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El huevo y la gallina

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B.

Incidentes el sábado pasado en Pamplona entre manifestantes que reclaman amnistía de los presos políticos y la policía que les reprime. El discurso dominante, con el alcalde iruñatarra (y no "irundarra", como pusimos la última vez, que éstos son de Irún) a la cabeza, el abertzale Asirón, dice que esos episodios "le recuerdan tiempos que creía superados", como si el mero transcurrir del tiempo ya de por sí resolviera los problemas cuando, como mucho y a lo más, se enquistan y se pudren, pero ni se resuelven ni se olvidan. Y ello porque no se va a la raíz, sino a las ramas.  La madera detiene a manifestantes de resultas que tres van al trullo, preventivamente, por desórdenes públicos y... "TERRORISMO".

Vayapordiós, ¿a qué me recuerda a mí esta música?, ¿a viejos tiempos?, ¿pero no estaban, o creíamos que estaban,  felizmente "superados"? No queremos ir de graciosillos con estas ironías sarcásticas, pero pareciera que quisieran decir que, si la gente olvidara a los presos y sus causas e ideales políticos, y no se manifestaran molestando a los comercios y tenderos, no habría policía para reprimirlos, o sea, que los manifestantes son poco menos que unos provocadores y, aún peor, y apurando, unos "nostálgicos"que echan de menos los tiempos de los findes pamplonicas con carreras, saltos, broncas y demás emociones varias que le rejuvenecen a uno.

Es la teoría de Pepe Barrionuevo:¿Quién ha matado al muerto? La pistola -responde Auzoberri (en vasco)-, la culpa es de la pistola. Pues aquí lo mismo: ¿de quién es la culpa de que haya disturbios? De los manifestantes que la gozan con la "kale borroka" -que también creíamos "superada"- en vez de estar estudiando, ligando o tomando unas sanas birras y botellones, esto es, divirtiéndose.

Los maderos no, ellos cumplen con su deber, con su trabajo. Y quienes les mandan, también. Y los jueces, que les llaman "terroristas", ídem de ídem.  Es el Estado de Derecho. Como en "los viejos tiempos", todo muy "camp". No espabilan, no entienden otro lenguaje los fascistas. Pero consiguen que se sumen a sus filas los"contrarrevolucionarios profesionales" del qué hay de lo mío que estoy ya viejo y cansado y tengo familia y achaques.  Como decía José Martí, si estás achacoso, por lo menos ten el detalle de no estorbar a los que vienen detrás defendiendo las mismas causas de las que renegaste.

Buenas tardes.

El mayor robo de la historia es el del petróleo libio

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Leonor Massanet

Los países occidentales tienen garantizado el beneficio del petróleo libio para ellos. Porque nadie puede hacer ningún negocio en el campo del petróleo en Libia sin su permiso. Quiero decir especialmente los países de EEUU, Italia, Francia, UK, Alemania y España. Porque ellos saben por anticipado que nadie hará nada con el petróleo sin su luz verde.

Al mismo tiempo también están muy seguros que nadie puede dar ningún paso contra las compañías Crescent Oil o Oil Ports (pertenecientes a los terroristas) sin antes llegar a acuerdos con estos países.

Por último, todo cuanto ocurre en la región de Crescent Oil y Oil Ports como la destrucción de alguna parte o algún daño, las empresas de estos países van a ganar automáticamente sin competidores todos los contratos de reconstrucción y mantenimiento de los daños o destrucciones, simplemente está en su mano y lo saben por adelantado.

La pregunta es: ¿quién les paga? Esta es la meta y objetivo de todo cuanto ocurre en Libia.

Ellos se autopagarán con el dinero de los fondos libios congelados en Estados Unidos y los países europeos de una forma muy fácil. Porque los fondos están en bancos norteamericanos y europeos, nadie va a preguntar a cuánto asciende la factura o revisarla o valorar el trabajo o si el proyecto se ha llevado a cabo por compañías norteamericanas o europeas, si merecen este dinero o no, si es barato o caro. Simplemente ponen un precio y cobran el dinero de una forma directa y sencilla, por supuesto siempre bajo la supervisión de Naciones Unidas.

Se trata del mayor trabajo de robo de la historia de la humanidad.

Los recursos y fondos de los libios (el pueblo libio) bajo el control y supervisión de Naciones Unidas y la Comunidad Internacional mediante la resolución de Naciones Unidas va a dejar de existir muy pronto mediante este sucio negocio.

Desde la resolución de Naciones Unidas en el 2011 y los años posteriores hasta hoy han estado negociando con diferentes gobiernos en Libia sobre este sucio negocio, porque saben seguro que nadie se puede enfrentar a ellos y detenerlos o hacer algún comentario al respecto.

Así pues mediante este procedimiento los fondos, recursos e inversiones libias en el extranjero se los van a comer y agotar en los próximos años, en un corto periodo de tiempo amparados en la resolución de Naciones Unidas y agotando los recursos financiando el terrorismo.

Es el mayor juego junto al mayor robo de la historia.

Hace unos días un ministro italiano expresaba su alegría por tener el control de algunas milicias en los puertos petrolíferos de Al Sidra y Ras Lanouf.

Aún recordamos cuando el ejército Nacional libio retomó el control de los puertos petroleros luchando contra las milicias de Jadrán y Crescent Oil (empresa de los terroristas). Todos los países occidentales condenaron esta acción y exigieron al ejército libio que abandonara la región lo más rápidamente posible.

Fue un acto muy extraño por parte de los líderes de los países occidentales. Más teniendo en cuenta que cuando esta área petrolófera estaba controlada por las milicias y la exportación de petróleo se detuvo aproximadamente unos 3 años, desde el 2013 al 2016, ninguno de estos mismos gobiernos occidentales hicieron el más mínimo comentario por esta acción. Pero tan pronto como volvió al ejército libio legítimo empezaron a bombardear y dieron la orden al ejército libio de abandonar la zona lo más rápidamente posible.

¿Están participando las fuerzas especiales rusas en la Guerra de Libia?

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En su comparecencia ante el Senado de Estados Unidos, al general Thomas Waldhauser, jefe del Africom, le preguntó el terrorista McCain por un mantra inevitable: la injerencia rusa en Libia. Un país que mete sus narices en todas partes, no podía faltar tampoco en Libia.

La respuesta del general fue la siguiente: “Es muy preocupante, senador. El general Haftar ha visitado, como ha dicho Usted, a los rusos en el portaviones. También ha ido a Rusia. Incluso esta misma semana la prensa ha informado que [el Primer Ministro Fayez Al] Sarraj del gobierno de unidad nacional también ha visitado Rusia”.

Tiene que ser muy preocupante -necesariamente- para Estados Unidos que a Rusia no sólo acudan los amigos, como Haftar, sino también los enemigos, como Sarraj.

Pero eso no es lo peor; si a Washington le preocupa que los libios vayan a Rusia, con mucha mayor razón que sean los rusos los que vayan a Libia. Es el paso que dio el domingo la agencia Reuters asegurando que el año pasado Rusia había enviado fuerzas “no oficiales” a Libia, un eufemismo para referirse al envío de mercenarios.

Decía Reuters que desde el año pasado operan en la región oriental que controla Haftar una docena de empresas de seguridad privadas, lo cual sería imposible sin el aval del Kremlin. También decía que los mercenarios se habían retirado en febrero de este año despues de desminar la zona industrial de Bengasi sin participar en combates armados.

Ayer la noticia se reprodujo: soldados de las fuerzas especiales rusas han llegado a la base militar de Sid Barrani, al oeste de Egipto, a unos 100 kilómetros de la frontera Libia, una información desmentida por el Ministerio ruso de Defensa.

En 2011 la vergonzosa resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que habilitó la agresión de la OTAN contra Libia, prohibió al mismo tiempo el envío de armas a Libia, que hasta ahora Rusia ha respetado. Sin embargo, es en Rusia donde Haftar ha imprimido 4.000 millones de dinares libios por cuenta del Banco Central de Tobruk.

Quien no respeta el embargo de armas es Egipto, por lo que algunos medios internacionales han suscitado la sospecha acerca de si Rusia no estará enviando armas a Haftar a través de Egipto. Es muy posible que la respuesta sea negativa. La política de Moscú en Libia es la misma que en Siria. Lo que pretende es que Haftar llegue a un acuerdo con Sarraj para poner fin a la guerra de una manera sin más derramamiento de sangre.

La fuerza de Rusia en el mundo árabe se está fraguando a costa de arreglar los destrozos que la OTAN ha estado provocando hasta ahora.


El asesinato de Agustín Rueda fue uno de los muchos crímenes de Estado de la transición

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Agustín Rueda Sierra
Emilio González tenía solo 34 años cuando trabajaba como funcionario de prisiones en unas de cárceles más crudas de la Transición, la vieja prisión de Carabanchel. “En Carabanchel vi palizas, funcionarios que obligaban a los presos a cantar el cara el sol en medio de la galería, insultos, amenazas y nunca se me irá de la memoria el caso del joven Agustín Rueda, que se fue de las manos dentro de aquellos muros en una sola noche”, apunta este exfuncionario de prisiones.

En el transcurso de dos días, del 13 al 14 de marzo de 1978, el preso Agustín Rueda sería asesinado entre los muros de la prisión de Carabanchel. En una etapa ya casi final de Transición española. Esa misma noche, otros siete reclusos resultaron heridos junto a este joven de 25 años. El motivo, la construcción de un túnel clandestino en una habitación situada junto al comedor de la séptima galería de Carabanchel.

Tres días después de aquellos hechos, un juez abrió un procedimiento contra el director de la prisión por un presunto delito de homicidio. El subdirector, un jefe de servicios y nueve funcionarios también fueron juzgados por el asesinato de este recluso. A pesar de la gravedad de los acontecimientos, los acusados lograron salir en libertad condicional.

Las horas previas a la muerte de Agustín Rueda tuvieron un carácter especial de agitación en Carabanchel. Y es que uno de aquellos funcionarios, compañero de Emilio, había descubierto en su ronda habitual un túnel de cuarenta metros previsto para una pronta fuga de la prisión.

González recuerda que aquel día tenía permiso en Carabanchel pero que ya había alertado del intenso caldo de cultivo que estaba latente. La fecha no la olvida. 14 de marzo. 39 años después, cuenta las posibles circunstancias que llevaron al asesinato de este joven.

Emilio llegó a redactar una carta al director de la cárcel por el tratamiento abusivo de aquellos funcionarios, tomando nota de cada uno de sus comportamientos para trasladarlo a la Dirección General de Carabanchel: Esta Dirección ha dado muestras públicas de confraternización con los implicados de extrema derecha; ha negado cambios de guardias a un funcionario que manifestó su disconformidad con que un preso cantara el Cara al sol, ha colocado a internos de clara ideología de extrema derecha como destinos de máxima confianza en el exterior (internos que exhiben públicamente en la chaqueta sus insignias de Falange o Fuerza Nueva)”.

La carta, con fecha del 14 de marzo de 1978, recalcaba duros episodios de aquellas cárceles a las que había aún que democratizar: “Sin duda fue una etapa muy difícil. Cuando algún interno recibía palizas por no levantar el brazo, no podía evitarlo y le dije a más de uno con malas formas  pero qué estas haciendo”, recuerda. El sector democrático de los funcionarios de Carabanchel estaban aún mal vistos en aquellos años dentro de la prisión.

Dos días después de aquella carta que Emilio escribiría por no soportar la presión, sería asesinado Agustín Rueda. “Murió el 14 de marzo y nunca se me olvidará como cambió el ambiente de la prisión. La autopsia de Rueda revelaría un ‘shock traumático’. Nadie hablaba de la brutal paliza. Ni los trabajadores. Ni sus propios compañeros”, destaca Emilio.

En una segunda carta, firmada el 16 de marzo, el entonces funcionario apelaba al criterio del director para una pronta mejora de la situación, tras el asesinato de Rueda. “Tengo confianza en que usted sabrá dictar las normas oportunas para que estos hechos desgraciados no se repitan, en bien, no solamente de los internos, sino del Cuerpo de Prisiones, que debe tener una actuación acorde con los tiempos que vivimos y no con los del pasado”.

Emilio no define bien en su memoria el rostro del preso Agustín Rueda. “Eran tantos”, afirma. Sin embargo, nadie olvidó aquella trágica noche donde los acontecimientos ocurrieron demasiado rápido.

Durante el mediodía de aquel fatídico día 13 de marzo Agustín Rueda fue llamado a declarar por el asunto de la construcción del túnel. Nadie conoce a ciencia cierta las circunstancias en la que se desarrolló aquel interrogatorio. Tampoco los detalles de las brutales palizas donde la mayoría de sus compañeros salieron con múltiples contusiones, producidas en el abdomen y el tórax.

Al salir de aquel agujero, Rueda no podía soportar el dolor. Estuvo más de seis horas agonizando, junto a la presencia de otro de los presos acusados. Ya no pudo moverse de su colchoneta. Se retorcía casi desmallado e incluso se llegó a hacer sus necesidades encima por la falta de ayuda de aquellos funcionarios.

Pasaron las horas. A las once y media de la mañana del día 14, el director de la cárcel de Carabanchel informaba de la ubicación del cuerpo de Rueda en el hospital penitenciario, ya fallecido. ¿Qué había ocurrido? Se preguntaban muchos trabajadores y los propios compañeros de Rueda.

Su cuerpo tenía hematomas y heridas producidas con vergajazos u otros objetos contundentes. El juez quiso saber entonces el origen de las lesiones. La respuesta de aquellos funcionarios fue contundente y veraz para la justicia: “A nosotros nos parece que estas lesiones las sufrió ayer por la mañana, cuando le estábamos trasladando. Se cayó por las escaleras, ¿sabe?, y cuando fuimos a levantarle nos amenazó con un cuchillo, así es que tuvimos que reducirlo”.

César Lorenzo Rubio, destaca en su libro “Cárceles en llamas. El movimiento de los presos sociales en la Transición” que  de todas las muertes, no precisamente pocas, que se produjeron en las cárceles durante aquellos años, la de Agustín Rueda a manos de un grupo de funcionarios de Carabanchel, por lo salvaje e impune de las circunstancias y avanzado del momento, reviste un carácter excepcional .

Un crimen impune

Lorenzo destaca que las extrañas consecuencias de su asesinato retrasó el juicio casi una década, de forma incomprensible. Y es que Lirón de Robles, jefe de servicios de Carabanchel en la fecha, ya había fallecido por un infarto cuando se celebró el juicio. Las defensas de los funcionarios pretendieron hacer pasar la paliza deliberada a Rueda por una maniobra de autodefensa contra el reo, un argumento que carecía de verosimilitud. “Tampoco pudieron hacer creer que los golpes que produjeron la muerte de Rueda se los propinasen individuos, ajenos a los funcionarios cuyo fin era acabar con la vida de Agustín Rueda para imputarles la muerte a éstos últimos”. Lorenzo aclara que “al no haberse tipificado el delito de torturas en marzo de 1978, se incluyó en el Código Penal, en el artículo 204 bis en una reforma de 1983 y no se les pudo acusar de ello, aunque por la voluntad de causar daño para que confesase pero sin intención de matarlo, encajaba plenamente con el tipo de delito”.

El investigador afirma la escasa condena que recibieron los funcionarios y personal implicado. Fueron acusados de lesiones graves, coacciones e imprudencia temeraria con resultado de muerte, castigadas con penas que, en el mayor de los casos, fue de seis años de prisión menor que no llegaron a cumplir, y una indemnización de cinco millones de pesetas que también eludieron al declararse la mayoría insolventes.

“Puede que Rueda tuviera sólo mala suerte. Lo pillaron en el lugar equivocado en el momento equivocado”, sentencia Lorenzo. Sin embargo, concluye que “se topó con unos funcionarios acostumbrados a administrar el castigo a su antojo en su coto particular, y eso no fue mala suerte, sino una práctica mucho más habitual de lo que llegó a trascender a la opinión pública”.

Fuente: http://www.publico.es/politica/memoria-14-marzo-carabanchel-agustin.html

 

La descolonización del Sáhara en tiempos de la transición política

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Ernesto Valderrey

El antiguo Sáhara español (Sáhara Occidental) ha sido objeto de numerosos estudios, especialmente su abandono por parte de España a finales de 1975. Destaca la comparecencia en marzo de 1978, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, de diversas
autoridades con responsabilidades en esa descolonización, ministros incluidos, que informaron de sus actuaciones y respondieron a las preguntas de los grupos parlamentarios. Se quiso conocer cómo ese proceso condicionaba en 1978 las decisiones sobre Canarias, Marruecos,
Argelia o el Sáhara (marco de un enfrentamiento armado entre la nueva potencia ocupante, Marruecos y fuerzas saharauis independentistas, el Frente Polisario, que ya actuó contra la anterior potencia ocupante, España).

Desde 1960, en plena ola descolonizadora, nuestro país se vio obligado a informar a la ONU de que administraba territorios no autónomos, aunque disfrazados de provincias, de los que se fue desembarazando (Guinea, Ifni) quedando el Sáhara, reconocimiento que obligaba a garantizar el derecho a la autodeterminación de su población. La retrocesión en 1967 de Ifni a Marruecos no apaciguó las relaciones con este país que reivindicaba también el Sáhara, amén de Ceuta y Melilla.

Además, la pérdida de influencia de España en Guinea, tras su independencia en 1968 (colonia que contó en su momento con ¡partidos políticos, elecciones y gobierno autónomo!) hizo que vacilara en qué hacer con el Sáhara, más cuando no estaba claro qué población debía participar en el proceso de autodeterminación y qué países debían ser tenidos en cuenta. La “desgracia” del rico subsuelo, no solo los fosfatos de Bu Craa, y la posición estratégica del Sáhara, internacionalizan y complican más la disputa.

España, para ir desbloqueando la situación, prepara en 1974 un Estatuto de Autonomía que la primera enfermedad de Franco y otros acontecimientos paralizan. Por ejemplo, Marruecos desencadena contra España una ofensiva diplomática –y de hostigamiento militar de baja intensidad en el Sáhara– de tal forma que consigue que la ONU, además de hacer suya su propuesta de que el Tribunal Internacional de La Haya dictamine sobre los posibles derechos de Marruecos, paralice el referéndum anunciado por España. A mediados del 75 una misión de la ONU visita el territorio, lo que aprovecha el Polisario para un gran despliegue en las calles, con protestas contra la presencia de España, que impactan negativamente en las autoridades españolas, que habían tolerado su actividad política y la del PUNS, un partido más afín.

En noviembre, con la enfermedad que ya se palpa irreversible de Franco, Marruecos concreta su amenaza de  la “Marcha Verde” en apoyo a su distorsionada versión favorable a sus tesis del reciente dictamen del Tribunal Internacional de La Haya. Una operación que monta su ejército, aunque aparecen decenas de miles de civiles desarmados, mujeres y menores incluidos, que desean ocupar pacíficamente el entonces Sáhara español: el conflicto, esta vez en su plano militar y en esas dimensiones, estaba servido.

El contencioso se fue apartando del marco de la ONU (autodeterminación y tener presente a los tres países limítrofes) y se “bilateraliza” entre España y Marruecos, con contactos directos, algunos secretos, que dan pie a los Acuerdos de Madrid de 14 de noviembre del 75, que instauran una administración tripartita provisional (con Mauritania), con unos anexos y que el gobierno español, el 19 de noviembre, de alguna manera legaliza, aunque no publica, al aprobarse, con Juan Carlos como Jefe del Estado interino, la Ley 40/1975 de descolonización del Sáhara, cerrando España su presencia el 28 de febrero de 1976.

Las comparecencias de 1978 se aprobaron gracias a la indisciplina de voto de cuatro diputados de UCD, pues este partido y AP (PP) votaron en contra de su realización. Además, no hay Diario de Sesiones de la Comisión del 12 de enero que aprobó esta medida, cuyo objetivo, según sus promotores (PSOE) no era enjuiciar unas actuaciones y menos exigir responsabilidades; sólo obtener información de los comparecientes, cuya asistencia era voluntaria. Se invitó a doce personalidades que (excepto el Jefe del Estado y la cúpula militar) tuvieron un papel destacado en la descolonización: no comparecieron el ex presidente Arias, por decisión propia y el que fuera embajador en Argelia, por problemas graves de salud.

Todos los grupos preguntaron a los comparecientes, excepto AP. El PCE no lo hizo al entonces Director General de Promoción del Sáhara, el general Blanco (quizás por su pasado como Director General de Seguridad). El PCE no “apretó” mucho y se dio por satisfecho de las respuestas. El PSOE preguntó y repreguntó, pero sin querer “hacer sangre”. Los diputados de UCD fueron los más incisivos, tanto que se dio el hecho cómico de que el PSOE les recordó que no se trataba de poner a nadie “contra las cuerdas”.

Abrieron tres militares, aunque solo uno ocupaba un puesto militar: los otros dos cargos eran de carácter político. El ex Secretario General del Gobierno del Sáhara animó el asunto al decir que el Gobierno cambió de planes, que cabía una opción diferente a la decidida, con alusiones a presiones favorables a Marruecos, citando al ministro Solís y al entorno de la familia Franco. Finalizó el entonces Gobernador General del Sáhara, que esquivó las preguntas sobre decisiones del Gobierno, por no poder entrar a valorarlas, y defendió la subordinación de las Fuerzas Armadas al Gobierno, que quizás era lo que tanto PCE como PSOE querían oír, más cuando Gómez de Salazar era, al comparecer, Capitán General de Madrid.

La segunda tanda, para la Diplomacia, la inició el embajador Piniés, representante en la ONU, antes, durante y después de la descolonización. A su juicio, hubo descoordinación en el Gobierno, siendo la relación con su ministerio, Exteriores, no tan fluida como se precisaba, pesando presiones militares en la decisión final. Le siguió Martín Gamero, embajador en Rabat en 1975 y ministro de Información y Turismo en el primer gobierno del Rey. Cerró el ministro de Exteriores de dicho gobierno, Areilza, que explicó que el presidente Arias no quiso debatir en las Cortes el Acuerdo Tripartito de Madrid, ni su publicación en el Boletín Oficial del Estado, aunque al poco de firmarse se protocolizó ante Naciones Unidas.

Las sesiones finales se reservaron para cuatro ministros del último gobierno de Franco. El de Industria, Álvarez Miranda, disertó sobre los fosfatos, materia de la que era una autoridad mundial y a nivel más “casero”, creador de la empresa pública que inició su explotación en la que siguió, desde abril del 76, como vicepresidente, con capital ahora mayoritario de Marruecos. Se mostró satisfecho por el cumplimiento por su ministerio de la parte correspondiente de los Anexos no públicos del Acuerdo de Madrid. El mismo ABC de 25 de abril del 76 que da cuenta de su nombramiento, nos informa de una reunión del ministro de Comercio, Calvo-Sotelo, con su colega marroquí, en la que se trató, entre otras cuestiones de fosfatos e industria química. Temas en los que debió quedar bien el futuro presidente del Gobierno, por su reciente labor al frente de “Unión de Explosivos Río Tinto”, empresa con intereses en estos campos en… ¡el Sáhara!

El de la Presidencia, Carro (responsable político del territorio a través de la Dirección General de Promoción del Sáhara) era, al comparecer, diputado de AP, pero no intervino en las demás sesiones, pauta de su partido, y eso que AP contaba con dos diputados que habían hecho como ministros de Franco, el doblete: López Bravo en Industria (Fosfatos) y López Rodó, en el entorno de Presidencia (que llevaba el Sáhara) ministro del Plan de Desarrollo, y ambos en Exteriores. Procuró no apartarse del guión de una conferencia suya de marzo del 76 y tuvo diversos incidentes, sobre todo con diputados de UCD. Insistió en la coordinación del gobierno y la continuidad de su política. Como ministro de la Presidencia le tocó explicar en las Cortes de entonces, con Franco ya agonizante, el alcance de la Ley de Descolonización, con la habilidad, por no decir algo más fuerte, de eludir citar los todavía frescos Acuerdos de Madrid del 14, más cuando estos supeditaban su entrada en vigor a la publicación de esa la Ley en el BOE.

Le siguió el ex ministro de Exteriores, Cortina, que criticó las posturas de Marruecos, Argelia y del Polisario al tiempo que resaltaba las vacilaciones de Naciones Unidas, más allá de sus limitaciones como organización y lo más importante; fue el único ex ministro que reconoció sin tapujos un giro del Gobierno hacia una solución bilateral con Marruecos. Eso sí, omitió contar que, con su conocimiento, en octubre del 75, Franco envió para hablar con el rey de Marruecos al segundo jefe de su Casa Militar, general Gavilán.

Cerró el turno Solís, que, aunque comparecía más por su condición de enviado especial de Franco, también ante el Rey Hassan II, fue ministro del Movimiento en el último gobierno de Franco, y de Trabajo en el siguiente: el único de los comparecientes que estuvo en el Gobierno desde mediados del 75 hasta que España abandona el Sáhara en febrero del 76. Optó por un tono dicharachero y consiguió que, ante algunas de sus “ocurrencias”, protestaran los diputados: total, que “se les escapó vivo”, pues con habilidad, sabiendo que era el último en intervenir, desviaba balones hacia anteriores comparecientes. No se molestó cuando un diputado del PSOE le preguntó sobre sus posibles negocios entonces con Marruecos.

En conclusión, las comparecencias no aportaron nada relevante; ni se precisó la naturaleza de los Acuerdos de Madrid de 14 de noviembre del 75 y sus Anexos, ni se pudo concretar en qué momento y cómo se produjo el giro hacia esos Acuerdos. Quedó en el ambiente que un Sáhara independiente, pero progresista y pro argelino, no era la solución deseada por España. Y cuando las preguntas eran incisivas, más de un exministro se negó a contestarlas aduciendo el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros.

Sirvieron de balón de oxígeno a UCD, que vio –por un tiempo– que al hablar de Marruecos o del Sáhara, no era “el malo”, como le sucedía –en paralelo– en las sesiones del Congreso y del Senado que tenía que sufrir como Gobierno, mucho más duras que estas, más cuando el ministro Oreja fue subsecretario con Areilza.

Estas comparecencias, ya de por sí importantes por su materia, trascienden su objeto, ya que es la primera vez que las nuevas Cortes democráticas, aunque sin “apretar” mucho, consiguen sentar a varias personalidades de la España no democrática, no solo de la de Franco, para dar cuenta de su gestión.

De forma intencionada se dejó fuera de la “causa” a la cúpula de las Fuerzas Armadas, lo que extraña, pues el conflicto político se mezclaba con una casi decisiva perspectiva bélica. No son citados los ministros militares del último gobierno de Franco, ni los del primero del rey Juan Carlos y se procuró eludir esta cuestión en las preguntas, aunque la condición militar de tres de los comparecientes y la naturaleza del conflicto hicieron que saliera el asunto. El ex ministro Carro centró el tema al justificar la retirada, por lo negativo que hubiera sido para la Transición un ejército derrotado o desmoralizado, citando Portugal. De alguna manera defendió la tutela de las Fuerzas Armadas sobre la Transición, sin que nadie le rebatiera.

También resulta curioso, a la vista de las intervenciones, incluidas las de los diputados que preguntaban (con la excepción del ex ministro Carro recordando –en un momento en que se sintió presionado– que había unos órganos responsables “desde las jerarquías más altas”) que parecía que solo el Gobierno decidía, salvando así de responsabilidades políticas de más nivel, a la Jefatura del Estado. Una Jefatura del Estado con unos poderes extraordinarios: con Juan Carlos (tres semanas de interinidad y el resto con plenitud de funciones) y, qué decir de la etapa de Franco, cuando sus indicaciones, aunque no se formalizaran, eran tenidas en cuenta, y ¡cómo! Y más en esta cuestión en la que, por las implicaciones emocionales que tenían para él, nadie se atrevía a actuar con decisión y menos a llevarle la contraria.

http://www.infolibre.es/noticias/foro_milicia_democracia/2017/03/15/el_Sáhara_franco_62527_1861.html

Ni terrorismo de Estado ni ostias en vinagre

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B.

Parece ser que -lo acabamos de oír a las 12 del mediodía de hoy, día 15- el Tribunal Constitucional ha denegado la indemnización a los familiares de Lasa y Zabala -asesinados por los GAL, o sea, por el Estado- por considerar a éstos miembros de ETA a tenor de lo dicho en su día en el juicio al comandante de la Guardia Civil Rodríguez Galindo. Hubo otras sentencias donde se les declaraba miembros de "la izquierda abertzale", sin más, refugiados en Iparralde (el País Vasco francés).

En otras palabras, aquí no hay dos "terrorismos" sino uno solo: el de ETA. Y los GAL serían una banda, organizada o no, o igual ni banda, pero nada que ver con el Estado. Por eso hubo una Ley Antiterrorista hoy metida con calzador en la Ley de Enjuciamiento Criminal, creo, no estoy seguro. No se va a promulgar una Ley Antiterrorista para aplicarla al propio Estado, es de cajón y de género tonto lo contrario, ¿por qué?, pues porque no existe el terrorismo de Estado y sí el otro, ya saben, el otro. En el fondo, estamos de acuerdo cuando se dice que sólo hay un terrorismo, adivine el lector en cuál estamos pensando.

A todo esto, y dicho con toda ingenuidad, creíamos que estos tiempos estaban "superados", que ya vivíamos en el País de las Piruletas.

Buenos días.

Torturada por los guardias civiles que la detuvieron

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Sandra Barrenetxea llega a la Audiencia
El juicio contra cuatro guardias civiles, acusados de agresión sexual, torturas y lesiones a Sandra Barrenetxea vivirá hoy su segunda sesión en la Sección Primera de la Audiencia de Bizkaia. Este miércoles es la propia Barrenetxea la que narra al tribunal lo que vivió en 2010, cuando fue detenida acusada de pertenecer a Ekin y durante los días que permaneció incomunicada.

A su llegada a los juzgados Barrenetxea ha estado arropada por decenas de personas que se han concentrado frente a los juzgados, entre los que se encontraba una representación de EH Bildu. Según ha explicado, el trato inicial fue “correcto” pero después comenzó el tormento. “Fue un shock absoluto”, recuerda.

Barrenetxea ha relatado que le trasladaron a Madrid en coche, acompañada de cuatro agentes: “Me bajaron los pantalones, se reían de mi, me insultaban...”, ha apuntado. Asimismo, ha explicado las prácticas de asfixia que le aplicaron con la bolsa. Cree que fueron los mismos agentes que viajaron con ella en el coche: “Me insultaban, me llamaban puta... Era un caos”.

El juicio se ha parado unos minutos cuando Barrenetxea no ha podido continuar con el relato al recordar las amenazas de violación vividas en dependencias de la Guardia Civil. Tras reanudar la narración, ha señalado que el médico forense “no se preocupó” pese a lo que ella le contaba respecto a golpes y amenazas de dejarla estéril. “Para qué le iba a decir al forense que me habían bajado los pantalones, si no era capaz de darme un analgésico”, ha matizado.

Uno de los momentos más tensos ha llegado cuando Barrenetxea ha mirado a los cuatro guardias civiles juzgados y ha identificado a tres de ellos, tras lo que ha vuelto a romper a llorar.

Tras ello, Carlos Aguilar, letrado de los guardias civiles, ha tratado de desacreditar el estado de Barrenetxea tras su detención en 2010. Sin embargo, Barrenetxea ha defendido que sus denuncias “son coherentes”, aunque ha reconocido que, por lo vivido, “es difícil tener un relato completo”.

Asimismo, ha recordado que “ir a un sicólogo no es un trago fácil. Asumir que no eres capaz de gestionar tú vida”, ha subrayado para explicar su calvario. Pese a ello, ha destacado que no sabe de dónde sacó las fuerzas para negarse a declarar en comisaría. “No quería estar en la cárcel 20 años como me habían amenazado”.

La sesión ha seguido con la declaración por videoconferencia del abogado de oficio que asistió a Barrenetxea en dependencias de la Guardia Civil, cuando estaba incomunicada. No habló con la detenida ni en las dependencias de la Guardia Civil ni en su asistencia en la Audiencia Nacional española.

La acusación particular pide para los encausados penas que suman los 19 años de cárcel por agresión sexual torturas y lesiones, mientras Fiscalía y defensa solicitan su libre absolución al estimar que no cometieron delito ni falta.

http://www.naiz.eus/eu/actualidad/noticia/20170315/el-juicio-por-torturas-continua-hoy-con-el-testimonio-de-sandra-barrenetxea

Los ‘antimilitaristas’ son los cómplices de los yihadistas en España

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Aday Quesada

En España los colectivos supuestamente“antibelicistas” han tratado en los últimos tiempos, con escaso éxito, de movilizar a la opinión ciudadana en favor de los grupos terroristas proccidentales que actúan en Siria.

Una de esas organizaciones es el MOC (Movimiento de Objeción de Conciencia), creado por José Beúnza, el primer objetor de conciencia de la historia de España. Según precisaba Andrei Kononov en un artículo titulado “El movimiento antimilitarista en España: un agente al servicio del imperialismo?”, el MOC es una organización adscrita a la “Internacional de Resistentes a la Guerra”, una entidad que ha prestado y presta un indisimulado apoyo a los activistas del Euromaidán ucraniano y de la oposición golpista venezolana.

Según consta en la página web de esta “Internacional”, uno de sus principales representantes en España es el colectivo Antimilitaristas.org -conocido por Insumissia- desde cuyas publicaciones se hace una encendida defensa de las fraudulentas “revoluciones de colores” de la denominada “Primavera Árabe”.

En el curso de los últimos meses, los colectivos “antimilitaristas” y de objeción de conciencia han estado particularmente movilizados para lograr que en el Estado español se generara un movimiento a favor de la “pacificación en Siria”. Se trata de un reclamo tardío. Durante los últimos cinco años, Siria ha estado sometida a una auténtica invasión extranjera, protagonizada por los países occidentales y por los grupos yihadistas ultraconservadores, a las órdenes de las monarquías feudales de la península arábiga. En el curso de la misma se calcula que ha muerto más de un millón de personas. Durante todos estos años, las voces que pudieron escucharse en los grandes medios internacionales reclamaban  una victoria sin concesiones de los grupos ultraconservadores. Éstos fueron visitados con gran despliegue publicitario por destacados políticos de la Unión Europea y de los Estados Unidos, que les expresaron su solidaridad y apoyo.

Justo cuando la situación militar ha dado un giro de 180 grados, nuestros “pacifistas” y “objetores de conciencia” han comenzado a reclamar hipócritamente la “pacificación de Siria”. Lo que podría haber sido un loable deseo, a estas alturas no se puede interpretar más que como una trampa artera, urdida sin duda con el deliberado propósito de confundir. Y ello sea dicho sin prejuzgar la ingenuidad de no pocos integrantes de esas ONG que, con muy buenos deseos pero con poca cabeza, desconocen los datos y significados de la raíz de este conflicto.

En Canarias, las organizaciones de objeción de conciencia, como el MOC, son exiguamente minoritarias. No tienen incidencia social alguna, aunque aún así tratan de vender entre nosotros la mercancía averiada de los “Cascos Blancos”.

Según obra en nuestro conocimiento, el MOC grancanario realizó una “presentación semiclandestina” de esa organización en Las Palmas. Presentaron su acto como una reflexion sobre Siria. Luego, de rondón, metieron una conexión directa con los hombres del agente James Le Mesurier. Según nuestras fuentes, el secretismo de la presentación estuvo motivado por el temor a que se presentaran en el acto gente que cuestionaran los argumentos defendidos por “los héroes” recientemente galardonados. Pensamos, sin embargo, que hubiera resultado de mucho interés ese careo ideológico. Pero nuestros peculiares objetores prefirieron la “clandestinidad” a la confrontación argumental. Y fue, naturalmente, peor para todos nosotros.

http://canarias-semanal.org/not/19997/el-fraude-de-los-cascos-blancos-y-sus-simpatizantes-en-espana-y-en-canarias/

El gobierno de Colombia iniciará una ofensiva contra los disidentes de las FARC

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El sábado el vicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, ordenó al ejército de Colombia iniciar operaciones contra los disidentes de las FARC.

Desde Cartagena del Chairá, el segundo del gobierno de Juan Manuel Santos, pidió especialmente atacar al Frente 14 en esa localidad.

En diciembre el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, ya declaró como objetivo de alto valor estratégico para el ejército colombiano a cinco jefes de frente de las FARC que manifestaron su oposición al proceso de paz.

Entre ellos está Miguel Botache Santillán, (“Gentil Duarte”), integrante del Estado Mayor, que estuvo en las negociaciones de La Habana y regresó al país para dirigir la disidencia del Frente Primero que opera en el Guaviare.

En julio del año pasado las FARC ya expulsaron a “Iván Mordisco” y los demás guerrilleros del Frente Primero que también se habían apartado del proceso de paz.

Otro de los disidentes es Géner García Molina (“John 40”), que ingresó a las filas de las FARC desde muy joven, después de haber pasado por las filas de las Juventudes Comunistas. Inicialmente inició en el Frente 31 de la guerrilla, hasta convertirse en uno de los mayores dirigentes de las operaciones guerrilleras en la zona fronteriza con Venezuela y Brasil.

También han roto con la dirección “Euclides Mora”, “Julián Chollo” y “Giovanny Chuspas”. Este último fue uno de los jefes del frente 16 de las Farc que asumió el mando tras la muerte de Tomás Medina Caracas, alias “Negro Acacio”.

A los ataques del vicepresidente del gobierno se ha sumado la CNN, que acusa a los disidentes de haberse pasado a la delincuencia común (*), en la típica ofensiva de guerra sicológica que subirá de tono en adelante.

A la campaña se sumarán los propios dirigentes de las FARC, que ya hablan de que los disidentes han sido expulsados y que se dedican al narcotráfico, ya que en los acuerdos de paz, las FARC han admitido formar parte de las redes de narcotraficantes, con las que están obligados a romper.

“Quienes se declaren en disidencia de las FARC no podrán seguir utilizando su nombre, insignias y armas”, dijeron en un comunicado.

(*) http://cnnespanol.cnn.com/2017/02/01/disidentes-de-las-farc-estarian-delinquiendo-en-la-frontera-entre-colombia-y-brasil/

El gobierno francés conocía desde 2009 los proyectos yihadistas de atacar la sala de fiestas Bataclán

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El yihadista belga Faruk Ben Abbes
El 13 de noviembre de 2015, la brutal matanza cometida en la sala de fiestas Bataclán, en la capital francesa, no sorprendió a todos por igual. La Dirección General de Seguridad Interior conocía desde 2009 los planes yihadistas de atacar en dicho lugar.

Así se revela en las “notas confidenciales” de dicho organismo que se acaban de publicar. Los primeros planes para cometer un atentado en Bataclán datan de 2009. Al gobierno francés la matanza de 90 personas no le pudo pillar de sorpresa. Sin embargo, todas las previsiones, todas las alertas y medidas de seguridad, la presencia del ejército en la calle... no sirvieron de nada.

Todas las medidas represivas se justifican en nombre de la seguridad, que luego siempre falla... o eso dicen.

La sala de conciertos aparece por vez primera en los archivos de la policía en 2009, como consecuencia de la muerte de una estudiante francesa el 22 de febrero en un atentado en El Cairo. La policía egipcia atribuyó entonces su muerte a un grupo yihadista palestino vinculado a Al-Qaeda que se llamaba “ejército del islam”.

Pocos meses después, en abril, la policía egipcia detuvo al belga Faruk Ben Abbes cuando regresaba de la franja de Gaza, donde había permanecido bajo la protección del mencionado “ejército del islam”. En los interrogatorios, el detenido reconoció que en Gaza había recibido instrucción militar de dicha organización para fabricar explosivos.

Ben Abbes también admitió que allí habían elaborado los primeros planes para cometer un atentado contra la sala de fiestas Bataclán, así como contra un objetivo israelí en la región de Sena-Saint-Denis, muy cercana a París. Había recibido instrucciones del “ejército del islam” y en la acción participarían otros dos cómplices.

La DGSI tuvo cumplido conocimiento de dicha información, aunque Ben Abbes no era ninguna incógnita para la policía francesa, ya que mantenía vínculos estrechos con los yihadistas de Toulouse, motivo por el cual en 2011 fue detenido de nuevo en Francia e interrogado por sus planes para cometer atentados en Francia, hasta que el sumario se archivó al año siguiente (1).
A pesar de ello, siguió “estrechamente vigilado” por la policía “por sus lazos con los medios del islam radical y su proximidad de Fabien Clain, yihadista tolosano”, según relata la prensa local (2). Le aplicaron el estado de urgencia, confinándole domiciliariamente, una medida que violó, por lo que en marzo del pasado año le condenaron a tres años de cárcel.

A comienzos de este mismo año la policía francesa volvía desempolvar el asunto de la franja de Gaza, acusándole de nuevo de“propaganda yihadista” casi diez años después.

En Francia remontan el origen de las redes yihadistas a los primeros atentados de Toulouse, donde la policía ha descubierto varias células, cuyos miembros mantenían relación con Ben Abbes. Era el caso de los hermanos Fabien y Jean Michel Clain, el primero de los cuales fue la voz que reivindicó los atentados de 13 de noviembre de 2015 en París.

Los planes de Ben Abbes, entre ellos el atentado contra el Bataclán, eran conocidos desde 2009. ¿Otro fallo de seguridad?, ¿para qué sirve tanta seguridad?

(1) http://www.lefigaro.fr/actualite-france/2016/10/11/01016-20161011ARTFIG00282-farouk-ben-abbes-visait-les-chemins-de-fer.php
(2) http://actu.cotetoulouse.fr/farouk-ben-abbes-gel-avoirs_55190/

Cómo darle una vuelta de 180 grados a cualquier noticia

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Los expertos en manipulación, como Antonio Ferreras, dominan el arte del “periodismo” a la perfección. Por ejemplo, hace más 25 años reconvirtieron uno de los primeros y más sonados casos de corrupción política, el Caso Naseiro, en su contrario.

Naseiro era entonces el tesorero del PP, el que cobraba las mordidas y su nombre apareció en un pinchazo telefónico de la policía sobre tráfico de drogas, por lo que el juez de Valencia encargado del caso, Manglano, un antiguo abogado que había pertenecido a organizaciones de izquierda en su época, se puso a la faena porque era de esos convencidos del “estado de desecho”, la “democracia”, la “legalidad” y demás.

En 1990 la corrupción “no existía” aún oficialmente y por lo tanto la “lucha contra la corrupción” tampoco era necesaria, por lo que la prensa le dio una vuelta de 180 grados al asunto: el Caso Naseiro lo reconvirtieron en el Caso Manglano, como reconoció el diario ABC.

¿Respeto a las decisiones judiciales? Depende. Como se ve en la foto, a Manglano le ridiculizaron vistiéndole de torero. Le amargaron la vida para siempre por proponerse “erradicar la corrupción”. A quien le erradicaron fue a él y a todos los incautos como él.

El caso del pirateo de los ordenadores en Estados Unidos es exactamente igual. No es es que éste o aquel interceptaran los mensajes privados de alguien, como Trump, por ejemplo, sino que todas, absolutamente todas, las comunicaciones están intervenidas y no sólo por la CIA, el FBI, la NSA u otras siglas sino por todos aquellos que tienen el poder y la capacidad de hacerlo, que no son precisamenten adolescentes jugando con su ordenador.

Los servidores del partido demócrata estaban, pues, tan controlados como todos los demás y la manipulación periodística consiste en tratar de decir que fueron éstos y no aquellos quienes lo hicieron para tapar lo fundamental, que está en el contenido del mensaje interceptado: se produjo una manipulación por parte de la dirección del partido demócrata para que su candidata a la presidencia fuera Clinton y no Sanders.

Por lo tanto, es verdad, las elecciones fueron manipuladas, como todas las elecciones en Estados Unidos, pero quien lo hizo no fueron los rusos ni la CIA, sino el partido demócrata. Ésta es la clave de todo el asunto y lo que la filtración de WikiLeaks pone de manifiesto. Dado que eso es lo esencial, hay que taparlo con lo accesorio: quién fue el que intervino los servidores y quién lo puso en conocimiento de WikiLeaks.

El asunto del Yak-42 es otra manipulación en donde se ha utilizado un viejo truco, las víctimas del accidente, para tapar lo esencial: los fallecidos eran soldados del ejército español y lo que ningún periodista ha peguntado es: ¿qué hacían en Afganistán?, ¿a qué fueron?, ¿quién les envió?, ¿se presentaron voluntarios?

Desde que dieron un golpe de Estado en 1936, los militares son las vacas sagradas de este país y viven envueltos en una parafernalia de alabanzas empalagosas que nadie se atreve a romper por miedo a las represalias. Cuando se crea una burbuja de esas dimensiones, los propios interesados acaban creyéndose sus propias mentiras, por el mimetismo típico de toda repetición monocorde.

Los militares, los del Yak-42 y los demás, así como sus familiares se creen partícipes de la “marca España” que es como Benetton y todas las demás marcas: un tinglado publicitario que les permite mirar por encima del hombro a los demás.

Por ejemplo, en España la Renfe ofrece descuentos para los viajes de los militares por tren, algo que no hace para los parados, a pesar de que los anteriores tienen un sueldo fijo.

La sorpresa de los militares y de sus familiares aparece cuando, como en el accidente, se dan cuenta de lo que son en realidad, carne de cañón, y de que los tratan como tales, no como uno de “los suyos”. Entonces se dan cuenta de que están en el bando equivocado e incluso de que tienen algo por lo que luchar.

Pero para entonces los medios ya le han dado la vuelta al asunto y nadie ha preguntado nunca por el auténtico escándalo: ¿qué hacían las tropas españolas en Afganistán?

Javier Cercas blanquea de nuevo el fascismo

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El ‘novelista’ Javer Cercas
Francisco Espinosa Maestre

Llevan un tiempo los medios de comunicación, especialmente los del grupo PRISA, bombardeándonos con el último producto de Javier Cercas Mena, El monarca de las sombras, que para variar vuelve a la guerra civil para seguir hablándonos de Falange. Ya lo hizo una vez sobre un personaje tan relacionado con Cáceres como Rafael Sánchez Mazas y ahora lo hace sobre su tío abuelo Manuel Mena Martínez. Y si en el caso de otra de sus novelas, El impostor, su protagonista Enric Marco venía a ser el Quijote ahora Cercas ha decidido asociar al fascista de su tío abuelo con el mítico Aquiles. Supongo que igual que en El impostor debió creerse Cervantes ahora se verá como Homero. Da igual que la novela sea plana, insulsa e incluso un tanto tediosa o que una vez más quiera convencernos de que sus novelas no son de ficción. Estamos ante la obsesión de un profesor de literatura por aparecer en sus novelas y querer hacerlas pasar por algo más que un mero relato con voluntad de ser literario.

Algunos llaman a esto novela de no ficción, relato real, novela antigénero, metaliteratura, género degenerado, posliteratura o como les venga en gana, pero quizás pertenezca de lleno al territorio de la egoficción. Lo curioso es que en sus declaraciones a los medios Cercas no habla como un novelista sino como un historiador, lo cual no deja de llamar la atención en alguien que está convencido de que la historia nunca es objetiva. Aunque cuando dice esto no se sabe cuál de sus muchos "yo" habla, si el personal, el literario, el pueblerino, el mentiroso, el cosmopolita, el  periodístico o el historiador. A saber.

De esta forma ocurre que, sean cuales sean sus intenciones y por muy literarias que parezcan, lo que sus lectores perciben es que lo que leen pretende pasar por Historia. Y así se produce la paradoja: los historiadores llevamos décadas intentando comprender las causas y consecuencias de la destrucción de la II República y por ahí en medio aparece Cercas disfrazado de historiador e inventándose lo que le viene en gana con el aplauso de los que nunca han querido que se conozca ese pasado.   

De entrada conviene situar tanto a Cercas como a su tío abuelo Manuel Mena, a quien considera "un niño inocente". No se cansa de decir allá por donde va que "murió por culpa de una panda de hijos de puta que envenenaban el cerebro de los niños y los mandaban al matadero". No es una reflexión muy elaborada, pero a él le basta, ya que debe pensar que así se le considerará un hombre de izquierdas, un antifranquista. Pero al decir esto olvida que tanto entre los golpistas como entre los defensores de la República hubo gente muy joven, de la misma edad que Mena, y que muchos de ellos sabían perfectamente, al igual que él, por qué y contra qué luchaban.

Así que ni niños ni inocentes ni pandas de hijos de puta. Manuel Mena pudo elegir entre respetar las leyes o actuar al margen de ellas y decidió lo segundo, lo cual no es mal principio para alguien que pensaba iniciar los estudios de Derecho ese mismo año. Se asombraría Cercas si supiera el papel que tuvieron muchos de esos "niños inocentes" en los pueblos que cayeron pronto, como el suyo, en poder de los sublevados.

Según nos cuenta el propio Cercas, uno de sus antepasados, Juan Mena, padre de Manuel, propietario de tierras y ganado, era el cacique del pueblo. Por otra parte su abuelo Francisco Cercas había sido concejal durante el Bienio Negro y fue destituido en febrero del 36. En fecha imprecisa, aunque supongo que sería en los meses del Frente Popular, ambos fueron detenidos y pasaron por la cárcel "acusados de almacenar armas en una finca". Javier Cercas, al que este hecho lleva a decir: "A estas alturas todo estaba preparado para que el país entero volase en mil pedazos", los justifica diciendo que, ante el rumor de que los jóvenes socialistas de la Casa del Pueblo fuesen a realizar una matanza de derechistas, la propia Guardia Civil les aconsejó que se protegieran. ¿Y quién se supone que debía defender a los socialistas de esa gente armada y conchabada con la Guardia Civil?

Además, con ello Cercas da crédito a ese tipo de rumores que circularon a posteriori por todos los pueblos con el único objeto de justificar el golpe y la represión. Lo cierto es que su abuelo Francisco Cercas, presidente de la Sociedad de Agricultores, fue igualmente el presidente de la gestora el 20 de julio del 36, jefe local de Falange y alcalde de Ibahernando entre 1937 y 1939. "Un período bastante breve", añade Cercas sin percatarse de la eternidad que representaron aquellos dos años. Por cierto que en dicha gestora también estaba su tío Juan Domingo Gómez Bulnes, yerno del cacique y que también llegaría a alcalde. Tampoco su bisabuela, la madre de Mena, se cubre de gloria cuando la vemos arremeter contra un vecino que ha luchado por la República con el que se cruza por el pueblo echándole en cara que él viva y su hijo no.

Para Javier Cercas su abuelo Francisco era un "labrador instruido", "hombre cabal" y "dotado de una autoridad congénita y de una congénita capacidad para ejercerla", don este muy extendido entre quienes accedieron al poder por vía militar. Añade que había simpatizado con el socialismo y que procedía de Unión Republicana, el partido de Manuel Azaña. Sirva esto de muestra de las mal digeridas lecturas que ha hecho Cercas, ya que no hace falta ser un experto en historia de la República para saber que Unión Republicana nació de una escisión del Partido Radical y que el Partido de Azaña era Izquierda Republicana y no el que él dice.

En cuanto a su abuelo, aparte del disparate de asociarlo al socialismo, más bien encaja en aquellos reaccionarios descolocados por la llegada de la República que se metieron en el Partido Radical para no quedar fuera de la vida política. Sería todo lo cabal y lo congénitamente capacitado que su nieto desee pero lo que debería haber hecho es presentarse a las elecciones. La forma en que llegó a la alcaldía no lo deja en muy buen lugar y sería curioso ver todos los informes políticos que llevaban su firma.

Cercas intenta mostrar la bondad de sus familiares contando cómo ayudaron a algunos izquierdistas. Parece no saber dos cuestiones básicas: que quien en esas situaciones puede salvar vidas es muy probable que también haya tenido la potestad de destruirlas y que raro fue el partidario del golpe que, por lo que pudiera pasar, no contaba en su haber con un rojo salvado. Y digo esto porque desde el desastre nazi en Stalingrado a fines de 1942 y la debacle del fascismo italiano en septiembre de 1943 más de uno empezó a pensar en el nuevo signo de los tiempos. Por suerte para ellos la censura franquista les libró de ver los cadáveres de Mussolini y otros afines colgados en una plaza de Milán en abril de 1945.

Para los que apoyaron el golpe militar y se unieron a fuerzas paramilitares como las banderas de Falange, caso de Francisco Cercas y Manuel Mena, su idea de lo que se traían entre manos era similar a la de un paseo triunfal. Tenían ante sí lo ocurrido en Cáceres, una provincia que había caído casi por completo en cuestión de días. Para esta gente su tarea consistía en ocupar el poder municipal, acabar con la vida de una serie de gente muy concreta, expulsar de todas las instancias locales a las personas relacionadas con la República y reajustar la vida local como poco a la situación existente antes del 14 de abril de 1931. La experiencia republicana debía ser destruida y borrada, como si no hubiera existido.

Pero ocurrió que la marcha triunfal terminó de manera abrupta el 7 de noviembre de 1936 en las puertas de Madrid. Contra todo pronóstico el ejército de la República paró en seco a las diferentes columnas que esperaban ocuparla en poco tiempo. Todos ansiaban celebrar la entrada en Madrid, unos con sus consejos de guerra listos para desinfectar la capital y otros con toda la parafernalia para la celebración de misas al aire libre, y resulta que no solo no lo consiguieron sino que el golpe devino en una guerra interminable, una guerra de verdad y no la escabechina que venían practicando desde julio. La decepción que sufrieron Francisco Cercas y Manuel Mena de la que habla Cercas no era otra cosa que el terrible choque que la guerra de verdad produjo incluso en aquellos que la provocaron. La guerra no era lo que les habían contado.

Nos cuenta Cercas –imposible saber qué hay de verdad en ello– que Manuel Mena, a la altura de 1938, estaba ya harto de la guerra y que si volvía a ella era por un sacrificio personal, para que no tuviera que ir otro de sus hermanos. Lo que le lleva a afirmar que era "un hombre de carne y hueso, un simple muchacho pundonoroso y desengañado de sus ideales y un soldado perdido en guerra ajena". También "había sido capaz de arriesgar Javier Cercas blanquea de nuevo el fascismosu vida por valores que […] estaban para él por encima de la vida, aunque no lo estuvieran o aunque para nosotros no lo estuvieran".

Y añade: "… no murió por la patria… no murió por defenderla… murió por nada…"¿Le parecerá poco a Cercas que su familia pasase a controlar el pueblo desde el 20 de julio de 1936? ¿No le choca que su abuelo Francisco Cercas, presidente de la primera gestora fascista y alcalde durante la guerra, considerara ya de mayor a los vencedores como una banda de arribistas y desaprensivos, cuando no maleantes, y que sintiera por ellos el mayor desprecio? ¿Acaso no estaban él y su familia entre ellos? Se trata de un fenómeno conocido y que pasó también a fascistas de toda Europa: con el paso de los años aquel pasado negro les empezó a estorbar.

Otro problema es la terminología. Solo dos apuntes. Cercas y otros como él no se cansan de escribir y de hablar de cuándo estalló la guerra civil. Con ello lo que hacen es cubrir con el manto de la guerra unos meses en los que no cabe hablar de guerra alguna, sino simplemente de golpe militar y de represión. El 17 y 18 de julio no estalla guerra alguna, sino que se produce un golpe de estado contra la República, golpe que, como hoy sabemos, venía preparándose desde el mismo día de su proclamación. La guerra vino luego. Primero fue la sublevación, el trasvase a la península del ejército de África, sin el cual poco hubieran podido hacer, y el plan represivo que produjo en pocos meses un genocidio de proporciones desconocidas en nuestro país. En la zona controlada por los fascistas no hubo paseos, sino un plan de exterminio perfectamente organizado por los militares y civiles que movían los hilos de la maquinaria represiva.

Las personas asesinadas en Ibahernando, unas doce, dos de ellas mujeres, no fueron paseadas por un grupo de incontrolados sino que lo fueron por decisión de un comité local presidido por alguien en funciones de comandante militar, comité que, aunque conocido por todos –máxime en un pueblo de dos mil y pico de habitantes–, solía mantenerse en la sombra. Es posible que el comandante militar de Ibahernando fuese un guardia civil y que este estuviese asesorado en las tareas represivas por algunos  vecinos. Los componentes de dicho comité no solían mancharse las manos de sangre, para eso estaban el personal subalterno, ya fueran falangistas, guardias o simples voluntarios. Así pues hablar de paseos es ignorar la mecánica represiva puesta en marcha por los sublevados.

Una de las claves de la novela es la ambigüedad, lo cual no es de extrañar si pensamos en la dificultad de convertir a un fascista común que encuentra la muerte en una batalla nada menos que en Aquiles. Veamos un ejemplo. En un momento se puede leer que la Falange fue "la milicia armada de la reacción en el violento expediente de urgencia segregado por la oligarquía para terminar con una democracia que pretendía reducir sus privilegios…" Esto parece que procede de algún libro. Y en otro se asocia esa misma Falange al "idealismo romántico y antiliberal, la radicalidad juvenil, el vitalismo irracionalista y el entusiasmo por los liderazgos carismáticos y los poderes fuertes de aquella ideología de moda en Europa". Y aquí parece que transcribe a Sánchez Mazas.

Cercas prefiere hablar de falangistas y franquistas más que de fascistas y de fascismo, concepto que solo aparece en relación con Europa. Esta confusión sistemática está en la base de la novela y es continua y obligada, ya que si no existiera no habría forma de salvar al personaje. Parece que este es el destino de Cercas: salvar a fascistas y farsantes como Sánchez Mazas, Enric Marco o Manuel Mena.

El panfleto de Cercas se encuentra en la misma onda de aquella declaración que el gobierno de Felipe González y Alfonso Guerra realizó en 1986 con motivo del cincuenta aniversario del golpe militar. Según parece, pretendían "honrar y enaltecer la memoria de todos los que, en todo tiempo, contribuyeron con su esfuerzo, y muchos de ellos con su vida, a la defensa de la libertad y de la democracia en España". Y también manifestar "su respeto a quienes, desde posiciones distintas a las de la España democrática, lucharon por una sociedad diferente a la que también muchos sacrificaron su propia existencia".

Pues bien, este cinismo de calculada ambigüedad es exactamente el mismo que parece inspirar el escrito de Cercas. El PSOE lo hacía por satisfacer a todos, seguir obteniendo más votos que los demás y perpetuarse en el poder. Cercas lo hace para blanquear a través de su tío y de su familia el pasado del fascismo español. También para salvarse a sí mismo de tan negra memoria familiar, con la que no sabe qué hacer. Afirma que solo en la madurez ha dejado de sentir vergüenza por sus orígenes familiares, pero que ya se ha resignado a ellos. Y piensa, imbuido sin duda de la clarividencia histórica que lo caracteriza, que su familia "había sido franquista, o por lo menos había aceptado el franquismo con la misma mansedumbre acrítica que lo había aceptado la mayor parte del país".

Sin duda le hubiera venido bien un proyecto de investigación similar al que se llevó a cabo en Alemania en los años noventa, titulado "El abuelito no fue nazi. Nacionalsocialismo y holocausto en la memoria familiar".

Al recordar el entierro celebrado en el pueblo en honor de Manuel Mena Martínez viene a la memoria lo escrito por un vecino de Sanlúcar de Barrameda con motivo de un acontecimiento similar ocurrido allí durante la guerra. Decía: "Rodeada así la vida de este aparato militar y litúrgico, la vida parece una cosa despreciable. Dan ganas de convertirse en muerto". Eso debieron pensar algunos vecinos de Ibahernando, olvidando que ya había habido muertos.

Desgraciadamente Cercas aporta escasa información sobre los vecinos de su pueblo que fueron asesinados a partir del 20 de julio. Quizás la más citada sea la maestra Sara García, de 22 años, cuyo cadáver apareció en una finca. Como en otras muchas ocasiones el crimen se justifica por motivos externos: porque su novio, un izquierdista, había huido o, también, porque se trató de una venganza de un pretendiente anterior. Conocemos estas historias. Son ya muchos años intentando asociar la represión a cuestiones personales. Hay, sin embargo, otra opción que Cercas no tiene en cuenta: por lo general la gente dedicada a la enseñanza fue asesinada por ser de izquierdas y representar la apuesta más importante realizada en nuestra historia a favor de la educación pública. Por su edad, la maestra Sara García pudo ser una de esas maestras de la generación de la República que no encajaban de ninguna manera en los planes de enseñanza que los sectores más reaccionarios de la sociedad española, con la Iglesia en cabeza, impusieron de inmediato. También fue asesinado otro maestro.

Para justificar el terror que segó vidas en una pequeña localidad en la que hasta ese momento no se había derramado sangre, Cercas recurre a fórmulas que no cuadran con el caso. No se trata ya de dar pábulo a rumores como el de que jóvenes socialistas habían creado una lista con los nombres de los derechistas que había que eliminar, sino de hablar de "la situación explosiva"existente en el pueblo en los meses anteriores al golpe o aludir a los propietarios "asustados por la deriva revolucionaria de la República y sobre todo por la atmósfera de violencia que desde hace meses se respira en Ibahernando". Tampoco se priva de decirnos que sería raro que Manuel Mena "no respirase allí [Cáceres] la atmósfera de preguerra que se respiraba en todo el país" y que sintiese "la inminencia del estallido violento" que todo el mundo sentía. Cercas está preparando el terreno para el golpe y para su familia. 

Al poco tiempo de morir, el nombre de Manuel Mena pasó a denominar una calle del pueblo. Según la ley de memoria histórica esta calle debería desaparecer. Nadie que se sume a un golpe de estado merece una calle. La pregunta que surge ahora, tras la salida al mercado de la novela de Cercas, es quién se atreverá quitar del callejero de Ibahernando al héroe local que su sobrino nieto ha convertido en mito. ¿Qué más da que sirviese por voluntad propia en fuerzas paramilitares como Falange o a las órdenes de golpistas como Yagüe o Barrón? Es más, tal como van los tiempos es muy posible que Javier Cercas, además de dar nombre a la Casa de la Cultura de su pueblo, pase a denominar alguna de las calles cercanas a la de su tío abuelo. El día que eso ocurra se cerrará esta historia. Aquiles y Homero juntos.

La cuestión de fondo del libro de Cercas es dejar sentado que se puede ser "un joven noble y puro y al mismo tiempo luchar por una causa equivocada", es decir, ser un fascista. Como es lógico, la respuesta del sobrino nieto de Manuel Mena Martínez, en la estela de la declaración del gobierno de González y Guerra en 1986, es que sí.

Este mismo espíritu es el que ha llevado hace poco a un juez de Soria, Carlos Sánchez Sanz, a decidir que el nombre de Yagüe debe seguir unido al de San Leonardo, su pueblo. Esto y un acuerdo de pleno de 2016 en el mismo sentido firmado por PP, PSOE y Ciudadanos. El argumento es similar al de Cercas: una cosa es el Yagüe falangista, guerrero y represor, y otra muy diferente el Yagüe benefactor que convirtió a su pueblo en un oasis soriano. Naturalmente se deja a un lado que la decisión de denominar al pueblo San Leonardo de Yagüe es de enero de 1940, cuando el jefe de la columna de la muerte aún no había derramado su acción benéfica sobre su pueblo.

Y es que Yagüe, como Mena, también entra dentro de ese privilegiado grupo de hombres puros y cabales que dieron vida, cada uno desde su sitio, al fascismo español, igual que"el poeta" Pemán o "el aviador" Ruiz de Alda. ¿Para cuándo la reposición de las plazas y avenidas antaño dedicadas a Franco, el gran benefactor de España? Sería solo el principio. Al fin y al cabo hombres de tan gran corazón como el carnicero de Badajoz no hubo muchos, pero de héroes locales está el país lleno.

http://www.eldiario.es/tribunaabierta/Javier-Cercas-mundo-egoficcion_6_622647752.html

Los guerrilleros griegos enviaron la carta explosiva contra la sede del FMI en París

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Ayer el ministro de Protección Ciudadana griego, Nikos Toskas, aseguró que el sobre con explosivos que causó heridas a una persona en la sede del Fondo Monetario Internacional en París fue enviado desde Grecia.

En una entrevista a la cadena de televisión ANT1, Toskas reveló que el remitente escrito en el sobre venía a nombre de Vasilis Kikilias, portavoz del partido opositor griego Nueva Democracia, desde una dirección en la que estuvo domiciliado.

Toskas afirmó que el uso de nombres de políticos griegos es “un ataque al sistema político griego”, destacó que el gobierno “hará frente a la situación” e insistió en que “es pronto para sacar conclusiones”.

El ministro no pudo confirmar la relación entre este explosivo y el envío del paquete con explosivos detectado el miércoles en el ministerio de Finanzas de Alemania, a cuyo titular, Wolfgang Schauble, iba dirigido y del que se responsabilizó la organización anarquista griega Conspiración de los Núcleos del Fuego.

“Enviamos el paquete bomba al ministro de Finanzas de Alemania, en el contexto de la campaña del segundo acto del Proyecto Némesis”, señaló el grupo en un comunicado publicado en una página web anarquista.

Según los medios helenos, en el paquete, enviado desde una oficina de correos en el centro de Atenas, aparecía como remitente Adonis Georgiadis, vicepresidente de Nueva Democracia.

Desde su aparición en 2008 la Conspiración de los Núcleos del Fuego ha ejecutado decenas de acciones con explosuvos en Grecia.

En 2010 envió 14 paquetes explosivos dirigidos, entre otros, a la canciller alemana, Angela Merkel; al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Los restantes paquetes los envió a embajadas extranjeras en Atenas y a las sedes de Europol y de Eurojust. Al grupo se le consideraba como desarticulado, pues más de una veintena de sus miembros cumplen condenas en distintas cárceles griegas, tras varias olas de detenciones entre 2010 y 2014.

El 8 de abril ETA entregará todas las armas que aún mantiene en su poder

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De forma inminente ETA anunciará un plan de desarme para las próximas semanas, cinco años y medio después de anunciar el cese definitivo de la resistencia armada.

El plan podría incluir información sobre la ubicación de los lugares donde la organización guarda armas y explosivos. "ETA nos ha confiado la responsabilidad del desarme de su arsenal, y en la tarde del 8 de abril ETA estará totalmente desarmada", dijo Txetx Etcheverry, militante de Bizi, una asociación vinculada a la izquierda abertzale.

El anuncio podría realizarse de forma inminente a través de medios de comunicación extranjeros. Todo apunta a podría ser a través de la cadena de televisión británica BBC.

Arnaldo Otegi considera como una "buena noticia" el anuncio de la claudicación definitiva de ETA, a la que, según ha asegurado, otorga "total credibilidad" y espera que se lleve a cabo "hasta el final", y "con la implicación" de los gobiernos autonómicos del País Vasco y Navarra.

Otegi ha reconocido que no esperan "gran cosa" de los gobiernos español y francés, pero que quiere pensar que "no pondrán obstáculos añadidos a un acontecimiento histórico", que es la terminología que emplea para una rendición incondicional.

Además, este renegado hace un llamamiento a que "todo el mundo esté a la altura y anteponga los intereses del país a los personales y partidistas". ¿Altura? Querrá decir a la altura del betún.

De los 300 presos que se pudren en las cárceles, Otegi no ha dicho nada.

¿Por qué Rusia no forma parte de la OPEP?

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“Actualmente no contemplamos la posibilidad de que Rusia entre en la OPEP, aunque nuestra relación con los países exportadores de petróleo ha demostrado que la cooperación es algo necesario y adecuado”, señalaba el ministro de Energía Alexander Novak. Anteriormente, Novak había declarado en repetidas ocasiones que las posibilidades de la OPEP de influir en el mercado son limitadas.

Los últimos meses de 2016 la coordinación de las negociaciones entre Rusia y otros países exportadores de petróleo se llevó a cabo gracias a los esfuerzos de Rusia en materia de política exterior.

El 30 de noviembre los miembros de la OPEP decidieron reducir la extracción de petróleo a partir de principios de 2017 en 1,2 millones de barriles al día. Otros 11 países, incluida Rusia, se comprometieron a rebajar la producción de petróleo en 558.000 barriles al día, de los cuales 300.000 barriles al día corresponden a Rusia.

“La OPEP y Rusia no tienen confianza mutua, somos competidores, no socios”, comenta el editor de Thomson Reuters responsable de mercados petroleros, Gleb Gorodiankin. Para Rusia es difícil confiar en la OPEP debido a la diferencia de sus objetivos y a las contradicciones existentes dentro del cartel, opina el experto.

“Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irán y Qatar no están sobrecargados por deudas demasiado significativas y apuestan en la OPEP por incrementar su presencia en el mercado, mientras que los países pobres que forman parte del grupo (Angola, Nigeria, Venezuela y Kurdistán), están interesados en subir los precios para poder salir adelante”, señala Gorodiankin.

El cártel petrolero no podrá seguir garantizando las restricciones a la extracción. Hasta el momento estas medidas han provocado una subida de la inversión en el petróleo de esquisto en Estados Unidos.

Los países miembros de la OPEP siguen de cerca la subida de la extracción del petróleo de esquisto y partiendo de estas valoraciones tomarán la decisión de ampliar el acuerdo sobre limitar la extracción a finales del próximo mes.

Estados Unidos prevé una subida de la extracción de petróleo hasta los 10 millones de barriles al día (un 10 por ciento del volumen actual), muy próximamente, superando el máximo nivel, registrado en 1970.

Las empresas que explotan reservas de petróleo de esquisto están robando cuota de mercado a la OPEP, que redujo la extracción a principios de año esperando contribuir a la subida de los precios del petróleo.

Según el economista jefe del grupo de compañías BP en Rusia y la CEI, Vladimir Drebentsov, la OPEP no tiene una buena respuesta para el mercado hasta que se agoten los recursos de la extracción de petróleo de esquisto en Estados Unidos.

“Si los precios no hubieran subido en su momento hasta los 120-140 dólares el barril, habríamos estado muchos años más sin oír hablar de los yacimientos de petróleo de esquisto en Estados Unidos. Ahora es tarde, la revolución ha llegado, no hay vuelta atrás, es algo inevitable”, asegura Drebentsov.

Según el analista de Citi Futures, Tim Evans, el mercado petrolero actualmente es similar a una casa de cartón que puede  venirse abajo por culpa de cualquier noticia negativa. Por ejemplo, Irán, que forma parte de la OPEP, según el acuerdo para la estabilización del mercado puede extraer hasta 3,8 millones de barriles al día. No obstante, el país está incrementando la exportación: vende el petróleo procedente de sus reservas acumuladas durante años de sanciones y a principios de 2017 había reducido su volumen de los 29,6 millones de barriles a los 16,4 millones de barriles.

Irak también está incrementando la extracción. El primer ministro del país, Haider al-Abadi, ha denunciado una subida de la extracción en Kurdistán. En diciembre el suministro de petróleo desde los yacimientos controlados por los kurdos a Turquía alcanzó los 587.000 barriles al día, una cifra que supera en más del doble la cuota de 250.000 barriles al día a la que se había comprometido el país. Además, según The Wall Street Journal, en enero Irak se proponía incrementar en un 7 por ciento la exportación a través de la terminal en Basora hasta los 3,53 millones de barriles al día. También planea suministrar volúmenes adicionales de petróleo a India y China.

Otro factor desestabilizador: Libia se propone duplicar la producción de petróleo en 2017. El país está aumentando la extracción en su mayor yacimiento, el de El Sharara, y ha retomado la exportación desde la terminal de Az Zawiya. A principios de enero, el país alcanzó una extracción diaria de 700.000 barriles (el índice medio del pasado mes de diciembre fue de 630.000 barriles al día).

La OPEP es una organización con sede en Viena fundada en 1960. Está integrado por 13 países productores y exportadores de petróleo, ubicados en América, Asía y África, los cuales agrupan una población de alrededor de 554 millones de personas y cuyo principal producto de exportación es el petróleo. Los países miembros son: Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Kuwait, Nigeria, Qatar, Irán, Libia y Venezuela.

http://es.rbth.com/economia/2017/03/16/por-que-rusia-no-quiere-entrar-en-la-opep_720668

¿Quién pagará la factura por la presencia de la OTAN en la frontera occidental de Rusia?

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El aumento de los contingentes de la OTAN en los países bálticos y Polonia se planificó a mediados del año pasado. Pero hace años que la aviación de la OTAN está desplegada en Estonia y el año pasado llegaron tanquistas estadounidenses. Además, entre 4.000 y 5.000 tropas de países miembros de la Alianza imperialista van a la república para participar en maniobras militares, como Tormenta de Primavera, que tiene lugar cada año.

Actualmente en el país hay un batallón de la OTAN permanente y unificado, algo que buscaban desde hace tiempo las antiguas repúblicas soviéticas del Báltico.

Se espera que en la frontera occidental de Rusia aparezca una nueva brigada, que contará con subdivsiones desde el Báltico hasta el Mar Negro. No será muy cuantiosa pero se trata del primer paso para la creación de las fuerzas de acción rápida de la OTAN.

Los países de Europa del este que acojan las unidades de esta nueva fuerza imperialista tendrán que realizar grandes gastos de mantenimiento, sobre todo después de que Trump ha advirtido que va a cerrar el grifo del maná militar, lo cual tiene su truco: uno de los principales objetivos de Washington es el aumento de las exportaciones norteamericanas de armamento a Europa. La llegada de equipos militares y de tecnología adicional, que realmente se dedicarán a entrenar y trabajar con el ejército de Estonia, encajan bien con esta política.

Todos los gastos en infraestructura en la base de Tapa, la redistribución y colocación de tropas militares extranjeras suponen un alto coste para el presupuesto de un país pequeño como Estonia. Además los instructores de la OTAN no van a enseñar así como así las tecnologías militares occidentales a los estonios.

Pero el verdadero problema para la Alianza es Kaliningrado, el enclave ruso en el Báltico, donde hay un gran agrupación de tropas rusas. Tanto en Tallin, como en Bruselas y Washington entienden que ni un batallón, ni cinco, podrían lanzar una ataque contra San Petersburgo desde la ciudad estonia de Narva.

Ahora que ETA deja las armas...

Baltasar Garzón desechó investigar a militares españoles entrenados por la dictadura argentina

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En el año 1998, el Ministerio de Defensa español remitió a su juzgado en el marco de la causa por los vuelos de la muerte, un listado parcial de altos oficialesespañoles entrenados por la dictadura. Víctor Basterra, fotógrafo secuestrado en la ESMA y hoy director del Instituto para la Memoria, señaló ante Garzón a otro militar más al que reconoció como partícipe de los grupos de tareas del gobierno de facto. El ex juez desechó actuar contra ellos.

Baltasar Garzón tuvo en sus manos una lista de militares españoles que hicieron cursos de formación con sus pares argentinos y que participaron activamente en la represión durante la última dictadura militar, y decidió no citarlos ni tampoco investigar sobre tan graves hechos. Esta información fue cubierta por varios medios de comunicación argentinos y españoles, entre ellos los diarios Página 12, La Nación, Clarín y El País de Madrid.
 
En mayo de 1998, la cartera de Defensa española remitió al entonces hombre fuerte de la Audiencia Nacional, una lista de diez oficiales que visitaron Argentina entre 1979 y 1983 para realizar cursos de formación en las Escuelas de Guerra y de Inteligencia locales.
 
En la lista remitida por el Ministerio a Garzón, se señala que en 1979 -en plena dictadura- los coroneles Isidoro Calderón Portilla y Francisco Acin Gallego fueron parte de los cursos de la Escuela de Inteligencia argentina. A su vez, Rafael Sáinz Torres lo hizo en la Escuela de Guerra. En 1980, el coronel Juan Meléndez Jiménez realizó un curso en Inteligencia; en 1981, los coroneles Enrique Gómez Rueda y Joaquín Rodríguez Solano también estuvieron en la Escuela de Inteligencia, mientras que el coronel Amadeo Martínez Inglés estuvo en la de Guerra, y en 1982, el coronel Eduardo Fuentes Gómez de Salazar realizó un curso en la Escuela de Inteligencia.
 
También, estuvieron en Buenos Aires el general de división José Villaroya Chueca y el teniente coronel Julián Soutuelo Pérez, ambos en actividad cuando el Ministerio de Defensa remitió los datos a Garzón.
 
Todos estos militares compartieron información con sus pares argentinos, que para ese entonces -período 1979-1982- se encontraban en la fase final de aniquilamiento de lo que ellos denominaban "subversión" y que no era otra cosa que el secuestro, desaparición y asesinato de miles de militantes populares, algunos de sus familiares y una buena cantidad de personas secuestradas al azar que jamás volvieron a aparecer.
 
Además, obviamente, algunos de ellos visitaron los Campos de exterminio en la Escuela de Mecánica de la Armada y en Campo de Mayo.
 

Listado parcial


Cabe decir que el ahora ex juez Garzón había requerido expresamente estos informes, acicateado entre otras cosas por la investigación llevada a cabo por el periodista Carlos Bianco, entonces productor de Radio Mitre, que partió del hecho de que el Coronel español de Infantería de Marina, Cristóbal Gil y Gil fue señalado por el hoy director del Instituto para la Memoria, Víctor Basterra, como partícipe de los grupos de tareas con sede en el campo de exterminio. Es por lo que se entiende que el listado remitido por el entonces ministro de Defensa del Gobierno de Jose María Aznar, Eduardo Serra, es incompleto dado que la denuncia de Basterra hace referencia a un período anterior a 1979.
 
Con esos datos, Garzón citó a declarar únicamente como testigo a Gil y Gil, sin que hubiera más actuaciones. La gravedad de la información a la que tuvo acceso Garzón, a partir de las declaraciones de Basterra y de la información que en su momento hizo pública ante la prensa argentina el coronel Amadeo Martínez Inglés, quien hizo el curso de Estado Mayor en la Argentina e informó al gobierno español de las violaciones de los DDHH cometidos por la dictadura, implicaba un vuelco a dos causas que en ese momento llevaba adelante Garzón: la de los vuelos de la muerte y la que investigaba el terrorismo de Estado durante el gobierno de Felipe González, el llamado Caso GAL, cuyas repercusiones penales afectaron, parcialmente, a los llamados escalones medio y bajo de los partícipes de la llamada "guerra sucia".
 
Martínez Inglés expresó ante los medios argentinos y españoles haber elevado un informe a sus jefes sobre las aberraciones que se cometían en la Argentina, el que fue mantenido en absoluta reserva por sus superiores. Martínez Inglés aseguró en su momento a Radio Mitre que tenía en su poder un listado de militares españoles que viajaron para adiestrarse en técnicas de represión ilegal -doce de ellos en la ESMA-.
 
A partir de estos datos, el entonces portavoz parlamentario del Partido Nacionalista Vasco, Iñaki Anasagasti declaró al diario Página 12: "Esto confirma nuestra sospecha de que los GAL fueron una creación del ejército español. Vamos a pedir en el Congreso una investigación a fondo de todo lo ocurrido. Está claro que en España no se puede seguir hablando de una ley de Punto Final sobre la guerra sucia contra ETA, mientras haya 600 etarras en la cárcel y del otro lado sólo 2 o 3 personas".
 
Lo paradójico es que Garzón, con todos estos datos en su poder nunca citó a estos militares informados por Defensa ni siquiera como testigos, generando así una fisura importante en la investigación, ya que varios de los "visitantes uniformados", sino todos, podían haber aportado datos de importancia para desentrañar muchos de los crímenes cometidos, y de los que fueron cómplices.
 
Como ya hiciera con el caso de las pruebas concretas de miles de víctimas del franquismo que le remitieran organizaciones de derechos humanos de Valencia, Garzón se preocupó más en generar un hecho mediático para luego, desestimar cualquier tipo de investigación. Y es que no era lo mismo en ese momento imputar a militares retirados de un Estado arrodillado ante la impunidad, que investigar la conexión española con la dictadura. Hay que recordar que la legislación española no discute la competencia de sus tribunales para juzgar los delitos cometidos por nacionales en el extranjero.

Garzón, que disfruta de permiso de residencia argentino otorgado de manera directa por la ex Presidenta Cristina Fernández, y mantuvo durante su mandato un cargo de Subsecretario en el Estado Nacional en materia de Derechos Humanos, optó por no encarar la investigación de los crímenes de la dictadura militar argentina y decidió cajonear los informes suministrados por el propio Ministerio de Defensa español, que aún siendo parciales, resultaban reveladores.

‘Jamás debemos tener confianza en Rusia’

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La nueva embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Randhawa Haley, nombrada por Trump, sigue estrictamente los pasos de su antecesora, Samantha Powers, nombrada por Obama.

El 2 de febrero dijo que nunca levantarían las sanciones a Rusia mientras siguiera anexionando Crimea y, además, que era culpable de la “escalada de tensión” en el Donbas, o sea, de que el gobierno de Kiev haya intensificado los bombardeos contra la población civil en Novorrosya.

En pleno relevo en la Casa Blanca, no es más que otra provocación para forzar a que las milicias populares respondan de la misma manera y que el gobierno de Kiev presentarse al mundo como “víctima” para justificar la ruptura de los acuerdos de Minsk y que Estados Unidos reanude las ventas de armas.

Pero la tarea de Haley es la de repetir el mantra falangista de 1941: ¡Rusia es culpable!

Según cuentan algunas fuentes, Trump llegó a la Casa Blanca con un decreto ya firmado en el que levantaba las sanciones a Rusia, que no ha podido promulgar a causa de las presiones. Es la vieja historia del “quiero pero no puedo” que sirve incluso para excusar al mismísimo Presidente de Estados Unidos, encarnación del poder mundial por antonomasia. Si no es él quien tiene el poder, ¿quién lo tiene?

El jueves, Haley volvió a la carga con algo mucho más metafísico: “No podemos tener confianza en Rusia. Jamás debemos tener confianza en Rusia”. Lo que Rusia haga o diga es indiferente, no va a cambiar nada.

Son declaraciones como éstas las que no ayudan a entender lo que está pasando. Crimea es una excusa; si la anexión no hubiera ocurrido, se hubieran inventado otra cualquiera. Incluso si los rusos devolvieran Crimea a las zarpas de Ucrania, no cambiaría nada. Nunca se puede tener confianza en Rusia.

Y nunca significa nunca.

‘Esta sociedad civil es un tesoro’

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B.

Así se dice en un editorial del diario Gara (18-3-17) en referencia, claro está, a la vasca, la sociedad civil” vasca, cuyo protagonismo -viene a decirse- en el desarme de la organización armada ETA ha sido poco menos que decisivo. Y ello frente al "inmovilismo" de los Estados español y francés que, lejos de ayudar a ese desarme, lo han obstaculizado. Tenemos, pues, unos gobiernos que han perseguido a la organización armada vasca con todos los métodos y medios -cárcel, torturas, extradiciones, deportaciones, desapariciones, guerra sucia, etc.- a su alcance bajo la filosofía de "todo vale contra el 'terrorismo'", y resulta que ahora que se las ponen (las carambolas) como a Fernando VII, los gobiernos "impiden"ese desarme que le ponen a güevo y sin mover un músculo. Ante esa pasividad, tiene que ser la "sociedad civil" vasca quien mueva el culo y dé pasos para propiciar el desarme de ETA, de la"banda armada"en otras latitudes. No hace tanto se hablaba de la “sociedad civil” -no los Foros de Ermua, Gestos por la Paz y demás inventos gubernamentales donde medraban arribistas y oportunistas de baja estofa y peor pelaje- como promotora de unas conversaciones, no ya "negociaciones", entre ETA y el Gobierno, incluso el Presidente Zapatero habló de eso en la Navidad de 2006 en la víspera del atentado de la T-4 en Barajas, cuando hete aquí que ahora la vemos -¿será la misma “sociedad civil” o será otra?- desgañitándose, incluso exponiéndose a ser detenidos como pasó en Francia, para acelerar el proceso de desarme de la banda, o sea, de presionar a los gobiernos a presionar a ETA o áteme esa mosca por el rabo en el mundo al revés regido con mano de santo y arte de birlibirloque. En otras palabras: ver para creer.

Hay, al menos, dos reacciones ante el anuncio de ETA de desarmarse: los que la creen pero, para guardar las formas, como la Izquierda Abertzale Oficial, piden algún gesto a los gobiernos, sobre todo al español puesto que el francés no hará nada que no le diga e instruya el español, en relación al acercamiento de los presos políticos a sus lugares -a las cárceles, nada de amnistía- de origen para poder vender algo a su parroquia y salvar la cara y la pose, y los que simulan no creer a la banda pero saben de sobra que ETA no miente y su voluntad de desarmarse "unilateral e incondicionalmente" es clara, nítida y diáfana, pero hacen como que no se lo creen para cumplir con el papel que les toca y poder forzar a la banda a que dé más pasos: casos sin resolver y hasta que se entreguen en persona he llegado a oír. Ambas "facciones", vamos a denominarlas así, están de acuerdo en lo fundamental: que se desarme y que se disuelva y ello, repetimos porque es importante, "unilateral e incondicionalmente", esto es, nada de oír hablar de los presos, cuestión que queda al albur del Gobierno y sus caprichos aplicando, eso sí, "la ley". Ni por supuesto hablar de las causas del "conflicto": sólo de las "consecuencias" del "terrorismo" de una parte, la de ETA, la otra no existe. Es aquí donde Otegi, por ejemplo, incide siempre, en las "consecuencias del conflicto". Los presos son una consecuencia de ese "conflicto", ¿o no?, y la más clara, aparte las víctimas, pero no parece que cuenten mucho y allá se las compongan buscando salidas personales, "vías Nanclares" o se decidan a arrepentirse y delatar a sus compañeros. Lo importante es que ETA, que ya llevaba cinco años sin actividad armada ofensiva, se desarme y se disuelva como si fuera un azucarillo en ácido sulfúrico, como decían los "grises" (Policía Armada, hoy Nacional) antes a grupos de personas: "circulen, disuélvanse".

También se va observando cómo ya hasta "la caverna" va dándose cuenta del papel de un renegado como Otegi en la disolución de ETA, y de llamarle "filoterrorista" -todavía lo hacen los más energúmenos tipo Carlos Herrera o Jiménez Losantos- pasan a "reconocerle" sus "méritos". Sintomático. Y es que el rey va desnudo, sigue yendo en bolas, lo pinten como lo pinten.

Menos mal que los vascos tienen un tesoro: la “sociedad civil”.

Bona tarda.
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