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Channel: La lucha es el único camino
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Caciques, enchufes, amiguetes y favoritismo

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La corrupción no está sólo en la alta política sino que ha impregnado todas las oficinas públicas. Hoy se celebra en Oviedo un juicio contra el Comisario Jefe Principal de la Policía Local, acusado de eliminar un atestado de tráfico para favorecer al culpable de un atropello.

Los hechos ocurrieron en 2012. El jefe de la Policía Local recibió en su comisaría al propietario de una furgoneta que estaba en el depósito municipal inmovilizada por decisión de los policías que extendieron el atestado en el que se había intervenido el vehículo como instrumento de sendos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir bajo la influencia de las bebidas alcohólicas y otro por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia, además de haber atropellado a un peatón.

Para favorecer al acusado, el jefe de policía dio la orden de que el atestado no se enviara al Juzgado, eliminando de este modo cualquier posibilidad de investigación de los hechos.

Al mismo tiempo, ordenó a un policía que borrara de los registros las huellas de lo que había ocurrido, haciendo para ello el apaño que fuese preciso. El subordinado ocultó con cinta correctora los datos que se querían eliminar de los libros y escribió sobre el nuevo espacio en blanco en el tipo de delito "Atropello" y, en observaciones, “Peatón renuncia a curarse”.

Cuando la Fiscalía preguntó a la Policía Local en qué Juzgado de Instrucción habían presentado el atestado y que le enviaran una copia certificada del acuse de recibo del mismo, la policía local volvió a falsificar los papeles, enviando copia de una supuesta diligencia de archivo del atestado, sin fecha, confeccionada con la exclusiva finalidad de dar aparente cobertura al apaño y en la que se decía que se archivaba por considerar insalvables las irregularidades cometidas, "continuándose por la vía administrativa la tramitación de las infracciones a la normativa de tráfico que pudiera haber cometido el conductor implicado".

Es decir, por arte de magia la policía reconvertía un delito en una multa de tráfico. Pero el expediente sancionador era otra comedia policial. Constaba únicamente de cuatro folios: el primero, el boletín de denuncia extendido el día 13 de enero de 2012; el segundo, la copia de la diligencia de archivo del atestado, sin fecha; el tercero: la liquidación de tasas de fecha 19 de enero de 2012, junto con un parte de régimen interior de la misma fecha firmado por el agente, dejando constancia de haberse recibido la orden del Comisario Jefe de la Policía Local de devolución de la furgoneta; y el cuarto, la liquidación de la sanción con fecha 4 de junio de 2012.

Son las cosas que tiene el Estado de Desecho.

La guardia civil tortura a la guardia civil

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Aunque en su momento la prensa la llamó “mafia china de blanqueo de capitales” para despistar, algunos miembros de la misma no sólo eran españoles sino guardias civiles destinados en el Servicio de Aduanas del Aeropuerto de Manises (Valencia).

Tres de ellos fueron detenidos por sus propios colegas y dos acaban de asegurar ante la Audiencia Provincial de Valencia que les juzga que recibieron "presiones y amenazas" para confesar los delitos que se les imputa.

Hasta ahora nosotros creíamos que la Guardia Civil no torturaba y que los que denunciaban ese tipo de prácticas eran sólo los terroristas...

Los tres guardias civiles acusados se enfrentan a una petición de 16 años y medio de prisión. El juicio empezó el lunes y los abogados defensores de los guardias civiles solicitaron la nulidad tanto de las intervenciones telefónicas como la cadena de custodia de las pruebas, entre otros asuntos.

Dos de ellos afirmaron que sufrieron "presiones" y "amenazas" para confesar los hechos cuando fueron detenidos. Uno de ellos no se ha ratificado en la declaración que prestó ante sus colegas y aseguró ante los jueces: "Yo estaba bajo presión. Me presionaron y me dijeron que mis compañeros estaban declarando contra mí".

Otro guardia civil ha declarado que cuando le detuvieron le indicaron que o confesaba o acabaría en prisión.

A uno de los guardias civiles le detuvieron en los aseos del aeropuerto cuando le entregaba a un “correo” una mochila con 520.000 euros y el salvoconducto para pasar los controles sin problemas. En su declaración afirmó que ignoraba que estuvieran sacando dinero de España para blanquearlo y ha negado que confeccionara ningún documento para respaldar estas operaciones.

En la instrucción, declaró ante el juez que conocía al jefe de la banda, quien le ayudaba y le prestaba dinero porque atravesaba "momentos difíciles". También ha afirmado que nunca pensó que estuviese cometiendo algún delito, puesto que lo que hacía era "algún favor" a éste. "Solo pensaba que era un favor, para ayudar a las personas", dijo al tribunal.

El otro acusado, agente de Aduanas, que también ha alegado "presiones", ha indicado que conocía al cabecilla de la banda desde hacía muchos años y ha aclarado que dejó de ser Guardia Civil en junio de 2013, antes de cometerse algunos hechos de los que se le acusa.

El tercer guardia civil declaró que en dos ocasiones el cabecilla le pidió favores para que no contase el dinero que iba a sacar del país porque "los billetes eran muy pequeños y había muchos". Pero ha negado haber cobrado dinero por ayudar a blanquear dinero.

Desde julio de 2013 hasta septiembre del mismo año los guardias civiles ayudaban a sacar elevadas sumas de dinero en metálico de España a través del Aeropuerto de Manises, "de manera oculta y sin realizar los trámites legales para la declaración de los importes en los Servicios de Aduanas".

El cabecilla daba instrucciones a los “correos” que se encargaban de viajar al extranjero, recoger y facilitar el dinero para su envío fuera de España, así como gestionar los billetes de vuelo con ayuda de uno de los guardias civiles.

En su condición de sargento de la Guardia Civil destinado en la sección fiscal y desarrollando su trabajo en funciones de Resguardo Aduanero, aprovechando su facilidad de acceso y movilidad en las instalaciones aeroportuarias, se dedicaba a pasar el dinero al interior del aeropuerto eludiendo los controles de embarque, así como a confeccionar y sellar documentos de declaración de movimiento de medio pago, que posteriormente se entregaban a los “correos”.

Los otros dos guardias civiles acusados introdujeron el dinero en el aeropuerto sin pasar los controles de embarque. En compensación por todo ello, recibían una mordida en efectivo.

El cine al servicio de las torturas de la CIA

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El documental “Secrets, Politics and Torture” destapa que la CIA patrocinó la película “La noche más oscura” (Zero Dark Thirty), dirigida por Kathryn Bigelow que relata la busca y captura de Osama bin Laden, para justificar su programa de torturas.

Dentro de su serie documental Frontine, la cadena PBS ha emitido el documental, que muestra cómo, para justificar su programa de torturas, la CIA hizo prevalecer su falsificación de la historia en lugar de lo que realmente ocurrió a través de la película protagonizada por Jessica Chastain, una de las películas más aclamadas de 2012 que consiguió cinco nominaciones a los Óscar.

Meses antes del estreno de la película ya hubo una gran controversia acerca de la manipulación de “La noche más oscura” con fines propagandísticos y sobre la precisión de la película y su representación de las torturas como herramienta fundamental para conseguir la información que ayudó a dar con el paradero de Osama bin Laden.

Muchos políticos estadounidenses, entre ellos John McCain, pusieron en duda la veracidad de la película e incluso se abrió una comisión de investigación en el Senado para determinar qué grado de acceso habían tenido Bigelow y su guionista Mark Boal a documentos clasificados de la CIA para realizar la película. Todo quedó en nada.

Ahora el documental “Secrets, Politics and Torture” revela que Hollywood se ha vuelto a convertir en un instrumento de la CIA, que utiliza a la industria del espectáculo para ofrecer al mundo sus mentiras. En el documental se incluyen testimonios muy significativos, como el de la senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité del Senado sobre Inteligencia, que evidencia la discordancia entre lo que se muestra en pantalla y lo que realmente ocurrió. “Vimos la película días antes del estreno y en 20 minutos nos fuimos. No pude soportarlo, era demasiado falsa”.

Feinstein se refería a la representación del programa de torturas de la CIA como herramienta indispensable para lograr la localización y posterior captura del dirigente de Al Qaeda, asesinado el 2 de mayo de 2011, según la versión oficial. Así, el documental retrata la película de Bigelow, que pretende ser el relato definitivo de la historia, como una visión falsa, fuertemente influenciada por la CIA y su oficina de prensa.

La agencia de espionaje dio a los cineastas acceso extraordinario a detalles de la operación a los que la prensa jamás tuvo acceso. “Una gran cantidad de personas que cubría el día a día de la búsqueda de Bin Laden como yo lo hice, no nos acercamos a ese tipo de cooperación por parte de la agencia para la historia desde dentro”, afirma el periodista del “Washington Post”Greg Miller.

Si bien es cierto que el documental es escaso en noticias y revelaciones inéditas, logra establecer con claridad las dos líneas enfrentadas entre la versión de la CIA sobre su programa de "detención, interrogatorio y torturas" y los años que duró la investigación del Senado del Comité de Inteligencia sobre dicho programa.

Las conclusiones de dicho comité concluyen que a pesar de las torturas a los detenidos, la CIA no pudo conseguir ninguna información útil sobre los ataques de Al-Qaeda. “Secrets, Politics and Torture” también aborda otros aspectos de dicho programa, como la destrucción de las cintas en las que se grababan las torturas, extremo confirmado por el antiguo consejero general de la CIA John Rizzo y que ya salió a la luz hace varios años.

35.000 japonses exigen el cierre de la base imperialista de Okinawa

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El domingo pasado 35.000 japoneses se manifestaron ante la base aérea del ejército de Estados Unidos en Futenma, cerca de Okinawa, en el exremo meridional de Japón, para exigir su cierre. De acuerdo con el Pentágono, el proyecto del gobierno japonés es abrir una nueva base en las proximidades de la antigua.

La concentración se prolongó durante dos días y los manifestantes han aprobado una resolución pidiendo el cierre de la antigua base y en contra del plan gubernamental de apertura de otra más grande y moderna.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, dice la resolución, la población de Okinawa nunca ha aceptado la existencia de una base militar imperialista sobre su suelo. Incluso el gobernador regional Okinawa Takeshi Onaga se dirigió a los manifestantes para expresarles que estaba “encolerizado” por el proyecto anunciado por el primer ministro japonés Shinzo Abe tras una reciente entrevista con Obama en Washington.

El gobernador regional dijo que se había dirigido oficialmente al gobierno para exigir el cierre de la antigua base y oponerse a la construcción de la nueva, manifestando la oposición total de los habitantes de Okinawa a dichos planes.

En la concentración del domingo también participaron el antiguo primer ministro de Japón Yukio Hatoyama y el dirigiente del partido ssocial-demócrata Tadatomo Yoshida.

Nuevas revelaciones sobre el asesinato del dirigente comunista belga Julien Lahaut

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El secretario general del Partido Comunista de Bélgica, Julian Lahaut, fue asesinado en la puerta de su casa el 18 de agosto de 1950, en plena guerra fría. El crimen quedó impune. Nadie se preocupó jamás de investigar, ni de detener, ni de juzgar a los autores. A lo poco que el sumario judicial había indagado, le prendieron fuego. Entonces aquello no importaba nada porque el muerto era un conocido dirigente comunista, que entonces era tan insultante como decir hoy que era yihadista. Hay determinadas etiquetas de los medios de comunicación que son como una condena a muerte.

Afortunadamente la memoria histórica sigue viva y, aunque ya no pueda convertirse en denuncia política, por el paso del tiempo, sigue teniendo vigencia, por encima de las ocultaciones y las mentiras. En 1985 Rudi Van Doorslaer y Etienne Verhoeven escribieron el primer libro sobre el asesinato, apuntando a las cloacas del Estado modernos, que son siempre las mismas: OTAN, espías, capitalistas...

En 2008 el Senado encargó al Ceges (Centro Estudios Guerra y Sociedades Contemporáneas) una investigación que llevaron a cabo Emmanuel Gérard, Widukind de Ridder y Françoise Muller, quienes presentaron el martes sus conclusiones, en las que sitúan el crimen en las coordenadas de la Guerra Fría, es decir, la OTAN, Gladio, policías paralelas, redes anticomunistas y financieros agradecidos.

No ha sido una sorpresa para nadie que entre los asesinos aparezca cada vez con más insistencia el nombre de André Moyen, el subdirector del contraespionaje militar belga, un viejo pistolero de los años más oscuros de la Guerra Fría, que es tanto como decir un mercenario de la OTAN. Su carrera de asesino empezó en la Alemania nazi y terminó en los turbios manejos con los que Bélgica llevó a cabo la descolonización de sus posesiones en África y Asia.

Pero los mercenarios como Moyen son el último eslabón. Junto a ellos están siempre los cajeros, en este caso la patronal belga en pleno: la Société Générale, Brufina y la Unión Minera. Los asesinatos políticos, como el de Lahaut, no son jamás obra de unos u otros, y menos de unos pistoleros. Ni siquiera es suficiente afirmar que son crímenes “de Estado” si junto al Estado no se ponen a los grandes capitalistas y financieros.

En el amplio elenco de complicidades están, además, los partidos políticos. El crimen jamás se hubiera podido mantener oculto durante medio siglo sin la participación de todos los partidos políticos burgueses de la época y en particular de la social-democracia, que en aquel momento encabezaba el Ministerio del Interior.

Pero hablar de silencio es muy poco. No es que los representantes políticos no hablaran del asunto sino todo lo contrario: hablaron para justificarlo. A fin de cuentas, se decía en aquella época, Lahaut no era una patriota, no servía a Bélgica sino a intereses extranjeros: a Moscú. Su asesinato fue un alivio tan grande para la burguesía que al gobierno no le bastó con la sangre derramada sino que, además, emprendió una feroz campaña anticomunista. El Partido Comunista fue expulsado del Consejo de Estado y se desencadenó una caza de brujas, como en Estados Unidos y en Alemania, para depurar a fondo todas las instituciones públicas.

Naturalmente que en aquella época la etiqueta de “comunista” se la ponían como luego pusieron la de “terrorista” o la de “yihadista”. Se empleó para que en el aparato de Estado no quedara ni la más mínima sombra de progresismo. El Estado monopolista quedó reservado para la reacción pura y dura. De aquellos viejos polvos llegan ahora a Europa los nuevos lodos neonazis, xenófobos y racistas.

Desde 1950 no ha faltado ni un solo verano en el que los antifascistas belgas no se reúnan ante la puerta de la vivienda de Julien Lahaut, recordando su memoria y que en todo el mundo lo que sostiene a la burguesía en el poder no es otra cosa que el terror, el asesinato y la represión.

Juan Manuel Olarieta, El hombre que llevaba el Sol en su bolsillo y repartía un poco a cada uno
https://opiniondeclase.wordpress.com/2014/02/25/el-hombre-que-llevaba-el-sol-en-su-bolsillo-y-repartia-un-poco-a-cada-uno/

Ni independentzia ni sozialismoa

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Juan Manuel Olarieta

Desde hace medio siglo el binomio independencia y socialismo ha sido una constante, tanto de las organizaciones como de las movilizaciones en Euskal Herria, una consigna tan sencilla que parece esculpida en la misma piedra. Constituye la seña de identidad de todo un movimiento popular, la izquierda abertzale, que con ello se quiere diferenciar de los españolistas porque quiere la independencia y del PNV porque quiere el socialismo.

Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene para sus propias aspiraciones, dicho movimiento apenas ha sido capaz de avanzar más allá de la expresión de sus propios deseos. No hay una línea política que conduzca hacia dicho objetivo porque, a pesar de su sencillez, una consigna tan elemental envuelve una explicación compleja.

La independencia y el socialismo son dos batallas cuya naturaleza social y política es diferente. Los problemas no derivan, pues, de la consigna en sí sino de las explicaciones que se han tratado de articular en torno a ella, en su mayor parte (por no decir completamente) erróneas. No me refiero ahora a que (en Euskal Herria y fuera de allá) hay quien no sabe lo que es el socialismo. Tampoco me refiero a que (en Euskal Herria y fuera de allá) hay quien no sabe lo que es la independencia. Lo que trato de decir es que, además, hay quien no es capaz de articular un movimiento con otro, y un ejemplo de ello lo constituyen quienes afirman que se trata del mismo movimiento.

Por lo tanto, en lo que sigue daré por sentadas dos tesis: que la independencia y el socialismo expresan reivindicaciones diferentes y que el problema es la articulación de ambas en una única línea política, algo que históricamente siempre se ha planteado mal, de forma metafísica, como si fuera un asunto temporal del tipo “primero habrá una revolución socialista (en España) y luego, gracias a ello, las nacionalidades podrán decidir”; o bien “primero Euskal Herria logrará su independencia y luego será más fácil luchar por el el socialismo”. Ciertamente también hay quienes quieren que ambos procesos sean simultáneos y no estarían dispuestos a aceptar a uno sin el otro.

Cualquiera de esos planteamientos es más de lo mismo: una expresión subjetiva de los buenos deseos y las aspiraciones de cada cual. A lo máximo son hipótesis, más o menos descabelladas, que no tienen en cuenta ni la experiencia internacional ni la interna, es decir, quimeras y castillos de naipes.

Como cualquier otro fenómeno social, su explicación tiene que ser, a la vez, científica e histórica y hay que buscarla, pues, en el materialismo histórico. No es algo característico exclusivamente del movimiento en Euskal Herria, sino de algo más general que surge dentro del movimiento obrero desde los mismos orígenes del marxismo: a diferencia de la lucha de clases, la lucha contra la opresión nacional es de naturaleza democrática, se lleva a cabo en nombre de la democracia y su protagonista es toda una nación y, consiguientemente, tanto el proletariado como la burguesía, la grande y la pequeña. De ahí que la lucha contra la opresión nacional sea algo mucho más amplio que la lucha de clases. De ahí también que en este terreno el proletariado tenga exactamente los mismos derechos que la burguesía, y a la inversa: la burguesía tantos derechos como el proletariado.

Desde su mismo origen, hace ya más de un siglo, la línea política bolchevique, a diferencia de la menchevique, afirma que el proletariado debe asumir la dirección de toda lucha por las libertades democráticas y, por consiguiente, también la lucha por la liberación nacional. La entrada del capitalismo en su fase imperialista agudizó, si cabe, esa necesidad. El desarrollo del capitalismo en todo el mundo ha forzado, además, a que con el paso del tiempo ese protagonismo de la clase obrera en cualquier tipo de lucha sea creciente, incluida la lucha contra la opresión nacional.

Eso tiene múltiples consecuencias. El proletariado no sólo es una parte integrante de todo tipo de luchas, al lado de otros sectores sociales. Tampoco es una clase que por su cuantía resulte mayoritaria dentro de la nación y de las reivindicaciones nacionales. Lo que estoy afirmando es que la clase obrera debe dirigir todas y cada una de las luchas contra la opresión y, por lo tanto, también contra la opresión nacional y que en ninguna parte del mundo dichas luchas triunfarán si no están dirigidas por la clase obrera.

Llegados a este punto tocaría explicar lo que los leninistas entienden por “dirigir”, que no tiene nada que ver con lo que entienden otros y, en especial, con esa otra quimera a la que en Euskal Herria es corriente calificar de “vanguardia”. No obstante, creo que bastará con dejar un par de apuntes. El primero es el más importante: la clase obrera dirige todos los movimientos sobre la base de sus propios principios, de su propio partido y de su línea política, que nada tienen que ver con los de la burguesía. El segundo deriva del anterior: una clase social como el proletariado está en condiciones de dirigir todo un movimiento, como es el movimiento nacional, cuando no se confunde con él.

Por cualquier recorrido realmente científico que se pretenda plantear, la conclusión es siempre la misma: la liberación nacional no es posible si no está dirigida por la clase obrera y la clase obrera no puede dirigirla si se confunde con el propio movimiento, que es lo que ocurre en Euskal Herria con esa abigarrada demagogia que se arrastra desde hace tanto tiempo en torno a los famosos “frentes” y al no menos famoso “pueblo trabajador vasco” que no son sino otras tantas distracciones ideológicas y políticas.

La propia naturaleza heterogénea de un movimiento nacional conduce a la dispersión que, a falta de una verdadera vanguardia, se transforma rápidamente en degeneración, algunos de cuyos rasgos ya están presentes en Euskal Herria. Para el proletariado es imposible dirigir sin combatir de la manera más estricta esa tendencia de los movimientos nacionales a la dispersión (ideológica y política) porque es un rasgo típico de la burguesía que conduce a la capitulación, y en la medida en que la burguesía cree representar a la nación en su conjunto, considera que ese combate del proletariado, la lucha por la hegemonía, está enfilado no en su contra, en contra de la burguesía, sino en contra de toda la nación.

Uno de los rasgos que en el futuro diferenciará cada vez más a la clase obrera -y a su partido- en Euskal Herria, de la burguesía (grande y pequeña) es que deberá poner al desnudo todas sus viejas y conocidas artimañas (ideológicas y políticas). El objetivo de esa permanente batalla no es alejar a la burguesía del movimiento nacional, sino todo lo contrario, acercarla a él, lo cual significa poner a la burguesía bajo la dirección del proletariado, y no al revés, como ha ocurrido hasta ahora. De lo contrario, no habrá ni independencia ni socialismo.

Estados Unidos ya no oculta su apoyo a Al-Qaeda en Siria

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 Tony Cartalucci

El equipo de análisis político Brookings Institution confirma que, al contrario de lo que dice la propaganda, los “moderados” sauditas-norteamericanos y los “islamistas” de Turquía-Qatar han estado coordinados todo este tiempo.

La guerra en Siria continúa de forma interminable, ahora con un vigor renovado que, recientemente se ha puesto de manifiesto tras una oposición largamente retratada como fracturada que reflejaba una miríada de intereses extranjeros que compiten entre sí. A la opinión pública le han asegurado que los norteamericanos y los sauditas, por un lado, estaban apoyando a los llamados “rebeldes moderados”, mientras que por el otro, Turquía y Catar estaban apoyando abiertamente a Al-Qaeda y varias de sus franquicias, incluyendo al Estado Islámico.

Sin embargo, para quienes han seguido el conflicto de cerca, estaba claro desde el principio que Occidente ha tenido éxito al suministrar articulada y encubiertamente, armas, dinero, equipos y apoyo, tanto político como militar, a Al-Qaeda y otros grupos extremistas, a los que Arabia Saudita no se opuso, sino más bien usando al reino como principal intermediario, a través del cual el apoyo material de Occidente se podía blanquear.

Ahora este hecho se confirma en un artículo recientemente publicado en la página web del Brookings Institution titulado “¿Por qué Assad está perdiendo?“. Sostiene inequívocamente:

“La participación de grupos del ‘Ejército Sirio Libre’ (ESL), de hecho, revela que quienes apoyan a las facciones han cambiado su canción en relación a la coordinación con los islamistas. Varios comandantes que intervienen en la dirección de las operaciones en Idlib confirmaron al autor que las operaciones impulsadas por la sala de operaciones dirigida por EEUU en el sur de Turquía, que coordina el aprovisionamiento de apoyo letal y no letal a grupos vetados de la oposición, fueron un recurso para facilitar su intervención en las operaciones de abril en adelante. Esta sala de operaciones -junto a otra en Jordania, que cubre el sur de Siria- también parece haber incrementado de forma dramática su nivel de asistencia y suministro de inteligencia a esos grupos vetados, como se vio en semanas recientes.

A pesar de que esa sala de operaciones multinacional exigió
previamente que los receptores de ayuda militar cesaran la coordinación directa con grupos como Jabat al-Nusra, las dinámicas recientes en Idlib parecen demostrar algo diferente. No sólo se aumentó el envío de armamento a los llamados ‘grupos vetados’, sino que la sala de operaciones alentó específicamente una cooperación aún más cercana entre los islamistas que dirigen el frente de operaciones”.

En líneas generales, Brookings se complace en anunciar que con la infiltración y el desbordamiento de gran parte de Idlib, al norte de Siria, el objetivo planteado hace tiempo de crear una base de poder para sus intermediarios en las fronteras de Siria, y tal vez incluso la ampliación de la cobertura aérea de la Otan sobre él, ya está finalmente al alcance de la mano. Brookings todavía intenta perpetuar una narrativa de una confrontación entre Occidente y Al-Qaeda, a pesar de admitir que las recientes ofensivas de Al-Qaeda fueron exitosas sólo gracias al apoyo occidental.

En realidad, ya para 2007, el armamento y financiación a extremistas sectarios, incluyendo Al-Qaeda, era la política admitida por la Casa Blanca, entonces dirigida por W. Bush, a través de intermediarios, incluida Arabia saudita. El veterano periodista y doble Premio Pulitzer Seymour Hersh en su reportaje “El viraje: ¿beneficia la nueva política del gobierno a nuestros enemigos en la guerra contra el terrorismo?” develó esta conspiración, que desde entonces se ha revelado literalmente tal y como fue descrita en 2007.

El artículo de Brookings mencionado más arriba también alude a un paisaje geopolítico más amplio que está tomando forma más allá del conflicto sirio. En relación con el actual apoyo norteamericano que, a efectos prácticos, es una ofensiva dirigida por Al-Qaeda, manifiesta que “la explicación más probable de una acción como ésta es la presión que proviene de la nueva y envalentonada alianza regional compuesta por Turquía, Arabia Saudita y Catar. Estados Unidos también está buscando vías para comprobar la continuidad de su alineación con sus aliados sunitas del Golfo, en el marco del contexto ampliado de su reconciliación con Irán.

La continuación, e incluso expansión, del conflicto apoyado por Estados Unidos en Siria es la evidencia más expresiva de todo lo relacionado con la falsedad de la reconciliación norteamericana con Irán. Todo el objetivo de desestabilizar y potencialmente derrocar al gobierno en Siria es para debilitar a Irán en una futura y similar campaña de cerco, desestabilización y destrucción de la misma Irán.

El hecho de que se aceleren los acontecimientos en Siria, con el propio Brookings admitiendo que se han “dejado de lado diferencias internacionales e ideológicas”, ilustra la desesperación palpable de Occidente para culminar el conflicto en Siria con la esperanza de avanzar hacia Irán antes de que la dinámica regional y la postura defensiva de Irán vuelvan irrelevante la totalidad de la agenda regional de Occidente, poniendo en peligro su hegemonía de larga data por el norte de África y el Medio Oriente.

Operaciones igualmente apresuradas parecen estar en curso en Yemen. Con conflictos estimulados por Occidente envolviendo a todas las naciones que rodean a Irán, la idea de Estados Unidos busca todo salvo la eventual destrucción de Irán, ya no hablemos de la “reconciliación”. Seguramente no ha engañado a nadie sobre esto en Teherán.

Mientras en Brookings anuncian entusiasmados la continua destrucción en Siria, en cuya promoción e ingeniería han tomado parte, admiten que el derrocamiento del gobierno legítimo sirio no es inevitable. Mientras intentan que los aliados de Siria retiren su apoyo a Damasco, la realidad es que si llegara a caer Siria, sus aliados indiscutiblemente irían después.

Irán tendría una nación completa entregada a Al-Qaeda y otros grupos sectarios, extremistas, con armamento pesado y bien apoyados soñando con una confrontación cataclísmica con Teherán, estimulado por una red mundial de madrasas (escuelas islámicas conservadoras) apoyadas por Estados Unidos y Arabia Saudita convirtiendo legiones de fanáticos envenenados ideológicamente. Y más allá de Irán, Rusia se enfrentaría la posibilidad de una región del Cáucaso convertida en un corredor de terror apuntando directo al corazón de la misma Rusia.

El conflicto en Siria es apenas una batalla dentro una guerra mucho más amplia; una guerra mundial que se constituye básicamente como una Tercera Guerra Mundial, trabada no sobre vastos frentes claramente definidos, sino más bien mediante el uso de la guerra de cuarta generación, agentes, mercenarios, economía e información. Los que no logran ver que Siria está vinculada con la supervivencia de muchas naciones más allá de su frontera y que el mismísimo concepto de un mundo multipolar construido bajo el concepto de las soberanías nacionales, no sólo son cómplices de la derrota de Damasco, sino del fin del mundo tal y como lo conocemos.

Fuente: http://journal-neo.org/2015/05/11/confirmed-us-operation-rooms-backing-al-qaeda-in-syria/

En Inglaterra expropiarán los salarios de los trabajadores inmigrantes

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Si el proletariado no expropia a la burguesía, es la burguesía quien expropia al proletariado. Así lo anunció el jueves el primer ministro británico, David Cameron, quien con la excusa de controlar a los trabajadores inmigrantes, amenazó con expropiarles sus salarios en su programa de gobierno para el próximo curso legislativo.

Son las dos caras de la misma moneda: al mismo tiempo que prepara una nueva ley “antiterrorista”, el gobierno inglés ataca a los trabajadores inmigrantes. Por eso Cameron ha desvelado sus siniestros planes nada menos que... en el Ministerio del Interior. Es posible que a primeros de mes veamos a los antidisturbios presentarse en las oficinas de las empresas para apoderarse de las nóminas de los trabajadores. O quizá pongan comisarías dentro de ellas porque quienes están facultados para expropiar los salarios son los policías.

El mercado laboral está intervenido... por la policía, que podrá inspeccionar las cuentas bancarias de los trabajadores, así como tomar medidas contra las personas que alquilen pisos a inmigrantes sin papeles y contra las oficinas de empleo, que están obligadas a contratar mano de obra no en función de su destreza sino de su nacionalidad.

El “neoliberalismo” tiene esas cosas: a pesar de que -según dice- quiere reducir el intervencionismo del Estado en los mercados, apela a la más brutal de las intervenciones públicas, hasta el punto de que, por primera vez, el proyecto de ley del gobierno considerará delito trabajar sin papeles o emplear a obreros no comunitarios que estén en situación irregular.

La amenaza de Cameron también forma parte del discurso que leerá la reina Isabel II el 27 de mayo en la solemne apertura del Parlamento de Westminster. La confiscación del salario los obreros que no tengan sus papeles en regla es una de las medidas más inmediatas, cuyo objetivo no es el de erradicar el mercado negro de trabajo, sino que va mucho más allá, ya que pretende también reformar las reglas laborales y renegociar la regulación en materia de inmigración con la Unión Europea.

Puestos a intimidar, Inglaterra ataca también a la Unión Europea en su conjunto. El objetivo de Cameron es reformar la legislación europea y la Unión Europea en su conjunto, antes de cumplir otra de sus bravuconadas: convocar un referéndum en 2017 para sacar a Inglaterra de los laberintos de Bruselas.

A la Unión Europea le crecen, pues, los enanos, pero como no se trata de Grecia, estamos ante otra noticia que Ustedes no escucharán en los noticiarios. ¿A qué viene involucrar a la Unión Europea?

El motivo es el siguiente y tiene dos aspectos un poco distintos: primero, en Inglaterra está aumentando el volumen de fuerza de trabajo inmigrante (un 22 por ciento más que el año pasado), y segundo, en su mayoría ese incremento corresponde a ciudadanos de la Unión Europea. De ahí que el proyecto de ley obligue a los trabajadores comunitarios a abandonar Inglaterra en el plazo de seis meses si no encuentran trabajo.

Ya no hablamos de trabajadores negros, hindúes, rumanos o magrebíes. Lo que Cameron se propone de manera explícita es restringir el acceso de inmigrantes de la Unión Europea a las prestaciones sociales a las tienen derecho los trabajadores: “Yo y muchos otros creemos que es adecuado reducir los incentivos para las personas que quieren venir aquí... Los cambios en el [estado de] bienestar para reducir la inmigración desde la UE serán un requisito absoluto en mi renegociación” con la Unión Europea, ha dicho el primer ministro británico.

En Londres se han acabado los chocolates con churros.

Grecia anuncia que no pagará la deuda al FMI

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Nikos Voutsis
El ministro del Interior de Grecia, Nikos Voutsis, acaba de anunciar que su país no pagará la deuda que mantiene con el Fondo Monetario Internacional, que vence el próximo mes de junio, debido a que no dispone de recursos para ello: “Grecia no tendrá la posibilidad de realizar el pago del próximo tramo de su deuda al Fondo Monetario Internacional, ya que el país no dispone de recursos suficientes”, ha dicho Voutsis.

El ministro ha indicado que los tramos de junio al FMI, desde el 5 hasta el 19 de junio son de 1.600 millones de euros y “este dinero no se pagará, porque no está”. Explicó que el gobierno griego debate sobre la posibilidad de un acuerdo que permita respirar al país e insistió en que existe un pacto que “dará aliento al país” y será “económicamente viable e inspirador políticamente y abrirá perspectivas”.

Grecia negocia una alianza estratégica con Rusia en medio de las tensiones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, debido al rescate financiero negociado entre las partes, mientras evalúan el programa económico de Tsipras, que concede prioridad a la protección e inversión social para superar la crisis económica del país.

Este primer tramo que vence en junio es de 300 millones de euros. Hasta el momento no se ha logrado alcanzar un acuerdo con la Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI.

Los imperialistas nunca dicen la verdad

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Como ya apuntamos en nuestra reseña sobre la película Zero Dark Thirty, recientemente otro artículo de Seymour Hersh en la London Review of Books (1) volvía sobre las mentiras de Obama acerca de la muerte de Bin Laden.

Hersh es un periodista muy veterano y muy conocido en el mundo entero. Fue quien denunció la matanza de My Lai, realizada por Estados Unidos en Vietnam y las torturas que practicaron los mercenarios del imperialismo en la cárcel de Abu Ghraib en 2003 y 2004.

Su artículo no aporta muchas novedades importantes. A estas alturas el cúmulo de mentiras que contaron Obama y la prensa mundial no creo que puedan sorprender a nadie. ¿Han dicho la verdad alguna vez?

Seymour Hersh confirma los siguiente datos:

a) Bin Laden fue capturado en 2006, no en 2011 como hizo creer Obama todo el mundo
b) no fue la CIA quien le capturó sino el ISI, el Servicio de Inteligencia pakistaní
c) durante cinco años lo mantuvo detenido en secreto en Abbottabad

Abbottabad es una ciudad de Pakistán que alberga la sede de la más prestigiosa academia militar de aquel país asiático, así como importantes unidades de combate. También es la ciudad en la que Obama aseguró haber capturado al dirigente de Al-Qaeda. Naturalmente, que lo del tiroteo que se produjo durante la detención es mentira, es mentira que Bin Laden estuviera armado, es mentira que un prisionero confesara su paradero a causa de las torturas, el cadáver tampoco fue arrojado al mar...

Absolutamente todo lo que contó Obama es mentira. El ataque peliculero de las fuerzas especiales, tampoco existió. Los espías paquistaníes guiaron a los pistoleros de la Armada de Estados Unidos hasta la habitación de Bin Laden. Le encontraron agachado y, a pesar de que estaba enfermo, lo acribillaron a tiros. Vaciaron los cargadores de sus armas en el cadáver hasta el punto de que el cuerpo se desintegró en pedazos.

A pesar del secreto, la autocracia saudí conoció la detención de Bin Laden desde el primer momento y, a causa de sus presiones, Pakistán no dio a conocer la noticia de la captura. La familia real saudí no quería verse involucrada en un asunto que concernía a uno de sus familiares más allegados que tantos servicios les había prestado en el pasado.

A cambio de ingentes sumas de dinero, los saudíes consiguieron que Pakistán mantuviera al dirigente de Al-Qaeda detenido en secreto. Temían que una entrega formal a Estados Unidos desvelara la connivencia de la familia real saudí con el yihadismo desde los tiempos de la Guerra de Afganistán, es decir, desde 1979.

A los pakistaníes tampoco les interesaba una entrega formal que pondría en primer plano que también ellos habían desempeñado un papel estelar en el impulso a Al-Qaeda y al yihadismo, un problema que llega hasta nuestros días. En resumen: todos (Arabia saudí, Pakistán, Estados Unidos) querían a Bin Laden muerto y con la boca cerrada para siempre. Tienen mucho que ocultar.

La CIA se enteró de la captura de Bin Laden en agosto de 2010 gracias al soplo de un antiguo dirigente del ISI que a cambio se embolsó 25 millones de dólares, lo que le ha permitido establecerse en Virginia con su familia a cuerpo de rey. Naturalmente que, además, trabaja para la CIA como “consultor”.

Además de las pruebas que aporta Hersh, hay otros rastros (2) que conducen en la misma línea, sobre cuya pista ya estaba un diario de Pakistán, mientras que otro ha confirmado la identidad del delator que informó a la CIA de la captura de Bin Laden.

La posterior entrega a Estados Unidos del detenido y su ejecución fueron objeto de de una larga negociación, en la que participó la familia real saudí, a la que Bin Laden pertenecía.

El caso es que el teatrillo orquestado por Obama y su famosa rueda de prensa para dar a conocer al mundo la noticia de su falsa captura, es una patraña de dimensiones colosales, aunque poco a poco el castillo de naipes se va desmoronando y hasta el New York Times reconoce que de aquellos polvos llegan estos lodos: la creación de Al-Qaeda tiene su origen en el apoyo de los saudíes a la yihad afgana.

Lo de la CIA y Al-Qaeda es ya un clamor general. En su último libro, el conocido periodista Bob Woodward, que en los años setenta fue uno de los que reveló el escándalo de Watergate, también lo dice bien claro: Bin Laden fue un instrumento de guerra creado y financiado por la CIA.

Todo eso ya lo sabíamos, pero que ahora El Mundo reconozca que “todo lo que nos han contado sobre el ataque en el que los Navy SEAL de Estados Unidos mataron a Bin Laden es mentira” (3), debería hacernos reflexionar: ¿quién es el que mintió?, ¿quién difunde mentiras?, ¿por qué mienten?, ¿alguna vez dicen la verdad?

El New York Times también se rasga las vestiduras, lo cual resulta apasionante porque nos entrega detalles escabrosos, como el de que el actual rey Salman era la persona que recaudaba los fondos entre los sátrapas de su familia para sostener la yihad contra el comunismo en Afganistán, Bosnia y otros lugares.

Cuando el New York Times deja caer que los saudíes también financiaron la yihad “en otros lugares” es porque no quiere que sus lectores prestemos atención a que se está refiriendo a la Guerra del Caúcaso de 1999, es decir, que la yihad es un movimiento creado de cabo a rabo por el imperialismo para luchar contra la Unión Soviética primero y contra Rusia después.

“La casualidad no existe”, decía Voltaire. Pues si es así, justo cuando Hersh publicaba su artículo, Obama merendaba en su residencia de Camp David con los sátrapas del Consejo de Cooperación del Golfo, esto es, Arabia saudí, Kuwait, Qatar, Barein, Omán y los Emiratos Árabes Unidos. En las fotos se les ve felices. ¿De qué se ríen? (Perdón, la pregunta está mal formulada: ¿de quién se ríen?)

(1) Seymour M. Hersh, The killing of Osama bin Laden, London Review of Books, http://www.lrb.co.uk/v37/n10/seymour-m-hersh/the-killing-of-osama-bin-laden
(2) Jon Schwarz y Ryan Devereaux, Sy Hersh’s bin Laden Story First Reported in 2011 — With Seemingly Different Sources, The Intercept, https://firstlook.org/theintercept/2015/05/11/former-professor-reported-basics-hershs-bin-laden-story-2011-seemingly-different-sources/
(3) La 'verdadera' historia de la muerte de Bin Laden, http://www.elmundo.es/internacional/2015/05/11/5550b674ca4741bb658b456e.html

La revolución burguesa en España

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Juan Manuel Olarieta

En relación con un artículo anterior me pregunta un lector por la revolución burguesa en España en los mismos términos que Hamlet: ¿ser o no ser?, ¿hubo o no hubo revolución burguesa en España? Solamente el hecho de formularla de esta manera, es decir, de forma errónea, conduce a la imposibilidad de dar una respuesta.

Añade además dicho lector que se trata de una cuestión debatida. Es completamente lógico: un asunto mal planteado da lugar a debates interminables. Pero yo también tengo una pregunta: ¿en dónde se plantean ese tipo de debates? La respuesta es: en la universidad. Se trata de un planteamiento característico de los pocos profesores que aún alardean de marxismo en las aulas.

El núcleo de ese debate universitario se introdujo mal en España porque lo introdujo el revisionismo, es decir, el PCE en los los años sesenta en el contexto de la disputa que tuvieron Claudín y Semprún contra el carrillismo. La característica fundamental de aquel planteamiento es que unos revisionistas (Claudín y Semprún) se pelearon con otros (Carrillo).

Inmediatamente después el debate pasó a los primeros núcleos que se empezaron a escindir del PCE en nombre del marxismo-leninismo y de la lucha contra el revisionismo, pero pasó en los mismos términos en los que se había planteado dentro del PCE, es decir, mal, sazonado por lo que es (y sigue siendo) típico de esos grupos, que es la sustitución de la historia y de la realidad por las frases y las citas de los clásicos traídas por los pelos.

El debate sobre la revolución burguesa en España no sólo polariza las conclusiones de unos y otros sino que se plantea de maneras bastante distintas porque es un asunto que también ha preocupado a la intelectualidad burguesa y por eso ha adquirido tintes abstractos, tales como el secular atraso de España, en referencia al escaso desarrollo económico, que a su vez quiere referirse al escaso desarrollo capitalista, es decir, a la naturaleza semifeudal y a la transición del feudalismo al capitalismo. En ocasiones ese debate se ha planteado para justificar la incorporación de España a Europa, para “modernizar” el Estado (el Estado burgués), o para imponer la cultura (burguesa) europea, o la ciencia, o la filosofía...

El atraso económico ha producido aquí una abundante literatura histórica y económica, especialmente en lo referente al problema de la tierra y la reforma agraria, un asunto que ahora está bastante olvidado, no porque se haya resuelto en los libros sino porque la realidad ha saltado por encima.

En algunos círculos marxistas-leninistas las referencias al atraso adoptaron la forma de un debate sobre la naturaleza “colonial” o dependiente de España respecto a Estados Unidos, o Alemania más recientemente. Entonces y ahora un planteamiento colonialista del debate conducía a encubrir el reformismo con unos tintes que aparentaban ser radicales (tercermundistas) pero que conducen al nacionalismo burgués más estrecho, como es evidente en Galicia, donde algún grupo se aferra a la dependencia “colonial” de aquella nacionalidad (respecto a España) para justificar sus aberrantes posiciones políticas.

Detrás de aquel debate lo que los marxistas necesitaban era justificar una determinada línea política de claudicación ante el fascismo, y cuando me refiero a los marxistas hablo tanto del PCE como de quienes se salieron de él en nombre de la lucha contra sus posiciones revisionistas. A su vez, la claudicación adopta la forma de una supuesta necesidad de recorrer una “etapa intermedia” previa a la construcción del socialismo.

La claudicación aparece con claridad si acudimos al planteamiento que hizo Carrillo de aquel debate con Claudín y Semprún. Aquellos dos fugitivos sostenían que en los años sesenta España ya era una país capitalista desarrollado, lo cual era cierto. Pero a partir de ahí ellos utilizaban esa tesis para defender lo que todos los revisionistas (entonces y ahora) vienen asegurando en España: que el desarrollo del capitalismo conduce a la democracia (burguesa) y, por lo tanto, de forma mecánica, el fascismo caería por su propio peso (por sus “contradicciones” o sus propias fuerzas internas) y se reconvertiría en democracia sin necesidad de ruptura. Por consiguiente, el PCE debía “apoyar las reformas en el interior del régimen” (1).

Si alguien hoy lee eso pensará inmediatamente que es -cabalmente- lo que hizo el PCE durante la transición. Pero esa era la tesis de Claudín y Semprún, mientras que Carrillo decía otra cosa diferente: que la desaparición del franquismo no podía ser el resultado de un proceso interno. “De ninguna forma”, añadía. La conclusión es que, como siempre, Carrillo decía una cosa y hacía otra. Criticó a Claudín y Semprún para acabar llevando a cabo exactamente la misma línea que estos preconizaron una década antes. Pero el caso es que todos ellos (Claudín, Semprún y Carrillo) acabaron sus vidas dentro del PSOE. La diferencia es que Claudín y Semprún se adelantaron a su tiempo. Eran más reformistas que los reformistas.

En un planteamiento mínimamente serio de la revolución burguesa en España la historia debería estar en el primer plano, lo cual desborda las pretensiones de este artículo. Me debo limitar a desfacer entuertos, para lo que Lenin siempre viene bien, ya que su invocación demuestra que todo este tipo de aberraciones ya existían hace cien años dentro del movimiento obrero.

En los universitarios es muy corriente imaginar que una revolución es un acto único y ese tipo de automatismos es lo que buscan en la historia, algo del tipo del asalto a la Bastilla o al Palacio de Invierno que deje claro que hasta ese día España era un país feudal y a la mañana siguiente se despertó capitalista y burgués. Lenin ya dejó claro que eso es un error: la revolución no es “un acto único” sino “una sucesión rápida de explosiones, más o menos violentas, alternando con periodos de calma, más o menos profunda” (2). Los seres humanos medimos esos periodos históricos con la vara de nuestra propia existencia, que es efímera y está lastrada, además, por nuestra impaciencia: nos gustaría ver una revolución socialista, con lo cual estamos diciendo que ahora mismo no asistimos a una revolución en ciernes. No la vemos por ninguna parte (o no queremos verla). Seamos claros: lo que nos gustaría ver es la parte bonita de la historia, la culminación de nuestros esfuerzos. Pero el esfuerzo mismo nos desagrada porque no somos capaces de ver su importancia (lo cual no es más que un síntoma de nuestra propia torpeza).

Si ninguna revolución (ni la burguesa, ni la proletaria) es un acto sino un proceso significa que hay un periodo de tiempo en el que un país pasa de una a otra, del feudalismo al capitalismo y que, durante dicho proceso, adopta formas intermedias, que son las que plantean más dudas porque el debate exige que nos pronunciemos sobre si la botella está medio llena o medio vacía. Pero el marxismo es otra cosa. Una demostración de marxismo la dio el PCE en la época de José Díaz, que caracterizó exactamente a España como un país semi-feudal, es decir, a medio camino de un modo de producción a otro.

No entraré tampoco ahora a exponer que esas épocas de transición son direccionales, es decir, van del feudalismo al capitalismo, y no a la inversa. Pero conviene recordarlo porque en el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, hay organizaciones que se aferran al secular atraso de su país, como si la historia (o sea, el capitalismo) pudiera detenerse en un punto. Ven la botella medio vacía y eso justifica su claudicación política y su reformismo.

También hay que despejar otro aspecto erróneo de la cuestión, que es el empleo en la historia de “modelos”, como si un país pudiera imitar a otro. Eso no ha existido nunca y, sin embargo, lo mismo que la burguesía española más avanzada se pasó el siglo XIX mirando al París de 1789, el proletariado español ha mirado y sigue mirando impávido al Petrogrado de 1917. Cuando leemos a Marx y Engels, entendemos que los países que ellos utilizan como “modelos”, por ejemplo Inglaterra, es justamente por los motivos opuestos: el marxismo afirma que en todo el mundo la penetración del capitalismo es inexorable, que todos los países marchaban hacia el capitalismo, como marchan hoy al socialismo, por vías que son históricas, es decir, diferentes y peculiares.

Ese es justamente otro de esos debates infames de los años sesenta, trufados de reformismo y claudicación: los diferentes “modelos” de construcción del socialismo. Existía un “modelo soviético”, existía un “modelo chino”, existía un “modelo yugoeslavo”, existía otro “checoslovaco”... En fin, cada país tenía el suyo propio y quien no lo tuviera lo pretendía. Los que hacían ese tipo de planteamientos no querían el socialismo para nada. Querían una “tercera vía”, algo que vimos en los eurocomunistas de los setenta y seguimos viendo también hoy en algunos grupos latinoamericanos que pretenden un “socialismo autóctono”. Para entender las razones de los revisionistas no hay más que leer al ministro checoslovaco de Economía en la época de Dubcek y la Primavera de Praga (3). Entonces y ahora todo estaba aderezado bajo los postulados más coherentes del “marxismo-leninismo”.

La historia es contundente: si por revolución burguesa entendemos la penetración del capitalismo, dicho proceso se inicia en España en el primer tercio del siglo XIX y se consuma en los años sesenta del siglo pasado, es decir, se prolonga durante un siglo y medio. Pero si por revolución burguesa entendemos una derrota política de la aristocracia feudal a manos de la burguesía por la vía revolucionaria que acarrea la edificación de un Estado democrático, la historia también es contundente: tal acontecimiento no se ha producido. Es más, lo que se ha producido es todo lo contrario: la penetración del capitalismo en España ha estado ligada a la contrarrevolución, al fascismo, al terrorismo de Estado, a la represión salvaje y al asesinato en masa del proletariado, del campesinado y de los sectores más avanzados y progresistas de la población.

Esa es la verdadera y única esencia de España como Estado, y esa es también la peculiaridad de la situación en el momento que vivimos ahora mismo. Si a pesar de lo expuesto hasta ahora alguien sigue diciendo (y pensando) en la teoría de la homologación, es decir, en que eso es algo común también en otros países próximos, como Francia o Alemania, le diré que es verdad, pero no porque España, por fin, haya seguido el “modelo europeo” sino porque, por fin, Europa está siguiendo el “modelo español”, es decir, porque en la actual etapa imperialista, los países más avanzados ya no son un ejemplo de democracia sino de fascismo.

Para entender este fenómeno histórico hay que recurrir a Lenin, quien en su época hizo un planteamiento para Rusia que hoy los universitarios españoles no tienen en cuenta: “hay democracia burguesa y democracia burguesa”, escribió; hay diferentes “grados” de democracia, no hay categorías “puras” sino situaciones históricas intermedias que evolucionan siguiendo determinados vectores. Cumpliendo una tarea histórica, ideológica y política, la burguesía puso a la democracia en un primer plano y según cada país esa democracia alcanzó un determinado grado de desarrollo. Es lo que el marxismo califica como “democracia burguesa”: el grado histórico en el que la burguesía de cada país llegó hasta la democracia, o bien el modo en el que la destruyó, en todo o en parte.

Pues bien, creo en este punto hay que ser muy claros: en cualquier país del mundo la guerra del proletariado no es contra las tareas históricas que la burguesía cumplió, o no cumplió y debió cumplir, sino en llevar a buen puerto esas mismas tareas históricas, a saber, la conquista de la democracia que, como es obvio, es una labor pendiente, bien porque no se ha alcanzado cabalmente, bien porque, de lo contrario, no se alcanzará nunca, bien porque está en retroceso, es decir, porque el mundo marcha hacia el fascismo a pasos agigantados. En lo que a la democracia concierne, la lucha del proletariado empieza justo en el punto en el que la abandonó la burguesía.

En plena jornada electoral, alguno estará pensando a qué democracia me estoy refiriendo y volverá a incurrir en el desliz de creer que hay muchos tipos (distintos) de democracia: democracia burguesa, democracia popular, democracia socialista... Los marxistas hemos demostrado muchas veces que podemos ser tan superficiales, o más, que la burguesía y reducir la democracia a los partidos y a las periódicas farsas electorales. Nos toca ahora demostrar que podemos ser mucho más profundos que todo eso, como Marx, Engels y Lenin se esforzaron por inculcarnos.

En alguna parte Hegel escribió que la historia es el despliegue de la libertad. Nosotros podríamos decir que la historia también es el despliegue de la democracia, que no es otra cosa que la intervención de las masas y, por lo tanto de la clase obrera, en asuntos que son sus propios asuntos. A lo largo de la historia la intervención de las masas en la primera línea de la actualidad es cada vez mayor, y sólo hay una manera de que eso sea una realidad cabal: la democracia. Las masas sólo pueden intervenir por medio de la democracia y si la democracia es una realidad o, dicho en palabras de Lenin: “La situación misma del proletariado como clase, le obliga a ser demócrata consecuente” (4).

En la frase de Lenin no se si es más importante lo de “demócrata” o lo de “consecuente”, porque quizá alguno quiera llevar agua a su molino y postularse como diputado en las próximas elecciones, en lugar de denunciarlas como la farsa que son, es decir, como un atentado a la democracia “consecuente”. Luchando contra el fascismo o, lo que es lo mismo, luchando en defensa de la democracia, el movimiento comunista internacional no ha dejado un reguero con 30 millones de cadáveres por una burda farsa. Cuando Lenin hablaba de democracia se refería a “una consigna de vanguardia”, no a cualquier payasada.

Notas:

(1) Santiago Carrillo, Mañana España, París, 1975, pgs.146 y stes.
(2) Lenin, ¿Qué hacer?, Obras Escogidas, tomo I, pg.258.
(3) Ota Sik: La tercera vía. La teoría marxista-leninista y la moderna sociedad industrial, Madrid, 1977.
(4) Lenin, Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, Obras Escogidas, tomo I, pg.496.

Nuevas informaciones sobre la creación del Califato Islámico por los imperialistas

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Un documento desclasificado de la Defense Intelligency Agency aporta nuevos detalles sobre los motivos que tuvo el imperialismo para impulsar la creación del Califato Islámico. El referido documento tiene siete páginas y muestra que la creación de un movimiento fundamentalista en el este de Siria era necesario para aislar al régimen de Damasco y que el imperialismo lograra sus objetivos en la región:

“Occidente, los países del Golfo [Pérsico] y Turquía [que] apoyan a la oposición siria... existe la posibilidad de establecer un principado salafista, oficial o no, en el este de Siria (Hassaka y Deir Ezzor), y eso es exactamente lo que quieren las potencias que sostienen a la oposición a fin de aislar al régimen sirio”.

Antiguamente clasificado Secreto/Noforn y fechado el 12 de agosto de 2012, el informe de la Defense Intelligency Agency circuló ampliamente por diversas instituciones gubernamentales, incluidas la Centcom, la CIA, el FBI, el DHS, la NGA, el Departamento de Estado y otros.

Se ha desclasificado gracias a un litigio federal y el 18 de mayo la organización Judicial Watch lo ha publicado en el diario Levant Report (*), un portal de Texas especializado en noticias de Oriente Medio.

El documento demuestra que, al menos desde 2012, la inteligencia estadounidense había previsto el desarrollo del Califato Islámico en Irak y Siria, pero en lugar de poner a la organización como un enemigo, el informe considera que los terroristas son una pieza de la estrategia imperialista en Oriente Medio.

El diario Levant Report asegura que “hay pruebas materiales, vídeos, así como confesiones recientes de altos funcionarios implicados, como la del antiguo embajador de Estados Unidos en Damasco, Robert Ford, que demuestran que el apoyo material de los terroristas de Daesh [Califato Islámico] en el campo de batalla sirio por el Departamento de Estado y la CIA se remonta al menos a 2012 y 2013 (como ejemplo de 'pruebas materiales' ver el informe de la organización inglesa Conflict Armement Research que, siguiendo la pista de los lanzagranadas anti-carro croatas recuperados en manos de los combatientes de Isis [Califato Islámico], demuestra la existencia de un programa conjunto CIA / Arabia saudí a través de números de serie identificables”.

El resumen del informe de la Defense Intelligency Agency que hace el diario es el siguiente:

1. Al-Qaeda dirige la oposición en Siria

2. Occidente se identifica con la oposición

3. La creación del Califato Islámico no se convierte en realidad hasta la expansión de la insurrección siria. No hay ningún motivo para pensar que la retirada de las tropas estadounidenses de Irak desempeñara un papel catalizador en el surgimiento del Califato Islámico, como afirman numerosos políticos y “expertos” en Estados Unidos

4. La puesta en marcha de un “principado salafista” en Siria oriental es lo quieren “exactamente” las potencias exteriores que sostienen a la oposición (identificadas como “Occidente”, los países del Golfo Pérsico y Turquía) para debilitar al gobierno de Damasco.

5. El informe sugiere crear “lugares de refugio seguros” en las zonas conquistadas por los fundamentalistas insurgentes, como se hizo en Libia (lo que en la práctica se tradujo en una zona de exclusión aérea como primer acto de una “guerra humanitaria”.

6. A Irak se le identifica con la “expansión chiíta”.

7. Un “Califato Islámico” sunita podŕia impedir la “unificación de Irak” y podría “facilitar de nuevo la entrada de elementos terroristas de todo el mundo áraba en el escenario irakí”.

Además Levant Report deduce algunos factores que se desprenden del informe sobre la situación general en Siria:

En el interior, los acontecimientos toman un sesgo claramente sectario.

Los salafistas, los Hermanos Musulmanes y Al-Qaeda-Irak son las fuerzas principales de la insurrección en Siria

Occidente los países del Golfo y Turquía apoyan a la oposición, mientras que Rusia, China e Irán apoyan al régimen.

Al-Qaeda-Irak ha apoyado a la oposición siria desde el principio, ideológicamente y en los medios de comunicación.

En 2009 y 2010 Al-Qaeda-Irak perdió terreno en las provincias del oeste de Irak. Pero tras el auge de la insurrección en Siria, los poderes religiosos y tribales regionales empezaron a simpatizar con el levantamiento sectario.

Esta simpatía se concretó durante los sermones de los viernes con el llamamiento a los voluntarios para que sostuvieran a los sunitas en Siria.

Finalmente, el informe establece varias hipótesis sobre el desarrollo futuro de la crisis:

Evolución de la situación actual de la guerra a través de intermediarios: las fuerzas de la oposición tratan de controlar las zonas orientales (Hasaka y Deir Ezzor) que limitan las provincias irakíes orientales (Mosul y Anbar), además de las fronteras turcas vecinas.

Los países occidentales, los países del Golfo y Turquía apoyan ese intento. Esta hipótesis, que es la más probable dado que no conocemos los acontecimientos más recientes, permitirá preparar refugios seguros bajo control internacional, como se hizo en Libia cuando Bengasi fue elegido como centro de mando del gobierno provisional.

Si la situación se deteriora, se podrá establecer un principado salafista, oficial o no, en el este de Siria (Hasaka y Deir Ezzor) y eso exactamente lo que persiguen las potencias que sostienen a la oposición a fin de aislar al régimen sirio, que está considerado como el extremo estratégico de la expansión chiíta (Irak e Irán)

Así el Califato Islámico podría constituir un Estado Islámico unificándose con otras organizaciones terroristas en Irak y en Siria, lo que podría en grave peligro la unificación de Irak y la defensa de su territorio.

(*) http://levantreport.com/2015/05/19/2012-defense-intelligence-agency-document-west-will-facilitate-rise-of-islamic-state-in-order-to-isolate-the-syrian-regime/


Una reunión de Bin Laden con la CIA

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Es una verdadera faena que las hemerotecas existan y alguien se dedique a hurgar en ellas. Un mes después de los famosos atentados del 11-S el diario francés Le Figaro informó en primera plana de la entrevista celebrada por la CIA con Bin Laden en Dubai, mientras éste convalecía de una grave enfermedad. Es interesante echar un vistazo a la noticia a pantalla completa porque cuenta los detalles de la reunión.

La entrevista se celebró cuando faltaban menos de dos meses para el 11-S. Si Bin Laden era el cerebro de dichos atentados, hubiera bastado con ponerle los grillletes para impedir los atentados.

¿No era Bin Laden el hombre más buscado?, ¿no había puesto Bush precio a su cabeza? Si sabían que estaba en Dubai, ¿por qué no le detuvieron entonces?, ¿por qué no le mataron aprovechando su hospitalización? El motivo es obvio: aún necesitaban de él para que llevara acabo su mejor “trabajo”: los atentados a las Torres Gemelas con los que Estados Unidos justificó su agresión contra Afganistán.

No obstante, la agresión estaba decidida de antemano; el 11-S sólo fue una excusa. Por aquellas mismas fechas, la BBC lo difundió (*) a los cuatro vientos: antes de los atentados contra las Torres Gemeral, un antiguo diplomático pakistaní, Niaz Naik, manifestó, que altos funcionarios estadounidenses le habían confirmado la invasión.

Una operación militar de aquella envergadura no se puede preparar en 25 días. Por ejemplo, la invasión de Irak en 1991 demoró cuatro meses y medio en los que la CIA estuvo manteniendo entretenido a Sadam Hussein con unas “negociaciones” ficticias.

Doce horas después del 11-S Bush ya dijo que era “casi seguro” que el responsable de los atentados era Bin Laden. Pocos días después transformó esa convicción en una afirmación rotunda al cien por cien: “sus huellas digitales están por todas partes”, dijo.

Se le olvidó añadir que las suyas también estaban por todas partes en el mismo escenario del crimen.

(*) http://news.bbc.co.uk/hi/english/world/south_asia/newsid_1550000/1550366.stm

Estados Unidos lleva la guerra al interior de su propio país

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Máximo Ramírez Samper

Cierto revuelo ha habido en los medios de prensa alternativos de EE.UU., tras conocerse que las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) de ese país prevén realizar, entre julio y septiembre próximos, un ejercicio sobre Guerra No Convencional (GNC), entre cuyas particularidades está que no se realizará dentro de una instalación militar o en uno de los tantos polígonos de entrenamiento habilitados para estos fines, sino en escenarios reales, entre la población.

La alarma con respecto al ejercicio Jade Helm 2015 la activó el portal Infowars (1), al que siguieron otros que han denunciado la presunta preparación de las fuerzas armadas estadounidenses, a través de ejercicios como este, para actuar contra su propia población. Se habla de preparativos para aplicar la ley marcial en determinados estados, para evitar sucesos como los de Ferguson y otras ciudades, en que el asesinato de jóvenes afroamericanos por la policía ha generado disturbios y protestas de consideración.

Sin embargo, quizás no deberían preocuparse tanto, al menos por este ejercicio, cuyo objetivo es entrenar a las tropas norteamericanas en la GNC, una vieja estrategia retomada y maquillada por los estrategas imperiales, que como hemos denunciado anteriormente (2), promueve el derrocamiento o la inestabilidad de un Estado, por el mero hecho de pensar y actuar diferente a los designios del establishment.

En el ejercicio conjunto Jade Helm 2015 (3) participarán todos los elementos del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., principal ejecutor de la GNC, según los manuales de guerra estadounidenses, así como agencias civiles. Así, estarán sus efectivos asignados a la Marina, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Infantería de Marina, mientras que por el Ejército participará la 82 División Aerotransportada, la misma que invadió Granada en 1983, para derrocar al presidente legítimo de esa isla nación, Maurice Bishop, cuyos restos nunca más han sido encontrados.

La envergadura que tendrán tales maniobras, a desarrollarse en siete estados del suroeste de EE.UU., da cuenta de la importancia que este tipo de guerra cobra en la actualidad, por diferentes razones; a saber, su relativamente bajo costo, en comparación con los grandes despliegues de fuerzas y medios para invadir a un país, al estilo Irak o Afganistán; se emplean fuerzas sustitutas, ya sean mercenarios o fuerzas insurgentes del país objetivo, minimizando con ello la injerencia estadounidense en terceros países y posibilidad de tener numerosas bajas, tan difíciles de explicar a la opinión pública de EE.UU.

Quienes sí deberían preocuparse, y prepararse para este tipo de contiendas, somos las naciones del Tercer Mundo, ya sea en África, Asia, América Latina, donde exista un gobierno con autonomía, capaz de hacer por su población y de decir “no” a EE.UU. o sus aliados.

Ya no importa si su tendencia política es el marxismo o el comunismo. Basta con que se le señale desde una oficina en Washington para que en un país se creen condiciones que den pie a protestas, manifestaciones “pacíficas”, sabotaje y guerra económica y política, entre otras de las herramientas del arsenal no convencional estadounidense. Libia, Ucrania, Siria y Venezuela pueden dar fe de lo aquí denunciado, aunque los dos últimos países han demostrado que se puede hacer frente a este tipo de contienda.

Para resistir una campaña de GNC, la unidad de la población en torno al gobierno es vital. Manuales de guerra como la Publicación de Técnicas del Ejército 3-05.1 (ATP 3-05.1) (4) y la Circular de Entrenamiento 18-01 (TC-18.01) (5), sobre Guerra No Convencional, dedican amplios espacios a explicar cómo segmentar a una población, para luego volverla contra sus autoridades. Como vemos, la añeja idea de “divide y vencerás” es parte importante de esta guerra.

Esa será, con seguridad, una de las dinámicas que se entrenen en Jade Helm, así como la infiltración de los efectivos estadounidenses entre la población objetivo, para comenzar sus “trabajos” desestabilizadores, o la identificación y preparación de líderes potenciales que apoyen la “causa” estadounidense contra el gobierno a derrocar.

La población y los medios alternativos estadounidenses harían bien en preocuparse ante la presencia de tropas norteamericanas en las calles, pero no por ejercicios de GNC, sino ante entrenamientos de guerra urbana o para enfrentar disturbios civiles, para lo cual existe todo un manual (6) que describe cómo asesinar y reducir a “disidentes” estadounidenses, además de explicar cómo a los prisioneros se les recluiría en campamentos de internamiento para ser “reeducados” a favor de las políticas estadounidenses, según el artículo publicado por el portal Global Research el 26 de marzo último (7).

La presencia de las FOE en las calles de EE.UU., en dinámicas no convencionales, pudiera guardar relación con lo que han apreciado sus servicios de Inteligencia para un futuro no muy lejano, cuando las grandes ciudades cobrarán mayor importancia y el grueso de la población vivirá en ellas, lo que aumenta la posibilidad de zonas sin control gubernamental, guerrillas urbanas y demás. Pero ese será el tema de un próximo artículo.

(1) http://www.infowars.com/feds-preparing-to-invade-texas/
(2) http://www.allnewspipeline.com/Jade¬¬_Helm_2015.php
(3) http://www.cubadefensa.cu/?q=lista_guerra_no_convencional
(4) http://www.cubadefensa.cu/?q=documentos-doctrinales-eeuu
(5) http://www.cubadefensa.cu/?q=node/2494
(6) http://www.globalresearch.ca/jade-helm-u-s-military-exercise-troops-to-operate-undetected-amongst-civilian-population/5438890
(7) http://www.infowars.com/army-manual-outlines-plan-to-kill-rioters-in-america/

Fuente: http://lascalderasdelmiedo.blogspot.com.es/

La Marina de Guerra china desembarca en Djibuti

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Esta noticia es histórica porque es la primera vez que China instala una base militar fuera de sus fronteras. Pero no se entendería sin la ayuda del mapa y sin acompañarla de otros datos importantes a tener en cuenta, como la Operación Atalanta aprobada en 2008 por la Unión Europea para reprimir lo que en Bruselas (y en Madrid) califican como “piratería” en Somalia, un país que tiene fronteras comunes con Djibuti.

Al mirar el mapa verán que en Djibuti se acaba África y empieza Asia, que de ahí a Yemen no hay más que cruzar un estrecho charco de agua y que ambos países abren (o cierran) las compuertas del Mar Rojo y el estrecho de Suez, y que la situación en Yemen es... la que ya saben. En cuanto a Somalia... es como la Costa de los Piratas, pero ¿quiénes son los piratas y quiénes los corsarios?

La OTAN, que no podía permanecer pasiva ante tanto interés, también acaba de abrir una oficina en Djibuti. La operación se ha llamado Combined Task Force 151 y está comanda por la V Flota estadounidense, creada en enero de 2009.

China es el mayor acreedor de aquel país del Cuerno de África: casi la totalidad de la deuda exterior de Djibuti son préstamos chinos y están garantizados por importantes concesiones, que se han adjudicado en los últimos cinco años.

Sólo en Etiopía hay ya 350.000 chinos. La mayor parte de los ataques terroristas en África están dirigidos contra técnicos y especialistas chinos que, hasta la fecha eran objeto de una discreta protección por parte del Ejército Popular de Liberación, vestidos de civiles.

Pero China ya ha desplazado a Gran Bretaña en el elenco de los países del mundo que más armas exportan. En febrero del año pasado el ministro chino de Defensa, el general Chang Wanquan, visitó el país africano, donde permaneció un día y medio. En mayo fue el turno de Obama, que recibió al presidente del país africano Ismail Omar Guelleh en la Casa Blanca y le impuso una línea roja que en ningún caso podía franquear: en Djibuti no pueden instalarse bases militares rusas.

Los chinos han demostrado que tenían mucha prisa y ningún portaviones. La guerra en Yemen ha acelerado sus planes. Mientras construían su base aérea y naval en la región de Obock, la Marina china se instaló en el puerto de la capital. El objetivo es garantizar los suministros de petróleo y gas hacia China, así como las exportaciones hacia terceros países.

China está construyendo un oleoducto para llevar el petróleo sudanés hasta el puerto de Djibuti, un proyecto presupuestado en 3.000 millones de dólares para llevar hasta el Extremo Oriente dos millones diarios de barriles de petróleo. Necesita dos aeropuertos, cuatro puertos de aguas profundas y al menos dos líneas ferroviarias.

Ahora mismo China vive la angustia de que su único portaviones, el Lioaning, antes se llamaba Varyag porque se lo compraron a Ucrania en 1998 y se puede decir que no está operativo porque las obras de reparación no acaban nunca. No se puede ser una gran potencia mundial sin portaviones y China está demostrando los límites actuales de su fuerza, no sólo estratégico-militar sino tecnológica. Quizá eso explique algunas debilidades evidentes de su política exterior.

Al primer portaviones “made in China” le quedan cinco años y sin él no puede mover su fuerza aérea. La base de Djibuti colma en parte esa laguna. Antes de que acabe este año el Presidente Guelleh visitará a Xi Jinping en Pekín. Pero todo no iba a ser un inagotable maná para Djibuti. Las presiones del FMI y del Banco Mundial arrecian. Advierten que Djibuti no podrá devolver los préstamos a China, pero parece que les olvida sumar: si todo marcha como hasta el momento, Djibuti será el Singapur de África.

Un brindis en honor a las gentes sencillas

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Es fácil imaginar el bullicio que hace 70 años recorría las calles de la URSS: alegría, música, celebraciones, bailes, fiestas... Más de uno se pasó de rosca con el kvas, que es como el botellón de aquellos felices tiempos, cuando las masas festejaban los acontecimientos realmente importantes en la calle.

Sin embargo, a la burguesía le disgusta la plebe y su aliento a aguardiente. Lo que se pregunta es: ¿cómo lo celebraban en las altas esferas del Kremlin? Tras una rutilante victoria militar, la torpe burguesía se imagina a los grandes mariscales con sus uniformes de gala, bailes de salón y un vals al más puro estilo vienés en compañía de una pareja atractiva... Todo muy versallesco, todo repleto de figurones y figurines.

Pero nosotros somos muy dogmáticos y para descubrir la intra-historia, los pequeños detalles, no se nos ha ocurrido otra cosa que leer... las obras escogidas de Stalin. En ellas esperamos encontrar a los aduladores practicando su deporte favorito: el culto a la personalidad, a los héroes de la Gran Guerra Patria (que siempre son los jefes), empezando por el omnipresente Stalin, y a éste dejándose querer, oyéndose a sí mismo...

¿Cómo celebró Stalin aquel acontecimiento? Afortunadamente también entonces hubo algún oscuro funcionario que en lugar de sujetar su vaso de kvas, tomó lápiz y papel para levantar acta de un brevísimo discurso del mariscal al acabar la Gran Guerra y le puso ese título, “Un brindis en honor a las gentes sencillas”, porque en aquel momento de quien se acordaba Stalin no era de los generales, ni siquiera de los soldados del Ejército soviético: se acordaba de aquellos millones de personas que habían sufrido el mayor tormento que la historia ha conocido nunca.

“No penséis que os voy a decir alguna cosa extraordinaria”, empieza Stalin. “El brindis que deseo hacer es tan simple como común. Quiero beber a la salud de aquellos cuyo rango es pequeño y el grado modesto”. Sin ellos, sin esas decenas de millones de personas, continúa Stalin, todos nosotros, mariscales, comandantes, jefes, no valdríamos ni un clavo.

Se trata de la gente corriente, dice. “Nadie escribe sobre ellos”, añadiendo algo realmente importante: “Son ellos los que nos sostienen a nosotros” y no al revés, como creen otros: “Bebo a la salud de esas personas, nuestros camaradas más queridos”.

En 1945, en plena efervescencia, cuando era muy fácil perderse en el oropel de su éxito más rotundo, Stalin no se dejó seducir por las apariencias, lo cual significa que se mantenía fiel a sus orígenes de clase, tan sencillos como los de aquellos por los que brindaba, así como a los más elementales principios que habían marcado el surgimiento del bolchevismo.

El sentimiento fue recíproco. Entre las gentes sencillas y Stalin siempre hubo correspondencia, entonces y ahora. Quienes, a pesar de las calumnias, llevan su retrato por las calles no son los generales, ni los jefes, ni los burócratas que le calumniaron, sino modestos trabajadores y campesinos, y las generaciones que les sucedieron.

Si alguna vez alguien olvida esto, si considera que sus camaradas más queridos son ese tipo de gente “brillante”, es porque ha perdido el rumbo. Por completo.

Crónica de una confabulación policial

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¿Se acuerdan de las mafias chinas en España?, ¿de la Operación Emperador que salió por la tele y ya no ha vuelto salir nunca más? Ha dejado de ser noticia cuando se ha puesto más caliente, porque en las mafias chinas no todos son chinos. Por medio siempre aparece algún policía. En aquel caso apareció el comisario Carlos Santamaría Vilches, aunque nadie habló de ello. Todo normal.

Entonces el comisario era responsable del aeropuerto de Barajas y ahora es miembro de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía.

El asunto pasó a manos de la Audiencia Nacional, o mejor dicho a las garras de Ismael Moreno, un juez que fue cocinero antes que fraile, es decir, que fue policía antes que juez. Pero como es amiguete del comisario, pasó de unas manos a otras, hasta que en noviembre del año pasado la Audiencia Nacional dictó un auto sorprendente en el que exoneraba al comisario de toda sospecha en unos términos que dejan en evidencia los entresijos policiales y judiciales al más alto nivel.

La resolución tenía diez páginas y no es la típica y aburrida literatura judicial. Reconocía las “lagunas y los fallos” de una investigación “hiperbólica, carente de sentido y con vocación prospectiva”. Hablaba de un “relato de relaciones personales intrascendentes a efectos de responsabilidad penal”, además de incidir en la “inocuidad de los datos” aportados. Otra chapuza de la policía, vamos.

Según la Audiencia Nacional, aquella investigación la llevaron a cabo distintos organismos del Estado “confabulados para desactivar a un Comisario de Policía molesto a sus intereses”. La Unidad de Asuntos Internos encargada del caso presentó como investigación propia lo que solo es un “cocinado” a modo de análisis teórico de las llamadas del comisario Salamanca, que en su día la UDYCO ya había investigado profusamente. Era la investigación de la investigación. La investigación al cuadrado.

La decisión judicial no tiene desperdicio: la policía había pretendido “utilizar el poder que le otorga su puesto para conseguir unos fines personales de oscuros intereses”.

Por lo tanto, si no se ha investigado nada, no puede haber pruebas y la Audiencia Nacional debe dirigir sus pasos sólo contra los chinos. Pero como las altas instancias están a la greña, divididos en camarillas, el fiscal se empeña contra el comisario y lleva el asunto al Tribunal Supremo, que acaba de liberar al comisario de toda clase de cargos por segunda vez.

La policía no sólo persigue injustamente a los que enaltecen el terrorismo, sino que incluso los propios policías son víctimas de sí mismos. Como nosotros somos inconformistas, no podemos estar de acuerdo con que en un Estado de Desecho ocurran este tipo de cosas, y menos en el Ministerio del Interior, la Fiscalía y la Audiencia Nacional. Alguien tiene que pagar el pato. Si es cierto lo que dicen los magistrados, que ha habido una “confabulación” cocinada en contra alguien “molesto a sus intereses”, los fabulantes deberán responder de sus actos.

Imagínense el panorama: si la policía se confabula contra la policía, lo que no se confabularán contra Ustedes y contra nosotros que somos mucho más “molestos a sus intereses”. La palabras “intereses” aparece demasiado en esa decisión de la Audiencia Nacional como para echar tierra encima de lo que ha ocurrido. Si, además, esos intereses los califican como de tipo “personal” o como “oscuros” es para echarse a temblar. ¿No deberían los policías aclarar esos intereses que ahora mismo son tan oscuros?, ¿no deberían los policías volver a investigar los policías?

Las cosas no pueden quedar así. Aquí no puede haber paz y después gloria. Recapitulemos el asunto: la policía ha investigado a la policía y ahora lo que exigimos nosotros es que la policía investigue a la policía que investigó a la policía.

Orgías con prostitutas, menores y alcohol para políticos y policías en Mallorca

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Ya ni siquiera tienen la excusa de la manzana podrida, sino que todo el cesto estaba igual, desde alcaldes del ayuntamiento de Palma, funcionarios, empresarios de locales nocturnos y policía local, empenzando por los que patrullan la calle y acabando por los jefecillos.

Las declaraciones de los testigos protegidos, algunos de los cuales son prostitutas, hablan de que en Playa de Palma de Mallorca reinaba la mafia: "Les avisaban que por la noche que iba a haber una inspección, para que las mujeres que no tenían papeles desaparecieran [...] Nunca ha habido una inspección de Policía Local sin preavisar".

Los testimonios continúan: "A los policías locales ni les cobrábamos las copas ni los servicios de prostitución". Algunas de las prostituidas eran menores de edad. Incluso cada político o policía local tenía su propia chica gratis todo para que al dueño del club no les inspeccionasen como es debido o le quitasen las licencias de funcionamiento.

Un funcionario de urbanismo del ayuntamiento de Palma ha sido detenido. También les obligaban a contratar la seguridad que les ofrecían o instalaciones de seguridad. Algunas de las prostitutas han declarado que "el precio de los servicios eran de unos 300 euros por hora [...] Al principio eran a diario durante dos horas".

En los locales de alterne los políticos siempre entraban por un puerta que iba directamente a las habitaciones de las chicas para evitar que nadie supiese nada. Derrochaban champán o iban a fiestas privadas en coches de lujo. Pero tenían un serio problema: a los políticos y policías no se les ponía dura, por lo que tenían que recurrir a la viagra y otros estimulantes.

Grecia empieza a dar la espalda a Syriza

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En Grecia como en España, la política al estilo burgués, es una parte de la gastronomía. Se rige por las mismas reglas, la principal de las cuales es “Todos los días gallina amarga la cocina”, o dicho de otra manera, “En la variedad está el gusto”. Es a eso a lo que llaman “democracia”. Hacen falta recambios, caras nuevas que nos ilusionen con que van a ser ellos (y no nosotros) los que cambien las cosas, es decir, los que arreglen lo que otros (como ellos) han dejado hecho trizas.

En Grecia se llamó Syriza y en España se llama de otra manera, pero es lo mismo. Cuatro meses después, allá la gallina vuelve a amargar otra vez la cocina. Las encuestas dicen que Tsipras ha dejado de ser un encantador de serpientes. Su gobierno ha perdido la mitad del crédito que tenía cuando ganó las elecciones. El índice de confianza ha pasado de un 70 ó un 80 por ciento en febrero, a un 35 por ciento en los últimos sondeos. Casi la mitad de la población, un 48 por ciento, opina que Syriza lo está haciendo mal.

El martes otra manifestación popular, que cada vez son más numerosas, recordó al gobierno el callejón sin salida en el que se encuentra desde el principio: o vuelve a las viejas políticas de austeridad (y traiciona sus promesas) o rompe con los buitres de la banca internacional. El problema es que no quiere ni una cosa ni otra, y el transcurso del tiempo puede resquebrajar internamente a una coalición muy endeble política e ideológicamente.

Mientras deja pasar el tiempo, Tsipras hace como que negocia, pero hasta eso hace mal. El ministro de Finanzas Varufakis ha sido relevado al frente del equipo negociador por Euclid Tsakalotos. Aunque el lunes lo negó en una entrevista en la televisión griega (“Soy un soldado”, dijo), ya se habla de su salida del gobierno.

Varufakis no está de acuerdo con convocar un referéndum sobre un futuro acuerdo con los buitres que resulte demasiado crudo de digerir: “No es justo”, dice, “obligar a los ciudadanos a tomar esta decisión tan difícil”. Tiene toda la razón. Syriza no se puede lavar las manos como Pilatos. Los griegos ya votaron y les pasaron a ellos la responsabilidad de tomar una decisión.

En Grecia referéndum es sinónimo de austeridad, de retorno a las mismas políticas que los griegos rechazaron en las últimas elecciones. Las apuestas ya empiezan a comparar a Syriza con los gobiernos reaccionarios que llevaron a Grecia a la bancarrota actual: ¿hasta donde llegarán los recortes esta vez? Para medir a Syriza (la izquierda) con Nueva Democracia (la derecha) allá hablan del “e-mail Harduvelis”, un proyecto del antiguo ministro de Finanzas en el que se detallaban los recortes que Nueva Democracia tenía pensado acometer en el caso de haber ganado las elecciones.

Cuando a una organización como Syriza se la compara con un partido como Nueva Democracia, es porque estamos ante otro fraude más. En ese momento es cuando se presentan las plañideras para lamentarse: “yo no sabía”, “yo creía que Syriza...”, “me han desilusionado”, “todos son iguales” o “nunca más volveré a votar a nadie”. No será porque los aguafiestas no avisamos de ello con tiempo.

La justicia del tendero

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Nicolás Bianchi

Turiferarios, tertulianos, "todólogos", plumillas y demás fauna, cuando sueltan el latiguillo que versa "la gente no es tonta", en realidad están pensando lo contrario, que sí lo es, pero al populacho hay que pasarle la mano por el lomo de vez en cuando. O, si no es tonta del todo, es susceptible de ser manipulable. Que eso son los medios de comunicación de masas bajo el capitalismo, salvo honrosas excepciones, al servicio de la ideología dominante: manipular (*) a las masas y conformar eso que llaman "opinión pública" como si sus cerebros fuesen de plastilina. Y la manipulación no es otra cosa que ofrecer una mercancía ponzoñosa en contra de los intereses objetivos de las masas y/o el "público". La sociedad no se dividiría en clases sino, como lo presumía Ortega y Gasset, en élites y masas, en listos y zoquetes.

De un tiempo a esta parte la prensa venal y cavernaria hace escrutinios aritméticos, calculando a cuántos años de cárcel sale al criminal dizque al "terrorista" cargarse a según cuántas víctimas. Lo hicieron hace cuatro años con el noruego Behring -que se cargó un montón de personas- diciendo que la máxima pena que le puede caer es de 21 años y que, divididos por los muertos que ha causado, le sale a este vikingo por sólo ¡82 días por finado! Y saldría del trullo con "sólo" 53 añitos (entonces tenía 32 años). Estas aritméticas penales me recuerdan al cáustico Swift (el genial autor de "Los viajes de Gulliver") cuando decía aquello de que, si voy a ir a la horca lo mismo por un hurto famélico (mangar una manzana porque estás muerto de hambre, en "estado de necesidad", que se dice en el argot) que por asesinar a alguien, pues no dudo en matar al sujeto y así no hay testigos que me delaten. En otras palabras, con tal de defender la sacrosanta propiedad privada, siendo indiferente que hubiera hurto o robo con intimidación, al margen de circunstancias agravantes o atenuantes o eximentes, el legislador casi incitaba o inducía -indirectamente- al crimen pues, hicieras lo que hicieras, el resultado era el patíbulo y, claro, de perdidos al río, o sea, me cargo todo lo que se menea.

El fascismo rampante al que, en realidad, le importa menos la vida de la víctima que su utilización política, o como escarmiento, "descubrió que, hace unos años de esto, a Iñaki de Juana Chaos o a Troitiño, presos de ETA, les salía la condena casi gratis. Dividieron el número de años cumplidos (una burrada de tiempo ya de por sí) entre el supuesto número de víctimas y les pareció poco y de ahí la "doctrina Parot" -hoy anulada por un Tribunal no español- como némesis fascista. Por supuesto no estoy comparando al noruego con estos voluntarios independentistas vascos.

El Derecho Penal no divide las condenas. Al contrario, no sólo se suman aritméticamente (que no dividen) los delitos sino también las penas, sean en el mismo o en diferentes sumarios. Las penas se acumulan (se refunden), pero se fija un máximo de cumplimiento, que antes era de 30 años (con Franco) y ahora (en "democracia", ¡tócate los perendengues!) de 40, cualquiera que fuese la pena impuesta, sean 200 ó 2. 000 años.

Se supone que la finalidad de la pena es la reinserción y, por tanto, que no cabe la perpetua (todavía no se hablaba de la "prisión permanente revisable", el último engendro de Gallardón) porque si hay perpetua no hay reinserción que valga, ya me contarás. Algún día debería salir el penado. La pena no se divide, como les gustaría a estos vampiros sedientos de sangre, sino que se refunde, ya se dijo. No les importaría morirse (de asco) si se les garantizara que el penado viviera los 2. 000 años de condena y los cumpliera íntegramente, o sea, firmarían que el condenado viviera eternamente con tal, eso sí, de que se pasara la vida entre rejas. Ni Satanás sería tan cabrón.

(*) Manipular de manipulo, puñado que se coge en una mano. De origen militar, sería una cantidad de soldados romanos mandados por un oficial que podía hacer con ellos lo que quisiera.

Ahora sería una especie de palo (el oficial al mando) y zanahoria (el manipulo que se pone delante del asno para que ande detrás de una inalcanzable zanahoria). Y es que por asnos nos tienen susceptibles de ser manipulados.
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