que para ser eficaz el plan debía permanecer en secreto. A toda costa había que transmitir la imagen de las protestas eran espontáneas, que agrupaban a un gran número de descontentos de forma pacífica y que fue el gobierno de Damasco quien ordenó un baño de sangre.

En una de sus explicaciones dijo haber sido testigo presencial de los hechos desde el comienzo de los mismos, añadiendo que se entrevistó con Bashar Al-Assad, quien se manifestó totalmente predispuesto a conceder las reformas que los manifestantes exigían. Pero al imperialismo no le interesaban las reivindicaciones de las masas más que como excusa.

¿Se dispone Rusia a tomar el relevo de Estados Unidos en Oriente Medio?

$
0
0
La visita a Rusia del príncipe Mohammed ben Salman Al-Saud y el giro en la política exterior de Arabia saudí está levantando una catarata de especulaciones en la prensa internacional, aunque lo que se trata de desentrañar es lo que la familia saudí persigue, ya que es ella la que ha tomado la iniciativa. Rusia no parece haberse movido de su sitio y las quinielas le apuntan otro triunfo rotundo. No sólo su pretendido aislamiento es una quimera sino que aparece como protagonista principal en un escenario crucial como Oriente Medio.

Uno de los comentarios más significativos es el que escribe Bruce Riedel, de la Brookings Institution, en Al-Monitor en el que asegura que Siria ya no es una prioridad para el gobierno de Riad, que el acercamiento a Moscú queda así despejado y que Arabia está en una posición de debilidad frente a Rusia.

Otro comentario a destacar es del periodista Abdulrahman Al-Rashed, que trabaja en la edición inglesa de la cadena de televisión saudí Al-Arabiya. Antes fue redactor jefe de la edición londinense del diario saudí Asharq al-Awsat, por lo que se trata de alguien muy próximo a la familia real que gobierna desde Riad.

La opinión de Al-Rashed destila rencor hacia Estados Unidos por todos y cada uno de sus poros. Dice que Washington ha estado sosteniendo al gobierno de Bagdad, a pesar de su sectarismo, y que han permitido que Bashar Al-Assad provoque la tragedia más grande de la región en su historia, es decir, culpabiliza a Estados Unidos de la guerra de Siria.

Más adelante califica el acercamiento de Riad a Moscú, a pesar de su apoyo a Siria, como un acontecimiento de extraordinaria importancia, como una especie de “declaración de independencia” del régimen respecto a Estados Unidos, especialmente en lo que concierne a la guerra en el Donbas.

De la amargura con Washington, el periodista pasa al optimismo y augura que cooperando con Rusia Riad irá muy lejos porque hoy Rusia es un “actor esencial” en la situación política de la región. El artículo parece inacabado. Habría que preguntarle a Al-Rashed hasta qué punto es esencial Rusia en Oriente Medio. ¿Más esencial que Estados Unidos?

Por su parte, Theodore Karasik, director de investigación del Instituto Near East and Gulf Military Analysis, con sede en Dubai, resume su criterio en Azeri Daily de una manera que no deja lugar a dudas: el giro de Arabia saudí no ha hecho más que constatar que Rusia asume el papel de Estados Unidos como árbitro de Oriente Medio.

Según Karasik han sido los saudíes quienes han movido ficha y la explicación que aporta sobre los motivos de ello hay que tomarla en consideración porque concierne a la guerra en Yemen en dos aspectos. El primero es que a Riad no le ha gustado la postura adoptada por Estados Unidos sobre Yemen, que entiende falta de verdadero compromiso. El segundo explicaría el interés saudí por el armamento ruso y la visita del príncipe Salman Al-Saud a la exposición Ejército 2015: buscan en Rusia un armamento fiable que la guerra de Yemen les ha demostrado que Estados Unidos carece.

La experiencia saudí con los bombardeos aéreos sobre Yemen está resultando un fiasco de grandes proporciones. La defensa antiaérea saudí (misiles Patriot PAC-3 a cargo de personal militar estadounidense) ha resultado ser impotente frente a los misiles Scud lanzados por las milicias yemeníes. Por ello han vuelto sus ojos hacia los sistemas de defensa antiaérea S-300 y S-400, los misiles tierra-tierra de corto y medio alcance y el SS26 Iskander-E de fabricación rusa.

No es un caso aislado. Durante la agresión a Libia se produjo otra experiencia frustrante que explicaría los motivos por los cuales acercándose a Rusia Arabia saudí busca una “independencia” que Estados Unidos no le proporciona: cuando Egipto y los Emiratos Árabes Unidos pretendieron atacar Libia con aviones F-16, los militares estadounidenses los convirtieron en inutilizables para los pilotos de ambos países. A partir del verano del año pasado Egipto optó por comprar aviones Rafale de fabricación francesa.

Está fuera de toda duda que Estados Unidos se está alejando de Oriente Medio y que sus actores principales le han vuelto la espalda. También es muy posible que sea Rusia la destinada a llenar el vacío. Pero, puestos a especular, lo que no va ocurrir es una sustitución de piezas, de uno por otro. Rusia tiene una política propia respecto a Oriente Medio, muy diferente de la que Estados Unidos ha venido implementando. Los cambios serán irreversibles.

Los primeros años de la política exterior soviética

$
0
0
Rathenau y Chicherin en Rapallo (1922)
Juan Manuel Olarieta

La Revolución de Octubre bien pudo ahorrarse la molestia de crear un Ministerio de Asuntos Exteriores porque tales asuntos no existían. Durante cinco años las potencias imperialistas no reconocieron al nuevo Estado soviético como tal, hasta que Alemania firmó el Tratado de Rapallo, el acontecimiento más relevante de la política exterior bolchevique, que marcará definitivamente los años posteriores.

El estallido de la Revolución de 1917, la subsistencia del Estado soviético y la firma del Tratado de Rapallo estuvieron marcadas de manera indeleble por las contradicciones interimperialistas. No era, pues, algo buscado por el gobierno soviético sino impuesto por las circunstancias de la nueva etapa superior del capitalismo que entonces se comenzaba a abrir.

Eso era algo obvio para las organizaciones de la Internacional Comunista, pero no todas supieron sacar de ello las consecuencias necesarias, por varias razones, pero especialmente por dos. La primera es que entonces pocos sabían lo que era el imperialismo porque Lenin y el leninismo eran una novedad. Se trataba de organizaciones que arrastraban las concepciones propias de la socialdemocracia, especialmente de la socialdemocracia alemana, a la que Lenin calificó de “socialimperialista” porque no era algo contrario al imperialismo sino que formaba parte de él.

La segunda es que no es lo mismo predicar que dar trigo. Entonces -como ahora- había organizaciones que tenían una concepción libresca del imperialismo, sacada de un manual de lamentaciones continuas. Para el partido bolchevique, por el contrario, no se trataba de la teoría sino también de la práctica. Las contradicciones interimperialistas eran una realidad, un factor acuciante que condicionaba cada uno de sus pasos. El papel lo aguanta todo. Un artículo en una revista permite muchos errores; la práctica no.

Pero sobre todo hay un aspecto que contradice a la práctica, en el sentido que cualquier marxista la entiende: la pasividad, la neutralidad y la charlatanería. El Tratado de Rapallo es muy breve y de su lectura se desprende que el gobierno bolchevique no sólo otorgaba a Alemania un trato distinto al de otras potencias imperialistas, sino un trato privilegiado.

Los hechos posteriores demostraron hasta qué punto ese trato resultó privilegiado, desde cualquiera de los muchos puntos que se puede analizar, pero sobre todo desde uno: el de que tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, las demás potencias imperialistas pretendían avasallar a Alemania, reducirla a lo que el húngaro Eugen Varga calificó como una “colonia industrial”. En el gobierno bolchevique Alemania no encontró nada de eso. Por el Tratado de Rapallo el poder soviético renunció a las indemnizaciones con las que otros países, especialmente Francia, querían hipotecar el futuro de Alemania, y la misma renuncia llevó a cabo Alemania respecto al nuevo gobierno soviético.

Se estaba abriendo una nueva etapa de la diplomacia mundial caracterizada porque, a pesar de una guerra, dos países establecían relaciones mutuas basadas en la igualdad y en el trato preferente respecto a las demás, por lo que en Londres y París reaccionaron de la manera agresiva que cabía esperar. La prensa y los portavoces del imperialismo utilizaron términos apocalípticos. Dijeron que acababa de explotar una bomba, que el Tratado era una amenaza horrible para el mundo y presionaron para que Alemania lo anulara.

Eran una expresión histérica de las contradicciones interimperialistas que, como es normal, tenían su contrapartida dentro de la propia clase dominante alemana, donde no todos estaban de acuerdo con ese paso, hasta el punto de que pocas semanas después de la firma, Walter Rathenau, el firmante del Tratado junto a Chicherin, el ministro bolchevique de Asuntos Exteriores, fue asesinado en Berlín. Precisamente uno de los motivos que impulsó a Hitler al poder en 1933 fue el cambio en la política exterior de Alemania respecto al poder soviético.

Pero la perplejidad no fue menor entre los comunistas alemanes, a pesar de que el programa de su partido exigía de Alemania el reconocimiento del Estado soviético. El gobierno reaccionario alemán no sólo reconoció a los soviets sino que le concedió un trato de favor. ¿Dónde estaba, pues, el problema?

El problema es que a partir de Tratado de 1922 no había ningún problema donde debía haberlo, salvo en la cabeza de los dirigentes comunistas alemanes, que no sabían lo que era el imperialismo, a pesar de que lo tenían delante de sus narices. El discurso de Frölich, su portavoz parlamentario en el Reichstag, fue patético. Aunque apoyó la firma del Tratado, lo calificó como “bellas frases”. Otra dirigente alemana, Ruth Fisher, dijo algo que luego todos los oportunistas han repetido en ocasiones parecidas: el Tratado sacrificó la revolución alemana en beneficio de la rusa, o aún peor, del “Estado soviético”. Ese sacrifico, según Fisher, se consolidó con la política de frente único de la Internacional Comunista.

Era completamente falso. La línea de frente único se aprobó antes de la firma del Tratado y la revolución en Alemania también había fracasado con anterioridad, por lo que hubo ningún sacrificio. En Alemania la dirección del KPD, como todos los oportunistas, nunca entendió lo que era el imperialismo y estaba lejos del leninismo, por lo que fue expulsada de la Internacional Comunista poco tiempo después, aunque sus postulados han seguido vigentes en una maraña de pequeños círculos de eruditos especializados en redactar comunicados.

Por más que cada uno de ellos cambie las fórmulas mágicas con las que disimula su complicidad con el imperialismo, las conclusiones son las mismas. Por ejemplo, a la socialdemocracia el Tratado de Rapallo le sirvió para sacar pecho y decir que quienes colaboraban con los capitalistas y los imperialistas eran los bolcheviques. Ponían el ejemplo de un monopolio tan conspicuo como Krupp, que desde 1920 fabricaba locomotoras en suelo soviético.

La situación era tan sorprendente que todos acusaron a los bolcheviques de revisionismo, y los izquierdistas con más razón aún. Para Fisher el Tratado de Rapallo suponía una “alianza” del poder soviético con una potencia imperialista. Eso, unido a las tesis de Varga, economista de la III Internacional, sobre la situación de Alemania como “colonia industrial” situaba a la burguesía alemana, según Fisher, como “víctima” casi al mismo nivel que la clase obrera. Finalmente, la política de “frente único” conducía a la clase obrera alemana a hacer causa común con su burguesía, es decir, a una especie de “frente nacional”.

La dirección del KPD estaba totalmente equivocada. Cuando todo el mundo está ya repartido, escribió Lenin, son los propios países imperialistas los que se convierten en el objeto del reparto. Quieren comer pero van a ser comidos. Entonces las contradicciones interimperialistas aparecen en todo su esplendor. Un año después de la firma del Tratado de Rapallo, Francia se anexionó la cuenca del Ruhr, que pertenecía a Alemania. Es realmente inaudito que, precisamente los comunistas alemanes, no fueran capaces de ver lo que estaba ocurriendo y que fuera Lenin quien lo anticipara en su discurso al VIII Congreso de los soviets. Los imperialistas no sólo querían acabar con el poder soviético sino que también imponer “condiciones de existencia imposibles para la inmensa mayoría de la nación alemana”.

Durante la posguerrra las contradicciones interimperialistas habían engendrado en Alemania una situación favorable, como ya había ocurrido en Rusia pocos años antes porque las “condiciones de existencia” no sólo eran imposibles para la clase obrera sino, como decía Lenin, “para la inmensa mayoría de la nación alemana”. Pero los oportunistas preferían seguir con los ojos cerrados.

Un caso flagrante de lavado del cerebro de los estudiantes

$
0
0
En Holanda han actualizado los manuales de ciencias sociales para alumnos de instituto, cuyos infames textos van acompañados de no menos infames dibujitos y mapas para lavar el cerebro a los estudiantes desde muy jóvenes.

En la imagen, Rusia es un monstruo que está devorando el territorio de sus países vecinos, especialmente a Ucrania, mientras que Europa tiende la mano para tratar de salvar a un país que agoniza.

Como ven, todo muy objetivo, ecuánime y absolutamente fidedigno, lo mismo que el mapa del estado de las libertades en el mundo, en donde Estados Unidos, Australia y Europa (occidental) tienen las mejores referencias y en Rusia la población vive sometida a una tiranía oprobiosa. Naturalmente que los holandeses se salvan a sí mismos, a pesar de la imposición de libros escolares que parecen propaganda del III Reich.

Las ilustraciones van acompañadas de un texto en el que dicen que los manuales se actualizan regularmente teniendo en cuenta fuentes de información modernas y fiables. Esos libros son innecesarios: es suficiente con que a los adolescentes holandeses les obliguen a ver los telediarios cada día.

También hay una serie de preguntas a fin de que los alumnos reflexionen acerca de las imágenes que les meten por los ojos: “¿Qué hace Rusia en esta imagen?”, preguntan cínicamente en los libros. Es una pregunta cuya respuesta viene dada de antemano.

Hace poco trascendieron las discusiones del primer ministro holandés Mark Rutte con Putin en abril de 2013, donde el primero criticaba las leyes rusas contra los homosexuales, un problema especialmente candente en Amsterdam, donde los homosexuales son un poderoso grupo de presión. Hoy la vara de medir el índice de los derechos y las libertades mundiales son los homosexuales.

Putin le respondió que la ley rusa lo que prohibía era la promoción de la homosexualidad entre los menores de edad, ligándola a la prohibición de la pedofilia, un punto a partir del cual pasó al ataque, recordando la tolerancia del gobierno holandés hacia organizaciones que apoyan la pedofilia y las restricciones a la participación de las mujeres en la política.

Rutte reconoció que no podía asegurar que los países que permiten ese tipo de actividades con menores puedan figurar entre los más libres del mundo. “¿Libres de hacer qué?”, preguntó. “¿De violar a los niños?”

Poroshenko es mucho más demócrata que Putin, un campeón de los derechos humanos porque defiende a los homosexuales... mientras bombardea las posiciones de las milicias del Donbas y mata a decenas de personas para salvarlas de las fauces del ogro siberiano.

Por su parte, ese ogro no es tan fiero como lo pintan. En medio del lanzamiento de obuses, el Kremlin es el único que insiste en el alto del fuego “lo más rápidamente posible” y ha enviado al Donbas casi 25.000 toneladas de ayuda humanitaria, alimentos, medicamentos y materiales de construcción.

Mientras tanto, los campeones de los derechos humanos lo que envían son tanques.

Los financieros que auparon a Hitler al poder

$
0
0
Allen Dulles
Durante el proceso de Nuremberg, el ministro de Economía del III Reich, Hjalmar Schacht, pidió reciprocidad: si a él le sentaban en el banquillo por financiar el hitlerismo, también deberían sentarse a su lado Ford, la General Motors y el banquero británico Norman Montagu por los mismos motivos. Pronto el servicio secreto estadounidense le visitó para ofrecerle inmunidad a cambio de silencio. A pesar de las protestas soviéticas, el Tribunal le absolvió.

El apoyo de los imperialistas anglosajones a la Alemania nazi siempre se ha tratado de mantener en secreto. Al mayor crucero fabricado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial Hitler le puso su nombre de un financiero suizo, Wilhelm Gustloff, asesinado “en extrañas circunstancias” en Davos en 1936. Como buen suizo, Gustloff era un intermediario entre Schacht y los financieros anglosajones.

Otro fallecido en 1947 en circunstancias no menos extrañas, “problemas estomacales”, fue el general de las SS y tesorero del partido nazi Franz Schwartz poco antes de abandonar el campo de Ratisbona. Dos años antes Schwartz había quemado en la sede del Estado Mayor del partido nazi en Munich los comprobantes de las transferencias bancarias efectuadas por los capitalistas anglosajones a favor de los nazis alemanes.

A pesar de los asesinatos y las hogueras, las pruebas de la complicidad de los monopolistas estadounidenses y británicos con el III Reich han ido apareciendo. Durante 20 años el historiador italiano Guido Giacomo Preparata se ha especializado en la investigación de estos lazos. Los nazis no se financiaron a sí mismos, tampoco fueron financiados sólo por los monopolistas alemanes. Según Preparata la mayor parte de los medios procedieron del exterior y tienen nombres y apellidos sonoros. Morgan y Rockefeller promocionaron en Wall Street las acciones del monopolio químico IG Farben a través del banco Chase National. El gigante siderúrgico Krupp que impulsó el rearme alemán estuvo bajo el control de la Standard Oil de Rockefeller a través de la banca Dillon y Reid (Vereinigte Stahlwerke Alfred Thiessen).

En 1933, cuando era evidente que AEG había financiado a Hitler, el 30 por ciento de las acciones pertenecían a su socio americano, General Electric. Durante 14 años (1919-1933), asegura Panata, el capital financiero anglosajón se involucró de manera activa en la política interna de Alemania para fomentar a una organización ultrarreaccionaria a la que esperaban utilizar como peón. “Inglaterra y Estados Unidos no crearon el hitlerismo, pero sí las condiciones en las cuales ese fenómeno apareció”, concluye el historiador italiano.

El historiador alemán Joachim Fest defiende la misma tesis. En el otoño de 1923 Hitler viajó a Zurich y volvió “con un cofre lleno de francos suizos y dólares fraccionarios”. Era la víspera del llamado “golpe de la cerveza” con el que Hitler lanzó una primera tentativa de hacerse con el poder por la fuerza. El donante era sir Henry Deterding, el patrón de la petrolera anglo-holandesa Shell. No fue la única entrega. Otro de los pagos lo hizo a través del suizo Wilhelm Gustloff.

El tribunal que juzgó el golpe de Estado hitleriano reconoció que para prepararlo el partido nazi había recibido 20.000 dólares de los industriales de Nuremberg pero la estimación de los gastos era 20 vences superior a esa cifra. A pesar de que a Hitler le condenaron a cinco años de cárcel por alta traición, sólo cumplió unos pocos meses. Al salir compró la mansión Berghof y relanzó de nuevo el periódico “Völkischer Beobachter”. Desde entonces los monopolistas que sostenían a Hitler (Thyssen, Vogler, Schröder y Kirdorf) volcaron el dinero a espuertas en el proyecto nazi. Los funcionarios y provocadores nazis empezaron a cobrar en moneda extranjera. De los patrocinadores más importantes, Vogler y Schröder no eran exactamente alemanes sino más bien capitalistas estadounidenses. Su capital procedía del otro lado del Atlántico. Otro de los financieros de Hitler era Max Warburg, director de IG Farben y hermano de Paul Warburg, director del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Lo mismo cabe decir de Carl Bosch, jefe de la división alemana de la Ford. Todos estos grandes monopolistas siempre supieron que el “anticapitalismo” nazi era pura demagogia.

En 1931 un periodista del Detroit News viajó a Alemania para entrevistar a Hitler, un político prometedor, y quedó sorprendido por el retrato que Hitler tenía encima de su mesa de trabajo: era Henri Ford. “Lo considero como mi inspirador”, dijo Hitler al periodista americano. Pero más que un inspirador Ford era un mecenas generoso de los nazis. Ambos, Ford y Hitler, hablaban el mismo lenguaje antisemita. En los años veinte Ford pagó una edición de medio millón de ejemplares del “Protocolo de los Sabios de Sión”, el libro de cabecera de la reacción oscurantista europea. Los envió a Alemania, así como dos de sus libros “El judaísmo mundial” y “Las actividades de los judíos en América”. En 1938 el III Reich le condecoró con los más altos honores: la Gran Cruz del Águila imperial. Durante el acto Ford lloró de emoción. Desde aquel momento Ford asumió la financiación del proyecto nazi Volkswagen como fuera el suyo propio.

Cuando estalló la guerra, una ley aprobada por Estado Unidos prohibió toda clase de colaboración con “el enemigo”, pero Ford no se dió por enterado. En 1940 se negó a ensamblar los motores de los aviones de combate ingleses y su nueva fábrica en Possy, Francia, comenzó a fabricar motores para los aviones de la Luftwaffe. Las filiales europeas de Ford siguieron fabricando camiones para la Wehrmacht y su filial en Argel suministrada camiones y blindados a Rommel.

Cuando al final de la guerra la aviación aliada bombardeó Colonia sólo los edificios de Ford quedaron en pie. No obstante, Ford y General Motors obtuvieron compensación del gobierno de Estado Unidos por los daños “causados a sus propiedades en territorio enemigo”. La General Motors tenía uno de los holdings automovilísticos más importantes de Alemania, Opel, que fabricaba los camiones militares Blitz, un modelo que sirvió de base a los nazis para crear los “gazenwagen” o cámaras de gas rodantes. A comienzos de la Segunda Guerra Mundial las inversiones de las empresas estadounidenses en sus filiales alemanas alcanzaban a un todo de 800 millones de dólares, de los que 17,5 eran de Ford.

Algunos historiadores se preguntan por qué el Presidente Roosvelt envió a Suiza a Allen Dulles, uno de los jefes del servicio de inteligencia OSS, el antecedente de la CIA. ¿Trató de negociar por separado con los nazis? En enero de 1932 Hitler, entonces un político prometedor, se entrevistó con el financiero británico Norman Montagu en presencia de varios políticos estadoundenses, entre ellos los hermanos Dulles. Es posible, pero no se puede afirmar con rotundidad, que el británico se comprometiera a financiar al partido nazi de manera encubierta. La presencia de Allen Dulles así lo indica. Al fin y al cabo los Dulles estuvieron en las operaciones más oscuras del imperialismo, desde el apoyo a los nazis hasta el asesinato de Kennedy. Las fuentes historiográficas apuntan a que desde la campaña electoral alemana de 1930, el papel de Dulles en Suiza era el de hacer llegar el dinero de los imperialistas occidentales a Hitler. También el monopolio químico IG Farben puso mucho dinero en los bolsillos de Hitler, pero IG Farben no era otra cosa que una filial de la Standard Oil de Rockefeller y fue precisamente Rockefeller quien envió a Dulles a Suiza a negociar con los nazis. Al final de la guerrra fue Dulles personalmente quien interrogó al general Wolf sobre el destino de las reservas de oro nazis. Le ordenaron recuperar al menos una parte de los gastos ocasionados.

Periko Solabarria

$
0
0
El recientemente fallecido, Periko Solabarria, con 85 años, histórico militante de la izquierda abertzale y también del movimiento obrero en los años sesenta del siglo pasado, sobre todo en la margen izquierda del Nervión, fue de los primeros, por no decir el primero, cura-obrero que cambió la sotana por el buzo.

Un hombre entregado a una causa y a una "famélica legión", como pocos, como muy pocos. Ya en Triano, un barrio minero de La Arboleda, donde "La Pasionaria", antes de que la llamaran así, era cantinera de los mineros, le llamaban "santo" a Solabarria donde entonces fungía de párroco antes de "des-sotanarse" viendo en qué miserables condiciones se trabajaba.

En 1982, año del triunfo electoral del venal y felón Felipe González, elecciones en las que Periko salió parlamentario por Herri Batasuna a las Cortes españolas, dijo en un mitin en San Sebastián: "Que me oigan bien: quienes secuestran a los Lipperheide, Ybarra (*), etc., están limpiando de maleantes e indeseables, no sólo las tierras de Euskadi, sino también las de Andalucía. Gora ETA militarra!"

Le metieron a juicio, uno más.
Un imprescindible, que diría Brecht.

(*) Oligarcas vascos.
Viewing all 7676 articles
Browse latest View live




Latest Images